Era un día tranquilo en la ciudad. El sol brillaba y las hojas caían suavemente de los árboles, señalando la llegada del otoño. Atsumu Miya, el talentoso y carismático setter del equipo de voleibol de Inarizaki, caminaba por el parque, sosteniendo con cuidado varias bolsas de compras. A su lado, estabas tú, "tn," llevando una mano cariñosamente sobre tu vientre, donde un pequeño bulto comenzaba a notarse.

Habían sido meses emocionantes y llenos de sorpresas desde que te enteraste de que estabas embarazada. Atsumu, quien al principio había entrado en pánico al recibir la noticia, había demostrado ser un apoyo increíble, emocionado por la nueva aventura que ambos estaban a punto de emprender como padres.

"¿Cómo te sientes?" preguntó Atsumu, mirándote con una mezcla de preocupación y ternura mientras caminaban juntos. "¿Necesitas descansar un poco?"

Sonreíste, sintiéndote cálida por su atención. "Estoy bien, Atsumu. No te preocupes tanto. Pero una banca para sentarnos un momento no estaría mal."

Encontraron una banca en un rincón tranquilo del parque, bajo la sombra de un árbol. Se sentaron, y Atsumu dejó las bolsas de compras a un lado, sacando una botella de agua que había traído para ti. "Toma, necesitas mantenerte hidratada," dijo, dándote la botella con una sonrisa.

Agradeciste el gesto y bebiste un sorbo, disfrutando del momento de paz. Mientras observabas a las familias y parejas paseando por el parque, sentiste una mezcla de emociones. La idea de convertirse en padres era abrumadora, pero también llena de esperanza y alegría.

"¿Has pensado en nombres?" preguntó de repente Atsumu, rompiendo el silencio. Su tono era despreocupado, pero había una chispa de emoción en sus ojos.

Te reíste suavemente, sabiendo lo emocionado que estaba por esta nueva etapa. "He pensado en algunos, pero creo que deberíamos decidirlo juntos. Después de todo, es una gran decisión."

Atsumu asintió, pensando en silencio. Luego, mirándote, dijo: "Sí, tienes razón. Será algo especial, así que debemos encontrar el nombre perfecto. Pero, ¿qué te parece si también pensamos en algunas cosas divertidas que podemos hacer con el bebé? Como, no sé... enseñarle a jugar voleibol, por ejemplo."

Te reíste, imaginando a Atsumu enseñándole a su hijo o hija a jugar su deporte favorito. "Sí, claro, aunque tal vez primero deberíamos centrarnos en cosas como cambiar pañales y dormir."

Atsumu hizo una mueca cómica. "Ah, sí, los pañales... eso será una experiencia interesante. Pero estoy listo para todo. Quiero ser un buen papá."

Le tomaste la mano, sintiendo una conexión profunda y amorosa. "Y lo serás. Ya estás siendo increíble, Atsumu."

Él te sonrió, apretando suavemente tu mano. "Y tú serás una gran mamá, tn. Ya lo eres."

Pasaron un rato más en el parque, hablando sobre el futuro, las esperanzas y los sueños que tenían para su familia. Aunque sabían que habría desafíos, estaban emocionados por afrontarlos juntos, como equipo. Mientras el sol comenzaba a ponerse, decidieron regresar a casa, ambos sintiéndose más conectados y preparados para las nuevas aventuras que les esperaban.

A medida que caminaban de regreso, Atsumu puso una mano protectora sobre tu vientre, con una sonrisa traviesa en su rostro. "Bueno, sea cual sea el nombre que elijamos, sólo espero que nuestro bebé herede mi increíble talento para el deporte."

Te reíste y le diste un ligero empujón. "Y mi paciencia, espero."

Rieron juntos, sabiendo que, independientemente de los talentos o características que heredara su hijo, lo más importante era el amor y el apoyo que siempre estarían dispuestos a ofrecerle.

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