Asesino.
Sus ojos giraron al ver a su presa salir del restaurante, pago su bebida y fué tras él sin levantar sospechas.
Sube las escaleras que llevaban al parque, en tres pasos alcanzó su objetivo y...
El inglés no supo lo que pasó con exactitud, de la nada un hombre choco con él, este pareció caer pero se recuperó en un instante para seguir su camino como si nada, por inercia llevo su mano a su entrepierna, por un momento creyó que lo había tocado y...eso...era ......¡Sangre! Enorme fue su sorpresa al darse cuenta que su mano estaba manchada de sangre, sintió como su cuerpo perdía fuerza, sus ojos se abrieron aterrados al ver un corte en su pantalón, está no pertenecía a su ingle, era a un costado, a la altura de la arteria.
Cayó al piso la gente en principio creyó que se había desmayado pero no era así, los murmullos y gritos de auxilio no tardaron en oírse.
Dos cuadras más adelante el asesino huía, perdiéndose entre la gente.
***
¿Vas a trabajar?
Si
Pero, dijiste que hoy iríamos al parque.
Lo siento, surgió un imprevisto y tengo que ir a la oficina
Papito...
Llegaré tarde, no me esperes.
Ilias le dió un beso a su esposo e hijo y salió al trabajó.
Krest solamente suspiro mientras veía como su pequeño hacia un puchero.
Está bien Reg, mamá te llevará al parque.
Krest Le Black, un doncel galo muy joven de solo 25 años, esposo del empresario Ilias Leonides, madre del pequeño Regulus Leonides de tan solo cinco años.
La vida no le pintaba mal al francés, se había casado a la edad de 19 por medio de un convenio entre su padre y un viejo amigo, de esa manera ambas empresas se unieron y su fortuna se incrementó. Su esposo era guapo, listo y amable, lo trataba con mucho cariño a él y su pequeño, tenían un lujoso departamento, tres autos y una buena vida, nada parecía salir mal.
****
hola hermano.
¡Lugonis, que alegría verte!
Ese fin de semana su hermano menor lo fue a visitar, a simple vista no se parecían en nada, pero los genes siempre son así.
Lugonis era el menor de los Le Black, alto, con una hermosa cabellera rojiza y unos brillantes ojos verdes, muy codiciado por chicas y chicos.
No eran muy unidos pero se querían.
cuñado, que sorpresa.
hola Ilias.
Había ido a visitar a su hermano en vista de que sus padres salieron de paseó, esto puso feliz a Krest que no tardó en invitarlo a quedarse.
como va todo en la empresa, papá no me dijo que saldrían.
bien, los negocios crecen, ya sabes cómo es, cuando quiere sorprender a mamá lo hace.
Pero la sorpresa no fue solo para su mamá, ellos también se sorprendieron de la peor manera, desgraciadamente sus padres murieron en un accidente, el pequeño velero con el que exploraban los arrecifes explotó, al parecer el motor estaba muy dañado.
Fue un golpe muy duro para Krest, tras la muerte de sus padres Lugonis se fue a vivir con ellos, ahora era responsable de su hermano menor y no deseaba dejarlo solo.
****
Por desgracia la mala suerte siguió después de esto.
Dos semanas después el abogado de su padre llegó, este le había heredado la empresa familiar, revocando el poder a Ilias y dejando fuera del testamento a Lugonis, Krest no entendía el porque de las acciones de su padre.
Está de más decir que esto arruinó su vida familiar.
Ilias comenzó a alejarse de él, le miraba con enojo y siempre lo criticaba y reprendía cuando intentaba tomar alguna decisión de la empresa que le pertenecía por derecho.
Lugonis estaba resentido, se había mudado a su casa y hacia su vida un infierno, siempre criticando todo lo que hacía.
Krest lo dejo pasar ya que entendía que se sentían traicionados pero... La verdad no tardó en salir a la luz.
-¡No, Ilias por favor, no!
Mientras trabajaba en el despacho de su padre se percató de varios fraudes hechos a la empresa, una gran cantidad de dinero se había perdido y había muchos contratos fantasma, esto sorprendió al menor ya que su padre era un hombre muy recto y jamás habría hecho algo así.
-¡Firma, maldita sea!
El responsable resultó ser su amado esposo, pero no era lo único.
-Krest, firma ya, me regresaras todo lo que me pertenece por derecho.
Su hermano y esposo mantenían una relación secreta, un amorío desde hace un par de años.
-firma el papel, le vas a dar la empresa a Lugonis.
-Ilias, no, para...
-¡Cállate y firmar!
Un golpe en la mejilla es todo lo que obtuvo como respuesta, ese par había decidido quedarse con todo y continuar con su vida de delincuentes.
-no te preocupes hermanito, me encargaré de cuidar a Regulus.
Cuando el menor le reclamo por los fraudes y mal manejo de la empresa Ilias lo saco de la casa y le llevo hasta un área abandonada junto a Lugonis, ahí le confesaron todo, así como el ser los causantes de la muerte de sus padres, esto fue un golpe muy duro para Krest.
Humillado, traicionado y herido el menor no tuvo más remedio que firmar los papeles, cediendo toda su herencia a su hermano.
-¿Cómo pudiste hacer algo así Lugonis? ¡Eran nuestros padres!
-¡Y pese a ello te amaba más a ti que a mí! Tu siempre fuiste su favorito, su niño especial....no tienes idea de cuánto te odió.
El corazón del menor se rompió al oir aquella confesión, era absurdo, sus padres los habían amado a los dos por igual, eran estrictos con Lugonis por la vida tan banal y desenfrenada que llevaba, solo estaban preocupados por él.
- lamento que esto terminará así, pero no te preocupes, cuídate muy bien de Regulus.
Aterrado miro como el cañón de la pistola subía hasta posarse en su frente, cerro los ojos mientras lágrimas escurrían por sus mejillas.
Lugonis sonreía satisfecho, estaba por deshacerse del que el consideraba su peor enemigo y rival, ahora solo tendría que asegurarse de darle un hijo a Ilias y mandar a su sobrino a un orfanato.
Se escuchó un disparo.
-¡Ahhhhh!
Lugonis grito horrorizado al ver cómo Ilias caía al suelo, una bala había perforado su cráneo.
Un segundo disparo provocó un quejido en el pelirrojo, rápidamente la ropa a la altura de su pecho comenzó a teñirse de carmín, cayó al suelo, sus ojos miraron el rostro incrédulo de su hermano, que le llamaba con dolor.
-¡Lugonis!
Krest no tardó en correr a su lado, intentaba contener la hemorragia pero ya era tarde, la bala había atravesado su pecho.
De las sombras emergió una figura muy alta, la cual no tardó en tomar al castaño y alejarlo del lugar, mientras esparce una gran cantidad de pistas falsas.
*****
Zaphiri era un asesino profesional, fue contratado por Francisca, el padre de Krest, para protegerlo.
El rubio había descubierto la infidelidad y engaño de su yerno e hijo, así como los fraudes que estaban haciendo en la empresa, sabía que su vida corría peligro así como la de su pequeño primogénito, por lo que no tardó en buscar protección para él, contratando a un par de asesinos profesionales.
Zaphiri se encargaría de proteger a su hijo, mientras uno de sus compañeros los cuidaría a él y su esposa, desgraciadamente Radamanthys lo traicionó al recibir una buena oferta por parte del león, esto molesto a Zaphiri, la traición era algo que no toleraba, por lo que no tardó en buscar a su antiguo compañero y mandarlo al infierno, después de eso se dedicó a proteger a Krest desde las sombras.
****
-Lamento mucho informar que su esposo Ilias y su hermano Lugonis murieron, al parecer víctimas de un secuestro que salió mal.
Krest ni siquiera prestaba atención a lo que el oficial decía, más no dudo en ir a identificar los cuerpos, pese a la traición aún así le dolía, amaba a su hermano, amaba a su esposo por sobre todo y pese a ello...
-mami...
Ahora eran solo él y su pequeño hijo, solo ellos dos.
-¿Y esto?
Se sorprendió al encontrar un sobre en su habitación, una carta que su padre le dejo antes de morir ¿Cómo había llegado hasta ahí?
Pero no era lo único, también había una pequeña tarjeta, en ella un número telefónico.
Llama si necesitas algo....
Zaphiri....
Por alguna razón decidió guardarla, algo le decía que podía confiar en ese hombre que le salvó la vida.
*****
Lejos de ahí, en una pequeña isla alejada de todos, un bote acaba de arribar.
Zaphiri baja, feliz de estar en casa, por fin paz y tranquilidad, ahora descansaría un rato y....
¡Papaaaaá!
Pero el grito estridente de su hijo de 10 años lo alerta, un torbellino azul corre hasta él, feliz de volver a ver a su padre tras meses de ausencia.
-¡Kardia!
No duda en abrazarlo y darle vuelta.
-¿Cómo se portó mi bichito? ¿No le diste problemas a tus abuelos, verdad?
-...¡Nop!😁
Más la sonrisa traviesa le dice todo lo contrario, algo le dice que su madre no tardará en quejarse de su travieso hijo, pero la culpa la tienen Sasha y Tenma por mimarlo tanto.
Mientras desempaca saca una foto que se había robado, en ella se puede ver a un castaño de ojos azules....muy lindo.
No puede negar que mientras estuvo observando a Krest, cuidando de lejos, comenzó a sentir una atracción por él, era un doncel muy hermoso, amable y listo, pero lo que más le gustó es que era una madre muy dedicada, se nota que amaba mucho a su hijo....como el amaba a su Kardia.
-¿Quien es? ¡Es lindo! ¡¿Será mi nueva mamá?!🤩
El pequeño bicho azul se asoma a un costado de su padre, mirando con curiosidad la fotografía.
Zaphiri solo sonríe por la pregunta de su hijo, últimamente le exige una mamá, mira otra vez la fotografía antes de guardarla en su cartera.
-....puede ser bichito...puede ser.
Fin....?
*****
*****
*****
Un capítulo algo raro, pero me gustó.
Quien sabe, tal ves ese par se vuelva a encontrar....algún día.
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