¿no hay nadie quién te cuide?
Mina, una chica de 40 años que atendía una pequeña pizzería en Nueva Orleans, estaba esperando como de costumbre a sus amigas. Como era la dueña de ese local Mina le hacía un descuento a sus amigas al comprar la pizza. En vez de pagar 6 dólares Mina solo le cobraba 2 dólares a Becky y Marsha. Becky llegó y abrazó Mina cuando la vio, conversaron y comieron pizza. Era temprano y por eso el restaurante todavía estaba vacío. Mina le pregunto a Becky porque Marsha no estaba con ella, normalmente ellas llegan al restaurante juntas.
Becky no sabia porque Marsha no estaba aquí, ella la había esperado en la parada de autobús, incluso dejo pasar el primer autobús nada más para irse con Marsha, pero esta no llegó. Mina se extraño de eso pero supuso que simplemente estaría ocupada en el trabajo. Después de todo Marsha es veterinaria.
Becky y Mina se quedaron hablando un poco de sus vidas, Mina pregunto como están las hijas de Becky y a la vez ella pregunto como estaban los hijos de Mina. Ambas tenían una buena relación con sus esposos, Becky casada con un hombre llamado Thomas, pero Becky le decía "Tomi" como cariño. Y Mina estaba felizmente casada con Scott Dingleman. Ambas mujeres tenían 2 hijos de la misma edad y eran amigos.
Siguieron hablando por una hora hasta que Becky percató que comenzaron a llegar clientes, Mina comenzó a atender a esas personas y luego regresó con Becky, pero la rubia ya sabía que su amiga iba a comenzar con su trabajo así que decidió irse. Esta vez pagaría los 6 dólares completos y le dejaría a mina 4 dólares de propina como agradecimiento, la pelirroja dijo que no era necesario pero simplemente Becky río un poco y antes de irse le daría un abrazo.
Al día siguiente Mina se sentó en su pizzería a esperar a sus amigas pero de nuevo sólo llegó Becky. De igual manera Mina la recibió con cariño y sirvió su pizza. De nuevo Mina preguntaría por Marsha pero Becky de nuevo dijo que no la vio en la parada de autobús. De nuevo Mina penso que estaba muy ocupada en el veterinario, Mina y Becky hicieron lo mismo que ayer pero con otros temas de conversación y de nuevo cuando Becky vio que comenzaron a llegar varios clientes, pago y se retiró despidiéndose de Mina.
Al tercer día tampoco llegó Marsha a la pizzería y Mina y Becky comenzaron a preocuparse un poco, Mina sugirió visitar a Marsha el sábado, pero Becky tuvo que rechazarlo debido a que ese día llevaría a sus hijos al dentista. Mina entendería la situación así que decidió olvidar el tema por el momento y atendió a su amiga.
Pasaron 4 días pero por fin llegó sábado, normalmente Mina también trabaja esos días pero esta vez lo dejaría para ver como esta Marsha, además de que estaba preocupada porque tampoco responde las llamadas de Mina. Tomo el autobús y se dirigió a la casa de Marsha. Pasado media hora pudo llegar a su destinó, bajo del autobús y se dirigió a la puerta de su amiga. La toco pero nadie abrió, volvió a tocar pero obtuvo la misma respuesta.
Esta vez Mina decidió gritar el nombre de Marsha, enfocando su voz hacia la ventana de la casa pero seguía sin responder. Mina estaba algo pero preocupada, lo primero que penso es que Marsha estaba en el veterinario, decidió ir hasta allá ya que no quedaba muy lejos de la casa de Marsha, sólo eran 7 minutos de viaje. Cuando llegó hasta el lugar Mina abrió las puertas del lugar y se dirigió hacía una mujer que atendía los clientes, pregunto por la veterinaria Marsha, pero la secretaria estaba algo confundida por la pregunta de Mina.
"La señora Marsha fue despedida el pasado domingo" Mina sintió un escalofrío al escuchar esas palabras, entonces en todos estos días Marsha no estuvo en su trabajo ¿entonces porque ni siquiera atendia las llamadas de Mina?. Así que simplemente le agradeció a la secretaria por la información y salió caminando algo rápido del local en el que estaba. Ya afuera de la veterinaria salió corriendo hacia la casa de Marsha.
"¡Dios mío no me digas que se suicido!" Eso es lo único que pensaba Mina mientras salía corriendo hacia la casa de Marsha. Mina sabía que Marsha se dejaba llevar por sus emociones y que si esta estaba triste siempre tomaba malas decisiones. Mina corrió y corrió, todo su cuerpo sudaba hasta que por fin llegó hasta la casa de Marsha y frente a su puerta se derrumbó de rodillas.
Hasta ahora noto que sus piernas le dolían por tanto correr y para su edad empezar a correr tan rápido y sin calentar no le hacia muy bien, pero no se derrumbó por el cansancio sino por los nervios que tenía, sus piernas temblaban de sólo pensar que Marsha pudo acabar con su vida. Se levantó y comenzó a tocar desesperadamente la puerta de Marsha, gritando su nombre y llamando la atención de varios vecinos.
Decidió ir al lado de la casa y romper la ventana para entrar, tomó una piedra y la lanzó, quito la cortina que tapaba la ventaba y como quedaba algunos cristales en el marco de la ventana, pasó con cuidado. Ya dentro de la casa de Marsha, pudo ver que todo estaba desordenado y sucio. Todo olía mal y todas las luces estaban apagadas y las cortinas cubrían todas las ventanas. Los 4 gatos de Marsha estaban dormidos en la sala y en la cocina estaba 4 tazones de gatos llenos de tanta comida que esta se desbordaba.
Lo que realmente le preocupaba a Mina era el silencio dentro de esta casa. Subió las escaleras y se dirigió al cuarto de Marsha, abrió la puerta y ahí la vio, acostada en su cama sin moverse y con un montón de bolsas de papitas y latas vacías de cervezas tiradas en el suelo. Mina se acercó a Marsha con algunos nervios y le toco el hombro, dijo su nombre y luego empezó a sacudir su hombro pero no despertaba. Mina entró en pánico cuando pudo lograr ver que en la cama había un frasquito de pastillas vacías, tomó los dos hombros de Marsha y los sacudió desesperadamente gritando su nombre.
Para suerte de Mina, Marsha comenzó a hacer algunos quejidos, lentamente Marsha abrió los ojos y cuando vio que alguien estaba al frente de ella pego un grito.
-¡Marsha, Marsha!, Relájate soy yo, Mina-
Al escuchar eso Marsha se relajó un poco pero tuvo que frotarse los ojos ya que veía algo borroso por acabar de despertarse.
-Ay, Dios mío, ¿qué haces aquí?- pregunto Marsha algo confundida
-¡¿que hago aquí?! ¡Marsha, no supe de ti por varios días, no atendiste mis llamadas y cuando fui a verte a la veterinaria me dijeron que te despidieron! ¡pensé que...! Pensé que te habías suicidado...-
Marsha le sorprendió las palabras de Mina, pero le sorprendió más ver lo preocupada y estresada que estaba, tomó su mano para que se tranquilizara y decidió explicarle todo.
-perdón Mina, no fui a tu pizzería porque tengo fiebre- dijo Marsha
-¿tuviste fiebre por todos estos días?- pregunto Mina
-Mas o menos- respondió Marsha -me enferme el miércoles-
-¿y porque no respondiste mis llamadas?- pregunto Mina -Me tenías preocupada-
-no tenía ganas de responder llamadas- respondió Marsha -no te lo tomes personal-
-hmmm, ¿ni siquiera mis llamadas?- Mina estaba curiosa con esa respuesta de Marsha, decidió indagar más en el tema -Marsha, ¿porque te despidieron?-
-hmm... bueno... mate a un perro por accidente en el veterinario- respondió Marsha decepcionada de ella misma -no hice bien los procedimientos y lo mate, tuvimos que pagarle 500 dólares al dueño y luego me despidieron-
-oh Dios mío- Mina estaba impresionada por tal respuesta, ella siempre veía a Marsha como alguien cuidadosa y ahora que escucho ese dato la dejo dudando -pero llevas 20 años en esa veterinaria ¿Te despidieron así nada mas?-
-si... realmente los moleste con eso- respondió Marsha -hace unos meses mate a un hámster también por accidente, pero el dueño penso que fue natural. Supongo que despedirme fue lo mejor-
-oh Marsha- Mina se sentó en el borde de la cama en donde estaba su amiga -¿donde vas a conseguir otro trabajo ahora?-
-No lo se, ya casi no contratan mujeres de 40- respondió Marsha con un tono triste
-ay, Marsha... lamento mucho todo lo que te paso- dijo Mina poniendo su mano en el hombro de su amiga
-no te preocupes Mina, estaré bien- respondió Marsha
-oye, y como has llevado todo esto- pregunto Mina -¿has tratado de conseguir algún trabajo por Internet?-
-no... sólo llore y me emborracha todos estos días- respondió Marsha
-oh Dios mío olvidé las latas de cerveza en el suelo- después de que Mina dijera esto se puso un poco nerviosa cuando dijo su próxima frase -¿desde cuándo tomas cerveza?-
-ugh... desde que me despidieron- respondió Marsha con pesadez en su voz -no dejaba de llorar así que me compré 2 cajas de cerveza y me las acabé. Es por eso que tengo fiebre-
-¡Marsha No!- Mina la regaño y con sus palmas tomó los cachetes de Marsha enfocando si vista a ella -¡¿te quieres matar?! ¡Ash, Marsha! Lamento regañarte pero esa no es la manera de enfrentar las cosas, ¡vas a matar a tus riñones!-
Mina soltó los cachetes de Marsha y luego parto la mirada de ella. Realmente estaba algo molesta de que Marsha enfrentará sus problemas de esa manera.
-¿y ese frasco de pastillas vacías?- volvió a hablar Mina
Marsha estaba algo nerviosa y avergonzada por el repentino regaño de Mina, se le hace tan extraño verla molesta o gritándole a alguien. Marsha tenía una voz temblorosa debido a eso pero como pudo respondió lo que pregunto Mina.
- S- so- sólo eran... pastillas para el dolor de cabeza- respondió Marsha temblando un poco -me dolía mucho la cabeza y bueno, al final pude dormir un poco con tantas pastillas que tome-
-ya veo, lamento haberte gritado pero ya sabes Marsha, tu y Becky son mis mejores amigas y si les paso algo eso me pondría realmente triste- dijo Mina -por favor prometeme que no volverás a tocar una cerveza en tu vida ¿ok?-
-lo prometo- respondió Marsha.
Ya calmada, Mina echo un suspiro y cerró por unos segundos los ojos. Marsha sólo la estaba apreciando y tratando de pensar que diría su amiga. Mina pasó las palmas de sus manos por su cabeza, para acomodarse y cabello y luego inhalo profundamente, soltó el aire y volvió a abrir sus ojos para ver a Marsha.
-Ay, Marsha, me vas a sacar más canas que las que tengo- dijo Mina con una sonrisa pero con un tono de voz serio- a propósito, ¿quién te cuido cuando estuviste enferma todos estos días?-
-mis cuatro gatos, hahaha- respondió Marsha con una voz un poco más animada
-enserio Marsha, ¿quién te cuido cuando estabas enferma?- volvió a preguntar Mina con un rostro de fastidio
-hmm, bueno... yo misma me cuide- respondió Marsha
-¿Enserio? ¿estuviste todos estos días con fiebre tu sola?¿no hay nadie quien te cuide?- La respuesta de Marsha deprimio un poco a Mina, pero ella sabe que normalmente Marsha se la pasa sola. -yo cuando me da fiebre no puedo ni caminar, pero tu no sólo tuviste que caminar sino que también preparaste tu comida y te diste el tiempo de alimentar a tus gatos.
-bueno, no era para tanto la verdad- respondió Marsha -mi fiebre no es tan grave-
-Marsha... duraste como 7 dias enferma. No me vengas con eso- otra vez la molestia se hizo presente en la voz de Mina.
-perdón Mina, no quiero molestarte- dijo Marsha desanimada al ver que de nuevo volvió a molestar a Mina -simplemente no tengo a nadie ¿sabes? Bueno... sólo te tengo a ti y a Becky pero no puedo darme el gusto de pedirles que me cuiden, ustedes tienen hijos y sus propios problemas-
-oh Marsha, ¿porque nunca tuviste hijos o te buscaste un novio para que te cuidara- pregunto Mina
-Pues no puedo tener hijos sino tengo novio- respondió Marsha aún más desanimada -nunca me duraban más relaciones y al final me sentía muy triste cuando me dejaban, así que simplemente me rendí y deja de buscar pareja. Fue un error de mi parte, debí seguir buscando alguien que me amara y me diera un hijo.
Pero ahora mirame, no tengo nada y mis únicos amigos sólo eres tú y Becky. No tengo esposo, ni hijos ni dinero, ni trabajo, mis padres están muertos y cuando yo muera seguramente mis gatos me comerán y días después sabrán que morí porque mi cadáver empezará a oler mal y... y... sólo tu y Becky asistirán a mi funeral y... y...-
-Marsha, Relájate-
-¡Y nadie me recordará porque nunca sobreestaque en nada! Y... y... !!Voy a morir sola por mis malas decisiones!! !y también...-
-¡¡MARSHA!!- Grito Mina
Marsha se calló al instante que Mina grito su nombre, ella estaba a punto de llorar por todo lo que ella misma dijo, y iba a llorar pero Mina tomó sus hombros para tranquilizara
-lamento haberte gritado- respondió Mina mientras quitaba las lágrimas a punto de caer de los ojos de Marsha -Marsha, no importa si sólo me tienes a mi y a Becky como únicas amigas, hay personas que no tiene ni un solo amigos.
Sino tienes dinero yo te daré, si no tienes trabajo, por favor acepta trabajar en mi pizzería, si no tienes familia nosotros seremos tu familia, si quieres un novio te ayudaré a conseguir uno. Y bueno, ya a tu edad no es buena idea tener hijos, pero tu eres "la tía Marsha" ¿lo recuerdas? Así te dicen mis hijos y los hijos de Becky, mis hijos te quieren Marsha, tienes a muchas personas que se preocupan por ti, recuerda que siempre aparecerá una luz cuando estés atrapada en la oscuridad. Pero por favor, ya no digas más cosas negativas-
Marsha se le iluminaron los ojos al escuchar las palabras de Mina, para ella, esas palabras eran la luz que la pudo sacar de esta oscuridad por la que estaba pasando. Marsha se puso de rodillas en su cama y abrazo fuertemente a Mina, y ahí fue donde empezó a llorar, pero no de tristesa, lloro porque finalmente sintio alivio. Mina correspondió el abrazo, dándole unas palmadas en la espalda a Marsha. Duraron así un minuto hasta que se tomaron de las manos y se miraron fijamente.
-por ahora yo seré quién te cuide mientras aún tengas fiebre ¿ok?- dijo Mina
-¿y tus hijos? ¿No tienes que atenderlos a ellos?- pregunto Marsha
-No te preocupes, ellos estarán bien. Ya son grandes y con novias, no me necesitan tanto- respondió Mina
Despues de decir eso Mina puso su mano en la frente de Marsha para comprobar si aun tenía fiebre.
-bien, sigues enferma- dijo Mina mientras quitaba su mano de la frente de su amiga -por ahora recuestate y te prepararé un té ¿oki doki?-
-oki... doki- respondió Marsha
Mina se levanta de la cama en la que estaba sentada y se dirigió hacía la puerta de la habitacion de Marsha.
-¡Oh Mina, espera!- Grito Marsha antes de que Mina fuera a la cocina
-¿si, Marsha?-
Marsha se quedó callada unos segundos, intentando encontrar las palabras correctas. Mina giro hacia ella algo confundida, hasta que Marsha por fin habló.
-Te quiero Mina Monroe, eres mi mejor amiga- dijo Marsha de manera rápida
Mina sonrió un poco al escuchar eso así que se dirigió a la puerta y antes de irse a la cocina le respondió a Marsha, "yo también te quiero Marsha, también eres mi mejor amiga. Ahora descansa" giro y cerró la puerta.
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