°Regalo para la Jefa°

Berk se encontraba tan tranquilo como siempre. Todos realizaban su trabajo como debian, pero ahora era tiempo del descanso y la pandilla decidió tomarse uno en grupo, reuniéndose al rededor de una mesa como siempre solían hacer, aunque siempre alguien faltaba. Pero hoy no era el caso. El jefe y la jefa decidieron ir al mismo horario y charlar con sus amigos como siempre lo hicieron desde niños y adolescentes adultos. 

-¡Y vaya que Patan quedo como un....patan!-decia Brutacio riéndose de cuando Patan creyó que Heather y la jefa estaban enamoradas de el.

-dioses-rio Hipo negando con la cabeza y comiendo un poco de aquella sopa de Bocon.

-no es asi como lo recuerdo-dijo Patan orgulloso.

-pues es asi como paso-dijo Tilda burlándose y todos volvieron a reír.

-pues por lo menos ahora tengo barba-dijo acariciando su pequeña barba.

-uuuoooo...-dijo el grupo al unisono.

-callate Patin-dijo su hermana saliendo en defensa.

-paren de discutir, debemos disfrutar el dia-dijo Patapez apaciguando las aguas-¿Mas amorcito?-dijo tomando el tazon de Tilda.

-pues si ¿O que crees?, ¿Que se llena solo?

-ya voy, si si-dijo levantándose.

-oye hermana, tratarlo bien, no queremos que alguien que por fin sabe cocinar se harte de nosotros-dijo riendo.

-cierto, pero esta relacion se basa en que me mantenga viva, ademas fue su decisión-dijo urgandose los diente.

-menos mal que no tome yo esa decision-dijo Patan en un susurro al jefe.

-pues por que no te escogio a ti-se burlo el.

-dioses, ire por mas-dijo Astrid levantandose del asiento e Hipo le dedico una mirada dulce a su jefa y mujer.

-bien-le dijo mirandola como un tonto.

-vaya, vaya, lo que hace el amor-dijo Bocon pasando por ahi e Hipo rapidamente se volvio en el.

-Bocon-lo reto.

-dioses, que feo se ve todo esto desde afuera-dijo Tilda con cara de asco.

-pero amorsito, tu y yo nos dedicamos esas miradas-dijo Patapez llegando con el tazon y ella rodo los ojos.

-hablando de eso, Hipo realmente nunca fuiste celoso de Astrid, ¿O si?-pregunto Tilda con intriga y no solo ella, sino la del resto del grupo.

-¿Enserio hay que hablar de esto ahora?-dijo serio y alzando una ceja.

-vamos jefe, diviértase-dijo Patan-¿O acaso perdió el sentido del humor?-dijo burlándolo y el lo miro serio.

-bueno am...-el se rasco la nuca-no precisamente, nunca fui celoso de ella-dijo jugando con su sopa.

-ah, vamos-dijo Tacio-me diras que nunca te pusiste celoso de las miradas que le dedicaba la aldea cuando tenia el pelo suelto y ese broche que sostenía en su pecho en forma de nadder-dijo mirandolo incredulo.

-pues por lo que veo tu fuiste la que la miro demasiado-dijo el alzando una ceja y Tacio abrio los ojos rapidamente-¡Patan me lo conto!-lo acuso y este tambien se vio alarmado, a lo que Hipo y el resto de la banda rio.

-Brutacio, Astrid es hermosa, cualquiera podria mirarla, mas ahora que es jefa, pero se que no me traicionaría jamas y ahora tiene a un solo hombre-dijo seguro y todos hicieron una mueca de burla y amor-hey, los encerrare a todos-dijo molesto y sonrojado.

-¡El jefe se enamorooo!-grito Tilda y todos reían.

-¿Que tu que?-dijo llegando Astrid a su lado y dejando el tazón sobre la mesa.

-que se enamoro-dijo sonriente Patan.

-¿Y de quien?-dijo ella burlista y mirándolo con complicidad.

-de ti-dijo el sonrojado y sin apartar la mirada de sus ojos, realmente se dejo llevar.

-¡Wuuuuuujuuuuuuuu!!-grito Tacio golpeando la mesa con una sonrisa. Realmente el jefe empezaba a odiar estos almuerzos.

-calmate bebe-dijo Astrid a su oido y dejando un beso en su mejilla, por arriba de su peluda barba-es un juego-dijo tomando su tazón y yendo a cargar mas sopa.

El jefe y la jefa no solían demostrarse amor en publico, pero rara vez sucedía y ni ellos podían evitarlo. Eso tanto como las contestaciones románticas.

-en fin Tacio, siendo jefa ahora, dudo que alguien se atreva a acercarse a ella en busca de cosas raras, probablemente terminaría mal-rio Hipo.

-si, pero te equivocas en algo amigo mio, Astrid no se ve como una jefa-dijo llevandose sus manos al menton.

-¿De que hablas?-dijo el confundido.

-vamos, aqui obviamente la reconocemos asi, pero piensa ahora aquellas reuniones con tribu o tratados de paz, ella debe tener algo que la condecore, la haga sobresalir y diga, "Soy la esposa del jefe y Jefa de Berk, domadora de dragones, ¡Atrás o terminaran quemadooos!"-dijo el abriendo sus manos a cada palabra.

-dioses-rió-tiene la capa de piel-dijo el rodando los ojos.

-¿Y cuando se la saque?-dijo Patan-creo que Tacio tiene razón, ella necesita algo que sobresalga, que la haga lucir cual jefa incluso cuando no tiene la capa-dijo concordando.

El jefe volteo a mirarla cargar el tazón. Realmente aquello lo hizo pensar. Era verdad. Ahora mismo no traía la capa y podía ser confundida como cualquier otro ciudadano, cuando claramente ese no es su único rol. Quizá podía hacer algo hermoso para que su reina se viera con mas autoridad aun, pese a que dentro de Berk claramente lo era, afuera seria distinto.

-¿De que hablan?-dijo llegando al lado del castaño y rozando disimuladamente, su dedo contra la mejilla del castaño para hacerlo mirar al frente, pues se había quedado mirando en dirección a ella.

-de que no te ves como jefa-dijo Patan mirándose las uñas y desembuchando todo. 

-Patan...-dijo el jefe entre dientes.

-¿Que?, ¿No hablamos de eso?-dijo sincero.

-pues esta jefa te duplicara el trabajo y asi veremos si la reconoces-dijo seria y mirandolo con una mirada asesina.

-tu ganas-dijo alzando los brazos.

Luego del almuerzo cada uno fue a hacer su trabajo. Pero Hipo seguía pensando en lo que Brutacio y Patan dijeron, a lo que claro, tuvo una idea fija de que hacer, pero necesitaba sus medidas.

-hey-dijo la voz de su esposa entrando a la forja.

-hola bebe-dijo el dulcemente y volteando a verla.

-¿Que haces?-dijo ella sonriente y acercandose a el.

-nada, pensaba hacer algunos planos para los rebaños, ya sabes, las ovejas y jacks deberian estar mas cómodos que en la granja del viejo Sven, ademas el frio las congelara y no podemos arriesgarnos a que el pueblo se quede sin comer-dijo serio y sentia la mirada de su esposa fija en el-¿Que?-dijo con una sonrisa.

-nada, amo cuando planeas cosas, te ves sexy-dijo coqueta y el muchacho sonrio para tomarla por la cintura y traerla a el fuertemente.

-y tu luces hermosa cuando dices esas cosas-dijo sonriente y mirándola fijamente a los ojos muy cerca de su rostro.

-mj-rio poniendo sus manos tras su cuello y rosando sus narices-bebe, ¿Enserio crees que no me veo como jefa?-soltó e Hipo se puso serio.

-claro que no, tu eres jefa As, nadie en Berk se atrevería a decir lo contrario, ademas, luego de besarnos frente a todo el pueblo, en medio de un altar, pues creo que esta mas que claro-dijo sarcástico y ella sonrió.

-lo se, solo que me dejo pensando, a veces Patan dice estupideces, pero hoy me hizo pensar-dijo seria y mirando un punto.

-si, nos paso a los dos-solto sin pensar.

-¿Que?-dijo mirandolo.

-nada, nada-la tranquilizo y tomo sus manitos quitandolas tras su cuello-tengo que trabajar bebe, luego nos vemos-sonrio dejando un beso en sus frias manos.

-claro-dijo miradolo dudosa y saliendo.

-dioses-solto un suspiro-bueno, creo que tengo cosas que hacer-sonrio satisfecho y puso manos a la obra.

Ya tenia lo que necesitaba, sabiamente lo supo conseguir. Así que sin mas empezó a fundir hierro y se puso manos a la obra. Sabia que hacer, ya lo había dibujado en su cuaderno así que tenia un diseño. 

Agradeció todos los años siendo aprendiz de Bocon, su facilidad para manejar el hierro y hacer cosas hermosas no se debía a nada mas y nada menos que el. Fundía, acomodaba, martillaba, pulía y mojaba. Todo iba quedando a la perfección. Claro debía cuidar que su chica no se acerque, pero no creía que lo haga. Sabia perfectamente lo que hacia cuando quito sus manos tras su cuello. Astrid no volvería por un rato, realmente no le gustaba cuando el hacia eso y ella lo sabia, sentía una leve exclusión de sus planes, entonces no se metía hasta que otra vez se encontraran en la casa. Hipo no lo hacia nunca, pero hoy lo tuvo que hacer, sabia que no se arriesgaría a que ella lo viera.

-¿Trabajando?-dijo Bocon entrando a la forja.

-asi es-dijo el con una sonrisa y mirando bajo la lupa los últimos detalles.

-ya veo, y ¿En que?-dijo con una sonrisa y los brazos en jarra.

-en un obsequio-le sonrió el chico.

-ouu, ya veo, ¿Primer aniversario?-pregunto curioso.

-no Bocon, nos casamos solamente hace nueve meses-dijo sonriendole y negando con la cabeza.

-y todavia me sorprende que no haya bebe-dijo indignado e Hipo abrio los ojos como plato y se sonrojo.

-¡Ahg!, ¡Callate viejo!-dijo quejándose-¿Que no tienes algo que hacer?-dijo molesto y Bocon rio.

-no, solo molestarte hijo-dijo soltando una carcajada-vamos, dime en que trabajas-dijo acercándose a husmear. 

-tienes suerte de ser pariente-dijo el chico serio y dejándolo observar-es un obsequio para Astrid, hoy en el almuerzo Patan y Brutacio aludieron a que ella no se veia cual jefa y bueno, creo que hasta ella misma lo piensa, asi que le quise hacer algo lindo y significativo-sonrio el muchacho.

-ya veo, realmente es perfecto, liviano y a medida, pero falta algo-dijo llevandose el dedo al menton y observando.

-no falta nada-dijo el chico rodando los ojos.

-no, si si-dijo seguro-creo que le falta algo que diga "Astrid"-dijo asintiendo para si mismo y aun con la mano en la barbilla.

-no pondre su nombre-dijo serio-no es para eso que lo hice-dijo mirandolo.

-no, no, no-dijo aun mirando el obsequio pensativo-realmnete necesita algo, mira.

Realmente eso hizo que el castaño pare un segundo y lo escuche. Realmente tenia un punto. Era elegante, hermoso y fuerte, pero no decia Astrid Haley Hofferson de Haddok. Realmente en su mente decir eso se le hacia hermoso. En fin, Bocon tenia razon, no decia su nombre.

-deberias ponerle algo que diga "Astrid"-le seguia diciendo haciendo que el chico salga de sus pensamientos.

-tienes razon-admitio-¿Pero que?-dijo pensativo.

-una medalla, quiza un Nadder, algo que le guste a ella-dijo tirandole ideas.

-un....dioses-dijo emocionado-¡Eres un genio Bocon!-dijo el abriendo los ojos de par en par y tomando a su rubio amigo de los hombros en señal de emocion.

-¡Hipo!-se oyo una voz entrando a la forja y haciendo que ambos se sobresalten.

-¡¡Aaaaah!!-gritaron los dos abrazándose y mirando fijamente que la rubia habia entrado y estaba frente a el. 

Su plan no salio bien. Parece que esta vez la rubia si sintio la exclusión, pero no se daria porvencida. Ya no mas, quizá funciono los primeros meses, pero era obvio que Astrid no permitiría eso en su matrimonio.

-Aaas-dijo el castaño sonriendo nervioso y tapando su obra-¿Que estas...que amm...haces aqui?-dijo nervioso y rascándose la nuca mientras Bocon los miraba con los ojos abiertos.

-pues ayudándote en tu trabajo, a menos que me quieras excluir-dijo cruzada de brazos y moviendo su pie.

-esto no parece bueno-le dijo Bocon sin susurrar ni nada.

-dioses-el chico rodó los ojos-As, estoy trabajando en los rebaños, tranquila-dijo intentando calmarla.

-pues déjame ver, ya termine mis tareas-dijo acercándose.

-no, no-dijo el acercándose a ella y poniéndose en frente mientras se movía evitando que ella pase por los costados.

-¿Que ocultas?-dijo mirándolo fijamente y el se rasco la nuca.

-nada-dijo nervioso y con algo de miedo.

-dime que es-dijo igual de seria.

-pues ya te dije que no es nada-dijo retrucandole a su esposa y cruzandose de brazos.

-si claro, como si no te conociera-dijo sarcástica y mirando retadora a su marido de igual forma-dime.

-no-dijo el serio.

-¿Dijiste no?-dijo alzando una ceja.

-asi es, no es de tu incumbencia-dijo serio y decidido. Decidido a perder alguna otra extremidad.

-oh Thor-se escucho decir a Bocon totalmente asustado.

-¿Ah si?-dijo apretando los dientes y mirándolo molesta.

-si-dijo el castaño serio e intentando ocultar la gota de sudor que le caia por la cabeza.

-bien-dijo irónica y con una mirada asesina mientras levantaba su hacha con su pie y le daba unas vueltas en su mano-marcaste tu terreno Haddok, no te pases de tu archipielago ahora-dijo seria y apuntándolo con su hacha para luego irse furiosa.

-dioses-dijo soltando un suspiro y agarrándose el corazón-eludí eso de milagro-dijo tomando aire.

-¿Eludir?, hijo ¿Sabes con quien te casaste?-dijo Bocon mirándolo con incredulidad.

-lo se, cabe mi tumba, no me lo recuerdes, pero se que le gustara mi obsequio y la hara cambiar de opinion-dijo el sonriendo-¿Verdad?-dijo ya que el rubio lo seguia mirando serio.

-solo te dire, que si no puedes entrar a tu casa hoy, estare esperandote en la mia, tengo un colchon, aquel viejo que usabas cuando niño-rio palmenando su hombro.

-Bocon si voy a entrar a mi casa hoy-dijo el muchacho y oia como el rubio seguia riendo.

-te espero hijo-dijo alejandose.

-dioses-rodo los ojos y miro el obsequio-ya se que te pondre-dijo satisfecho.

Para el anochecer Hipo habia terminado su obsequio, ahora si estaba completo, todo decia Astrid Haley Hofferson de Haddok, jefa de Berk y el nuevo Berk. Mi esposa. Sin mas envolvio aquel obsequio en un cuero y salio de la forja para dirijirse a su hogar, su dulce hogar. 

Subio los tres escalones de la entrada y se acomodo el cabello para luego tomar la manija de la puerta y girarla para pasar.

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Veremos que pasara luego, no creo que después de esa pelea la jefa se lo haga facil, pero, ¿Que hará?, ¿Cual es el regalo?

Historia mía, original y sin tomas.

Muy pronto.

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Mc






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