Era una tarde tranquila en casa, y la familia había decidido pasar tiempo juntos en la sala de estar. Ukai Keishin estaba preparando una merienda en la cocina, mientras tú, T/N, y S/N, de tres años, estabais en el sofá mirando un álbum de fotos.

S/N estaba fascinado con las fotos, especialmente las antiguas. Pasaba las páginas con cuidado, señalando las imágenes y haciendo preguntas sobre cada una. Al llegar a una foto de tu boda con Ukai, se detuvo y la miró con curiosidad.

"¡Mamá, papá! ¿Cómo os conocisteis?" preguntó S/N, con los ojos brillantes de interés. "¿Fue como en las películas?"

Sonreíste, recordando esos momentos especiales, mientras Ukai se acercaba con una bandeja de galletas y leche. Se sentó junto a ti, y ambos mirasteis a S/N con ternura.

"Bueno, no fue exactamente como en las películas," comenzaste, riendo suavemente. "Pero fue bastante especial para nosotros. ¿Verdad, Keishin?"

Ukai asintió, con una sonrisa nostálgica. "Sí, fue muy especial. Todo comenzó en la escuela."

S/N se acurrucó entre vosotros, atento a la historia. Comenzaste a contarle:

"Tu papá y yo nos conocimos en el instituto. Ambos estábamos en el mismo año, pero no hablábamos mucho al principio. Yo era una estudiante que amaba los libros, y tu papá era el entrenador del equipo de voleibol. Pero un día, me pidieron que ayudara a organizar un evento para el equipo de voleibol. Yo no sabía mucho sobre el deporte, pero acepté ayudar."

Ukai intervino, riendo. "Recuerdo que estabas bastante confundida con las reglas del juego. Pero te las arreglaste para aprender rápidamente. Y además, eras muy buena organizando todo."

Asentiste, sonriendo. "Sí, fue todo un desafío. Pero mientras ayudaba al equipo, tu papá y yo comenzamos a pasar más tiempo juntos. Él era muy apasionado por el voleibol, y yo me fui interesando cada vez más. Me encantaba verlo trabajar con los jugadores y cómo los motivaba."

Ukai continuó, mirando a S/N. "Y mientras pasábamos tiempo juntos, me di cuenta de lo inteligente y amable que era tu mamá. Siempre tenía una sonrisa y una palabra de aliento para todos. Me gustaba hablar con ella y descubrir cosas nuevas sobre sus intereses."

S/N miraba a ambos con fascinación. "¿Y entonces os enamorasteis?" preguntó, con una expresión expectante.

Sonreíste y asentiste. "Sí, poco a poco nos fuimos conociendo mejor y nos hicimos amigos. Y luego, un día, tu papá me invitó a salir. Fuimos a ver un partido de voleibol y después a tomar algo. Nos divertimos tanto que decidimos seguir viéndonos."

Ukai se rió, recordando. "Y recuerdo que estaba muy nervioso ese día. Quería impresionarla y asegurarme de que se lo pasara bien. Pero resultó que nos divertimos mucho juntos."

Te volviste hacia Ukai, con una mirada amorosa. "Y desde ese momento, empezamos a salir más a menudo. Fuimos a conciertos, a paseos por el parque y a muchos partidos de voleibol. Nos dimos cuenta de que nos gustábamos mucho, y poco a poco, ese gusto se convirtió en amor."

S/N sonrió, encantado con la historia. "¡Qué bonito! ¿Y entonces os casasteis?"

Ukai asintió, tomando la mano de T/N. "Sí, nos casamos unos años después de terminar el instituto. Tuvimos una boda preciosa con todos nuestros amigos y familia. Y luego, después de un tiempo, ¡llegaste tú para completar nuestra familia!"

S/N se acurrucó más cerca, feliz de escuchar cómo comenzó todo. "¡Me gusta esta historia! Es como un cuento de hadas."

T/N sonrió y besó la cabeza de S/N. "Sí, nuestro propio cuento de hadas. Y lo mejor de todo es que todavía estamos escribiendo más capítulos, todos los días, contigo."

Ukai asintió, sonriendo. "Es cierto. Nuestra historia de amor sigue creciendo, y tú eres una parte muy importante de ella."

S/N se rió y abrazó a ambos. "¡Os quiero, mamá y papá!"

"Nosotros también te queremos, pequeño," respondieron al unísono, abrazándolo con cariño.

Esa tarde, mientras disfrutabais de la merienda y de estar juntos, todos compartíais el calor de una familia unida por el amor y las historias compartidas. Y así, la historia de cómo os conocisteis se convirtió en una anécdota querida que S/N siempre recordaría.

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