El sol de la mañana entraba suavemente por la ventana cuando Shoyo empezó a abrir los ojos. Su cabeza palpitaba con un dolor familiar, y un gemido escapó de sus labios mientras se frotaba la sien. Al girarse, notó que estaba en el sofá, envuelto en una manta. Su mente, aún nublada, intentaba recordar cómo había terminado allí.

Justo en ese momento, T/N entró a la sala, sonriendo al verlo despertar. Llevaba una taza de té caliente en la mano y la colocó en la mesa frente a él. "Buenos días, dormilón," dijo con un tono divertido. "¿Cómo te sientes?"

Shoyo cerró los ojos, soltando un suspiro profundo. "Me siento como si un camión me hubiera pasado por encima... ¿Qué pasó anoche?" preguntó, llevándose una mano a la frente mientras intentaba recordar detalles de la reunión del equipo.

T/N se rió suavemente y se sentó junto a él. "Bueno, llegaste bastante... alegre. Me dijiste muchas cosas lindas, aunque estabas algo torpe. Parecías un niño pequeño que no quería irse a dormir."

Shoyo la miró, con una mezcla de sorpresa y vergüenza en su rostro. "¿De verdad? ¿Qué dije?" Su mente repasaba vagamente la sensación de estar acurrucado con ella, pero los detalles eran difusos.

T/N le sonrió dulcemente. "Dijiste que me extrañaste mucho durante toda la noche, que me amas y que querías abrazarme para siempre."

El rubor subió rápidamente por las mejillas de Shoyo, que se llevó ambas manos a la cara, escondiéndose entre los dedos. "Oh, no... ¡Qué vergüenza! Lo siento tanto, T/N... creo que bebí demasiado."

T/N rió de nuevo, tomando una de sus manos y apartándola suavemente de su rostro. "No tienes por qué avergonzarte, Shoyo. Fue lindo. Todos necesitamos ser mimados de vez en cuando, incluso tú."

Shoyo la miró con una sonrisa avergonzada pero agradecida. "Supongo que sí... aunque probablemente no debería haber bebido tanto. No quiero que Haruto me vea así."

Justo en ese momento, los pequeños pasos de Haruto resonaron en el pasillo. Apareció en la puerta de la sala, frotándose los ojos mientras bostezaba. "¿Papá? ¿Estás bien? Mamá me dijo que ayer fuiste a ver a tus amigos."

Shoyo se enderezó, tratando de parecer más alerta. "¡Ah, sí! Fui a una reunión con el equipo de voleibol. Lo pasé bien, pero me siento un poco cansado ahora."

Haruto se acercó, mirando a su padre con una sonrisa curiosa. "¿Por qué estás en el sofá?"

Shoyo y [T/N] intercambiaron una mirada rápida, y él respondió con una pequeña risa nerviosa. "Bueno... me quedé dormido aquí anoche. Pero ya estoy bien, campeón."

Haruto asintió, satisfecho con la respuesta. "Está bien. ¿Hoy podemos jugar a voleibol juntos?"

Shoyo sonrió, sintiendo cómo su resaca se desvanecía un poco con la energía de su hijo. "Claro, después del desayuno podemos salir y practicar un rato. Pero prométeme que siempre serás responsable, incluso cuando te diviertas con tus amigos, ¿vale?"

Haruto lo miró con seriedad antes de asentir. "¡Prometido, papá!"

Después de compartir el desayuno, T/N observó con una sonrisa mientras Shoyo y Haruto salían al patio, listos para pasar el día juntos. Aunque la noche anterior había sido inesperada, ver a Shoyo tan cariñoso y dispuesto a estar con su familia, incluso después de una pequeña travesura, la hacía sentir aún más afortunada de tenerlo a su lado.

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