Tras las puertas de una habitación de hospital se canta por última vez aquella canción de cuna que ella siempre cantó, los doctores no dieron muchas esperanzas desde el principio pero aun así no se esperaba aquel tétrico escenario, su piel demacrada y pálida, sus ojos ya no podían abrirse para observar el mundo en el que decidió quedarse, su sonrisa aún luchaba por quedarse pero estaba pronta de desaparecer por aquellas lágrimas que recorrían sus tibias mejillas las cuales poco a poco se enfriaban, su voz sonaba apagada y sus débiles manos tomaban las de aquel a quien juró amar para siempre. Su cuerpo no resistiría mucho, el cuerpo de alguien que no pertenece a éste mundo y no está acostumbrado a la magia puede envenenarse y ese veneno te mata lentamente, silencioso como la brisa invernal

- No llores...te amo...

[¿Cómo reaccionas cuando la persona a la que amas está por morir entre tus brazos?]

[🦁Leona Kingscholar🦁]

El joven príncipe solo quería que todo eso fuese una pesadilla, su amada siempre fue alegre y fuerte, era el ser más hermoso en éste mundo y en su mundo original, ella había iluminado sus días y lo había salvado incontables veces, le hizo olvidar su doloroso pasado y caminar hacia un futuro brillante...juntos, pero ahora ella yacía en cama, débil, moribunda, siendo envenenada por su culpa, si tan solo la hubiese dejado regresar a su mundo, si no se hubiese enamorado de ella, si no le hubiese pedido que se quedara a su lado

- Si no hubiese sido tan egoísta no estarías a punto de morir....lo lamento tanto

La chica sonrió con ternura mientras soltaba la mano del joven león, llevándolas hasta lo que creía era su rostro y acariciando sus mejillas, no podía ver el rostro de su amado pero podía sentir las cálidas lagrimas que rodaban por sus mejillas, además, podía sentir el final acercándose

- Yo te amo, fue mi decisión quedarme a tu lado...no debes culparte, eres el rey de Savanaclaw ¿O no? Un rey no puede mostrar sus lágrimas ni debilidad tan fácilmente

- Pero un rey no está completo sin su reina....

- Ya encontrarás a alguien, alguien tomará mi lugar eventualmente

Pero eso sería imposible, el amor que Leona le había entregado a [__] no se lo podría entregar a nadie más, aún si se veía obligado a contraer matrimonio y a tener una familia por fines políticos jamás podría amarlos como amó a [__] porque ella era su luz en medio de la oscuridad, era su amada reina. La vida se esfumó como una débil llama y después de mucho tiempo se escuchó el lamento de un rey destrozado, ella no volvería, no podría volver a escuchar su risa ni su dulce voz, solo le quedaba el recuerdo eterno de aquel amor que falló en proteger

[☄️Idia Shroud☄️]

El de mirada ámbar observaba en silencio a su amada, preguntándose el cómo había sido tan estúpido como para no darse cuenta, con su mano libre limpió las lágrimas que recorrían aquellas frías mejillas que poco a poco perdía su color, la canción había bajado de intensidad hasta volverse un simple susurro que difícilmente podía ser escuchado y pronto se volvió solo el movimiento de labios agrietados y cenizos

- Debí darme cuenta antes...

La chica solo negó moviendo lentamente su cabeza, no tenía fuerzas para alentar a su amado pero la tenía para apretar un poco su mano buscando reconfortarlo, el chico de cabellos azules besó con cuidado las manos de su amada, no lloraría, no por ahora, lo que menos quería era que [__] se diera cuenta de lo débil que era en esos momentos, quería demostrarle que podía ser fuerte, además...no sería la última vez que se vieran

- No...No cómo Ortho

Pero su amada sabía sus intenciones, ella no quería verlo sufrir pero tampoco deseaba verlo envejecer y morir lentamente mientras ella se mantenía congelada en el tiempo, atada a una vasija de metal hasta que no existiera quien pudiese darle mantenimiento y eventualmente morir después de ver a todos sus seres queridos partir al otro mundo; Idia por fin había liberado sus lágrimas, si ese era su deseo entonces solo le quedaba aceptarlo, solo le quedaba llorar y esperar el momento en que se volvieran a encontrar

- Te recordaré por siempre, hasta que llegue el momento en que nos volvamos a encontrar...tú jamás me olvidarás ¿Verdad, [___]?

[🐙Azul Ashengrotto🐙]

El peli plata se deleitaba con la última canción de su amada, desde hace un rato que había dejado de llorar aunque aún no se daba a la idea de que [__] se iría para siempre, quería recordar su rostro alegre por última vez y la suave melodía que lo arrullaba todas las noches, sus frías manos se encontraban entre las suyas buscando la calidez del peliplata, sus ojos estaban cerrados pero no le era necesario abrirlos para saber que su amado no le había quitado la mirada de encima desde hace un largo rato

- ¿Te has calmado un poco?

- ¿Cómo esperas que me calme si estás por morir?

La chica sonrió con calidez mientras llevaba su mano a la mejilla de su amado, acariciando su suave piel y robándole sus anteojos en el proceso, el chico no hizo nada para detenerla, la dejaría ser por una última vez, después de todo, sería la última vez que se verían. El corazón de Azul se caía a pedazos con cada segundo que pasaba, pero su aliento se cortó cuando la mano de [__] cayó sobre las sábanas blancas de aquella cama de hospital, su respiración se hacía cada vez más lenta, el poco color en sus mejillas comenzaba a desaparecer, la desesperación e impotencia carcomían al chico, no odia hacer nada, solo le quedaba ver como su amada daba su último aliento mientras él lloraba amargamente por su perdida

- No te vayas...No me dejes...Teníamos un contrato, prometiste que estarías conmigo por siempre

Pero sus palabras no la alcanzaron, ya no podían alcanzarla, ella ya había partido de éste mundo y jamás volvería a abrir los ojos, jamás volvería a su lado, jamás encontraría a otra mujer a la cuál amar, ahora estaba solo nuevamente...ni siquiera los gemelos podrían llenar el vacío de su corazón

[❤️Ace Trappola❤️]

El pelirrojo no podía creer lo que estaba pasando, todo había sido demasiado rápido, un día estaba sonriendo como siempre, jugando con Grimm y siendo visitada por sus amigos...¿Y luego qué? Había colapsado sin razón aparente, su tez comenzaba a ser más pálida de lo normal e incluso había perdido la vista en aquella deplorable cama de hospital, no había vuelto a sonreír pero aún tarareaba aquella canción de cuna que tanto le gusta repetir y que a veces lo tenía harto, pero la amaba, amaba su voz y sus sonrisas, amaba como a veces se peleaban y como se reconciliaban con un beso, amaba como ella solía decirle que aquel gato molesto era su hijo, lo amaba todo de ella, tal vez no habían tenido el mejor comienzo pero habían llegado a amarse

- Patético...

El tono cansado de aquella voz sacó de sus pensamientos al pelirrojo, observando con preocupación a su amada quien aún tenía los ojos cerrados, sus lágrimas recorrieron sus mejillas sin poder controlarse y un intento de sonrisa surcó sus labios

- Sí, soy patético...ni siquiera puedo protegerte

- ¿Y los demás?

- Los chicos se llevaron a Grimm, dijeron que lo mejor era dejarnos a solas...¿Quieres que los llame?

- No, tu compañía es lo único que necesito...

Ace quiso gritar, quiso llorar y patalear, rogar que su amada no se apartara de su lado, pero no había salvación, ni para ella, ni para él, solo les quedaba compartir aquellos últimos momentos como si nada estuviera pasando, como si solo fuese un sueño temporal del que la chica despertaría pronto, pero no sería así, sería un sueño eterno del que jamás despertaría, un sueño que jamás terminaría, sin darse cuenta, Ace había llevado un largo rato hablando solo, negándose a aceptar que la mano entre las suyas yacía tan fría como hielo, y Riddle, quien se había quedado afuera por si algo pasaba...no tuvo el valor para entrar y decirle que parara, esperaría a que el chico se diera cuenta por si solo...seria lo menos doloroso

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