♀♌Leo X Escorpio♏♂
Música fuerte, mujeres bailando muy sensualmente, alcohol y drogas... Un chico de cabello peliblanco de profundos ojos celestes contaba dinero en su escritorio, a diferencia del resto este chico no tenía ni un solo tatuaje, odiaba el alcohol aunque era dueño de el, vestía de manera informal, deportiva sería correcto decir.
- Prometo pagar todo!!! Solo necesito unas horas - un hombre gordo y casí harapiento imploraba en el piso - Déjenme hablar con el jefe!!!
- No te diste cuenta - los ojos celestes de aquel chico conectaron con aquellos ojos azules cristalizados por las lagrimas de ese señor.
- Eres tu el hijo del jefe - lloró el hombre - Mi familia me necesita!!! Tengo una hija de tu edad!!! Piedad... - imploró besando los pies de aquel chico.
- Soy Escorpio - se paró mientras cargaba el arma - el maldito jefe del lugar - apunto a la cabeza de aquel hombre mientras sus secuaces miraban confundidos la actitud de su jefe.
- ¡¡¡Haré lo que pida!!! - sollozó
- Jefe - habló Aries, quien era un secuaz y al mismo tiempo uno de los mejores amigos de Escorpio - La chica es... - susurro a su oído.
- Mira - hablo Escorpio sin dejar de apuntar en la cabeza de aquel hombre - Tengo entendido que tu hija es una de las "chicas" de aquí.
- ¡¡¡Ella solo hace tatuajes señor!!!
- Es una de las tantas putas de este sitio... - se acerco a aquel hombre - Mi puto negocio - lo golpeo con el arma dejando su nariz rota.
- Señor - interrumpio Aries - Creo que usted dijo que necesitaba una chica para la boda de... Ya sabe.
- La boda de mi hermana contigo - sonrio de lado - A mi madre no le interesa eso.
- Pero y a... Piscis, a ella ... - Dijo Aries mirando a su cuñado, serio.
- Tu maldita rata - señalo al hombre ensangrentado sin dejar de mirar a Aries - si que tienes suerte - sonrio y camino hacía la salida - La ramera de tu hija me será util... Y de algún modo te salvará.
Del otro lado de aquel lugar, una muchacha de cabello rubio dorado, con unos ojos azules mostraba las imágenes para tatuarse.
- Pues tienes un gran gusto - dijo la pelidorada mientras guardaba una revista.
- Y tu tienes un buen par de tetas muñeca.
No paso una fracción de segundo y la chica depósito una patada en los bajos de ese hombre.
- ¡¡¡A mi me respetas hijo de la pinche chingada!!! Pendejo de mierda!!! - mientras ella seguía insultando a aquel hombre no noto la presencia de un peliblanco que miraba divertido aquella escena.
- Y a tí que te parece gracioso teñido - se quejo la rubia - No tengo humor para hacerte un tatuaje niñato rico.
- Hugo, Hugo Cortés.
- ¿Conoce a mi padre? Le paso algo... Dígame pendejo!!!!
- Pendeja - sonrio - Tu me dijiste que te dijera así.
- Mira cojudo - apunto con el dedo a aquel chico - Con la vida de mi padre no jugues.
- Quien juega - Se paro firme a siendo así retroceder a la chica - El imbécil de tu padre debe dinero al jefe de este sitio - pauso un momento y continuó - Mi padre... Te ofreció como canje para su deuda.
- ¿Qué? - la chica parecía no entender lo que decía.
- Eres mía desde hoy Leo Cortés Hills.
La pelidorada no podía creer lo que escuchaba, su vida iría a cambiar, verdaderamente su padre la cambió... Ya no podría estudiar para ser chef, adiós a su sueño de irse a Noruega... Adiós a su vida. Esos pensamientos se adentraban en todo su ser.
- Ya llegamos - la voz de su "dueño" la llamaba - Hey despierta.
- No me grites teñido - Bajo del auto - Que ni mi padre lo hacía.
- Yo no soy tu padre primor... Soy tu peor casualidad - le depósito un beso en la frente.
La casa o mejor dicho, aquella mansión a donde fue llevada nuestra protagonista, era de color ocre, tenia al rededor de 15 habitaciones, la sala de estar tenía una alfombra de terció pelo blanca "Donde mierda me metió papá" era lo único en lo que pensaba la ojiazul.
- Ya era hora que llegarás - Una chica alta, de cabello platinado, una silueta de envidia... Será la novia de este tipo, pensó Leo.
- Piscis, ella es Leo, fuí a recogerla por eso tarde - le depósito un beso en la mejilla.
- Oh - fue lo único que dijo mientras miraba de pies a cabeza a Leo.
- Es hermosa no lo crees - Leo solo tenía un ceño fruncido, aunque no le gustará estar ahí debía - Mi novia Leo es preciosa - Cuando Escorpio dijo eso Leo abrio los ojos como platos y estaba a punto de decir algo pero los labios del chico lo impidieron.
Piscis al ver la escena sonrio y salió corriendo, a pesar de que ya no ubiera nadie, Escorpio no dejaba los labios de Leo hasta que ella lo mordió.
- Que coño hacias!!!! - se limpio los labios - yo no soy de tu propiedad pendejo!!!
- Acostúmbrate - se relamio los labios - Que ahora eres solo mía.
Despues de haber dicho eso Leo se quedo callada con una mirada neutral; una señora que tenía la edad ya avanzada la condujo a su habitación, dejando así a Escorpio solo en medio de la sala.
- El joven Morgan no es tan malo, señorita.
- Déjeme sola... Por favor - dicho esto la mujer salió y la pelidorada se miro en el espejo y solo soltó una pocas lágrimas.
Mañana siguiente.
- Y yo le dije que esos zapatos eran muy llamativos - reía Piscis mientras comia manzanas picadas.
- Me alegra mucho que la boda vaya bien Piscis - Escorpio miro el reloj - llevarías a Leo contigo hoy.
- ¿Yo? Ehhh... Claro, si la llevo, después de todo es tu "preciosa novia"
- Debo irme - beso en la frente a Piscis y miro a Leo - Cuídate amor - le dio un corto beso en los labios y se fue.
- Bien, prepárate Leo - se paro Piscis - No te quiero en esas fachas.
- Es la única ropa que tengo - contesto sin dejar de ver el plato.
- Oh - camino hacía las escaleras - otro día iré contigo, no puedo llevarte en esas fachas... Sorry cuñadita.
- Vale.... - susurró - putifresa.
Leo fue por toda la casa, era amplía, tenía muchos lugares que recorrer y ciertamente no se quedaría quieta. Encontró un pequeño jardín y se lanzo sobre el.
- Papá solo quería librarse de mí... Debió solo pedírmelo, yo me habría largado de ese basurero.
- Así que usted es la que ah estado lanzándose sobre los jardines del joven Morgan - dijo la señora de la noche anterior.
- Soy la puta del señor Morgan - cerró los ojos - al menos tengo ese derecho supongo.
- Usted debía ir con la señorita Piscis, ella salió y...
- La "señorita" no quería salir conmigo.
- De casualidad usted no sabe preparar postres o algo por el estilo... - antes que pudiera terminar la chica chillo y dio pequeños saltos.
- Enséñeme la cocina - dio una gran sonrisa y aquellos ojos mostraban alegría.
Durante toda la tarde Leo estuvo horneando cup cakes, mug cakes, cakes pops y todo lo que terminara en cakes.
- Ufff - dijo cansada - Espero que les guste lo que preprepare.
Mientras Leo y la señora Carina, la ama de llaves de aquella casa, preparaban la mesa para la cena, Piscis llego acompañada por su hermano.
- Leo no pudo acompañarnos, en otra ocasión la llevaré.
- Te dije que la acompañarás, ella no tiene ropa para muchos días.
- Llevala a una de las tantas tiendas que estan cerca al lugar de donde la sacaste, con esas ropas se sentira más comoda - dijo mirando a una esquina mientras sonreía.
- No creo que haya mucha diferencia - dijo Leo mirandola desde el centro del salón con una sonrisa igual de amplia - Con lo ramera que te vistes... Supongo que mi ropa será más decente.
Dicho esto Piscis fue frente a ella y solto lagrimas mirando con enojó a su hermano, esperando que este golpeara a su agresora.
- No me mires asi Piscis, tu muy bien sabes que es verdad - se dirigió a Leo y la tomo de la mano - Ven conmigo, traje ropa para tí.
4 meses después.
Leo hacía todo lo que le mandaban, no decía nada, Piscis y ella a penas se toleraban ver aunque Leo no entendia esa actitud de parte de la platinada, la ignoro.
- Dentro de tres días más, Piscis y Aries se casaran... Y
- Me pondre lo que me des Morgan, no tengo opción o sí?
- Seguirás enojada conmigo Leo, tu padre fue el que te ofrecio como canje yo no...
- Mi padre me vendio, si... Pero tu fuiste quien me compró - se miraron fijamente, de una manera muy fría - Al menos podrias decirme ¿Por qué a mí?
- Necesitaba una chica, es todo.
- ¿Pará qué?, eres tan jodidamente perfecto que cualquiera estaría contigo.
- Yo te queria específicamente a tí, Hills.
- Vete a la verga - dicho esto Leo empezo a alejarse pero una mano se lo impidió.
- Eres libre después de la boda - los ojos de la muchacha se abrieron demasiado y una sonrisa de oreja a oreja - Leo... lamento haberte lastimado - tomo las manos de la chica y las beso, esto confundió mas a la pelidorada, pero antes que la chica pudiera decir algo Escorpio salió.
Esos tres días parecían ser un infierno, Escorpio no paraba en casa y lo peor, ella no podía hablar con él, Piscis todo el tiempo corriendo por pequeños detalles y algunas veces era estresante escuchar esos gritos.
- Por fin Pi esta durmiendo, toda la mañana estubo viendo peinados y broches para el cabello - dijo agotada Carina.
- Yo me casaré descalza en medio de un río y mi cabello estara suelto - dijo riendo Leo mientras se sentaba en la alfombra - Odiaría verme preocupada por pequeños detalles como "la señorita Pi"
- Tu y ella no se llevan bien verdad.
- No, y no entiendo porque - se hecho en la alfombra - de cualquier modo yo después de mañana ya no estare aquí.
- Oh... Y el joven Morgan acepto su decisión?
- El me dejo ir... - miro la chimenea ardiendo.
- Creo que usted debería subir al despecho ahora, señorita Leo.
- Nheee que flojera.
- El joven Morgan esta ahí - dicho eso Leo se paro y fue corriendo con una sonrisa hasta el piso de arriba.
Cuando llego vio las luces prendidas Escorpio estaba ahí... Pero un chico de cabello oscuro profundo y ojos verdes también.
Narra Escorpio.
- Piscis y tu serán muy felices.
- Ella no quiere estar conmigo... Luego de su "accidente".
- Amigo, tu sabes que luego de eso... Ella no sabía que yo era su hermano, a quien ama es a tí.
- SE QUIZO MATAR POR TÍ!!! - recordar que yo ocasione ese problema me hacía sentir como el ser mas asqueroso del mundo.
- Yo no hize nada para enamorarla, tu fuiste quien no la visito, el que la ignoró... La dejaste sola.
- Tu sabes porque lo hize... Jefe - Yo lo había mandado a cuidar a la chica de mi vida, corría un gran riesgo... Y no esta entre mis planes perderla - Yo perdí el amor de Piscis... Para proteger a una chica que nisiquiera te conocé.
- Cállate - tenía unas ganas te partirle la nariz, el sabía a la perfección esa historia.
- Me iré con Pi luego de la boda.
- Esta casa es suya... Yo me ire, no puedo seguir en este lugar.
- Yo no puedo vivir en un lugar donde Piscis tendra recuerdos sobre tí.
- Existen muchas casas dentro de mis propiedades, solo elige una y listo.
- No soy un mantenido, ya compre una casa al norte de Alemania.
- Me parece una gran idea, pero yo necesito a un hombre de confianza aquí mientras vivo unos años fuera.
- Lo pensare, hablare con Piscis primero antes de tomar cualquier desicion.
- Entiendo... Debes tener cosas que arreglar para mañana.
- Algunos detalles, me acompañas con unos tragos, cuñado.
- Vamos - esa idea me animaba bastante, al menos dejaria de pensar en ella.
Narra Leo.
Ambos salieron sin notar mi presencia, esos dos ocultaban un gran secreto y lo hiba a descubrir.
Cuando entre me sorprendí al ver un gran cuarto de madera pulida, con una alfombra negra y llena de retratos que eran difíciles de entender. Encuentro unos cajones y los revisó, sabía que me tomaría tiempo así que lo hice rápido.
- Uhmm gran deportista - dijo mirando una foto donde sostenía un trofeo - fue a muchos lugares - dijo viendo su pasaporte y... - una tarjeta purpura "SECRETS" - fuiste tu...
Pasaron horas mientras Leo esperaba con lágrimas la llegada de Escorpio, estaba totalmente destruida por recordar aquel tormentoso pasado... Ahora tenía la oportunidad de enfrentarlo ¿tendría el valor?
- Que haces aquí, te dije un millón de veces que no entrarás a este lugar - hablo el peliblanco desde la entrada al despacho.
- Te divertiste mucho en tus viajes ¿cierto? A puesto a que sí.
- De que hablas Leo - pregunto acercándose lentamente.
- Se que te gustan las rubias...
Flashback.
~ Mi nombre no importa muñeca - dijo un hombre gordo y viejo a una muchacha de unos 17 años - puedo hacerte muy felíz.
~ Solo vine a recoger a mi padre viejo asqueroso - se escabullo la chica ignorando a aquel hombre.
~ Hey - saltaron unos chicos delante de la muchacha - Es la primera vez que veo a una chica tan sexi en un basurero como este.
En medio de tanta borrachera y poca seguridad, algo iría a salir mal, la muchacha fue llevada a un callejón donde los 3 chicos planeaban abusar de ella pero...
~ Dejenla, este riquillo la quiere y nos dara un buen biff por ella.
~ Que - fue lo único que puedo articular la chiquilla antes que la drogaran.
Los llantos de la joven nadie los escuchaba, ni siquiera el dueño del motel a donde el chico la llevo se apiado de ella.
~ Que quieres de mí - sollozaba la muchacha mientras luchaba por mantenerse firme.
~ Me gustan las rubias...
"SECRETS" Era el nombre de aquel motel, fue ahí donde una inocente adolescente perdio su pureza, se suponía que debía ser algo especial y único pero en lugar de eso... Fue asqueroso y repugnante.
~ Valiste cada centavo preciosa - dijo acomodándose el pantalón - Sabia que tenía un buen gusto - Era un tipo Castaño, parecía no ser mayor que ella, tal vez de unos 19 años, pero lo que jamás iría a olvidar iba a ser el tatuaje que tenía en la espalda, un fénix negro, estaba justo en la espalda baja del chico.
Fin del flashback.
- Leo... - intento hablar el peliblanco.
- Eres un ser asqueroso - dijo mientras se abrazaba - solo eres basura disfrazada de persona... - cuando Escorpio quizo tocarla ella lo abofeteó y salio corriendo a su habitación.
Continuará en unos dias más ╮(╯_╰)╭
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