°La perfecta excusa°
La mañana yacia en Berk. Las gallinas cacareaban y los gallos anunciaban la salida del sol alborotando completamente a las ovejas. Y al viejo Sven obviamente. Los aldeanos empezaban a levantarse y dirijirse al gran salon para tomar su desayuno e iniciar las actividades cotidianas que el jefe y la jefa se encargaron de asignar.
Pero mientras todo eso se daba naturalmente, habia dos Vikingos que no tenian esas mismas intenciones. Dos de los cuales habian tenido una noche bañada en besos y solo besos, risas y toqueteos, pero nada mas alla. No podian debido a tanto cansancio.
-mmmh...-empezo a despertarse una rubia-...dioses...-dijo frunciendo el ceño y estirandose en la cama.
-As...-se ollo una voz contra su cuello que la apreto mas a el y se acurruco completamente.
-amor, dejame estirarme-dijo con una risilla y el reia aun adormilado y con los brazos en su cintura.
-no quiero-dijo sonriente y ella rio tambien.
-si yo tampoco-dijo sincera y apoyando sus manos sobre las suyas en su cintura-quiero mas besos-dijo volteando aun en la cama y apoyando sus manos en el pecho de su castaño.
-lo se, tambien yo-dijo abriendo un ojo y mirandola con una sonrisa mientras posicionaba sus manos otra vez en su cintura y mas abajo-anoche si que te gustaban-dijo picaro y ella se sonrojo.
-y quiero mas, muchos, muchos mas-dijo subiendo sus manos por su cuello hasta dejarlas tras su cuello y mimar ahi.
-¿Muchos?-pregunto picaro mientras se acercaba a su rostro.
-muchos-dijo ella con una sonrisa y presionando los labios contra el amor de su vida. Se dieron pequeños y suaves besos. Algunos se hacian mas largos y contenian mas intensidad. Pero su Hipo se encargaba de romperlos-hey..-dijo molesta y el le sonreia-deja de cortar los besos-dijo volviendo a sus labios.
-se como terminara si seguimos-dijo sobre los suyos y como pudo ya que su reina no lo dejaba articular mucho.
-¿Y que?-dijo encimandose a el y poniendose a ahorcadas para poner sus manos sobre sus mejillas y continuar el beso. Besaba con suavidad a su chico y ladeaba su cabeza. Todo su pelo largo y rubio caia por un costado. Hipo masajeaba su cintura y hacia uno que otro movimiento que encendía al castaño.
-dioses...-dijo separandose para recuperar algo de aire-si mi yo de 15 años estuviera aqui lo felicitaría por no rendirnos en cuanto a tu amor-dijo burlista y Astird rio sonoramente mientras acariciaba su mejilla.
-¿Acaso te gusta esto?-dijo alzando una ceja.
-creo que gustar no llega a completar ni un mininmo de todo lo que siento cuando te pones asi-dijo picaro y ella rio.
-me encantas-dijo sonriente y besando sus mejillas.
-waw, la hermosa Astrid Haley Hofferson esta romantica-dijo burlista y ella le pego en el hombro-auch...-dijo con una sonrisa dolorida y sobandose el hombro.
-no digas mi nombre completo-dijo seria y señalandolo con el dedo.
-¿Por que no?-dijo doblando la apuesta y acercando su cabeza para darle un suave beso a su dedo.
-tonto-dijo mordiendose el labio-por que es tonto el nombre-dijo seria y el seguia acariciando sus caderas.
-para mi es hermoso, el mas hermoso de todos-dijo el con una sonrisa y ella rio-si no te lo cambio a mimosa Haddok-dijo sonriendo picaro y ella rio masajeando su pecho.
-si, lo estoy, ¿Y que?-dijo con una sonrisa melosa y el rio.
-nada, nada, a mi me gusta verte asi-sonrio-ciertamente crei que jamas serias asi-alzo una ceja.
-pues que mal por ti, significa que me case con alguien que no me conoce-dramatizo divertida aquella escena.
-ja-rio sarcástico y la abrazo de la cintura para tirarla de nuevo a la cama y ponerse encima-créeme, no hay Berkiano que pueda conocerte mas que yo-dijo con una sonrisa y cerca de sus labios a lo que Astrid sonreía sonrojada y satisfecha.
-lo se-sonrió-ay dioses-dijo pasando los brazos por detras del cuello del castaño y abrazandolo. El sin mas se dejo caer y se abrazo a aquella rubia.
-mmm...-se acomodo en sus pechos de manera ideal y la que a el mas le gustaba.
-hey, no te acomodes mucho-sonrio mientras acariciaba su cabello-tenemos que levantarnos-dijo empezando a trenzar algunas mechas.
-ahg...-dijo refunfuñando-realmente no tengo ganas...-dijo adormilado y frunciendo el ceño.
-si, tampoco yo-dijo mientras seguia peinando su cabello y sentia como su castaño acariciaba su cintura lenta y discretamente-soportar al viejo Sven quejandose de que sus ovejas no lo obedecen.
-armar un nuevo rebaño que estas mismas derrumbaran...-siguió el chico.
-revisar los campos de batalla y a los nuevos reclutas...
-revisar los barcos de mercadeo y trueque...ah y no olvidemos los que vienen de la vigilancia-dijo agotado-dioses..con solo hablar ya quiero dormirme otra vez en tu pecho y vaya aqui estoy-sonrio-suerte la mia-dijo acurrucandose mas.
-Hipo...-rio sonrojada-realmente te gusta estar ahi ¿Eh?.
-¿En los pechos de mi rubia?, pues claro que si-sonrio picaro-podriamos quedarnos, solo por hoy, ¿Que dices?-dijo apoyando el menton sobre sus pechos y mirandola.
-por mi esta bien-acaricio su mejilla-diremos que los dragones estaban molestos y teniamos que estar con ellos-dijo abrazandose a su prometido y cerrando los ojos.
-asi es...-sonrio el satisfecho y se acurruco a su reina.
Ambos dejaron que el silencio y los mimos los lleven de nuevo a conciliar el sueño, ¿Que era mas hermoso que volver a dormir y encima juntos?. Luego se justificarían, la razón seria mas que valida y ademas era el jefe y la jefa. A veces pensaban que Brutacio si tenia razón cuando decía que serian unos tiranos.
Pero todo cambio en un instante.
-¡Thor santo!-dijo una Astrid abriendo los ojos rápidamente-¡Amor!-dijo moviendo a Hipo.
-¿Mmm?..-musito aun dormido en su pecho y con una sonrisa mansa.
-¡Hey, despierta!, ¡¡No tenemos dragones!!-dijo haciéndolo a un lado y levantándose para quitarse el camison y buscar su ropa.
-¡Dioses, es verdad!-dijo el castaño levantándose tras ella y buscando su remera.
-ay dioses, llegaremos tarde-dijo desesperada y poniéndose las botas.
-dioses, ¿Por que no podemos usar mas excusas?-dijo molesto y poniéndose la remera.
-ahs...-se quejó la rubia apurada.
-...mami...-dijo una dulce y triste voz que hizo que pararán cualquier movimiento.
Ambos adultos miraron hacia la puerta del cuarto que se abría con dificultad y dejaba pasar a una triste niña pelirroja.
-mami...no encuentro mi peluche..-dijo sollozando y limpiándose las lagrimas con la mano.
-o...-dijo la rubia mirando a Hipo con una ceja alzada y un rostro pícaro-si podemos-dijo victoriosa-ven amor-dijo agachándose y abriendo los brazos para que su dulce pequeña se acerque a ellos aun refregando su ojo.
-mami..-dijo haciendo puchero y llegando a ella para tirarse a sus brazos y esconder su cabeza en su hombro.
-mi pequeña hermosa-dijo ella alzándola y acariciando su espalda mientras se movía de un lado a otro. Su hija ya acomodo sus piernas al rededor de ella y Astrid se volteo a Hipo para mirarlo picaro y alzar repetidamente las cejas.
-dioses-sonrio su amado y rodo los ojos-tranquila Zephyr, papa encontrara tu peluche-dijo poniendose detras de su rubia y acariciandole la espalda a su bebita.
-por favor papi-suplico su niña mirandolo con desesperación.
-tranquila mi amor-dijo el limpiando la lagrima que caia por sus ojos y dandole un beso en la cabeza-ya vengo, quedate aqui Zep-dijo saludando a su rubia y saliendo del cuarto.
-hey-dijo ella con su hija aun alzada y haciendo que la mire-tranquila amor, papa encontrara el peluche y vendar aqui con nosotras-dijo mirando con una sonrisa a su pequeña hermosa.
-¿Si?-dijo con un puchero.
-claro que si Zephyr-dijo Astrid sonriendo y volviendo a abrazar a su hija-eres hermosa-dijo encantada por la dulzura y sensibilidad interna de su bebe, era característico de Hipo y eso la enamoraba mas.
Nunca creyó que llegaría a ser madre, pero realmente Hipo habia puesto un hermoso sentimiento de deseo maternal en ella y obvio si queria. Ademas de no poder soportar ver a su chico sin la camisa y no querer abalanzarse a sus brazos y que la haga suya. Y si que no se equivoco con eso, el castaño la había hecho sentir tanto placer que ni ella lo podía creer a veces. Quizá le digan débil, pero sabe usar sus armas.
-miren quien esta aquí-dijo Hipo pasando con los brazos tras la espalda, claramente escondía el peluche ahi.
-¿¡Lo encontraste?!-dijo desesperada y mirándolo con intriga desde los brazos de su madre, sin importar que la arrastrará para llegar a su padre.
-tan, tan, taan-dijo acercandose con una sonrisa-aqui esta...¡¡Chimuelo!!-dijo dejando ver un peluche negro identico a su furia nocturna.
-¡Chimuelo!-dijo su hija tomando el peluche en sus brazos y abrazandolo como si este fuese real-gracia papa-dijo estirándose y abrazándolo, obvio Astrid se acerco ya que aun seguía en sus brazos.
-de nada amor-dijo abrazando a su chica y Astrid se la paso por completo-¿Hoy también se tienen que ir?-dijo haciendo un puchero y ambos se miraron.
Astrid sonrio victoriosa y alzando una ceja e Hipo simplemente negó con la cabeza.
-no, hoy no mi amor-dijo sonriendole a Hipo y este le correspondio.
-¿Enserio?-dijo emocionada.
-enserio, nos quedaremos contigo-dijo Hipo mirandola con una sonrisa.
-¡¡Siii!!-grito emocionada-ire a buscar mis otros peluches, quiero oir una de tus historias y todo deben estar aqui-dijo realmente enserio y su padre la bajo al suelo.
-no corras Zep-dijo su padre, pero la niña no le dio mucha importancia.
-dioses-rio la rubia y el la miro.
-creo que encontramos una excusa-dijo alzando una ceja y atrayendo a su rubia por la cintura.
-si, una perfecta excusa-bromeo y ambos rieron rozando sus narices.
Apenas Zephyr volvio con sus dragones de peluche los tres volvieron a la cama y se taparon bajo las mantas de piel abrigadoras, mientras Hipo las deleitaba con historias de cuando los dragones habitaban Berk y las aventuras con las cuales se encontraban, hasta que claro la pequeña Zephyr se durmió acurrucada a su madre y los dos adultos acompañaron su accionar.
Hoy el jefe y la jefa tenian una "excusa" y era la mejor de todas, su hermosa hija.
°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-°-
Bueno, hola a todos y todas mis lectores, como ya dice la descripción cree este espacio de historias cortas, son por que me gusta y además por que es una forma de compensar mi tardanza a otras historias. En fin espero que les guste mucho.
Al parecer Hipo y Astrid encontraron la mejor de todas las excusas para seguir acurrucados en la cama y disfrutar un dia de descanzo, espero que les haya gustado. Me inspiro una foto que vi en ig y la dejare aqui tambien para que la lean, obvio esta adaptada a mis palabras e imaginacion.
VOTEN Y COMENTEN
Mc
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top