Definitivamente fue una mala elección de ropa, la más común y de siempre completando su estilo pero con toda esa nieve y viento enfriando su cuerpo...

Al menos sus botas le permitían correr con más facilidad de aquel asesino a su alrededor.

Junto a Cuddles que no dejaba de apretar su mano con fuerza mientras técnicamente la arrastraba, el pobre reacciono de forma rápida al ver que el soldado estaba cubierto de sangre.

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Cuddles quería jugar en la nieve con su mejor amiga ¿Que hay de malo en ello? Podrían charlar y divertirse como siempre pero no contaron con la presencia de ciertas personas, Disco bear, Lumpy y Lammy.

- oye Cuddles.. - llamo la puercoespín viendo al amarillo hacer un muñeco de nieve - ¿No crees que se está haciendo tarde? Deberíamos irnos a casa - tembló un poco y en ese momento se arrepintió de la ropa que escogió - esta haciendo mucho frío -.

- umm.. si.. solo espera un poco y.. ¡Listo! ¡Ya termine nuestro muñeco de nieve! ¿Perfecto no? - sonrió alejándose del muñeco viendo su "obra de arte" en todo su esplendor - ya podemos irnos Fl... F-Fl.. -.

La puercoespín quedó dudosa por los balbuceos de su mejor amigo - ¿Que dices...? - cuando se dio la vuelta para mirarlo quedó perpleja al ver la silueta del imponente hombre frente a ellos.

El imponente soldado con un cuchillo en la mano y junto a un cadáver desangrándose en el suelo. Fue cuando se preguntaron ¿Por qué no escucharon gritos?

La pelirroja entró en un estado de shock viendo cómo Fliqpy comenzaba a formar una escalofriante sonrisa de colmillos.

- Flaky~ - llamó el alto, con las mejillas levemente sonrojadas y cubierto se sangre, la puercoespín temblorosa lloró del terror al lograr ver el cadáver de Lammy tras el oso y sin previo aviso sintió como alguien la jalaba de la mano.

Algo perpleja comenzó a mover sus piernas mientras Cuddles reaccionó rápido y corrió con ella tomado de su mano.

Volteo a ver al oso, este borro su sonrisa unos segundos sorprendido al ver como corrían de él y su cara volvió a arrugarse en una mueca al ver como el "tigre azul" jalaba a su puercoespín, gruñó de ira y comenzó a perseguirlos con el cuchillo en manos.

Y como primer acto de ira destruyó el muñeco de nieve que se interpuso en su camino.

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El camino se hacía cada vez más difícil debido a la nieve además de que estaba nevando debido a la hora, empezó a oscurecer y parecía que sus oportunidades de vivir desaparecían, o al menos es lo que pensó el conejo.

Flaky solo corría esperando poder salvar a su amigo de las garras del soldado detrás de ellos, a la lejanía pudo divisar un árbol pero este se veía diferente a los demás debido a que era la señal de que estaban cerca de las casas.

Tenían planeado correr a esconderse en casas aunque lo más probable era que los atrapará si hacían eso, pero no tenían otra opción.

- ¡¡Corre Flaky!! - grito el amarillo viendo con temor a la pelirroja que poco a poco iba más lento, el aire se le escapaba de los pulmones y al ver atrás, nuevamente fue suficiente para motivarla a correr.

Probablemente no debió hacer eso ya que al ver nuevamente al frente sintió como algo impacto en su cara, golpeándola y dejándola mareada.

Por un momento todo se volvió borroso y al tratar de enfocar su vista en el árbol noto que el cuerpo de Disco Bear colgaba del este, dedujo que el oso estaba esquiando y lo que la golpeó fueron los esquíes en sus pies.

Cabe aclarar que el oso estaba abierto y sus órganos colgaban dejando un gran charco de sangre en la nieve.

Ante la vista horrorosa no pudo evitar soltar un jadeo y caer rendida al suelo atrapando todo el aire posible para recuperarse.

Cuddles entro en pánico al ver al soldado acercarse, solo la tomó de la cintura y colocó el brazo de la pelirroja sobre sus hombros para obligarla a correr nuevamente, esta vez siendo él el apoyo.

Estaban tan cerca del pueblo... Solo debían cruzar el pequeño puente de madera para evitar caer al lago y todo estaría bien.

- vamos Flaky por favor solo corre - pidió el conejo esta vez con lagrimas intentando salir de sus ojos, estaba asustado y la sola idea de dejar a Flaky le aterraba y ponía sentimental - y-ya falta poco -.

La pelirroja estaba mareada y agotada, veía todo borroso debido al golpe y apenas podía oír a su amigo. Sin embargo eso no la detuvo de hacer lo que él conejo pedía.

El soldado tras ellos no dejaba de gruñir, estaba molesto, muy molesto al ver como el tigre había echo que su pelirroja se golpeara.

Ver como la tomaba y se acercaba a ella le molestaba mucho.

Costaba respirar con semejante frío, Cuddles sonrió con una pequeña esperanza al ver como habían llegado al fin al puente.

Pero la pelirroja simplemente no podía...

Ella cayó en el suelo de madera sin poder más, agotada, mareada y con el corazón a mil.

- ¡¿Flaky?! ¿Que haces? ¡¡Debemos irnos!! - grito aterrado agachado a su altura.

- C-cuddles... d-debes ir-irte - susurro apenas, con un hilo de voz y miro al suelo, la madera del puente comenzaba a cubrirse de nieve y el lago bajo ellos estaba de seguro helado.

- ¡¿QUÉ?! ¡No digas tonterías, debemos irnos de aquí antes de q-! -.

Antes de que pudiera terminar de hablar y sostener la mano de la pelirroja para ayudarle sintió como algo chocaba contra él golpeándolo contra el suelo de madera dejándolo aturdido.

La pelirroja perdió el equilibrio debido al brusco movimiento y cayó al lago, siendo envuelta en el frio.

Todo había pasado tan rápido.

Cuddles en un intento inútil por salvar a la pelirroja forcejeo con el soldado sobre él, Cuddles vio como la pelirroja se hundía en el lago soltando el aire de sus pulmones y cerrando los ojos.

Y ella aun con la mirada borrosa lo vio a él forcejeando con el oso aún si este era el triple de alto y fuerte. En sus últimos momentos vio como el oso levantaba el cuchillo apuntando en dirección al conejo que se quedo viéndola.

Lo último que pudo oír fue un grito desgarrador y su nombre siendo gritado.

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Son momentos cortos en los que ve borroso y recuerda muy poco.

Siendo jalada por una mano que la saco del lago es algo que no sabe si vio o solo fue un sueño.

Ojos amarillos viéndola preocupada mientras escupe el agua fría que entro en su cuerpo le parece un recuerdo vago.

La chaqueta militar de Flippy cubriendo su cuerpo mientras es cargada le parece irreal, lo único que parece real es el cadáver de su mejor amigo en el suelo manchando la poca nieve sobre la madera.

El color carmesí está impregnado en la chaqueta militar así como en las manos del soldado que la carga y cuida con delicadeza luego de haberle echo vivir ese infierno.

Y aun cerrando sus ojos ella llora dando una vista angelical al soldado trastornado, pero él solo piensa en lo frío que está el cuerpo de la chica y la sangre que mancha sus mejillas debido a la sangre que el tiene en las manos.

Él manchó a la pelirroja de sangre y ese color carmesí nunca desaparecerá de la memoria de la puercoespín.

No dejó de sonreír, se sentía más tranquilo al tener a la pelirroja a su lado de nuevo, su amada pelirroja.

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Ella parece un maniquí, sin vida o haciendo movimiento alguno, ella solo llora y está quieta.

Este comportamiento solo lo deja confundido.

Fliqpy la cargo hasta el hogar de la pelirroja, creyó que así estaría más cómoda pero solo se quedo quieta.

No hizo sonido alguno y al ver que no dejaba de temblar preparo agua caliente en la bañera y la metió así, con ropa y todo.

Trajo un banquito y se quedó viéndola confundido, tal vez él no sabía mucho pero sabía lo importante que es la privacidad de una dama tomando un baño así que sin más y como un caballero salió del baño dejando la puerta cerrada.

Ella finalmente pudo respirar un poco tranquila, solo un poco.

El calor envolvió al fin su cuerpo, pensó que estaría tranquila cuando el soldado se alejará pero se asusto al ver como el agua comenzaba a teñirse de rojo.

Él le dejó su chaqueta puesta y en vez de darle calor solo empeoró el color rojo.

Salió de la bañera y quito el tapón de este dejando que el agua se marchará.

Nuevamente puso a llenar agua caliente y antes de que se quitara la ropa miro la puerta durante un momento, se acercó a ella y le puso seguro, de esa manera al fin comenzó a deshacerse de prenda por prenda.

Colocó todas las prendas en la canasta de ropa sucia menos la chaqueta del militar, esa la dejo de lado.

Al fin pudo tomar un baño algo tranquila. Algo, ya que el militar seguía afuera y ella estaba en un estado de shock, todo lo hacía de forma mecánica, ya era habitual.

Limpio todo rastro de sangre e incluso rasguño su piel, le daba repulsión el verse en un espejo cosa que hizo al cerrar la puerta con seguro, sus mejillas, ellas tenían sangre. Él la impregnó de sangre, su chaqueta tenía sangre y le dio su momento de película de terror.

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Con él soldado...

Bueno, él no dejaba de verse en el espejo, luego de dejar a la pelirroja en el baño, se puso a investigar la casa. Solo para asegurarse de no encontrar un intruso y tal vez por curiosidad. Toda su ropa estaba húmeda por sacar a la pelirroja del lago y se ponía a pensar que fue inteligente haberse quitado la chaqueta antes de tirar se al frío lago.

Su pelaje tenía manchas de sangre y se dio cuenta de que se sentía más cómodo sin las botas, estaba andando en medias negras.

Tomó una toalla blanca que estaba sobre la cama de la pelirroja y comenzó a limpiar su cuchillo dejándolo brillante. A comparación de él...

Busco ropa en el armario de la pelirroja encontrando un pantalón corto de militar, un bóxer negro y una remera de mangas cortas de color negro.

Había una razón para que estuvieran allí, ese día cuando fueron a la playa Fliqpy tomo el control y se cambio de ropa.

Ropa de playa a ropa de militar y ese conjunto quedo en la maleta de Flaky.

A veces la veía como una esposa y aveces como una novia, oh, como la amaba ¿Cómo no amar a la pelirroja?

Tomó el conjunto con las manos limpias y lo dejó fuera del baño junto con una toalla.

Al estar en la habitación de la pelirroja vio un libro que le llamo la atención.

Un álbum de fotos estaba sobre el escritorio de la pelirroja.

Lo tomo con la mano que no tenía sangre para no arruinarlo y hoja por hoja sus ojos no podían evitar brillar o ponerse deprimido por la pelirroja.

En casi todas las fotos Flaky estaba junto a un conejo amarillo, de seguro era su mejor amigo.

Quisiera conocerlo..

Pensó el oso con algo de pena por la pelirroja, de seguro un tigre azul mato a ese conejo.

Siguió y siguió hojeando hasta que vio una foto que le llamo la atención, era la pelirroja sola, estaba usando un vestido rojo y el título decía "baile de primavera".

Se veía nerviosa y con las mejillas ligeramente rojas, el soldado se quedó apreciando la foto durante minutos, memorizando cada perfil de la pelirroja.

Sintió sus mejillas arder y quedó dudoso, después de un largo pensamiento y posiblemente guerras en su cabeza, decidió tomar aquella foto y colocarla junto a su cuchillo, que estaba resplandeciente por haberlo limpiado, foto y cuchillo escondidos bajo la cama.

Miro sus placas de identificación colgar de su cuello, el ligero sonido que estos hacían al chocar llamaban su atención y minutos después de verlas una de sus orejas comenzó a agitarse, después escucho la puerta del baño siendo abierta y corrió en dirección a la pelirroja.

Ella estaba parada en la puerta del baño cargando en sus manos la chaqueta del militar pero esta vez no tenía sangre y brillaba de lo limpia que estaba.

El oso se acercó a ella con una sonrisa de satisfacción asustandola en el proceso y provocando que abrazara con fuerza la chaqueta en sus manos, además, de hacer erizar su cabello antes húmedo.

Ella lloro al ver que el soldado se reía con las mejillas rojas.

Y él no se burlaba de ella, sino de su "tierna" reacción, oh, como lo tenía enamorado, ver como ella abrazaba algo de su pertenencia le gustaba, ver como sus peligrosas espinas traspasaban la toalla en su cabello le encantaba.

Definitivamente todo de ella le encantaba.

Al calmar su carcajada tomó sus cosas y se metió en el baño, pero no sin antes llegarle una idea.

- muero de hambre, supongo que tu también, así que cuando termine de tomar una ducha iré a cazar y traeré algo para que comamos juntos - esa sonrisa característica de él provocó terror en la pelirroja que de inmediato fue corriendo a la cocina del piso de abajo a preparar algo.

El oso no borro la sonrisa de su cara al imaginar traer algo para la pelirroja e imaginar que ella se ponía alegre le causaba una inmensa felicidad.

No me importa que este nevando, saldré de casa y traeré algo para ambos, de esa manera ella estará feliz.

Sin más se metió en la bañera y comenzó a limpiarse, sintiendo calor en su cuerpo y corazón.

>>>

La pelirroja temblorosa vio como el soldado bajaba las escaleras tarareando mientras jugaba con el cuchillo en su mano.

- bien cactus, voy a cazar algo y vuelvo en cinco minu.. - el oso quedó estático al ver como la pelirroja en pijama cargaba dos platos con comida - ¿Tos? ¿Que haces cactus? -.

- y-yo.. c-cocine algo para c-comer -. Titubeó con miedo esperando cualquier reacción del oso.

- pero... yo iba a cazar algo para ti -.

- ¡N-no es necesario! Y-ya lo hice - dijo poniendo los platos en la mesita de noche.

- ... ¡¡Pero yo quería cazar algo para ti!! - grito molesto, la puercoespín retrocedió aterrada y temblando.

- m-mm.. m-mm.. - sin poder contenerse más, lloró escondiendo su cara en sus manos.

El soldado sorprendido retrocedió al ver como la pelirroja lloraba y rápidamente calmo su molestia e intento acercarse.

- ¡A-ah! ¡Espera yo n..! - El oso se acercó a ella en un intento de calmarla pero provocó que el llanto de la pelirroja aumentará al igual que sus gritos - ¡Esta bien! ¡Mira, estoy comiendo, estoy comiendo! - grito nervioso sentándose en el sofá y tomando su plato - comeré y no saldré a cazar -.

La pelirroja bajo uno de sus brazos para verlo que efectivamente el soldado tenía la boca llena de comida.

- ya siéntate - dijo confundido por su reacción.

- mm.. - la pelirroja con pasos cortos se sentó en el sofá, alejada lo más posible del alto.

- ¿Vas a comer? -.

Con los ojos lagrimosos tomó el plato y comenzó a comer, estando atenta del oso a todo minuto.

Miro hacia abajo cuando noto la mirada del oso sobre ella, el espagueti con salsa fue una tortura de cocinar, con el rojo fuerte de la salsa...

De repente sintió al oso acercarse mucho, demasiado, lo suficientemente como para quedar pagada a ella.

Miro hacia arriba de manera lenta y preocupada para notar la escalofriante sonrisa de colmillos con el color rojo de la salsa entre estos..

- ¡¡¡AHHHHHH!!! -.

- oye, tus fideos saben bien y la salsa más - dijo sonriente.

- a-ah.. ¿S-salsa? O-oh claro si.. la s-salsa... - algo decaída dejo el plato en la mesa - y-yo.. perdí el apetito - ver la salsa entre los dientes del soldado le hizo pensar en órganos - m-mejor me voy a dormir -.

El oso se quedó sentado en el sofá viendo cómo la puercoespín subía las escaleras.

- . . . -.

La pelirroja ingreso en su habitación luego de haber cepillado sus dientes, se acercó a su cama y se echó, tapándose o probablemente escondiéndose entre las mantas.

Sus lágrimas comenzaron a caer y lloró en silencio, pensando en lo que pasó nuevamente y no pudo evitar.

Luego de haber visto cadáveres estaba comiendo con el asesino en vez de huir de él como su amigo se lo pidió, pero simplemente su miedo no se lo permitía.

Ya no sabía que pensar de él.

Podía ser amable y tan sádico al mismo tiempo, la puercoespín temblorosa no entendía porque debía ser así.

De repente sintió movimientos a su costado, alguien pesado o corpulento recostandose a su lado y escondiéndose entre las mantas.

Flaky sin hacer ruido o dejar escapar un llanto cerró sus ojos y trató de dormir.

El oso le dio la espalda a la pelirroja y se mantuvo despierto.. calmado y sonrojado pero esta vez sin mostrar una enorme sonrisa.

Se sentía tranquilo al lado de su amada pelirroja.

- cactus... - fue lo último que salio de su boca para luego empezar a roncar de forma varonil mientras la puercoespín cerraba sus ojos totalmente rendida.

Tal vez mañana sería un buen día...

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Luego haré un one shots relacionado con esto.