Notas sin abandonar

chans






Era un día precioso, chara sabía que frisk estaría bien jugando en el jardín mientras ella preparaba la comida, no habría problemas con dejarlo solo unos minutos, aunque era prudente que no era de confiar mucho, por eso mantenía un ojo en el a través de la ventana.





Su risa infantil no le pareció extraña, solo jugaba como cualquier niño, pero no podía creer que hablara con alguien, hasta que lo escucho hacer muecas de disgusto de manera inocente.







-¡iuhgj! ¿te gusta? seguro piensas que deben darse besos debajo de un árbol como si fueran novios ¡que asco! deben de estar lleno de bichos-






Chara algo preocupada de aquellos reproches ingenuos por parte de su hermano menor, la dejaron algo disgustada, es normal que los niños tengan amigos imaginarios y hablen de burlarse de los mayores, pero los temas amorosos eran una ocasión mas profunda en que los niños se sienten curiosos, por lo que no le parecía adecuado.







-¡frisk!- le grito desde el otro lado de los cristales, ganándose la mirada curiosa de el -deja de hablar solo y ven a comer-




-¿puedo invitar a mi amigo? dice que te conoce-




-como sea, métete ya- comento mientras se apartaba de la ventana esperando que entre.







Los hermanos empezaron a comer en silencio, hasta que la mayor empezó a notar que frisk movía la cabeza de un lado a otro cada vez que levantaba el cubierto en ciertas ocasiones, ella suspiro y dejo aun lado el plato para mirarlo fijamente.







-frisk, deja de jugar o se te enfriara, si no te gusta, entonces déjalo y come otra cosa-




-no es eso, quiero asegurarme de que el no este-




-¿tu amigo imaginario? ¿ahora se pelearon?- comento desinteresada mientras movía los ojos hacía arriba.




-no, es que me contó un secreto y quiero decírtelo-




-¿así? ¿acaso hiciste una travesura?-




-no, es un secreto de mi amigo... y tiene que ver contigo-




-¿conmigo?- comento esta vez mas curiosa llevando la vista hacía el pequeño.




-si, el me contó... - antes de seguir hablando, se dio la vuelta una vez mas verificando que nadie escuche, pareciendole mas tonto a su hermana. -el me contó que tu le gustas- termino por soltar divertido.







Chara levanto una ceja mirándolo como si fuera la cosa mas extraña en el mundo, mientras el sonreía de manera burlona y emocionado por estar involucrado en ese tipo de situación. Sacudió la cabeza un poco antes de volver argumentar algo, pero el pequeño volvió a tomar la palabra con pequeñas preguntas ridículas de un niño.







-los mayores, siempre están con esas cosas de ser novios, buaj, seguro se llenan de bichos entre si... pero le prometí a mi amigo ayudarlo, tu no hablas mucho de ti ¿puedes decirme primero tus gustos? una vez me dijiste que amabas las flores amarillas ¿estarías feliz si el te regala una? ¿cual es tu color favorito? ¿prefieres las cosas brillantes? ¿te gustan los dulces? el quiere regalarte algunos-







La mayor suspiro agotada mientras su hermano hablaba sin cortes, dejo de darle importancia y solo respondió sus preguntas, por suerte para ella, frisk se había levantado demasiado temprano y lo envió a tomar una siesta mientras esperaba a su madre.





La noche fría hizo que chara se refrescara de agua caliente bajo la ducha, tomo la toalla deslizando la tela en su piel para quitarse toda la humedad en su cuerpo mientras el vapor se dispersaba a través  del cristal del espejo, sin que ella notara la firmeza de una mirada inexistente.





Termino de cubrirse para luego tomar el cepillo que se mantenía encima, de la repisa principal, el vapor a su alrededor comenzó a esparcirse mas, una sensación le dio un escalofrió en la espina, la parte trasera de la toalla se había levantado, dejándola algo expuesta.





Chara se sintió como si estuviese invadida, salio del baño con una respiración pesada, decidió que la próxima vez, no aumentaría tanto la temperatura del agua, llego a su cuarto con una pesadez en su nuca, cerro la puerta con fuerza, tal vez era el cansancio, se había quedado tarde con sus estudios estos días.





A la mañana siguiente esa sensación de pesadez continuo como si acariciara su espalda, se levanto agitada, una flor amarilla posaba entre sus sabanas dejando dispersadas sus pétalos en estas. Abrió la boca, pero no pudo pronunciar una palabra, salio de la cama casi corriendo, había algo mal en ella, algo extraño la rodeaba desde ayer, pero no quiso admitirlo y termino de vestirse para pasar la tarde con su madre y hermano menor.





Toriel cortaba las frutas para servirlas en un plato, miro a frisk con una sonrisa comprensiva mientras este jugaba solo, era un niño muy energético, chara se mantuvo cerca de ella con los brazos cruzados mientras se posaba en la sobremesa.







-los niños suelen tener amigos imaginarios, puede que disfrute sus vacaciones, pero mucho de sus amigos están de viaje, solo trata de pensar que no esta solo-




-no me gusta que me use de excusa a mi, que se meta en mi habitación y mueva mis cosas, no quiero mas sorpresas en mi cama, suena lindo, pero a la vez parece algo espeluznante- resoplo la joven de mala gana.




-hablare con el, solo trata de ser mas paciente, ya madurara el solo-







Después del almuerzo chara se mantenía frente a su espejo retocando su labial, un brillo fugaz paso entre sus ojos, al notar que en el borde de platino, una diminuta cadena en forma de collar, con un dije de plata adornando su interior, hizo que la castaña se extrañara, eso no era de ella, pensó que podría ser de su madre que suele lucir joyas a veces, tomo la cadena entre sus dedos y salio de su habitación buscando exigentes respuestas, pero el pequeño moreno en frente de ella, con un salto de emoción la detuvo.







-¡SORPRESA!-




-frisk... ¿de donde sacaste esa mierda?-




-es para ti, mi amigo te lo obsequio-




-no robes en el cuarto de mama y te dije que no quiero que entres en mi habitación-




-no fui yo y nunca entro a tu habitación-







La mayor bajo las escaleras para hablar con su madre, la cual una vez mas no le presto atención, trato de calmarla diciendo que frisk no entiende lo que hace y se encargara de nuevo.






Las semanas pasaban, chara de alguna manera inexplicable, sentía una extraña percepción de acecho y vigilancia, su estomago le dolía, los supuestos regalos de su hermano comenzaron a incomodarla, esta vez, frisk se acerco a ella con un poema, pero lo rechazo, no fue hasta que ese poema aprecio en su cama, las cosas se ponían mas tensas en ella y simplemente comenzó a enojarse por si misma.







-¿te parece gracioso?-




-chara, hija cálmate, el simplemente no sabia-




-¿como que no sabía? movió todas mis cosas del escritorio y le dije mil veces que no entre a mi habitación-




-no lo hice, yo no entre, fue mi amigo- comenzó a sollozar el menor por los gritos de su hermana.




-siempre pones esa excusa ¡ya me canse de repetirte que no vuelvas a entrar a mi habitación y hagas cosas raras!-




-chara ya basta, el ya entendió, por favor, se mas comprensible-







Sin mas que gritar, frustrada dejo salir un gruñido y corrió de nuevo a su recamara, viendo en su propio espejo que su labial favorito fue expuesto en letras que la hicieron enloquecer mas.





te ves preciosa hoy





Se cubrió la cara y callo cansada por la situación, parecía ser una pesadilla de horror, ha estado sintiendo cosas extrañas en su alrededor, ruidos que han interrumpido su cabeza en las noches y la ligera sensación de que no estaba sola en su cuarto, aquellos anillos o cadenas de plata con hermosos dijes en forma de flor que aparecían de la nada en sus cajones, pero no podía ser nada, no hay explicación para eso, solo estaba siendo irracional y paranoica.





Solo es frisk, solo es frisk, el esta jugando conmigo, nada mas





La cena parecía ser la reunión de tensión para la pequeña familia, el menor seguía con la mirada baja y chara comía como si estuviera sola, toriel suspiro, queriendo hacer conversación para calmar lo que parecía ser un intervalo entre sus hijos.







-¿saben? su padre y asriel han concluido con su proyecto en el trabajo y tomaran un descanso unos días ¿seguro los han extrañado?-







Frisk levanto la cabeza sorprendido, su hermano mayor y su padre han trabajado en un gran experimento durante semanas sin descanso después de que uno de sus compañeros se había retirado por motivos inexplicables.







-¿mami? ¿podemos ir a visitarlos mañana en su trabajo?- comento inocente recibiendo una mirada sorprendidamente feliz por parte de su madre




-¡Claro que si mi amor! tu padre y tu hermano estarán felices de verlos-







El mas pequeño sonrió, mientras miraba a la mayor de reojo la cual desinteresada movió los ojos, sabía que esas cosas no iban con ella, pero quería mostrarle una ultima sorpresa.





Esa misma mañana frisk tomo la mano de su hermana para llevarla hacía el carro, estaba mas emocionado que nunca, estaba dispuesto a seguir con su pequeño plan, aunque el camino fue  silencioso, el se mantenía muy inquieto por llegar.






El laboratorio Dreemur era un lugar muy amplio, parecía un edificio de torre, un joven esqueleto perteneciente a la asistencia personal de la científica principal, les ofreció compañía en lo que sus jefes terminaban su turno, invitándolos a comer en su oficina.







-me alegra volver a verla madam Dreemur-




-igualmente paps, ellos son mis hijos, chara y frisk, niños el es---




-¡papyrus!-







Ambos adultos se sorprendieron dirigiendo su atención al menor, al que poco después comenzaron a reir, frisk era muy curioso, pero la mirada molesta de chara decía que no estaba bien que el supiera eso.





El joven asistente los guió hacia su enorme escritorio, donde sus documentos importantes reposaban entre algunos bordes y cuadros de adorno.





El mas pequeño del grupo se acerco a un cuadro de mesa, donde el mismo esqueleto junto a otro sonreían frente a la cámara, presumiendo estar en el mar. Frisk emocionado se acerco señalando a su compañero, papyrus con una cara estupefacta, se sintió un poco mas incomodo y bajo la mirada con una presión en el pecho, tratando de pensar como sacar las palabras, pero antes de que pudiera decir algo, la potente voz de chara paso por encima de todos los presentes.







-¡frisk ya basta! deja de actuar como loco ¡no vengas con tus rarezas de tu amigo imaginario!-




-no es imaginario, es real, se llama sans y quiere verte-






Papyrus quedo con la boca abierta, toriel pestañeo varias veces, tratando de entender que sucedía antes de que el joven esqueleto tuviera la fuerza para hablar.







-... s-si... se llama sans... e-es mi hermano... p-pero el... esta en coma desde hace unos 6 meses, después de un accidente en el trabajo- comento con la voz cortada tratando de no llorar.




-pero esta aquí y quiere darte un regalo, quiere verte, el te había conocido desde antes y la noche que tuvo el accidente, quiso ir a casa y conocerte, esta aquí ahora -




-¡frisk! ya cállate-






El mencionado frunció el ceño y salió corriendo de la oficina, los mas grandes se quedaron con la boca abierta y la mente apagada por tal impresión, sin saber que hacer, chara reaccionando al instante, fue detrás de el, por una parte, estaba enojada por sus tonterías infantiles, pero por otro lado, era como escuchar una voz en su interior que le decía que sabía lo que hacía, tenía que seguirlo.





La mayor se detuvo de golpe frente a la puerta de la sala de emergencias, frisk se metió entre las puertas blancas dejándola atrás, ella respiro profundo, una sensación a su alrededor parecía empujar su espalda, pero no quería admitir su miedo, poco a poco movió las piernas, adentrándose entre las camas cubiertas de cortinas y tubos, el silencio colapso ante los pasos de su hermano menor, llego cerca de el, al verlo enfrente de una camilla con cables a su alrededor, tubos y un monitor de pulso, frisk seguía dándole la espalda mientras ella se acercaba poco a poco.





Lo que parecía ser un esqueleto de edad mayor pero de tamaño corto, se mantenía dormido mientras las maquinas a su alrededor lo mantenían seguro en vida, chara abrió la boca sin poder lanzar ni un solo sonido, era como si su mente quedara en blanco al ver una flor entre sus dedos huesudos con una nota.





Su piel se puso pálida, al distinguir desde su lugar la misma letra que vio puesta en su espejo con su labial.





Para ti

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top