Saturno

Vuelves, en cada sueño que tengo caigo de nuevo en tu red
Sé que tarda un tiempo curarme de ti de una vez
Tuve tantos momentos felices, que olvido lo triste que fue 
Darte de mi alma, lo que tú echaste a perder.

¿Éstas bien? — Le preguntó Bruce con evidente preocupación en su voz.
Natasha lo miró y asistió, aunque claramente Banner no le creyó; pues las lágrimas que amenazaban con salir de sus bellos ojos le decían todo lo contrario.

—Ni siquiera se porque vine — Dijo ella sin apartar la mirada de Steve Rogers y Sharon Cárter. Bruce le dedico una mirada fulminante a la pareja pero esto fue inútil pues no le prestaban atención.

—No debes estar mal por Rogers; si él paso página no le demuestres que eso te afecta. Eres demasiado para él — Le dijo Bruce con sinceridad, ganándose una sonrisa por parte de Romanoff.

La mujer sin poder evitarlo se abalanzó a él dándole un gran abrazo.

Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte
Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer
En Saturno viven los hijos que nunca tuvimos
En Plutón aún se oyen gritos de amor
En la Luna gritan a solas tu voz y mi voz
Pidiendo perdón, cosa que nunca pudimos hacer peor

—Deja de mirarlos así. En primer lugar tú terminaste con ella — Le regaño Sharon. Steve dejo de mirar a Banner y Romanoff los cuales permanecían abrazados.

—No creí que me superara tan pronto — Exclamo él en un susurro. A pesar de la fuerte música la rubia logro escucharlo y sin poder evitarlo, lo golpeó.

—Ella es hermosa, Steve. No creas que porque te ama va dejar su orgullo y dignidad. Tú terminaste con ella ya que según tú era un estorbó. Ahora acepta las consecuencias de tus palabras — Steve miro ofendido a la mujer. Sharon se encogió de hombros dándole a entender que no se arrepentía de nada.

Cárter comenzó a caminar lejos del blondo perdiéndose así entre la gente.
Steve se quedó en el mismo lugar y sin poder evitarlo, dirigió su vista de nuevo a donde se encontraban Natasha y Banner.
Sus ojos azules se toparon con la espalda de la pelirroja; al parecer Bruce la había dejado sola unos momentos.
Steve comenzó a caminar hacia ella dispuesto a pedirle otra oportunidad.

Tienes la misma culpa que tengo
Aunque te cueste admitir, que sientes como siento 
La almohada no suele mentir

Natasha podía sentir la mirada de Steve Rogers en su espalda, estaba segura de que era él.
La felicidad se apoderó de su cuerpo al creer que él podía ir en cualquier momento a pedirle que regresaran.
Lo cierto es que si su relación no funcionó fue por culpa de ambos; cuando alguien se enojaba decía muchas cosas que a veces no pensaba.
Así que si Steve se disculpaba con ella no dudaría en darle otra oportunidad, pero solo si Rogers iniciaba el contacto.

Los pasos de Steve fueron disminuyendo de velocidad al pensar en si valía la pena regresar con la rusa.
Ella era una mujer perfecta, sabía defenderse sola, era hermosa e inteligente... Luego estaba él, un ex soldado que podría ser el abuelo de muchos en esa habitación.
No, definitivamente Natasha merecía algo mejor que él.

Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte
Todos los besos que me imaginé vuelven al lugar donde los vi crecer
En Saturno viven los hijos que nunca tuvimos
En Plutón aún se oyen gritos de amor
En la Luna gritan a solas tu voz y mi voz
Pidiendo perdón, cosa que nunca pudimos hacer peor

Steve retomó su paso, solo que cuando paso al lado de Natasha no detuvo su paso; al contrario.
Los hermosos ojos de Natasha volvieron a cristalizarse al ver como Steve pasaba de ella.

Rogers había tomado su decisión y aunque a ella le doliese, la aceptaría.
Ya no valía la pena recordar todas las promesas que ambos se hicieron pues ya habían quedado rotas.

Todas las palabras de amor que se dedicaron quedarían en el olvido.

Tienes la misma culpa que tengo
Aunque te cueste admitir, que sientes como siento 
La almohada no suele mentir

Porque ninguno quería herir al otro con su presencia. Además de que el orgullo de ambos gano la batalla.

Si esa relación había acabado fue consecuencia de ambos.
Ahora solo les quedaba seguir adelante. Dolería, pero lo lograrían y si no; ambos preferían ver al otro feliz con otra persona que infelices a su lado.

Y yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte
Todos los besos que me imaginé, vuelven al lugar donde los vi crecer
En Saturno viven los hijos que nunca tuvimos
En Plutón aún se oyen gritos de amor
En la Luna gritan a solas tu voz y mi voz
Pidiendo perdón, cosa que nunca pudimos hacer peor

Esa noche en la fiesta de Stark, dos corazones terminaron rotos.
Esa noche la historia de amor de Steve Rogers y Natasha Romanoff había llegado a su fin, porque ninguno era lo suficientemente valiente para luchar por lo suyo.

A veces, no todas las personas que se aman terminan juntas.

Gritan a solas tu voz y mi voz, pidiendo perdón 
Cosa que nunca pudimos hacer

Cosa que nunca pudimos hacer peor

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Solo quiero decir que lamento el desaparecer tanto. Probablemente esto me quedo muy horrible pero no me encuentro de muy buen ánimo.

Les prometo que las próximas actualizaciones les gustarán, principalmente porque me basaré en dos canciones hermosas que me recomendaron.

No se olviden de que las amo mucho.

~Lore~

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