𖡡𖠃✎Libreria𓅨

𖡡𖠃✎Sipnosis: Chuuya busca un libro por toda la ciudad pero no lo encuentra hasta que acaba en una tienda antigua. Lo atiende un peculiar chico𓅨

𖡡𖠃✎Advertencia: Aquí Dazai y Ranpo son hermanos. Mención indirecta de FukuMori𓅨


Tras haber salido a prisas del colegio empezó a recorrer la ciudad, había encontrado hace unos días la reseña de un libro en internet, la temática le había llamado la atención no porque fuese su estilo sino porque era perfecto para su nee-san, así que se dispuso a encontrarlo.

Sacó su teléfono móvil para ver nuevamente la portada de dicho libro,  se veía un poco antiguo pero la historia lo compensaba, por suerte había una zona comercial que se caracterizaba completamente por la venta de libros.

No tuvo suerte en la primera tienda, aunque si consiguió un cómic muy bueno así que no fue una perdida de tiempo, siguió buscando pero al parecer nadie contaba justamente con ese libro, una señora le dijo que ese libro era muy viejo y que mejor buscara en una tienda de antigüedades, pero ya estaba anocheciendo y la tienda de antigüedades que conocía estaba demasiado lejos a este punto además solo tenía permiso hasta un poco después del anochecer.

Cuanso ya el cielo estaba tomando un tono rojizo soltó un suspiro derrotado, no había tenido nada de suerte, lo mejor sería tomar el tren por hoy e intentarlo mañana nuevamente.

Caminando hacia la estación de tren decidió leer algunos de los comics que había comprado pero una luz verde neón se encendieron repentinamente, dirigió su atención hacia el origen de esa luz hallando una tienda pequeña que guiandose por los objetos en el escaparate gritaba antiguo. Checo la hora en su celular una vez más antes de dirigirse hacia la tienda, solo preguntaría si lo tenía, no le llevaría más de unos minutos.

Cuando abrió la puerta de la tienda sonó una pequeña campaña, miró a su alrededor y tuvo ese buen presentimiento de que aquí hallaría lo que buscaba, curioso miró los estantes que había cerca de la entrada por un rato más, debía admitir que tenían cosas interesantes, por lo que tuvo que meter las manos en los bolsillos para no tocar nada.

— Si miras más hacia allá te encontrarás con las espadas de la Era Taishō —

El repentivo acto de presencia hizo que Chuuya se pusiera firme alzando sus defensas, alerta buscando el origen de esa voz, y no tardó tanto en encontrarla, el chico estaba con los pies sobre el mostrador abriendo una bolsa de papas.

— Disculpa? —

El chico empieza a comer sus frituras tranquilamente como si Chuuya ni siquiera estuviera ahí.

— Te gustan las artes marciales y los ninjas, esa sección es buena para ti.

— Cómo sabes eso? Te conozco?

Parecía mayor que él por lo que Chuuya no creía que fuese un compañero de clase mucho menos del colegio, era bueno con los rostros y sin duda recordaría al tipo que tenía enfrente.

— Tienes comics de acción ninja en mano, por lo que claramente por la cantidad te gusta además llevas el uniforme del club de artes marciales de la Academia a la que asistí, el profesor de ese club es un idiota por lo que a menos de que te gusten las artes marciales no te pondrías el uniforme —

Era bastante observador, por lo que Chuuya no pudo dar una replica menos porque todo lo que dijo era verdad.

— Ah, bueno, de hecho vengo por algo en específico — 

Sacó su teléfono y caminó hacia el mostrador para mostrarle la imagen del libro, el desconocido bostezó y abrió ligeramente los ojos cuando Chuuya le puso el teléfono enfrente.

— Oh! Si, lo tenemos —

Sacando de lado que lo dijo como si Chuuya le hubiese mostrado la cagada más grande de la historia Chuuya no pudo evitar alegrarse, al final no tendría que volver mañana.

— Bueno, podría decirme dónde está? O puede traermelo?

— No me hables como si fuese un anciano, tengo casi tu edad Chuuya.

— Cómo mierda-

Antes de que pudiese preguntar el como sabía su nombre, el otro se levantó haciéndole una señal para que lo siguiera, Chuuya estaba empezando a irritarse pero también se sentía curioso por la persona que lo atendía además, lo hacía por su nee-san por lo que terminó siguiendole el paso.

— Fukuzawa-san fue a una exposición sobre artículos de gatos así que me dejó a cargo de la tienda, al principio me negué pero me sobornó con un paquete de mis snacks favoritos, por lo que no pude decir que no —

Chuuya no entendía del todo porque le contaba aquello pero aún así asintió ante sus palabras por educación.

— Le gustan mucho los gatos, en casa hay algunos cuantos pero sé que si fuera por él no podría ni caminar por tantos gatos, a ti te gustan los gatos?

— Realmente prefiero los perros pero los gatos también me gustan, el libro...

— Yo no prefiero ningún animal, me gustan algunos y otros no, pero no tengo preferencias, vas en 3er año no?

— Si pero el libro

— Lo supuse el idiota de mi hermano también está en 3er año, seguro son compañeros, siento lastima por ti Chuuya.

— Quién es tu hermano? Cómo sabes mi nombre? Y por qué te has detenido en frente a las espadas en vez del libro?!

Preguntó seguidamente quizás alzando la voz más de lo debido, no quería ser irrespetuoso pero debía volver a casa más pronto que nada y seguía ahí parado escuchando a alguien que desconocía hasta el nombre.

— Porque te gustan, te hago un descuento si quieres, el libro que buscas es una mierda así que te recomiendo esto, de nada.

Un pequeño tick apareció en el ojo izquierdo del pelirrojo y tuvo que contenerse para no explotar.

— Pero yo quiero ese "libro de mierda"

— No pareces del tipo que le gustaría ese tipo de libro, por eso te digo que será una mierda.

— El libro no es para mí, es para mí hermana idiota!

— Mira Chuuya, sé que quieres la espada con diseño de grietas rojas, así que compra la espada y te daré el libro que quieres.

Era una propuesta bastante tentadora más aún cuando incluía la espada pero había algo en el ambiente que le decía que el desconocido frente a él ganaría algo a cambio de ello que no estaba diciendo.

— Qué ganarás a cambio?

— La quieres o no?

Esa era una pregunta contundente, algo precavido Chuuya asintió, si quería la espada y también el libro, ya le dejaría el problema de lo que pudiese pedir el otro hombre a cambio a su yo del futuro.

— Bien! Tu agarra la espada y llévala al mostrador, yo iré por el libro.

Y con eso dicho se alejó por el pasillo, Chuuya le siguió con la mirada hasta que giró en una esquina. Mirando de reojo la espada no pudo evitar sentir que estaba haciendo algo mal, ni siquiera sabía cómo iba a explicar una vez que llegara a casa porque tenía una espada, pero tendría el libro para su nee-san, eso era lo importante.

Sus manos cosquillearon ligeramente cuando sostuvo la espada entre sus manos, miró disimuladamente por los lados y dió un pequeño saltito de la emoción para luego seguir su camino al mostrador tranquilamente.

Una vez parado frente al mostrador con espada en mano y libro frente a él se replanteo el costo que le podía suponer esta compra, porque era una espada de la Era Taishō real, y Chuuya no era pobre, venía de una familia bien acomodada pero eso no significaba que estuviera con mucho dinero en el bolsillo justo en ese momento.

— Chuuya préstame atención!

Chuuya lo miró rápidamente ante eso, estaba analizando sus impuestos en esos momentos y no escuchó que le había dicho.

— Cómo sabes mi nombre?

— Por todos los dioses, te dije que mi hermano menor es tu compañero, te ví en el anuario.

— Quién es tu hermano?

— Osamu Dazai, estoy seguro que lo conoces

— Ese cabrón...

Murmuró el pelirrojo al oír aquel nombre a lo que el otro rió ligeramente.

— Si, exacto. Ya terminó el interrogatorio?

— Cómo te llamas?

— Soy Ranpo, Chuuya

Asintió suavemente ante las respuestas.

— No tienes dinero para la espada, verdad?

— No

— Pues déjala

Ante eso Chuuya se aferró instintivamente al objeto llevándolo contra su pecho.

— No eres del tipo que roba así que vamos, déjala

— Pero

— Te la guardaré, ven mañana y listo, este lugar no recibe tantas visitas así que no se la llevarán.

Chuuya empezaba a cuestionarse ya por la amabilidad de Ranpo, según había oído de Dazai su hermano mayor era no hacía las cosas porque sí, mucho menos por una amabilidad nacida del corazón y recuerda que una vez le advirtió nunca aceptar nada de su hermano si alguna vez lo conocía pues lo pagaría el doble.

— Okey!

Pero Chuuya nunca le hacía caso a Dazai de todos modos, así que no veía el problema.

— Okey

Repitió con una sonrisa el mayor avergonzando ligeramente a Chuuya, quien se preguntó porque el imbécil de Dazai nunca le presentó a su hermano mayor.

Y antes de que Chuuya se diese cuenta estaba a las afueras de la tienda después de haberle dado su número al hermano mayor de Dazai junto a la promesa de volver mañana por el libro y por la espada. Una pequeña sonrisa se posó en su rostro antes de recibir una llamada de nee-san notando ahí que tenía 25 llamadas perdidas y la noticia de que ya casi eran las 8 de la noche. Su sonrisa se borró.

Dentro de la tienda Ranpo regresó los artículos en su sitio escuchando la campana nuevamente en la entrada, sabiendo de qué trataba de Fukuzawa caminó tranquilamente hacía el frente.

— Compré muchas cosas importantes, estuviste bien?

Ranpo fijó su mirada en las bolsas llenas de cosas para gatos que cargaba su tutor y solo pudo resignarse a decir algún comentario sobre eso.

— Si y de hecho mañana también atenderé la tienda. .

Aquella declaración sorprendió al mayor, Ranpo odiaba trabajar en la tienda alegando que era aburrido y tedioso, así que su sorpresa estaba justificada.

— No te daré dulces extras por hacerlo

Ranpo bufó rodando los ojos con fastidio, sabía que diría eso aunque aún así tuvo la vaga esperanza de que se los diera sin decirlo.

— Te juntas demasiado con Mori, voy a hacerlo porque yo me ofrezco.

Algo le decía a Fukuzawa que había sucedido algo en la tienda mientras no estaba, el Ranpo que conocía no haría nada si no ganaba algo a cambio, pero le servía tener a alguien en la tienda mañana, así que accedió.

Qué es lo peor que podría pasar?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top