Te necesito II

Tras aquella sorpresiva, preocupante y nostálgica llamando donde Satoru escucho la voz de su prima y la persona que mas amaba, pero al escuchar su voz débil, quebrada y con un tono de angustia, lamento y...dolor, no perdió tiempo en rastrear la llamada ya que sentía una angustia al escuchar por ultimo el ruido de algo romperse en el fondo así como la voz de la bruja implorando perdón y gritando por ultimo que la salvara, cosa que sin duda haría.

Cuando llego con su equipo técnico, los cuales habían detectado la señal de la llamada a una área en el centro de la ciudad.

Satoru: ¿Donde? -dice a sus hombres.

Karasu: en el sector 24, en el centro de la ciudad, en el condominio las azucenas -informo uno de sus mas leales hombres a la vez que le mostraban el lugar de la señal de la llamada.

Satoru: andando -dijo con seriedad.

Tanto el como cinco hombres mas salieron de la empresa, en dirección a las coordenadas de la llamada, la cual los llevo a una casa con un gran terreno, por el lugar se veía que era de alguien adinerado.

Llamaron a la puerta y una de las empleadas los atendió, al inicio no parecía nada sospechoso pero algo dentro de Satoru le decía que ese era el lugar donde estaba la bruja.

Sirvienta: los señores no están y no hay nadie con la descripción que me están dando -decía con firmeza y sin mostrar emoción alguna la empleada.

Satoru: tsk! -mascullo mientras seguían escuchando como aquella mujer negaba que la bruja estuviese ahí, era imposible ya que cuando la empleada abrió la puerta pudo divisar una foto donde salia el maldito con el que se caso la bruja y cuando lo viera lo mataria, estaba harto de escuchar las escusas de la empleada por lo que sin mas entro a la casa sin importarle los reproches de la servidumbre- ¡Bruja! ¡Oi, ¿Donde rayos estas?! -empezó a gritar por toda la casa así como la recorría.

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Estaba oscuro, todo a su alrededor lo estaba, trataba de moverse pero le dolía horriblemente todo su cuerpo al menor movimiento sentía como miles de agujas atravesaban su cuerpo, soltaba pequeños y suaves gemidos del horrible dolor que sentia.

Se sentía muy cansada y a dolorida como para moverse, posiblemente sus anteriores heridas que aun no terminaban de cicatrizar se abrieron y si ese fuese el caso en esos momentos se estaría formando una gran mancha en el frío suelo donde estaba tirada y donde posible si él lo viera le daría un nuevo castigo por aquella mancha de porquería en el suelo.

Era irónico pensar en un momento limpiar aquella mancha, mancha hecha de su sangre y mas preocuparse por lo que le esperaría, aun se lamenta de todo lo que le pasaba su vida de ensueño que tuvo era una ilusión todo era diferente antes, el era tan lindo y cariñoso con ella, cuando lo conoció era un hombre bueno, gentil, caballeroso, amable y demás pero de algún momento eso cambio tras el nacimiento de su bebé, en donde fue una hermosa niña...ahí fue cuando su "esposo" cambio y cambio para mal, todo iba bien hasta que ella se harto de como él la trataba a ella y a su hija, las trataba como...

...Basura...

Cuando intento alejarse de el lo mas posible las cosas se complicaron o peor aún provocó el infierno que estaba viviendo en esos momentos, cuando la capturo tras uno de sus intentos de escapar la encerró en aquella habitación subterránea la cual se volvió su nuevo hogar al igual que su hija, día tras día venia a descargarse con ella sobre todo lo malo de su día, la golpeaba, insultaba y torturaba verbalmente y psicológicamente hasta morir.

En aquellos momentos solo deseaba ser libre pero no podía, si seguía ahí aguantando cada una de sus torturas era por ellos...por sus tesoros, los cuales no quería que recibieran los mismos castigos que ella pero sabia que por mas que intentara no podía evitar que aquel desgraciado hombre los agrediera ya que primero se encargaba de ella hasta dejarla medio inconsciente para ir por ellos.

Hubo un tiempo en donde dejo de ser violento con ellos, fue durante el nacimiento de su segundo hijo, quien al parecer fue del agrado de su "marido", los golpes y maltratos disminuyeron pero por mas que quería mentirse a si misma sabia que nada estaba bien, debía escapar, debía hacerlo si no quería morir como un animal.

Esa mañana cuando la servidumbre llego a llevarles el desayuno pudo de alguna manera robarle a su móvil y luego de que se fue, busco en la gaveta de su cómoda un pedazo de papel un recorte del periódico que contenía un numero telefónico que era su única esperanza, marco con algo de dificultad debido al brillo del aparato y por sus manos temblorosas, tuvo que marcarlo tres veces debido a que se equivocaba con los números y a la tercera acertó y cuando escucho que contestaban en la otra linea sintió tanta emoción que sus lágrimas empezaron a fluir y solo pudo pronunciar una palabra.

...Satoru...

Hablo poco tiempo ya que no sintió cuando alguien estaba detrás de ella y la jalo de sus largos y maltratados cabellos, fue jalada tan fuertemente que tuvo que soltar el teléfono, mientras era agredida por su atacante escuchaba la voz de su primo así como ella le pedía que la salvara, luego de eso sintió un fuerte golpe en su nuca que la noqueo.

Para cuando despertó su cuerpo sintió tanto temor al ver el rostro del hombre con el cual se caso y ahí fue cuando empezó a darle nuevamente otra paliza que la dejo como estaba, en medio de la oscuridad y del dolor escucho el ruido de mucho ajetreo así como miles de voces de hombres, gritaban tan fuerte que se escuchaba desde el sótano de todas aquellas voces hubo una que reconoció al instante y trajo la luz de la esperanza a su mirada, por lo que empezó a arrastrarse sin importarle el horrible dolor del momento y trato de llegar hasta la puerta pero no pudo, fue entonces que su hija mayor salio de su escondite y estaba asustada por los gritos.

_____: todo va a estar bien...-dijo a duras penas a su hija con una torcida sonrisa-...un demonio vino a salvarnos...-dijo con una mirada llena de esperanza a la vez que tomaba un objeto que seria de mucha ayuda.




••••••••••





Satoru registro la casa de pies a cabeza al igual que sus hombres, la molesta y fastidiosa sirvienta había llamado a la policía por haber "entrado sin permiso" lo cual le importo un pepino, además la policía lo conocía y si el decía que ahí pasaba algo raro estaban de su lado, cosa que enfureció a la empleada, pero a pesar de que buscaron por todos lados no había rastro alguna de la joven albina.

Karasu: jefe, hemos buscado por todos lado y no hay nada de que pertenezca a la joven que buscamos...-informo a su jefe sin miedo alguno.

Satoru: sigan buscando, se que esta aquí en algún lado...lo puedo sentir...-dice mientras apretaba una pulcera que ella le hizo a el de niños.

Ya esta por dar media vuelta hasta que escucho un débil ruido, de un grito mando a callar a todos para poder escuchar aquel suave sonido y rápidamente corrió a donde sentía escucharlo, debajo de ellos, corrió como alma que lleva al diablo hasta el sótano ya había buscado ahí pero no noto un extraño estante y era porque la odiosa empleada la bloqueaba se reprimió internamente por no apartarla en su momento, retiró aquel mueble para ver lo parecía ser una entrada oculta, tomo el pomo y cuando la abrió pudo escuchar los débiles y suavemes sonidos de algo golpeando metal, de un momento a otro aquellos ruidos sesaron por lo que rápidamente ingreso en él lugar.

Todo ahí estaba sumamente oscuro a penas se podía ver, bajo con cuidado las gradas que lo conducían posiblemente a una habitación subterránea cuando llego al final de las gradas el ruido se detuvo y se preocupo corrió hasta la puerta pero esta estaba con llave sin preocuparle de una patada la rompió y fue ahí que la vio.

Con la leve luz de unas velas pudo ver el cuerpo de una mujer tirada en el piso, todo su cuerpo estaba llena de heridas, corrió donde ella y la tomo entre sus brazos, estaba liviana y llena de golpes empezó a llamarla y moverla suavemente hasta que se dio cuenta de algo, debajo de ella había un gran charco de sangre...

Satoru: O-Oe! ¡Bruja! ¡Despierta! ¡No me puedes hacer esto! ¡Despierta! -gritaba alterado y con mucho miedo de perderla- por favor despierta...te necesito...-decía abrazándola y haciendo presión en su herida, el problema era que eran demasiadas heridas las que tenia, a gritos empezó a llamar a sus hombres y la policía para que lo ayudaran durante sus gritos dos vocesitas sumadas a llantos se escucharon en esa habitación y antes de que pudiera ir a ver dos personas se acercaron, eran dos niños; una niña de unos posibles 8 años y un niño de no mas de 2 años, la niña cubierta de algunos vendajes en su cuerpo así como la bruja en sus brazos- ¿Quienes son? -pregunto algo confundido y con una ligera sospecha.

_____: ¿eres el demonio que nos salvara? -pregunto la niña apretando suavemente la mano del menor- mami dijo que tu nos salvarías...-dice con una mirada de tristeza-... Ella te necesita y nosotros también...por favor no nos dejes aquí...-dijo para luego acercarse al mayor junto al otro niño y entre ambos abrazarse al azebache.

Satoru: lo haré...los sacare a los tres de aquí...-dice con una leve sonrisa, para luego tomar en brazos a la albina y salir de ahí con los niños, caminando lejos de aquel horrible, caótico e infernal lugar.

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Bueno eso es todo, espero que les guste.

GreciaSynclair

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