Kuroo había hablado tanto de su nueva amiga, T/N, que el equipo estaba ansioso por conocerla. Ella era amigable, segura de sí misma, y no tardó en encajar con todos. Cuando Kuroo la presentó oficialmente como la nueva manager del equipo, fue una sorpresa para todos... pero no tanto como ver a Kenma levantar la mirada de su consola para saludarla, aunque tímidamente.

Desde ese día, Kenma parecía distraído. Ya no se quedaba pegado a su consola como antes, y cada vez que T/N estaba cerca, encontraba excusas para hablar con ella o al menos escucharla.

"¿Kenma está... interesado en alguien?" preguntó Yaku, observando cómo Kenma, normalmente reservado, estaba ayudando a T/N a organizar el equipo de entrenamiento.

"No hay duda", respondió Kuroo con una sonrisa astuta. "Le gusta T/N".

El equipo decidió ayudarlo. El primer paso: animar a Kenma a pasar más tiempo con ella. Lev, siempre entusiasta, fue el primero en intervenir. "¡T/N! ¿Por qué no le ayudas a Kenma con sus estrategias de juego? Seguro que necesitas a alguien inteligente como él para entenderlo".

Kenma, al escuchar eso, se puso rojo, pero no dijo que no. A medida que pasaban más tiempo juntos, T/N comenzó a notar los pequeños gestos de Kenma: cómo se aseguraba de que tuviera una botella de agua fría después de los entrenamientos, cómo le explicaba pacientemente sus juegos favoritos, y cómo su mirada se suavizaba cada vez que hablaban.

El equipo, por supuesto, no dejaba pasar ninguna oportunidad de empujarlos más cerca. En una ocasión, mientras practicaban, Yaku "accidentalmente" dejó caer una pelota cerca de ellos, obligándolos a estar más juntos. Incluso Kuroo, con su habitual sarcasmo, le hacía comentarios como: "Kenma, nunca pensé que cambiarías tu consola por algo... o alguien".

Finalmente, fue Lev quien lo dijo directamente frente a T/N. "¡Kenma está enamorado de ti, T/N! Por eso no juega tanto como antes".

El silencio se hizo en el gimnasio. Kenma abrió los ojos de par en par, su rostro completamente rojo. "Lev... ¡cállate!"

T/N no pudo evitar reírse, aunque su corazón latía con fuerza. "Kenma... ¿es cierto?"

Kenma asintió, apenas capaz de mirarla a los ojos. "Sí... pero entiendo si no sientes lo mismo".

T/N sonrió suavemente y tomó su mano. "Bueno, creo que deberíamos hablar de eso después del entrenamiento. Pero ya te adelanto que tienes una buena oportunidad".

El equipo estalló en aplausos y vítores, mientras Kenma solo sonreía tímidamente, su corazón latiendo más rápido que nunca.