La mano de un demonio




El sonido de unos fuertes y apresurados pasos se escuchaban en los pasillos de aquel lugar, en donde todo ser vivo que se interponia en el camino de aquel ser perecía. Dicho ser no le importaba lo que les pasará a esas personas a él solo le importaba unas en especial y por eso mismo aumento su ritmo hasta llegar donde estaban.

Al llegar a una habitación y abrirla de golpe dijo el nombre de aquella persona que llego a amar a alguien como él.

- Shhh la vas a despertar, acaba de dormirse -dijo en voz baja una bella mujer de cabellos albinos y orbes azules como el cielo, en una camilla y portando ropa de dicho hospital, mientras le sonreia a la persona frente a ella.- ven a verla, se parece mucho a ti...-comento mientras veia el pequeño cunero a su costado donde yacía vuestra bebé.

El mencionado dirigio su mirada al pequeño cunero donde su bebé dormia tranquilamente, sin saber que su mera existencia causo una gran alegria para muchos pero temor para otros, pero que sin duda sus padres la protegerian.

- Es una hermosa niña, se parece mucho a ti. Tocala -le dijo con una mirada llena de amor y ternura, a la vez que veia al ser que tanto amaban frente a su bebé y extender su mano a tocarla pero dudar.

-Como podria tocarla...yo... No quiero hacerle daño... No soportaria herirla...-menciono con una expresion de preocupavion y miedo, no queria que sufriera por su culpa- no se como hacerlo... Tengo miedo...-murmuro asi como sus manos temblaban frente a la bebé.

- Satoru -llamo la mujer mientras tomaba la mano de su pareja- Esta mano, fuerte, firme y valiente. Es la mano de un poderoso y valioso demonio, el mejor de todos -dijo con una sonrisa llena de amor en sus palabras- Lo se muy bien, por eso no le haras daño alguno, porque tu mano la va a proteger...-le aseguro.

- Si... Gracias por traerla al mundo bruja... -dijo mas tranquilo y abrazando a su mujer.- Ambos estamos muy agradecidos de que hayas nacido...-con una sonrisa extendio su mano a su bebé donde ella, con su pequeña manita tomaba un dedo de su padre, mientras el susurraba el nombre de su hija.





Bienvenida a nuestras vidas Grecia.


[Fragmento de "Superando barreras"]






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Bueno esto es todo, despues de mucho tiempo sin que escribo, espero que les guste.

GreciaSynclair

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