Te amo
𝑌𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑎 𝑎 𝑢𝑠𝑡𝑒𝑑𝑒𝑠, 𝑣𝑖𝑠𝑡. (𝑇𝒉𝑒 𝑜𝑛𝑒 𝑡𝒉𝑎𝑡 𝑔𝑜𝑡 𝑎𝑤𝑎𝑦)
• • • 🌸ˊ˗❫
Recuerdo que nos conocimos un martes, pues el primer día de clases falté por un asunto personal. Mi primera impresión sobre ti fue que eras un viejo amargado y vago, pues tus expresiones mostraban aquello. Sabía que eras alguien estricto para tu edad, tenías veintiocho años. Por algún motivo no me agradabas, o, ya lo recuerdo, habías expulsado a media clase por no cumplir con tus expectativas, en ese momento agradecí que no me expulsaste, pues, di todo de mi para llegar a esa famosa clase del departamento de héroes.
Me causaba gracia verte cada día en tu saco de dormir, parecías una oruga. Me encantaba.
No sé que me hiciste, pero de odiarte pasé a querer saber de ti a cada rato, cuando escuchaba tu nombre me ponía nerviosa. Al principio pensé que era porque quería saber tus reacciones por las bromas que te hacía.
Después me di cuenta que estaba enamorada de ti.
Pero era absurdo, yo era tu estudiante, tú mi profesor, ''no tenía destino'' me decía mi hermano menor Inasa. Aún así yo tenía esperanzas de que pudiéramos estar juntos. Mis amigos me animaban a confersarme a ti, y lo iba a hacer... Pero te vi con la heroína que más odiaba, Miss Joke. No, no creas que tú hiciste algo malo, para nada, simplemente estuve celosa al verte hablar con ella, incluso escuché que ella te propuso matrimonio.
Me alegré al saber que la rechazaste miles de veces, eso me daba una oportunidad más.
Y nunca me animé a decírtelo, ¡Ni siquiera porque me pedías ayuda para ordenar tus documentos en la sala de profesores!
Llegó un punto en el que comencé a darme cuenta que me tratabas de manera diferente cuando estábamos a solas, eras menor amargado, te notaba más... ¿Cómo decirlo? Más activo, por así decirlo.
Ninguno de los dos se animaba a decir algo, las únicas palabras que intercambiábamos eran ''Buenos días/Buenas tardes'' ''Gracias'' ''Adiós''. Era extraño, pero cuando había un silencio... no era incómodo, era agradable.
Todo continuó como siempre hasta que entré a mi segundo año en la academia, si no mal recuerdo, fue un seis de junio que me confesé a ti, confesión que terminó en un noviazgo. Ese día me puse muy feliz. Me mostraste un lado desconocido que incluso me asusté de que fuese un villano que robó tu apariencia, pero eras tú.
Pasé el mejor año de mi vida. Incluso te entregué mi virginidad, fuiste muy dulce conmigo hasta que se nos salió de las manos, a ti te ardía la espalda y a mi me dolían las caderas, Reí como nunca al ver tu piel arañada por mis uñas... pero era una obra de arte ante mis ojos.
Todavía recuerdo como me regañaste por salir herida en una pasantía. ¡En mi defensa, un villano nos estaba atacando y debía defenderme a mi y al héroe que estaba a cargo de mi!
Ese día hicimos una promesa, que siempre nos cuidaríamos y nos protegeríamos.
Teníamos una canción favorita, era en inglés, pero nos encantaba, se llama ''My only one''. Nos gustaba cantarla cuando estábamos juntos dándonos cariñitos, haciendo esas cosas cursis que decías odiar.
Era mágico estar contigo, parecía irreal. Puedo decir que tenía miedo de despertar y que no estés a mi lado, que me desconozcas. Era mi peor pesadilla.
En mi tercer año en la academia, estaba con mi favorito grupo, Los Tres Grandes, yo no era parte de ese título por el simple hecho de que no me gustaba, pero eran mis amigos. De la nada llegaste a solicitarme para un entrenamiento de tu clase 1-A, sería en el campo de la USJ.
¿Por qué me solicitaste?
— Nos gustaría que una estudiante del tercer curso de héroes pudiera demostrarles a los de primer año como se realiza un rescate en diferentes tipos de lugares, estarás con All Might, Número trece y por supuesto, conmigo. —ya tenían tres héroes, todavía no entendía porque querían tenerme ahí, pero igual acepté, tenía que usar mi traje de héroe.
Me daba intriga por saber a cuantos habías expulsado este año, para mi sorpresa, no expulsaste a ninguno.
Cuando llegamos al lugar del entrenamiento, preguntamos por All Might, Trece dijo que había llegado a su límite y que después llegaría.
Por algún motivo no me sentía segura en ese momento, algo me daba desconfianza, fue entonces que apareció un portal morado combinado con negro, me empujaste hacia atrás pidiendo que evacúe a tus estudiantes y te lanzaste a los villanos que empezaban a acercarse.
— Suerte... —susurré y me encaminé a evacuarlos a todos, pero el causante del portal nos interrumpió esparciendo a los chicos. Maldije por lo bajo y me dispuse a luchar contra unos cuantos villanos que intentaban subir por las escaleras.
Después de varios minutos fui capaz de oír tus quejidos, alarmada te busqué con la mirada.
Juro que mi corazón se hizo pedazos al verte debajo de esa criatura horrible, estabas ensangrentado, fui con intenciones de rescatarte pero un portal se abrió en frente mío dejando ver una mano y un rostro cubierto por ¿otra mano? Rápidamente me moví al saber que no podrías desactivar su quirk, pues no estaba en tu campo de visión.
Con mi manipulación de viento moví al 'Nomu' para ayudarte. Pero el tipo de manos volvió, tuvo la intención de atacarnos, y para evitar que fueses lastimado otra vez, empecé a pelear con él.
Hasta que sostuvo mi muñeca izquierda y empezó a descomponer su piel, mi grito pareció llegar hasta tus oídos puesto a que esta vez lograste usar tu quirk en el. Dándome la oportunidad de irme contigo.
Gracias a los dioses el héroe numero uno llegó para vencerlos, gracias a él pudimos ir al hospital y me fui en la misma ambulancia que tú. Mis lágrimas no paraban de salir, estabas inconsciente, me asustaba perderte, no lo soportaría.
Lograste salvarte, tendrías una que otra cicatriz, pero estarías vivo, eso es lo importante. Fui atenta contigo, incluso fui una semana a vivir en tu departamento para cuidarte y asegurarme de que no hagas nada imprudente que pudiese afectar tus heridas.
Todo fue bien, el único detalle es que ibas a la Yūei pareciendo una momia.
Pasaron los meses y se acercó mi cumpleaños número dieciocho, Al fin era legal para ti –aunque no nos importó anteriormente–. No sé como pero te convencí en hacernos un tatuaje en la muñeca, sería de gatos con las colas formando un corazón, tu en la muñeca izquierda y yo en la muñeca derecha.
Era hermoso.
Fuimos a su hogar y... digamos que tuvimos una noche llena de pasión.
Cuatro meses después se presentó la misión de rescatar a una niña, yo no iría debido a tareas que tenía que hacer, pero esperaba que todo fuese bien. Pero el destino haría una mala jugada.
Horas después fui llamada por Mirio, él estaba llorando y pedía que vaya al hospital, por obvias razones fui corriendo para saber que pasaba, no sabía si alguien había salido herido o no, si había un muerto o no. Tenía miedo.
Al llegar, el rubio me informó que Night Eye había muerto, que él había perdido su Quirk y quedó callado, claramente le hice consuelo, no era fácil para él, por lo menos me dijo que la niña había sido rescatada con éxito.
Nejire y Tamaki, que estaban ahí, se me acercaron con una mirada triste y me llevaron a una habitación, no entendía que pasaba, las miradas debían ser por lo de Mirio, pero ¿Por qué yo tenía que ir a un lugar?
Espera... Shōta.
Abrí la puerta con rapidez y sentí las lágrimas caer por mis ojos. Esto no podía ser posible, estaba grave, nuevamente estaba vendado de pies a cabeza. Su vista se enfocó en mi y sonrió débilmente.
— Lo siento, ____, prometí que no me pasaría nada, lo siento... —Los médicos habían dicho que era mejor despedirnos, no sobreviviría.
No hice nada más que abrazarlo con suavidad pero aferrándome a él, ¿Por qué las cosas debían ser así? Nunca planeé que un día lo perdería. Al menos él fue un buen héroe que salvó a una niña del sufrimiento.
— ____ cuídate demasiado estos meses, y cuida bien de Eri, ¿De acuerdo? Te amo demasiado... —sólo me limitaba a asentir con la cabeza para después besarlo con cariño, ese fue nuestro último beso.
Bastaron unos segundos más para escuchar el característico pitido de la máquina, indicando que había fallecido. Ante eso, lloré con más fuerza, sin darme cuenta, mis amigos y los chicos de la clase uno que fueron a la misión ahora me abrazaban.
Ese día dejé la U.A aunque faltaban tres meses para graduarme, era la única manera para cuidar de Eri y del fruto de mi amor con Aizawa Shōta.
Gracias, Eraserhead, por darme los mejores tres años de mi vida, gracias por dejarme una parte de ti, gracias por todo... Te amo, descansa en paz.
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━
Ola de mar, ¿vieron? Que triste ahr
Idk men, se me ocurrió escribir esto al escuchar la canción y me gustó, espero que les guste porque escribí desde las once de la mañana hasta ahora que son las tres y cuarenta y tres de la tarde ajzkmand
Hasta la próxima vv
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top