| 💕💋 Ω•Una noche de Pasión•Ω 💞💔|

Narradora.

En una dimensión desolada, se encontraba la "Mariposa del soñar", estaba en un lugar, parecían ruinas de una antigua sociedad. Ahí, solo, esperando su muerte, tal vez. Su piel era blanca como el manto invernal,su cabello grisáceo moviéndose con el compás del poco viento de la zona, sus ojos no representan vida, era muerta. Mariposas revoloteando cerca de él, eran su compañía, su una compañera. No le importaba nada, parecía estar hipnotizado por algo, es cuando en sus manos se podía ver un pluma blanca, ya algo maltratada.

¿Un ángel?, ¿Un ave tal vez?.

No. Nada de eso, muy simple y cálido para alguien frío y perfecto. Así se definía él. Con notoriedad se veía como cuidaba la pluma, era su mayor apreciación. De aquel encuentro con una criatura que lo hizo llegar al cielo, ese lugar cálido donde él quiere estar. Guardó la pluma en su saco gris, acomodó su corbata de igual tono y se colocó su bufanda negra al rededor de su cuello. Las mariposas se acercaron más a él. Una posó sobre su mano, otra en uno de sus ojos. Mariposas color azul hipnotizante, cualquiera podía caer a sus pies al ver la fría perfección.


Se levantó del lugar y con sus amigas se fue alejando poco a poco, una niebla densa se presentó, acabando con el lugar y su figura desapareció.

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Sus amigas lo seguían a cualquier sitio, cálido o frío no importaba el lugar, ellas lo seguían. Le ayudaban a conseguir cualquier cosa: joyas, cristales, flores, almas. . .
Pero algo no estaba a su alcance, un corazón carmín. Él lo sabía no podían conseguir ese tesoro, que haría feliz a su Rey~.

🍃

Durante un tiempo estuvo vagando por las dimensiones no causaba daño. Simplemente disfrutaba vivir y convivir con personas como él. ¿Cómo?

— ¡Aaaahh~!, —

Un gemido sonoro salió de la boca de una mujer, llegando a su clímax. Rasguñaba la espalda de aquel amante. Pidiéndo, anhelando más placer.
Su compañero hizo de ella un arte, cada centímetro de piel ya había sido explorada y marcada.

Aquel hombre no había dicho nada para seducir aquella mujer atigrada, pues ella era una tigresa.
Las mariposas estaban posadas por toda la habitación, silencio quedó.

Ahora las mariposas alzaron su vuelo, como un baile; sincronizaron sus movimientos para acercarse a él. No hubo prisa para cambiar, con toda la tranquilidad del mundo se cambió y antes de irse dejo una mariposa naranja en la habitación de la mujer. Ella estaba en los brazos Morfeo ahora.

Las mariposas lo rodearon y de un abrir y cerrar de ojos él desapareció.

Él nunca estuvo ahí.

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Sus actos no se detuvieron esa noche, cada noche durante dos meses repitió su acto.

Apareciendo a plena luz de luna su víctima no se percataba. Fugaz y silencio como un ataque de tiburón, delicado y armonioso como el canto de un ave. Así era como él lo hacía. Sus víctimas no son solo mujeres o jovencitas, también hombres y jóvenes, en busca de una aventura.
Con cada ser él era diferente, con unos era el más cortés y dedicado, haciéndoles creer que él nunca se iría, con otros era rudo y cortante, los trataba con ellos trataban a los demás. Y cuando cada uno caía se dejaban llevar por el baile de sus amigas. Posando se en ellos, acariciando sus pieles, preparando su alimento.
Sus amigas se alimentaban del placer que las víctimas desprendían, olores, secreciones, cada cosa que de ellos desprendían ellas se comían, como un néctar tan único y . . .

Eh ahí el dilema, él ya había probado un néctar que no se podía comparar con ninguno. Eso busca en las criaturas desprevenidas, que no veían el peligro, hasta ya estar en sus garras.
Algunos al terminar su acto, lo miraban con horror e inclusive asombro. Lo que él podía lograr nadie lo podía similar.

Él en busca de ese néctar, dulce como la miel, amargo como el café, feroz cómo león, delicado como una flor, el lo representaba como una mariposa. Su mariposa.

Aunque busque y busque ese néctar no lo encontrará, pues está resguardado por una criatura mucho más fuerte que él, misión suicida sería ir con la misión de ir a ver a su mariposa, pero más que lo deseé, él no lo hará.

— ¿Qué hago para que me mires?, Mi bella mariposa~—

Miraba con atención aquella pluma que le pertenecía a su mariposa.

— ¡Tal vez más pétalos! Ja ja ja ja—

Burlesca le hablo una voz.

— Escolopendra. . . ¡Ah~! ¡Es un gusto sentirte!—

— No estoy aquí para polinizar te, estoy aquí para hacer un pequeño trato—

Sonrió maliciosamente.

— ¿Que trató?—

— ¿Buscas a tu mariposa?—

Él asintió.

— Bien, pues yo vengo por mi Ángel~—

— Al grano!—

Ordenó, no confiaba mucho en el azabache.

— Bien, estoy planeando sacar al guardián de tú mariposa y si gustas en reclamar la, me encargaré de seducir al guardián, ¿Suficientemente dulce?, Para ti—

Lo vio coqueto y divertido.

— Suficientemente dulce, ¡Necesito a mi mariposa!—

— Bien~, terminaré de arreglar todo será mejor que mejores en tu zona~, él posee a una gran competencia para ti~—

Y sin más se alejó del lugar para entrar a un portal y desaparecer.
Ahora el tenía que mejorar en sus juegos, si quería dejarle algo a su mariposa~.

Y así fue, cada vez que él podía fijaba su mira en una presa altamente especializada. Fue así como aprendió como defender, atacar, y dominar su presa. Y algunas de ellas le enseñaron uno que otro truco sucio~ para consertir mucho más a su bella mariposa.

— Cuando nos volvamos a reencontrar, ¡Verás quien es él más perfecto!—

Dijo observando la luna la cuál soltó un leve brilló color celeste, para así dejar claro que lo había escuchado.


•°•°•°•·.·•°•°•°•·.

Mientras tanto en otra dimensión, se encontraba un pelí-celeste aclamando las estrellas con sus dos amatistas. Él se encontraba en una mansión dónde vivía con su Rey, no le importaba como lo vieran los demás. Con apenas 14 años él se había unido al ser creador de "TODO" , tuvo suerte, además él ahora es aclamando por muchas criaturas y también deseado.

Que criatura pensaría que un humano como él sería tan perfecto, frágil y fuerte como una rosa.

Muchos se acercaban a verlo e inclusive secuestrarlo, todos huían con tan solo ver los ojos amarillos de su guardián.
Él era el responsable de que ese humano fuera su tesoro, como un dragón resguarda sus gemas.

Ese humano se llamaba Lui. Tan simple como su especie, único y especial para aquel que sabe apreciar. Lui vivía muy agusto en su hogar tenía a su alcance prácticamente todo, una joya, simple, un dragón, con gusto, una estrella, las que quisiera, un planeta, con su nombre, una galaxia, ni hablar.

Lo único que le gustaría sería que su amado guardián este "todo" el tiempo con él, casi imposible.

•°•°•°•·.·•°•°•°•

Una noche su amado no aparecía y a decir verdad él. . . ¡Lo necesitaba~!. Se levantó de la cama y fue a su armario, de este saco una caja color lila, y volvió a su cama. Al estar allí, abrió la caja y saco de ella un juguetito~ que le brindaba consolación cuando su amado no estaba.
Saco de la caja también un lubricante y lo untó en el juguete y también en su ahora mojada y dilatada entrada.

Un escalofrío sintió cuando introdujo uno de sus dedos, comenzando a moverlo en círculos. Gemidos leves salían de su boca, luego de una introdujo tres de sus dedos comenzando a simular embestidas. Sus gemidos ahora eran audibles, sonidos precoces inundaron la habitación.

Al estar bien preparado coloco el consolador justo en su entrada y lo fue introduciendo de a poco, al principio solo lo movía para simular leves embestidas, al no sentir algún estímulo prefirió cambiar de posición. Ahora él se encontraba sentado sobre él consolador y comenzó a mover su cadera de arriba a abajo, sintiendo como el juguete entraba y salía de su entrada. El placer poco a poco lo empezó a consumir y comenzó a dar sentones al juguete tocando en ocasiones su próstata, haciendo que sienta un placer inimaginable. Sus gemidos sonoros inundaron la habitación, el sudor cubría su cuerpo, un gran sonrojo poseía en sus polumos, su boquita abierta que de ella escurría saliva que caía en su pecho fornido y luego escurría hasta llegar a su miembro bien erecto y con su pre-semen saliendo de este.

Inconscientemente comenzó a tocar sus botones rojos, provocando que gimiera con mayor fuerza y con ello diera unos sentones más fuertes haciendo que el juguete entrará en ocasiones completa, el sonido que emitía esa acción era simplemente morboso, pero que desearías seguir oyendo~. Siguió jugando con sus botones: apretando los con brusquedad, ahora su pene buscaba esa sensación también, con su mano izquierda comenzó a estimularse, apretando su pene con la misma brusquedad. Sentía que llegaba a su clímax. Y así iba a ser si su amado no lo hubiera tomado de la cintura provocando que se detuviera de golpe por el susto resubido.

— ¿Jugando sin mí?—

Sonó lo más tranquilo del mundo, molestando más a su pareja.

— No te enojes flamita~, espero que no hayas terminado~—

Y al terminar de hablar, sus manos se dirigieron a los botones de su amado para estimularlo y seguir con el juego~.


.·•°•°•°•°•·.

Pasaron dos días desde ese juego con su amado, y el pequeño pelí-celeste deseaba seguir jugando, pues su libido era alto y deseaba tanto a su guardián que terminaba en ocasiones masturbándose, buscando calmar su hambre~. No lo lograba del todo, por más que el buscará no encontraba ese placer que su amado le brindaba; sus juguetes calmaban su entusiasmo de estar con el guardián, pero no lo conseguía.
Esa misma tarde una mariposa color azul se pose sobre unas flores enfrente del vidrio, el oji-lila no se percató de ello; su atención estaba en calmar su placer. Y la imagen era tentadora.

El oji-lila poseía el vibrador en su mano derecha, colocando el aparato justo en su glande, mientras que con la otra se masturbaba, no solo era eso~. . . En su entrada poseía otro vibrador a su máximo rendimiento, sus prendas ni hablar~, poseía unas medias bicolor que llegaban por encima de sus rodillas, también poseía unos guantes celestes llegando por debajo del hombro. Y como último toqué~ en sus botones tenían una pinza cada uno, ¡Maravilloso!.

La mariposa se había ido, tenía todo lo que necesitaba su Rey.


° • ° • ° • ° • ° • ° • ° •° • · . . .

La mariposa del soñar estaba esperando el momento, la luna hacia acto de presencia, las pocas nubes de a poco se fueron desvanecido, las estrellas comenzaban a brillar y los pequeños animales nocturnos aparecieron. Los grillos comenzaron su canto magistral, las luciérnagas comenzaron su baile, y la hierba se movía con la tenue brisa de esa noche~. Las mariposas comenzaron a aparecer y acercar a la gran mansión del pelí-celeste, no solo eso sí no que también él había venido a cometer su cometido.
Examinando con detalle cada rincón del jardín donde se encontraba, esperando la señal. Su cómplice, la escolopendra tenía en sus garras la tarea más difícil, ¡sacar al guardián!. Con atención miro la mansión, las luces prendidas, cada habitación iluminada, no había un blanco. . . Aún no~, sus amigas revoloteaban al rededor suyo,, impacientes por comer~. Cuando de repente las luces de toda la mansión se apagaron y comenzó su búsqueda, su mariposa lo estaba esperando.

Entro con facilidad a la estructura, no había nadie para detener lo, nada lo separaba de su mayor anhelo. Su mariposa estaba sola, posiblemente con miedo, esperando un héroe. Camino por los fríos pasillos del lugar, no había alma alguna hasta que vio una sombra, rápida como el viento. Le gustó eso, que comience la casería.

— ¡Vayan amigas mías y traigan me a su Reina!—

Caso omiso sus amigas comenzaron a seguir y buscar a esa sombra, cada puerta, habitación era inspeccionada, buscando una aguja en un pajar.
Él se comenzaba a frustrar y sabía que si no salía bien el plan; él cobraría la factura.
Cómo si la balanza se inclinará a su favor por fin dio con su mariposa.

— ¡Mi bella mariposa!, Estás tan bella como el día en que te perdí—

Se acercaba por las sombras, asechando.

— ¿¡Quién eres?!—

Soltó al aire, sus nervios y el miedo se apoderando de él.

— ¿Ya me olvidaste?—

Detuvo su andar y sus amigas se acercaban al oji-lila de a poco, rodeándolo.

— ¿Mariposas a. . a. . . Azules?—

Fue lo último que dijo pues las mariposas lo habían hipnotizado al punto de que él cayera inconsciente, Él se acercó a su mariposa con cuidado, le traía recuerdos melancólicos hacer esto, de nuevo, está vez sería diferente, lo tomó entre sus brazos con delicadeza, y lo desvistió para quedarse solo con la carne.
Salió del la mansión y sus amigas lo envolvieron a él y a su Reina~ desapareciendo entre las sombras, una vez más~

·.· •°•°•°•°•°• ·.·

Ahora él se encontraba en aquella casita que una vez utilizo, dejo a su Reina y espero que despertara.
Los segundos pasaban y se convertían en minutos, y los minutos en horas~. . . Pasaron aproximadamente cinco horas hasta que al fin despertó. Tallo uno de sus ojos, ¿Habrá descanso?, Entre abrió sus ojos para poder analizar el lugar donde estaba, un recuerdo fugaz pasó por su mente y con miedo volteó su mirada. Ahí estaba él, aquel que quiso lastimar a su amado, destruir un mundo, ¿Ofreciendo té?. Si, té, ¿Por qué? Fácil, en parte la culpa lo invadía y el miedo a ser descubierto. Podría su mariposa. . . ¿Perdonarlo?

— Quiero disculparme ante todo lo que hice-

Y de un movimiento rápido con su mano tiro la taza de té.

— ¿¡Crees que quiero tus disculpas?!—

Lo miro desafiante y con un cierto temor.

— ¡La respuesta es no!, ¡No sabes lo que haces!, ¡Tu y yo jamás engendraremos algo! ¿¡Cuando él te encuentre que crees que-

— Y si él~ no te encuentra a ti, ¿Qué pasará?—

Un silencio invadió el lugar, lo había dicho de una manera tan tranquila y real que eso lo hizo dudar.
El pelí-celeste ya no sabía que hacer, posiblemente tardaría en encontrarlo, muchas realidades aparecieron en su mente, pero algo no lo dejaba tranquilo, pues era su miembro erecto que pedía ser atendido. Lui cubrió su problema con sus manos, acto seguido Richard se acercó y comenzó a lamer dos de sus dedos, para lubricarlos.

— Déjame ver~—

No espero a que el menor respondiera, simplemente lo hizo, ocasionando asustar al pequeño e intento apartar al mayor pero su amigo necesitaba esos tratos. Leves gemidos y jadeos comenzará salir de su boquita~; Richard comenzó a masturbarlo con cuidado, empezando a jugar con sus genitales, apretandolos un poco recibiendo a cambio jadeos, luego fue directo al glande del menor, masajeando suavemente la zona para después comenzar a frotar su punta. Era ágil con sus manos y eso le gustaba a Lui, gemidos ya sonoros hicieron acto de presencia.

— ¡Aaah~! Aaah~. . Más. . . Por a aah~ favor~—

Lo que su Reina pida~, Richard dejo un momento el miembro del pequeño para poder quitarse la ropa, lo hizo rápido pues su mariposa necesitaba néctar~ urgentemente~, el juego no paro ahí, Richard se acostó al lado del menor para empezar a succionar esos botones rojos, colmillos aparecieron en su boca y no dudo en usarlos. Sus manos viajaban por el cuerpo descubierto, sintiendo esa tersa piel blanca, y sin previo aviso Lui se había eyaculado, su apreciado néctar había manchando las sábanas y sus piernas, Richard sonrió malicioso, relamió sus labios y susurro cerca del oído del humano.

— Tu amado~ lo hace así de bien~?—

Lui movió su cabeza en señal de negación, ¡Victoria!, Acercó su rostro al cuello de su Reina; lo empezó a besar y a acariciar con su nariz, clara señal de sumisión, quería arreglar las cosas. Lui se percató y dio espacio al mayor para que hiciera su trabajo~, Richard entendió y empezó a lamer y mordisquear esa piel blanca y apetecible. Sus amigas no se quedaron atrás se acercaron a la pareja, posando se en las piernas del pelí-celeste buscando ese néctar, su comida. Haciéndole cosquillas, Lui de juguetón empezó a jugar con los mechones grisáceos de Richard, ha no le temía, pero ¿Estaba bien?; Ignoro ese molesto pensamiento, con su mano dominante, empezó a masturbarse de nuevo, en el proceso soltaba gemidos a propósito, excitando más a Richard.

Por el contrario, le encantaba eso y no dudo en seguirle el juego. Ahora Richard besaba con pasión reprimida a su mariposa, la cual acepto el beso muy gustoso. Aclamaba más, se colocó encima del peli-gris para empezar a lamer ese abdomen tan marcado que poseía, fue bajando hasta llegar al miembro del mayor, era grande y se cuestionaba si entraría completo en él. Con sus manos lo empezó a masajear, con su boca empezó a chupar el glande, recorría ese trozo de carne con su boca y lengua. Su rostro era una obra digna de apreciar: su carita estaba sonrojada, sus ojos entreabiertos, con pequeñas gotas de agua salada.
Richard noto eso y con su mano tomó el mentón del menor para hacer que lo mirará a los ojos.

— Si quieres placer~ tendras que hacer todo lo que yo diga~—

— Está bien~—

Lui volvió a besar a Richard y este acepto el beso, y no se detuvo ahí introdujo su lengua en la boca del contrario para explorar su cavidad, y de paso sus manos estaban jugando con su trasero bien formado. Dándole una nalgada, provocando que Lui gimiera de placer, eso buscaba en esos momentos.

— hazlo de nuevo~—

Otra nalgada fue a caer a su trasero, un gemido fue su recompensa.
Richard apretaba ese trasero, con su energía hizo aparecer en la cama una cantidad de juguetes, Lui sorprendido, lo volvió a besar y ahora su noche podía empezar.

Richard le coloco a Lui unas esposas en sus muñecas, como lo haría un policía, el pelí-celeste levanto sus piernas mostrando su entrada dilatada, Richard lo vio apetecible pero resistió, busco un vibrador, lo encendí y lo coloco justo en su entrada.

— ¡Aaahh~! ¡Kyaaa~! Entra. . Aah~ vamos, que espe- ¡Aaaahhh!—

Fue callado con un latigazo que me dio Richard, justo en su glúteo, no lo dudo y con el látigo dio palmadas en sus genitales, dando a entender que ahí será el siguiente latigazo.

— ¿No lo hari- ¡Aaaahhh~!—

Sin esperar dio otro latigazo en el mismo lugar, provocando gemidos y jadeos mezclados con placer y dolor~. Ahora Richard quería probar esa entrada, relamiendo su boca tomo a Lui y lo sentó en su cara, justo en la entrada del menor. Su lengua era bífida, como serpiente, no dudo más y entró sin previo aviso, provocando que Lui gimiera por el placer y el susto resubido, su tentación fue mayor pues empezó a moverse dando leves saltones. Richard gustoso siguió con su labor~. Siguieron así hasta que Lui dio una idea~.
Richard le había quitado las esposas pero ahora tenía un callar y correo, tal cual un perro~, y ambos practicaban un 69, un látigo fue agregado, sonidos precoces y el látigo eran los sonidos que inundaban el lugar, Lui fue el primero en venirse manchando el abdomen del contrario y el suyo, un latigazo en su pierna, su castigo. Richard se corrio en la boca del menor, jalo de la correa y Lui obedeció, tenía que tragarse todo, escurría de su boca ese blanquecino néctar, lo disfrutaba, era notorio.

— No lo haz hecho bien~—

Observaba con detenimiento como Lui lamia su pene, limpiando todo el semen, su carita tenía un poco pero no le importó~, siguió con su trabajo. Al terminar Richard tomo un vibrador a control remoto y lo introdujo en el interior del menor, lo prendio y Lui se retorcía del placer, estaba muy sensible y no paro ahí, el peli-gris introdujo un segundo vibrador y el placer de duplicó~, por si fuera poco Lui ahora poseía dos vibradores más en su pene justo en su glande. Y Richard no resistió ¡Más!~

Untó lubricante en su pene y empezó a entrar en la entrada de su mariposa~, era estrecho, mojado y muy caliente, gracias a los vibradores Richard también sentía la vibración producida por los aparatos, llegó a entrar por completo y empezó con estocadas lentas, acostumbrando a su Reina~, luego esas estocadas lentas se combertieron en embestidas rápidas y rudas provocando placer a Richard. Los sonidos precoces no paraban, Richard veía como su pene entraba y salía, cerró sus ojos y solo se propuso a disfrutar, para Richard era perfecto, para Lui, era otra realidad. Él tenía que soportar los cuatro vibradores y no bastando con eso~ ¡Con un trozo de carne grande y caliente! Que más podía faltar~.

— ¡Aaaahh~! Aaahh~! aaah~! Más! Ma- Aaaaaahhhh~! Justo ahí! No pares~ sigue~ aaahh~!—

Richard había tocado su próstata, su punto dulce~, enloqueciendo así a su mariposa~. El ambiente lleno de placer, la cama rechinaba y golpea la pared con brusquedad!~. Los gemidos de placer que salían del pelí-celeste eran simplemente perfectos. Algunos gruñidos por parte de Richard concluían esa sinfonía de placer. Cuando terminaba uno el otro esperaba para seguir con su cometido~.
Al final ambos habían estado así durante un tiempo inexacto~, cambiando de posición, experimentando nuevos placeres; Lui se encontraba cabalgando dando su espalda a Richard, y él simplemente lo nalgeaba. Luego sentones y Richard devoraba los botones rojos e hinchados de su mariposa. Apretando su trasero, sus piernas y su considerable amigo~.

Siguieron así hasta quedar exhaustos, Lui había terminado en el abdomen de ambos mientras que Richard salió antes de terminar, pero el era consiente, se había eyaculado veces anteriores en el interior del menor, y su entraba chorreaba ese líquido. Y el miembro de Richard estaba completamente lleno de ese semen~. Lui termino besando a Richard por última vez antes de pedirle que lo lleve a casa, fallido.
Su plan salió casi a la perfección, pude ver y sentir a su amada mariposa pero ella ya había encontrado dueño, un Lobo. Richard pudo entender que no consiguió su corazón carmín~ pero obtuvo una noche perfecta con ella, junto con su néctar más único y especial.

Antes de partir Richard llevo a Lui a una laguna cerca de esa casita, bañandolo y jugando por una última vez. . .
Al terminar se cambió, cargo a su mariposa y emprendió su camino al hogar de su mariposa.




. · · • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • ° • · · .




Al llegar al hogar de la mariposa, Richard se procuro en no ser descubierto, para su alivio el guardián no estaba. Llevo a su reina a su recámara y la dejo ahí.

— Quedará entre nosotros~—

— Te lo aseguro~—

Un beso en la mejilla fue depósitado en la "Mariposa del soñar", dejando claro su noche. . . Su secreto~ un amor de dos mariposas~.
Lui fue directo a su cama, voltea su mirada viendo que su amante ya no se encontraba ahí, suspiro aliviado, arrecostandose en la cama, recordando cada momento precoz con aquel hombre. Su consiencia no lo dejaba tranquilo, decir la verdad o no~. . .




·•°•°•°•°•°•°•°•·



Una luz segadora y todo el lugar quedó desolado.

El Guardián había lo había hecho. . .
































|Amor de una noche|

_________________ 🦋 🔺 💙 __________

One-shot dedicado a:

Leopardas212

Leopardas135

(Sus dos cuentas)

Espero que te haya encantado este One-shot con tidymi kokoro lo eh hecho (◡ ω ◡)

De mí, para ti.

Y sin mucho más que agregar.
Me despido mis queridos animal's.
Fui Ally The Wolf.
Chao 🙌 🇲🇫♥.












_____ 3919 palabras.



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