La sangre corría por mis dedos,

¿cómo llegué a esto?,

me niego a aceptarlo.

¡Yo no te quiero!, ¡yo no te quiero!

La tarde me abrazaba,

La neblina me besaba,

La tierra me abrigaba,

y la sangre corría por mis dedos.

¡Aléjate de mí!,

Arpía de dientes furibundos,

¡Animal inmundo!, ¿acaso no lo ves?,

¡yo no te quiero!, ¡yo no te quiero!

Las flores florecieron y,

las hojas de los sueños,

todas sin excepción cayeron.

Ha llegado el momento:

¡Despierta de tu realidad!

que incluso sin tus sueños,

¡yo sí te quiero! ¡Yo sí te quiero!