El gimnasio finalmente quedó en silencio después de un largo día de prácticas. Mientras el resto del equipo recogía sus cosas y se despedía con sonrisas y miradas cómplices, Kenma permaneció en la esquina, fingiendo revisar su consola. Pero, en realidad, estaba esperando a T/N, tal como habían acordado.

Ella se acercó, con una expresión tranquila pero cálida. "¿Vamos a dar una vuelta? Hay algo que quiero decirte también", propuso, y Kenma asintió, guardando rápidamente su consola en su mochila.

Salieron caminando por las tranquilas calles que rodeaban la escuela, con el sol poniéndose en el horizonte. Durante un rato, ninguno dijo nada, pero no era un silencio incómodo. Era un momento para reunir valor.

Finalmente, T/N rompió el silencio. "¿Sabes? Al principio pensé que solo eras alguien callado y reservado. Pero cuanto más tiempo pasaba contigo, más empecé a darme cuenta de lo especial que eres. Me gusta cómo te preocupas por los demás en silencio, cómo te esfuerzas por ser amable incluso cuando no estás acostumbrado a hacerlo... y bueno, creo que todo eso me hizo empezar a sentir algo por ti también".

Kenma se detuvo en seco, mirándola con ojos sorprendidos. "¿En serio?"

T/N asintió, sonriendo. "Sí, Kenma. Me gustas. Así que, si todavía quieres darme una oportunidad, creo que podríamos intentarlo".

Kenma se llevó una mano al cuello, claramente nervioso, pero sus labios formaron una pequeña sonrisa. "Nunca pensé que alguien como tú podría sentir algo por alguien como yo. Pero... quiero intentarlo también. Si no te importa que sea un poco raro".

T/N rió suavemente. "Me encanta que seas raro. Es lo que te hace ser tú".

Cuando llegaron al gimnasio al día siguiente, la noticia parecía haberse filtrado mágicamente. El equipo los recibió con aplausos y bromas.

"¡Finalmente, Kenma!" gritó Lev, dando un salto exagerado. "¡Ahora no tienes excusa para quedarte pegado a tu consola todo el tiempo!"

"Tómalo con calma, Lev", intervino Kuroo con una sonrisa, dándole un golpe en la cabeza. "No queremos que Kenma se asuste y se arrepienta".

Kenma, que normalmente habría estado irritado con los comentarios, simplemente sacudió la cabeza y sonrió mientras miraba a T/N, quien le devolvió la mirada con una sonrisa cómplice.

Mientras el equipo continuaba con sus bromas, Kenma y T/N compartieron una mirada que decía todo lo que necesitaban saber: este era solo el comienzo de algo especial.