°Danza vergonzosa°
Era un dia soleado en Berk. Los terrores terribles cantaban tranquilos, los aldeanos alimentaban y entrenaban dragones y los niños hacias sus clásicas travesuras.
Y mientras todo era normal, una de las mas hermosas vikingas volvía con una cesta bajo su brazo. Se fue al bosque a ayudar con la colecta anual de hortalizas, no tenia nada mejor que hacer, su hacha habia quedado en manos de el herrero mas hermoso a sus ojos. Y si, ese era Hipo Haddok.
En una hermosa tarde de entrenamiento para mejorar aun mas, su calibrada puntería, esta misma pego contra la roca mas cercana rompiendo una de sus hojas y como era obvio, no habia nadie mas experto para arreglarla que el amor de su vida. Obvio no se debía a un error de ella, sino a una caricia que Tormenta buscaba y que termino desequilibrando el codo de la guerrera.
Mientras todas las aldeanas continuaron con el trabajo, Astrid se acercó a la herrería con la misma cesta en el brazo para ver si Hipo había terminado con su hacha. El prometió que podría arreglarlo, pero pidió un par de horas para hacerlo. Ella dejó su preciosa arma en sus manos capaces y se lanzó a sus tareas de la mañana.
Pero antes de entrar a la herrería noto que su estomago retumbaba por el hambre, así que supuso que también el de Hipo. Sin mas metió comida en su cesta, nada podía ser mas perfecto que un descanso merecido por trabajar bajo el brillante sol, y en cuanto a el, estar prácticamente todo el día cercano a la ardiente forja.
Cuando se acercó, empezó a oír un zumbido, como si fuese una melodía, pero el tono era como el de ¿Hipo?. La domino la intriga así que rápidamente dejó la cesta en silencio y se cruzó de brazos, inclinándose sobre el mostrador para observar.
Hipo estaba de espaldas a ella y no se dio cuenta de su llegada. Miró por encima de él y parecía que estaba solo.
Hipo no cantaba ni bailaba a menudo, o en realidad en lo absoluto, por lo que su suave zumbido ahora la tomaba por sorpresa. Podía llevar una melodía decente y una sonrisa adornaba los labios de Astrid. Se veía tierno y peculiar, nunca lo vio así de feliz. La melodía sonaba como una de las pegadizas canciones alegres que el grupo de músicos de Berk había tocado en el gran salón la noche anterior.
Hipo golpeó sus dedos en el banco de acuerdo a la melodía. Tomo el hacha de Astrid y miró a lo largo de la hoja, cantando la letra en voz baja.
Astrid apoyó la barbilla en su mano con una sonrisa divertida. Hipo golpeó su prótesis en el suelo, con un salto en sus pasos mientras se dirigía hacia la piedra de afilar. El metal chispeó mientras lijaba el borde y su pie movía el pedal de la rueda en un ritmo distintivo.
Una vez que terminó, giró hacia la mesa de trabajo y la sonrisa de Astrid se ensanchó. Al final no era tan mal bailarín como quería hacerle creer. Hipo estaba bailando alrededor de la fragua.
Dejó caer su hacha e inclinó su cabeza a lo largo de su melodía, buscando su trapo pulidor. Se balanceó hacia el y se dispuso a limpiar la hoja brillante.
Sin mas cantó la última palabra, sacando la nota con un tono hermoso. Una vez que terminó, Astrid aplaudió con entusiasmo sus manos.
-¡Gah!-grito totalmente sobresaltado dejando caer el hacha en su pie bueno. Maldijo y se dio la vuelta, con una mano aferrándose a su pecho-¡Astrid!-se quejo agitado.
-eso fue maravilloso-dijo mordiéndose el labio inferior y dejando que sus ojos brillen con malicia.
-¿Cuánto tiempo has estado allí?-dijo el con un claro puchero en su rostro, sabiendo que la sonrisa alegre de Astrid significaba burlas por venir.
-oh, para tu hermosa suerte, he estado aquí todo el tiempo-rió y el cerro los ojos-estabas tan envuelto en tu pequeña rutina de baile que ni siquiera lo notaste.
-genial-dijo sarcástico y frotándose la cara con la mano.
Y para sumarle a todo esto, un viejo herrero se sumaba a este campo de burlas. Bocon entró por la parte posterior de la forja, tomando un poco de aquel crisol de metal que tenia como uno de sus modelos de prótesis.
-mírate, ponte a trabajar-le grito.
-si, si-se quejo-¿Qué estás haciendo aquí?-realmente no pudo contener su malhumorado ceño.
-vine a traerte el almuerzo, pensé que podíamos tomarnos un descanso-dijo sonriendole-pero al parecer tengo un espectáculo en su lugar-rió.
-oh no me digas-intervino Bocon-¿Hipo se estaba quitando la camisa de nuevo?, Señor, con todo este fuego caliente te entiendo, pero ciertamente no hay mucho honor en cicatrices de la estupidez...-dijo negando con la cabeza-a las mujeres les gustan las historias de sus cicatrices, sobre todo cuando te las cuentan luego de hacerles el amor-rió y ambos jóvenes se ruborizaron.
-¡Bocon!-se quejo el joven-¡No me estaba quitando la camisa!-dijo exasperado-y evita esas cosas por favor-dijo mirando a Astird. Si, ella seria quien pasee sus manos por su pecho, pero no quería que alguien mas lo diga.
-es verdad Bocon, en su lugar había otro tipo de entretenimiento-rió su chica-¿Sabías que Hipo podría cantar y bailar, Bocon?
Hipo resopló y puso los ojos en blanco. Realmente amaba a esa mujer, pero sabia que esto seria comida para sus burlas.
-¡Oh, sí!-dijo entusiasmado-la forja es en realidad un estudio de danza, el muchacho me ha dado serenatas enteras, principalmente sobre una muchacha..
Astrid sonrió al instante, parecía que todo su rostro se ilumino.
-cuéntame-dijo emocionada.
-Bocon, no-dijo Hipo serio.
Bocon lo miro, pero al segundo junto sus manos y agitó las pestañas.
-Oh, mi amor, tus ojos son como un cielo sin nubes en un día de mediados de verano...-empezó a relatar con una voz de enamorado.
-¡Bocon!-dijo desesperado y girándose a ver a su chica-Astrid, está diciendo tonterías, nunca eh..-fue interrumpido por el grito del viejo.
-tu cabello fino como la seda del maíz, el color del trigo meciéndose en la brisa...-dijo sintiendo cada palabra, tal como Hipo solía hacer.
-esto es ridículo-dijo avergonzándose mientras Astrid se reía contenta.
-¡Cuenta mas!-dijo entusiasmada.
Bocon colocó una mano dramática sobre su corazón y se puso mas serio.
-Hermosa dama, mi corazón casi se detiene cuando levantas tu hacha y cortas a un hombre en dos, lo lastimas o lo quiebras...
-oh, por el amor de..-el pobre chico ya no podía mas.
-¡Así como me rompes el corazón en cada momento que mis labios no están sobre ti!-dijo dramáticamente. Hipo gimió desesperado, su intimidad ahora era revelada y no sabia como manejaría eso.
-bien, Thor-se volvió a girar hacia Astrid-el está inventando todo esto, nunca he dicho nada de eso enserio.
Astrid aplaudió contenta hacia Bocon ignorando completamente a su muchacho.
-absolutamente maravilloso, Bocon, una inspiración-reía.
Hipo se cruzó de brazos petulantemente.
-soy tu jefe, ya sabes-dijo serio y molesto. Astrid sonrió ampliamente y Bocon rió a carcajadas.
-Oh, oh, oh-dijo retador-jugando la carta principal, ¿eh?, tu viejo solía intentar lo mismo, pero nunca funcionó, ¿Verdad?-se rió-¿Sabes?, tú eres el que se supone que debe atraer a la muchacha, y yo estoy haciendo todo el trabajo por ti-dijo casi indignado.
Hipo levantó las manos en un gesto de confusión.
-¿Gracias? ¿Por cortejar a Astrid por mí?-dijo irónico.
-si, bueno, alguien tiene que hacerlo, ¿No es hora de que ustedes dos se calmen y empiecen a pensar en casarse y tener bebes?-dijo retándolos.
-oh no, aquí vamos ...-dijo sintiendo como sus mejillas se sonrojaban e incluso Astrid se puso nerviosa.
-no sé a qué esperas-dijo molesto-la muchacha es muy dulce contigo y has estado enamorado de ella desde el momento en que te diste cuenta de que las chicas eran bonitas-dijo seguro y negando con la cabeza-deberías cortejarla de una vez y apartarla antes de que reciba una mejor oferta de un pretendiente mas...decente-dijo señalando el cuerpo entero de Hipo.
-¡Bocon!-protestó Hipo.
-bueno, es verdad ahora, Astrid-dijo mirándola a ella-tu pequeño y delgado te hizo caer en sus redes y te vuelve loca, de alguna manera, la cual todos seguimos buscándole explicación, logro ganar todo a su favor-dijo exaltado-creo que es hora de que le empieces a tirar pistas no tan sutiles pero a la vez si, con una o dos bastaran, tal vez un golpe en la cabeza-dijo pensativo-o los ultimátum, esos son efectivos-dijo asintiendo con la cabeza. Astrid se echó a reír, pero nerviosamente corrió un mechón de su pelo pata ponerlo tras su oreja y luego agachar la cabeza. Ciertamente se encontraba tan avergonzada como Hipo.
Mientras tanto el chico golpeaba sus dedos en la mesa de trabajo frente a él, preparado para huir en cualquier momento.
-chicos, chicos-intentaba tranquilizarlos, aunque realmente el único que los ponía nerviosos era el, principalmente a Hipo, Astrid parecía interesada en la conversación-los estoy aconsejando, mientras mas esperas peores son los rumores-dijo seguro-la mitad de la aldea está esperando el anuncio de que el próximo heredero está en camino en cualquier momento-dijo sin duda.
-Oh dioses...-Hipo gimió, girando su cabeza hacia atrás y haciendo una mueca.
Astrid se estremeció.
-en parte es cierto-dijo la rubia-todos nos presionan y realmente no están ayudando en nada-dijo segura-en absoluto.
-no, estoy seguro de que no-dijo el viejo-pero sabes que los chismes de la ciudad hacen su trabajo, tal vez si ustedes dos aprendieran la definición de la palabra "discreto" y la pusieran en práctica..-dijo mirándolos incrédulo.
-ah..-Astrid bajo la mirada y se sonrojo. Si hubieron unos cuantos besos los cuales opacaban al mundo, pero sin importar que sus labios la alejaran de todo, este seguía ahí y muchos aldeanos los vieron varias veces. Desde ahí todo se comentaba y el mundo miraba a Astrid con otros ojos, querían saber mas.
Hipo comenzó a hundirse lentamente detrás de la mesa de trabajo hasta que desapareció sentado en el suelo, estaba mortificado.
-tan pronto como nos casemos, todo lo que oiremos es, "¿Cuándo es que aparece su heredero" "¿Y?, ¿Todavía no estás embarazada?, estaba seguro de que te quedarías en la noche de bodas"-dijo imitando voces raras-y luego la gente me frotará el estómago como si los límites personales no fueran una cosa-dijo molestándose-¡Todo es muy incómodo!-exclamó.
-lo se cariño, lo se, ellos irrumpen en tu vida personal más de lo que deberían, pero los ancianos no quieren hacer daño, simplemente están emocionados de ver a un bebé pequeñito-rió-además, todo ya es obvio, ¿Cuál es la diferencia con un anillo en tu mano?-dijo volviendo a su tarea-¡Ugh! Hipo, arma una cerradura para el rebaño del viejo Sven ¿Quieres?-dijo molesto pero al darse la vuelta noto que Hipo todavía estaba desplomado en el suelo-sabes cuánto hablará la gente si ese heredero se presenta temprano, ¿eh?-añadió.
-¡Bocon!-gritó Astrid.
-¡Bien!, es algo para pensar, ¿no es así?, una vez más, la discreción no está en ninguno de sus vocabularios, si creen que Berk no sabe lo que ustedes dos hacen, lamento decirles que son dos ingenuos, todos fuimos jóvenes alguna vez, lo sabemos-rió-solo traten de ser mas disimulados-dijo con obviedad.
-Oh, dioses-Astrid cubrió su rostro.
-ya, ya, hablando mas enserio, no pierdas el tiempo tratando de decidir cuándo será el momento perfecto-dijo serio-por que te darás cuenta que nunca es momento perfecto para el matrimonio, los bebés y otras cosas, solo tienes que saltar con ambos pies, con fe-dijo riendo-nunca sabes cuánto tiempo tienes, así que no lo desperdicies esperando un momento perfecto que nunca llegará, veo el potencial de la grandeza en ambos. Hacen un buen equipo, se complementan y el pueblo también lo ve-dijo exaltado-es por eso que te están presionando, pero también les importa y quieren verlos felices-dijo seguro-así que tómense su tiempo, pero no demasiado tiempo-dijo obvio.
Astrid solo lo miro con una sonrisa dulce hacia donde Hipo estaba escabullido, le encantaría que el estuviese mirándola ahora luego de toda la charla. Bocon solo miro a la muchacha y pensaba en los masasos que le estaría dando a Hipo por perderse la mirada de aprobación de su novia.
-además-rompió el silencio-¿No sería bueno tener tu propia casa y no tener que escabullirte para disfrutar de un poco de deleite de la tarde todo el tiempo? ¿O es la emoción de ustedes escabullirse a hacerse el amor por los alrededores?
Hiccup gimió desde detrás de la mesa de trabajo.
-está bien, he terminado de torturarlos a los dos-se rió entre dientes-tomate un descanso muchacho, yo me encargo de la cerradura, luego de ir al gran salón a recoger mi dinero por las carreras de dragones-rió.
Astrid esperó hasta que Bocon se fuera para rodear la mesa de trabajo y arrodillarse junto a Hipo. Estaba escondido entre sus piernas.
-hey-dijo dándole un golpe en el brazo.
-au-dijo recibiendo el golpe ya acostumbrado, y mirándola para luego resoplar y cubrirse los ojos con con sus manos. Ella entrelazó sus dedos.
-¿Sabes?, él tiene un poco de razón-dijo mirándolo con una sonrisa-siempre vamos a ser el tema de los chismes de todos, estemos casados o no.
-lo se-suspiró Hipo.
-y por mucho que me guste la emoción del secreto, al parecer no somos tan astutos como pensábamos-dijo sincera.
-son como un gallinero-dijo molesto y suspiro al verla-a lo que voy es que creí que eramos discretos, pero por lo que veo Bocon tiene un punto, no tenemos secretos en lo absoluto-dijo cansado.
Todos los vikingos tienen un cuerpo y saben lo que es estar enamorado, probablemente haya miles de historias ocultas en cada rincón de Berk.
-mm...-ella musito de acuerdo-es frustrarte estar constantemente en el centro de atención de la aldea.
-te aseguro que va a empeorar si te casas conmigo-le advirtió desanimado, otra razón que ella encontrara para que no lo puedan hacer.
-supongo que es un sacrificio que tendré que hacer-le sonrió con dulzura rompiendo el pensamiento del muchacho.
Hipo la miro sin mas con una amplia sonrisa en el rostro, ¿Acaso lo que escucho era verdad?. No pudo ocultar la felicidad de haber escuchado eso. La esperanza si se podía notar en su rostro.
-¿Sí?-pregunto sorprendido-¿Harías eso...solo para estar a mi lado?-dijo alzando las cejas.
-mmhm-musito asintiendo-así que..-se inclino levemente para susurrar en su oído-¿Quieres escabullirte, almorzar y luego practicar como haremos al heredero de Berk sumergidos en la orilla de un lago?-dijo seductora para dejar un leve beso tras su oido, a la altura de su cuello.
Hipo se levantó en un instante y le ofreció su brazo.
-ahora eso es algo que puedo atrasar-dijo sonriente.
-me pregunto qué tan exitoso es concebir de esa manera-reflexionó.
Hipo soltó una risa.
-¿Qué tal si nos enteramos?-dijo sonriente.
-llevo la manta-dijo melosa y tomando la canasta.
Aprovecharían el momento. Que Bocon este en el gran salón significaba que la mayoría de los aldeanos estaría con el discutiendo sobre las carreras, así que eso les daba camino libre para escabullirse sin que nadie los siguiera. Ademas, Hipo tenia sus escondites.
Si, probablemente hablarían cuando los vean llegar juntos, pero ya no era un problema importante.
Ambos Vikingos se estaban besando. La ropa de ambos había quedado en la orilla, claramente molestaba puesta. Los dos se habían metido en el agua y estaban besándose con mucha pasión. Hipo la tenia de la cintura mientras Astrid había enredado sus manos tras su cuello. Ella estaba algo fogosa, realmente le excitaba ver a Hipo con las usuales manchas de la forja que el agua se encargaría de lavar.
El muchacho simplemente la amaba a cualquier hora, sentía la necesidad de que vuelvan a ser uno y oírla gemir como tantas otras veces atrás.
Astrid ladeaba su cabeza y profundizaba los besos mientras Hipo se encargaba de marchar hacia atrás y buscar un rincón cómodo bajo el agua cálida.
Apenas lo encontró se acomodo y Astrid no dudo en subirse a ahorcadas sobre el. Nuevamente el amor los llevo a otros niveles inimaginables de placer, haciendo que ambos terminen gimiendo sus nombres y besándose con ternura.
Luego de salir del agua y secarse terminaron acostados sobre una manta y abrazados fuertemente. Ambos amaban mirar el cielo al atardecer.
-te amo-dijo Astrid adormilada y besándolo con suavidad.
-yo también te amo, cariño-se atrevió a decir con una sonrisa que en semanas se podría quitar.
-vaya, al final si fue toda una experiencia-sonrió tocando los labios del muchacho con la punta de sus dedos.
-asi es, deberíamos repetirla, pero en un lugar menos publico-rió y beso los dedos de su chica.
-tal vez-dijo coqueta y se acurruco a sus brazos.
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°¡¡OTRO ONE-SHOT!!°
Si, lo se, hace mucho no subo, pero quería hacerlo y este era uno que había recopilado hace mucho y decidí terminar. Los derechos también van hacia una historia que leí en Tumblr y también traduje, ¡NO fue hecho por mi!, yo agregue mis cosas y lo adapte dando mis giros y cree salidas, si, pero NO es mio solamente.
En fin, espero les guste y como digo en todos los espacios:
¡¡¡QUEDENSE EN CASAAA!!!
VOTEN Y COMENTEN
Mc
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