—Taehyung, por milésima vez, ¡no quiero ir a una maldita fiesta de disfraces! —era como la quita vez que recibía una llamada de mi mejor amigo, y por lo que veo, aún no entiende que no quiero ir a una maldita fiesta que ha organizado Namjoon, no es que le tuviera alguna clase de odio o algo en particular, simplemente el hecho de que sus fiestas podían llegar al descontrol total, no me emocionaba demasiado—. Tengo que estudiar para el examen de esté próximo jueves.

—¡Maldita sea, Park Jimin! —exclamo molesto mi mejor amigo, siempre ha sido un dramático, tal vez había sido una mala idea el que estudie teatro, le afecta mucho en la vida real—. Es solo un día, ¡UN DÍA! El mundo no se acabará solo porque no estudies UN día.

Sé que no se acabará, pero aun así no quiero ir a esa dichosa fiesta, Taehyung se había preparado toda una semana, las épocas de otoño siempre han sido una locura para mí, ver la emoción en todos por pasar una increíble noche en alguna fiesta de Halloween, a mí no me gustan.

Desde pequeño la fascinación de ir por dulces, mientras estaba disfrazado, no era lo mío, a pesar de que siempre había querido hacerlo, nunca paso por mi cabeza el querer intentarlo, si alguno de mis padres se enteraba de que quería andar "mendigando" (porque eso es lo que consideraban que era aquella tradición) seguramente me habrían dado la peor reprimenda de mi vida, así que me había abstenido hasta que por fin pude salir de mi casa y estar en una universidad prestigiosa, mis padres siempre preguntaban por mis calificaciones en la subdirección, cualquier nota baja, sería una perdición para toda la familia Park, pero claro, nunca había notas bajas.

—¡Jimin! —de nueva cuenta la voz de Taehyung logro que dejará de lado esos malos recuerdos que hacía que la bilis se me subiera hasta la garganta—. Por favor, será divertido, ¿qué tal si encuentras a alguien aquí? ¡No puedes perderte de encontrar a alguien para pasar esté Halloween!

—No todo en la vida es el maldito sexo, Taehyung —mencione mientras iba a buscar algunos libros, coloque el volumen a tope en mi celular y puse la llamada en alta voz—, además ¿qué tiene de malo ser responsable?

—¡Que te estresas demasiado! Eso tiene de malo, deberías relajarte, pasártela bien, buscar a alguien y dejar el estrés de lado, además ¿qué tal si te gusta tanto que lo quieras tener de por vida?

—¿Qué te hace pensar que algo como eso pasaría? —escuche como soltó un bufido.

—¡Vamos, Park Jimin! ¿Cuándo fue la última vez que te acostaste con alguien? —buena pregunta, la última vez había sido con una chica, de la cual ni su nombre pasa por mis recuerdos, pero había sido horrible, nada placentero.

—Olvídate de eso, Taehyung, ¿qué te cuesta ir tu solo a esa fiesta?

—Me cuesta porque no podré tener a alguien allí que me haga compañía, ¿sabes a cuántas personas conozco en la universidad? —ahí va de nuevo—. ¡Solo a ti!

—Pues es una gran oportunidad para ti, para que logres hacer nuevas amistades, ¿no lo crees?

—¡No quiero otras amistades! Todos me consideran el chico más extraño de todo el planeta Tierra.

Eso no lo podía negar, hasta incluso yo lo pensé en cuanto lo vi por primera vez, pero es un chico muy agradable, algo distraído y a veces puede que actué como un tonto, pero es muy agradable.

—¿Vendrás?

—Lo pensaré —escuche como soltó un suspiro derrotado, no entiendo su increíble insistencia, pero puede que tenga razón, necesito relajarme un buen rato, los estudios sí que logran sacarte de quicio, tal vez consideraré ir.

—Bueno, si es que vas, busca al chico disfrazado del guasón, ese soy yo.

Y ahora si corto la llamada, ¿así qué del guasón? Y luego se estará quejando porque lo llamen loco, bueno, deje los libro sobre mi cama, ahora tenía mucha duda, si voy perderé un día de estudio, pero si no voy puedo perder más días de amistad con Taehyung, casi siempre me la paso escapando de este tipo de eventos fuera de la universidad, pues llegan al descontrol total, desde fogatas enormes, hasta bromas muy pesadas, en cambio si algo se realizaba dentro de las instalaciones de la universidad, todo era más normal y tranquilo, pues nadie le gustaría quedarse a limpiar el desastre de otros, no señor.

Deje de mirar mis libros y mire ahora el disfraz que Taehyung había dicho que me pusiera para la fiesta, inclusive encontró colmillos que podías incrustar en tus caninos sin lastimarte, Taehyung sí que puede buscar y encontrar de todo, además el disfraz de vampiro no era ni siquiera de esos clásicos, parecía más moderno, debía admitir que me gusto en cuanto lo vi, pero aun así no sabía si era una buena decisión salir disfrazado e ir a aquella fiesta.

—Me arrepentiré de esto —mencione en voz baja para mí mismo, tome el disfraz y comencé a cambiarme, definitivamente me arrepentiré de esto.

...

Namjoon es el hijo importante de un empresario, sus padres se encuentran trabajando en negocios demasiado importantes como para darle una mínima atención a su hijo, y Namjoon se la pasa gastando el dinero que le dan sus padres como disculpa por no estar con él, en alcohol, música estruendosa y comida basura.

—¡Por fin llegaste! —la voz de Taehyung hizo que mirase detrás de mí, efectivamente estaba vestido de guasón, y debía admitir que le quedaba muy bien, podrían confundirlo con un actor—. Por un momento pensé que tendría que ir por ti cuando estuviera lo suficientemente borracho.

—¿Qué te hace pensar que saldría de esa forma? —la música apenas y me dejaba hablar y escuchar a Taehyung.

—Con un ¡dulce o truco! Saldrías de inmediato —rodé los ojos al escuchar aquello.

El calor era abundante en ese momento, hasta sentía que el disfraz que estaba utilizando había sido una mala opción debido al calor que estaba sintiendo, al aroma a tabaco, alcohol y otras sustancias podía percibirse en instantes, la música seguía a todo lo que da, muchos se encontraban tratando de tener alguna conversación, sus típicos juegos de ruletas, cartas, apuestas, besos robados no deseados, las tenues luces que había por todo el lugar, me dirigí hacia la barra de bebidas, Taehyung había desaparecido para ir a bailar como un loco, aunque claro todos lo apoyaban dando gritos para que siguiera con sus bailes.

Pedí una cerveza, hace mucho que no tomo una, la primera que tome había sido un escándalo para mis padres, y me prohibieron volver a consumir una, pero claro, ahora que no los tenía vigilándome cada cinco segundos, podía disfrutar de una cuando quisiera, pero era muy esporádico mi consumo de alcohol.

Solté una risa al ver a Taehyung hacer movimientos como si de un robot se tratase, sentí los colmillos falsos encajarse levemente en mis encías bajas, hice una pequeña mueca ante el dolor, definitivamente estaban solo un poco afilados, seguramente si mordía a alguien, podría hacerlo sangrar, estaba seguro de eso.

Pronto mis ojos dejaron de mirar a Taehyung, y ahora estaba enfocando a alguien más, era un chico, tenía orejas de gato negro puestas sobre su cabeza, además de una cola algo esponjosa sobresaliendo, estaba bailando con otro chico que estaba vestido casi completamente de esqueleto, sentí como la garganta se me seco en unos instantes, aquel chico vestido de gato movía demasiado bien sus caderas, podía ver como la playera que utilizaba de vez en cuando se levantaba dejando ver parte de su pálida piel, de inmediato di un trago a mi bebida, mierda, ¿por qué no puedo dejar de mirarlo?

Era demasiado hipnótico, todos sus movimientos lo eran, la música volvió a cambiar, supe de inmediato de que canción se trataba, "Best Night" de LMFAO, siglos que no escuchaba esa canción, y lo peor de todo era escucharla mientras miraba a aquel chico, no podía ver bien su rostro, pero a cada cambio de ritmo de aquella canción se movía tan jodidamente bien, que no podía hacer que mis ojos dejasen de mirarlo.

Pronto el chico que estaba vestido como un esqueleto le dio una pequeña vuelta, haciendo que aquella cola se moviera en el aire, maldición.

Y al fin vi su rostro, ¿Yoongi? No, no podía ser él, todos sabían que aquel chico tenía un círculo de amigos muy cerrado, apenas unos tres o cuatro, lo había conocido por medio de Taehyung, quien me lo presento con la excusa de que sería su nueva pareja, pero por supuesto que Yoongi no lo acepto nunca, aquel chico nunca ha aceptado nada de parte de nadie, ahora verlo vestido de aquella manera y bailando, moviéndose tan bien.

Vi como aquel chico vestido de esqueleto le susurraba algo cerca de su oído, seguramente querría llevárselo a alguna de las habitaciones, apreté la mandíbula, ciertamente me moleste, tal vez si hubiera llegado más temprano... deje ese pensamiento de lado al percatarme que ahora la mirada de Yoongi había conectado con la mía, mierda, el maldito vestido de esqueleto le comento que lo estaba mirando.

Deje de mirarlo para darle un sorbo a mi bebida, maldita sea, no debí verlo todo esté tiempo, quizás ahora pensaría que soy un maldito depravado solo por verle, pero me era imposible el poder apartar mi mirada de su cuerpo, de esas curvas, de sus piernas, de su cintura, se veía tan fabuloso.

—¿Así qué el hijo de los Park decidió salir a divertirse? —¡Mierda! Mire a mi lado, esas orejas de gato y esa cola negra, Yoongi sonrió, una sonrisa solamente para mí.

—No tiene algo de malo que venga, ¿no crees? —respondí, pero ciertamente sentía que el nudo que se estaba comenzando a formar en mi garganta me impediría darle una respuesta, afortunadamente no fue así—. ¿Qué hay de ti, chico reservado?

Escuché su suave risa salir de sus labios, me permití sonreír, y pude ver como miro mis colmillos que se asomaron levemente.

—¿Qué tal puedes morder con esos colmillos? —me pregunto, solté una suave risa mientras negaba lentamente con la cabeza.

—¿Quieres averiguarlo, gatito? —mi voz había salido ronca al instante, mis ojos se enfocaron en los de aquel chico vestido de gato, mire todo su rostro analizándolo, tal vez Taehyung tenía razón, frente a mí se encontraba la persona con quien podría quitarme esté maldito estrés de los hombros, Yoongi es lindo, y tal vez demasiado, pero también puede mostrarse de una manera seductora al instante, como ahora lo hacía mostrando esos ojos gatunos sonrientes y con ese brillo coqueto.

—¿Qué significa eso? —sonreí ante su pregunta.

—Significa, que tal vez me gustaría probar un poco de tu sangre, gatito, ¿no quieres que lo haga?

Yoongi soltó una suave risa, pero se acercó hacia mí, sonriendo de lado, pronto sentí como sus brazos iban estirándose hacia mí, sus manos tomaron mis hombros y por inercia lleve las mías hacia su cintura, rodeándola para atraerlo hacia mí, escuche como soltaba un pequeño maullido, mierda, esté chico quiere matarme enserio.

—Te veo en la segunda habitación, Park —fingió un ronroneo en su voz, y pronto su cuerpo estaba alejado del mío, mire su espalda, movía sus caderas al caminar provocando que la cola que llevaba puesta se meciera de un lado a otro como un péndulo, maldición, con solo aquella cercanía ya me sentía duro.

...

—¡Aah Jimin! —y de nuevo otro orgasmo, maldición, nuestras respiraciones seguían entre cortadas, mire hacia Yoongi, sus cabellos estaban húmedos, pegándose en su frente, aún tenía aquellas orejas de gato puestas, se veía tan lindo con ellas—. Eres increíble en la cama.

—Y tú no te quedas atrás, gatito —le di otra estocada, haciendo que soltase su suave gruñido, mis labios se pasaron a su cuello dándole besos húmedos, disfrutando del sabor de su suave piel, acaricie su cuerpo despacio, ciertamente no estaba tan dispuesto a parar con está noche.

Llevábamos dos rondas seguidas, y por supuesto quería una más, Yoongi se estremeció al sentir como enterraba levemente mis colmillos en su piel, escuche como saco un suave gemido por sus labios mientras sus uñas se enterraban sin suavidad en mi espalda, gruñí al sentir aquello y subí mi mirada para dar con la de él.

—Eres un maldito insaciable —comento aún con su respiración agitada, su pecho subía y bajaba, mientras chocaba con el mío.

—¿Cómo piensas que me cansé de esto? Eres muy hermoso —me acerque un poco para unir mis labios con los suyos, mis manos recorrieron su espalda hasta dar con sus glúteos, los cuales separe un poco apretándolos, haciendo que Yoongi soltase un gemido que logro ser callado casi por completo por el beso en el que lo tenía.

Succioné su lengua mordiéndola levemente, provocando que diera un pequeño salto, nos separamos por unos instantes, podía sentir su erección sobre mi abdomen, sonreí, alguien estaba tan excitado como yo.

—¿Quieres que me mueva, gatito? —pregunte mientras me encargaba de darle más besos por toda la extensión de su mandíbula a su pecho, lamí uno de sus pezones erectos debido al placer, sentí como sus manos se cerraban en puños sobre mi espalda, y trataba de retener sus gemidos.

—H-hazlo —hizo su cabeza hacia atrás, entonces comencé con las embestidas, profundas, tocando la próstata de Yoongi mientras escuchaba sus jadeos de placer salir por sus labios que ya estaban hincados debido a los besos que nos estuvimos dando por un buen rato—. Aaaah... J-jimin...

—Yoongi... aprietas delicioso.... ah gatito.

Seguí embistiéndolo, tome una de sus piernas colocándola por sobre mi hombro para darme mucho más acceso a su entrada, Yoongi apretaba sus parpados mientras sentía mis constantes embestidas en su entrada, disfrutaba de como el interior de Yoongi lograba apretar tan bien mi hombría, haciendo que toda mi extensión se sintiera tan bien.

El cosquilleo invadió en mis testículos, y entonces salí de él, Yoongi se removió incomodo, mire que su erección estaba palpitante, me senté en la cama, mire mi extensión, completamente roja, palpitante, algunas venas podían verse sobre salir, mire como Yoongi me veía suplicante para que continuará con mis acciones, pero le sonreí juguetón.

—¿Por qué no me montas, Yoongi? Me encantaría que lo hicieras.

A regañadientes se acercó hacia mí, miro hacia mi pene erguido, y de inmediato sonrió, se acercó hacía la punta y le dio una suave lamida, haciendo que sintiera una deliciosa corriente pasar por todo mi cuerpo, maldición, Yoongi me estaba volviendo loco.

—¿Te gusta, Jiminie? —comento con un tono de voz aniñada, como si hubiera hecho una travesura que sabía que me gustaba, pero aun así me preguntaba.

—Todo lo que hagas me encanta, gatito.

Ronroneo en respuesta, y pronto se sentó a horcajadas encima de mí, agarro mi pene con su mano derecha y lo coloco justo cerca de su entrada, poco a poco fue introduciendo la punta, haciéndome apretar la mandíbula, maldición, quería que dejará de jugar de esa forma, quería tomarlo de sus caderas con fuerza y hacer que bajara completamente para introducirme dentro de él en una sola estocada.

Y no lo resistí más, aparte su mano y lo tome de las caderas, lo levante un poco y luego hice que Yoongi se sentará para que por fin pudiera estar completamente dentro de él, ambos soltamos un gemido complacido por aquello, movió suavemente sus caderas de un lado a otro torturándome.

Sus manos fueron a dar a mis hombros, me moví penetrándolo despacio, saliendo poco a poco, mire como sus ojos se cerraban disfrutando de mis acciones, y entonces le devoré la boca, en un fogoso beso, mordiendo su labio inferior haciendo que soltase un corto gemido.

—Salta, hermoso gatito —susurré cerca de sus labios al terminar con el beso, lamí sus labios y entonces el comenzó a saltar encima de mí.

Coloque mis manos sobre sus caderas para poder ayudarlo a saltar sobre mi hombría, sus gemidos y mis gruñidos podían escucharse dentro de toda la habitación, acaricie el pene de Yoongi, masturbándolo desde la punta hasta el final apretándolo un poco para escuchar sus gemidos, me pedía cada vez más y más.

Pronto el cosquilleo regreso a mi cuerpo, y me liberé dentro de Yoongi, soltando un gruñido mientras maldecía, joder, el placer me recorrió por toda la parte baja, haciéndome sentir tan bien, Yoongi se corrió después soltando su esencia sobre ambos, y por fin cayo rendido justo sobre mí, nuestros pechos desnudos se tocaban, y yo podía sentir sus cabellos húmedos sobre mi hombro, sonreí, me sentía tan complacido como cansado.

Tome con mi mano derecha el mentón de Yoongi haciendo que me mirase a los ojos, y cerré aquella increíble sesión con un beso, sin ninguna segunda intensión, solo un suave beso, disfrutando del delicioso sabor de nuestros labios juntos.

...

El sonido de mi teléfono celular me hizo despertar, mi cabeza daba vueltas, despertar brutalmente no era una opción muy agradable, pero al parecer la persona que está llamándome no comprende aquello, solté un gruñido molesto de escuchar aquella estúpida canción de tono, definitivamente la quitaría, mire en la pantalla de quien se trataba.

Y conteste.

—¡Qué se supone que quieres! —estaba molesto, ¿acaso Taehyung no sabe lo que es descansar?

—¡Hola para ti también! —rodé los ojos, me acomode un poco, mire a mi lado, Yoongi estaba durmiendo, sus ojos cerrados, demostrando paz, sonreí y mi mano paso por los cabellos de su frente apartándolos, en verdad es muy lindo—. ¿Dónde estabas? Lo último que supe de ti es que estabas hablando con ese tal Min Yoongi, ¿qué ha pasado?

—Creo que es muy obvio lo que ha pasado —respondí mientras veía como el ceño de Yoongi se fruncía levemente y volvía a acomodarse en la cama.

—¿Te acostaste con él? —reí suavemente para evitar despertar al chico durmiendo a mi lado.

—Sí, lo hice.

—¿Y qué tal? ¿Mucho mejor?

—Mejor que nunca —dije mientras soltaba un suspiro.

—Te escuchas feliz —y claro que me encontraba feliz, eufórico, maldición—, bueno, te dejo, no olvides estudiar para tu dichoso examen, amigo.

—Sí, no lo olvidaré, nos vemos.

Corte la llamada, me acomode en la cama mientras dejaba el celular caer al suelo y me gire para mirar a Yoongi, acerque mi rostro hacia él y comencé a repartir varios besos por su rostro, dejando al final sus labios, se removió mientras soltaba un quejido y me separé completamente.

Sus ojos gatunos por fin se abrieron dejando que admire aquellos hermosos orbes oscuros, me miro por unos segundos para después parpadear de forma lenta.

—Buenos días, gatito —mencione canturreando.

—Hola —respondió somnoliento, soltó un bostezo agachando su mirada, parpadeo un par de veces y me miro de nuevo—, ¿qué hora es?

—Es casi el medio día, ¿dormiste bien? —el dio un asentimiento, y pude ver que con su mirada me preguntaba lo mismo—, dormí más que bien —deposité otro beso sobre sus labios, haciéndolo sonreír.

El silencio pronto nos invadió, pero no era nada incomodo, mi mano le proporcionaba caricias mientras apreciaba sus rasgos, tan delicados y varoniles, sus ojos miraron los míos.

—Tengo hambre —menciono Yoongi y después me mostró su sonrisa, sus dientes tan blancos, sus ojos se achinaron al instante.

—Lo mismo digo —mencione devolviéndole la sonrisa—, ¿qué te parece si, tomamos un café y desayunamos algo rápido, y en la tarde te invito a comer?

—¿Eso es una cita, o me equivoco? —me pregunto frunciendo levemente el ceño.

—Es una cita, ¿qué dices?

Se quedo unos momentos en silencio, y esperaba su respuesta, quería que fuera una afirmación.

—Bien, acepto —sonreí al instante, quería bailar de alegría al escuchar eso—, pero ¿podría ser para otro día?

—¿Por qué?

—Es que... —hizo una pequeña pausa, y aparto un poco su mirada—, siento que no podré caminar por un buen tiempo.

Ambos soltamos a reír por aquello, tal vez si había sido algo brusco, pero ¿quién podría tener control de sí mismo cuando sabía que tenía a alguien perfecto debajo suyo?

Di un asentimiento y volví a besarlo en los labios como aquella anterior noche, a pesar de que me repetía que me iba a arrepentir de la fiesta, no estaba para nada arrepentido, supongo que tendré que decirle a Taehyung, que tenía toda la razón.