Luffy x Hancock
Los rayos del sol golpean en el rostro al capitán de los Mugiwaras se mueve molesto despertando sentándose en su cama improvisada con lana de oveja y piel de oso alrededor habían ropas tiradas.
Luffy se levanta para después salir de la puerta principal hecha de hojas, los rayos del sol cegaron los ojos de Luffy por un momento.
Hancock: Buenos días cariño -dice Hancock mientras movía un cucharón en una cacerola- estoy preparando el desayuno.
Luffy: Oh genial, pero Hancock¿Por que estás desnuda?.
Hancock: B-ueno tu tam-bién lo estás esposo -dice Hancock mientras se tapa el rostro con las manos-.
Luffy: ¿Hm? -Luffy voltea a ver hacia abajo viendo que también está desnudo- ¿Hm?....Ahh las tengo al aire.
Hancock: Jujuju que descuidado eres esposo -Hancock volteo observando la cacerola- ya está el desayuno -Hancock toma un plato para vertir la sopa en el- toma querido.
Luffy: Gracias -Luffy toma el plato-.
Hancock: También te prepare carne -Hancock abre la tapa de una gran olla llena de carne- espero te guste -Hancock se acerca a Luffy y le da un beso en los labios-.
Luffy: Hmmm gracias -dijo confundido por aquella acción de Hancock-.
Así los dos comían tranquilamente mientras que un gorila gigante y un cocodrilo gigante los observa.
Luffy: ¿Hmm? ¿Quieren un poco? -los dos monstruos asintieron-.
Hancock: No querido, eso es para ti ¡Y sólo para ti! -Hancock voltea a ver a los dos monstruos enojada-.
Los dos monstruos se asustaron por la expresión de Hancock, pero les fue lanzado un pedazo de carne para cada uno.
Luffy: Les daré un poco -Luffy le sonríe a sus dos grandes amigos-.
Hancock: KIA que amable eres esposo -Hancock sentía como su corazón latía más de los normal-.
Después de haber desayunado se vistieron, Luffy salió a entrenar en compañía de Hancock que lo observa sentada en su serpiente Salomé.
Y así eran sus días en aquella isla después de que Rayleigh había terminado de entrenar a Luffy.
Luffy: Hancock.
Hancock: Si.
Luffy después de entrenar se sentó al lado de Hancock para tomar un pequeño descanso mientras que Salomé le entrega una manzana para retomar energía.
Luffy: Si tú estás aquí, ¿Quien dirije tu reino? Ya llevas 3 semanas ¿Eso no sería malo? Que su emperatriz no esté.
Hancock: No te preocupes deje que mis hermanas se ocupen de Amazon Lily mientras no estoy.
Luffy: ¿Y ya están bien?.
Hancock: Si y es gracias a ti -dijo Hancock dándole un beso a Luffy en la mejilla- si no fuera por tu ayuda no hubiera logrado salvar a mi hermanas.
Desde ese día Hancock decidió acompañar a Luffy en la isla pues no quería que este se sintiera solo y para poder estar cerca de el.
Aunque Gloriosa se negaba rotundamente de que la emperatriz fuera.
Hace tres semanas.
Despues de lo ocurrido con Byrnndi World una noche Hancock se encontraba debatiendo en si ir a la isla o no.
Gloriosa: Princesa serpiente usted no puede abandonar su cargo -dijo está firmemente-.
Hancock: Pero mi Luffy, mi esposo está solo sin compañía -dijo está imaginando como Luffy se estaba muriendo de soledad por que ella no está a su lado-
Gloriosa: Dice que es su esposo y ni lo puede ver a los ojos -dijo negando el comportamiento de la princesa- además usted prometió no interrumpir su entrenamiento.
Hancock: Pero eso fue cuando Rayleigh estaba con el.
Gloriosa: No es no princesa serpiente.
Aunque Hancock quería protestar pues ella es la emperatriz y no tenía que seguir ordenes de alguien más, pero ella tiene un deber que cumplir como emperatriz así que se resigno y se fue a su habitación.
Ella se acuesta en su cama mientras observa el techo de su habitación, su serpiente se acerca a ella para consolar a su ama.
Hancock: ¿Estoy haciendo bien Salomé? -dijo está tomando con una mano la cabeza de su serpiente- El reino estaría bien si yo me voy unos días, las amazonas son fuertes sabrán solucionar algún problema sin que yo esté.
Hancock se sentía agobiada por las dos decisiones que debía de tomar, una es por su corazón y la otra es su deber mientras sus pensamientos se revolvían fueron interrumpidas por el sonido de una puerta abriéndose.
Sandersonia: Hermana ¿Estás despierta?.
Las dos hermanas preocupadas por su hermana fueron a ver cómo estaba.
Hancock: Marigold, Sandersonia ¿Que hacen aquí? -dijo está mientras se sienta en su cama-.
Marigold: Queremos saber cómo estás.
Sandersonia: Escuchamos su discusión con Nyon ba y queremos ayudarte.
Marigold: Las dos podemos ayudarte tomando el trono como emperatriz hasta que tú vuelvas.
Sandersonia: Así podrás estar con Luffy.
Hancock: Gracias -Hancock se levanto y fue a abrazar a sus hermanas- tengo que empacar.
Hancock se dirigió hacia su armario mostrando un monton de vestidos y ropa sacando prenda por prenda.
Las dos hermanas se voltearon a ver pues la cantidad de ropa no era para unos días.
Marigold: Este hermana, ¿Cuanto tiempo piensas quedarte?.
Hancock: Hasta que Luffy se vaya -dijo está empacando-.
Sandersonia: ¿No es mucho tiempo? -dijo está preocupada-.
Hancock: Solo son tres meses, traigan me la ropa de Luffy que han terminado de hacer y dejarla aparte de la comida, no quiero que se la coma como la última vez.
Marigold: Y si Nyon ba se entera.
Sandersonia: Yo me encargo de eso, ella se va a enterar cuando nuestra hermana ya esté con Luffy.
Así las dos se separaron mientras Sandersonia distraía a Gloriosa haciendo que está le cuente de cómo fue su paso en el barco de los Rocks, Marigold ordenó que llevarán las nuevas ropas de Luffy al barco de las kujas y las llevarán junto con Hancock a la isla.
Gloriosa: ¿Hmm? Ahora que lo pienso ¿Por que preguntas tanto? -dijo esta sospechando-.
Sandersonia: Quiero saber quién fue el que te enfermo de amor para ayudar a mi hermana Hancock con su enfermedad.
Gloriosa: Hmmm ya veo -toma un poco de su te- iré a ver cómo está la princesa serpiente.
Gloriosa se levanta y se dirije a la habitación de Hancock.
Sandersonia: Te acompaño Nyon ba.
Mientras el barco ya se encontraba en el mar y a lo lejos se veía su lugar de destino Rusukaina.
El barco llegó a su destino las kujas ayudaron a su emperatriz con su equipaje el de ella y para el de Luffy, Marigold por el camino recibió una llamada que al contestar escuchó la voz de Gloriosa que se escuchaba furiosa pero Marigold le colgó diciendo que no la podía escuchar y de que perdía señal.
Las kujas llegaron a una zona donde habían pocos árboles y de una pequeña cabaña hecha de troncos y hojas y que de ella salió Luffy que estaba confundido por la visita.
Luffy: Hancock, chicas ¿Que hacen aquí? -dijo confundido-.
Hancock: Vine para hacerte compañía -dijo mientras se ocultaba detrás de su hermana- como tu esposa no puedo dejarte solo -dijo mientras se sonrojaba-.
Las kujas saludaron a Luffy le dejaron todo el equipaje que el confundido acepto.
Marigold: Nosotras nos vamos, Adiós hermana, Adiós mugiwara -dijo está para después irse con las demás kujas que igual se despidieron-.
Luffy: Así que me vas acompañar hasta que me reúna con mis Nakamas.
Hancock: Es mi deber como esposa.
Luffy: ¿Esposa?.
Hancock: Te traje ropa y también mucha comida de mi reino -dijo mostrando un equipaje lleno-.
Luffy: Gracias Hancock.
Los dos entraron a la cabaña donde solo había una coma y un pequeño armario hecho de palos.
Hancock Desempaco sus cosas para después meter algunas cosas en es armario en donde solo ocupo algunas cosas.
El resto de ropa quedó en el equipaje Hancock se sentó en la cama improvisada pero vio como Luffy salió de la cabaña así que está lo siguio.
Luffy: Tengo hambre ¿Tienes hambre Hancock?.
Hancock: No querido.
Luffy: ¿Hmmm? ¿Querido? -dijo Luffy ladiando la cabeza aún lado- derrote aún jabalí gigante -dijo Luffy con los grandes trozos de carne puestos en un fogata-.
Luffy se sienta en un tronco que está frente a la fogata para observar la carne, Hancock se sienta al lado de Luffy mientras se sonroja y hacer volar su imaginación.
Pero su imaginación es interrumpida por el sonido del estómago de Luffy gruñendo.
Luffy: Ahhh por que tarda tanto -dijo este deprimido-.
Hancock corre hacia dentro de la cabaña dejando a Luffy confundido pero después de un rato sale con varios platos llenos de fruta picada.
Hancock: Mira Luffy mientras esperas la carne -dijo ella feliz de su esfuerzo-.
Luffy: Oh gracias Hancock -dijo este feliz comiendo cada fruta-.
Paso un rato y Hancock sirvió la carne en los platos vacíos que dejó Luffy que este comía contento.
Se terminó la cena y Luffy lavo los platos mientras Hancock apaga la fogata y limpiaba el lugar, ya después de terminar los dos entraron a la cabaña.
Luffy: Hmmm creo que se me olvida algo -decia Luffy pensando- Hmmmm.
Hancock: *Voy a dormir con Luffy en el misma cama es una propuesta de matrimonio* -pensaba Hancock-.
Luffy: Ah ya me acordé -Luffy se dirije afuera de la cabaña- Hasta mañana Hancock.
Aquellas palabras hicieron que Hancock despertara de su sueño.
Hancock: ¿Ah donde vas Luffy? -dijo ella confundida-.
Luffy: Ah dormir.
Hancock: ¿No dormirás aquí?.
Luffy: No puedo.
Hancock: ¿Por que? -dijo está triste-.
Luffy: Por que tú eres una mujer y yo soy un hombre.
Hancock: ¿Acaso te da vergüenza? Que pensamientos tienes en la cabeza -dijo está avergonzada- KIA si Luffy quiere y-yo daré mi mejor esfuerzo.
Luffy: ¿Hmmm? No puedo dormir contigo por qué eres una mujer y Nami me dijo que los hombres y las mujeres no pueden dormir juntos, por qué si lo hacen vendrán bebés.
Hancock quedó sorprendida por las palabras de Luffy que aunque ella sabía cómo y de que forma se hacen los bebés, solo se quedó con las palabra bebés.
Hancock: Ahhhh -Hancock cayó al suelo de rodillas mientras su rostro estaba tan rojo que se podía confundir con un tomate mientras se toca su pecho pues sentía como su corazón le hiba a saltar de su pecho.
Luffy: ¡Hancock ¿Estás bien? -dijo este agachándose preocupado por Hancock-.
Hancock: ~Ah ah ah ah~ Be-be-be-bes -Hancock respiraba pesadamente- s-si Luffy así lo quiere podremos hacer a nuestra heredera.
Luffy: Te voy a llevar a la cama -Luffy levanta en los brazos a Hancock dejándola sorprendida- debes de estar cansada.
Hancock: Lu-Lu-Luffy -esta se tapa su rostro con sus manos de lo avergonzada que esta-.
Luffy la acuesta en la cama con cuidado mientras Hancock lo mira.
Hancock: Por favor se gentil -dijo está con sus brazos por en sima de su cabeza dejando todo el campo libre-.
Salomé su serpiente se enrolla en una esquina para descansar.
Mientras Hancock seguía observando a Luffy esperando sus movimientos, el corazón y la mente de la emperatriz ya estaba listo para ese momento.
Luffy: Hasta mañana Hancock, espero que te mejores mañana -Luffy salió de la cabaña dejando a Hancock sorprendida y decepcionada-.
Hancock se acostó resignada pero feliz de estar con el hombre que ama, si fuera otro hombre ya habría toqueteado a la emperatriz y ella lo convertiría en piedra por ser tan horrible y de haber tocado su cuerpo con sus horribles manos.
Pero Luffy era diferente el era otro hombre para ella el mejor hombre que a conocido y el único que tiene permitido tocarla y hacer lo que quiera con ella.
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Fin de la primera parte.
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