Al día siguiente, tal como lo había planeado, Shaun salió temprano para regresar al lugar donde había visto al gato. Caminó con pasos decididos hasta la casa frente a la cual lo había seguido la tarde anterior. No estaba seguro de qué esperar, pero sabía que tenía que asegurarse de que el gato no tuviera dueño antes de tomar cualquier decisión.

Tocó la puerta, esperando pacientemente. Después de unos momentos, una mujer mayor abrió la puerta. Tenía una expresión amable, aunque algo curiosa por la inesperada visita.

—Hola —dijo Shaun con su tono directo pero educado—. Ayer vi un gato cerca de esta casa. Es gris y de ojos grandes. Lo seguí hasta aquí. Quiero saber si es suyo o si no tiene hogar.

La mujer pareció sorprenderse ligeramente antes de sonreír con calidez.

—¡Oh, ese debe ser Tom! Es un gato de la calle que vive por aquí desde hace años. No es de nadie en particular, pero siempre aparece para recibir comida de los vecinos. Le hemos puesto nombre, pero no tiene un hogar fijo.

Shaun la miró, asimilando la información. Sabía que eso significaba que el gato era técnicamente libre, pero también que vivía dependiendo de las personas del vecindario. No obstante, el hecho de que no tuviera un dueño formal lo hizo sentir que la posibilidad de adoptarlo estaba más cerca.

—Gracias por decirme eso —respondió Shaun—. Me gustaría adoptarlo, si es posible. Creo que podría cuidarlo bien.

La mujer asintió, complacida por su propuesta.

—Si quieres llevarlo, no creo que nadie se oponga. Es un buen gato, pero siempre ha vivido de esa manera, así que sería un alivio para muchos saber que alguien lo está cuidando de verdad.

Después de la breve conversación, Shaun volvió a casa con una sensación de logro. Sabía que 'T/N' estaría interesada en lo que había descubierto, así que decidió llamarla mientras ella estaba en el hospital para darle la noticia.

Escena: La Conversación Decisiva

'T/N' estaba en su descanso cuando recibió la llamada de Shaun. Contestó, sintiendo curiosidad por lo que había ocurrido.

—Hola, Shaun. ¿Alguna novedad con el gatito? —preguntó mientras se acomodaba en una silla.

—Sí, el gato no tiene dueño. Los vecinos lo llaman Tom, pero no tiene un hogar fijo. Dijeron que podríamos adoptarlo si queremos.

'T/N' sonrió ante la dedicación de Shaun. Sabía lo importante que era para él tomar decisiones basadas en la información correcta, y se sintió orgullosa de que hubiera investigado todo antes de avanzar.

—Eso es genial, Shaun —respondió—. Pero antes de decidir, tal vez deberíamos hablar sobre lo que significa adoptar a Tom. ¿Estás seguro de que puedes manejar los cambios en tu rutina?

Shaun, aunque emocionado, también sabía que 'T/N' tenía razón. Respiró profundamente y pensó un momento antes de responder.

—Entiendo que sería un gran cambio. Habría que alimentarlo, llevarlo al veterinario, y limpiar su caja de arena. Podría interrumpir el horario que tenemos ahora, pero creo que podemos ajustarlo.

'T/N' sonrió por su compromiso.

—Bueno, si tú estás dispuesto a intentarlo, yo también lo estoy. Solo debemos ser conscientes de que tal vez no todo salga como lo planeamos, pero juntos lo resolveremos. Podemos probar por un tiempo y ver cómo nos va.

Shaun asintió, aunque ella no podía verlo. Sentía que era la decisión correcta.

—Entonces, ¿podemos adoptarlo? —preguntó, con una ligera emoción en su voz.

'T/N' rió suavemente.

—Sí, podemos adoptarlo, Shaun. Pero hagamos un plan. Esta noche podríamos ir a comprar lo necesario para Tom, ¿te parece?

—Sí. Haremos un horario para sus cuidados también. Creo que será un buen ajuste.

Más tarde esa noche...

Cuando ambos volvieron a casa después de ir a la tienda de mascotas, cargaban bolsas con comida para gatos, una cama, juguetes y una pequeña caja de arena. Shaun estaba sorprendentemente calmado, sabiendo que todo estaba bajo control ahora que había un plan.

'T/N' colocó la cama en un rincón cómodo de la sala mientras Shaun organizaba todo lo demás. La emoción de tener un nuevo miembro en su hogar llenaba el ambiente, y ambos sintieron que estaban haciendo algo significativo.

Poco después, Shaun volvió al vecindario donde había visto al gato por primera vez. Esta vez, el gato gris estaba nuevamente cerca del porche de la casa. Se acercó lentamente, y el gato lo miró con curiosidad antes de acercarse, ronroneando ligeramente.

—Hola, Tom —dijo Shaun en voz baja—. Vas a venir a casa con nosotros.

Con suavidad, Shaun levantó al gato, y para su sorpresa, Tom no mostró resistencia. Parecía cómodo en sus brazos mientras lo llevaba de vuelta al apartamento.

Al llegar, 'T/N' estaba esperando junto a la puerta. Cuando vio al gato en brazos de Shaun, su sonrisa se amplió.

—Bienvenido, Tom —dijo suavemente mientras acariciaba la cabeza del gato.

Shaun lo colocó en su nueva cama, y Tom comenzó a inspeccionar su nuevo entorno, ronroneando de satisfacción. Para Shaun, ver al gato moverse tranquilamente por su hogar lo hizo sentir algo nuevo: la calidez de tener una responsabilidad compartida, algo que lo llenaba de una mezcla de paz y satisfacción.

—Lo logramos, Shaun. Ahora Tom es parte de nuestra familia —dijo 'T/N', abrazándolo suavemente.

Shaun asintió, mirando al gato mientras jugueteaba con uno de los juguetes nuevos.

—Sí. Estoy contento de tenerlo aquí. Creo que podemos hacer que funcione.

Con Tom en casa, Shaun y 'T/N' comenzaron una nueva etapa, ajustándose a los cambios de la vida con paciencia y el cariño mutuo que los unía.

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