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El aire gótico del libro de Poe era casi familiar ahora, con sus pasillos sombríos, escaleras interminables y paredes que parecían susurrar secretos ininteligibles. Chuuya Nakahara estaba enojado, como siempre que era arrastrado a esta absurda dimensión. Y, como siempre, el culpable de su mal humor estaba a su lado: Ranpo Edogawa.

—Dime que esto es una coincidencia y no otra de tus malditas ideas —gruñó Chuuya mientras ajustaba su sombrero y echaba un vistazo alrededor.

Ranpo, que caminaba con las manos en los bolsillos y una sonrisa despreocupada en los labios, fingió no notar el tono acusador.
—¿Coincidencia? Claro que lo es. ¿Qué te hace pensar que quería estar atrapado aquí contigo?

Chuuya se detuvo en seco y se volvió hacia él, cruzando los brazos.
—Tal vez porque tú eres el único que parece disfrutar esto.

—¿Disfrutar? —Ranpo hizo un gesto exagerado, llevándose una mano al pecho como si estuviera ofendido—. Chuuya, esto es una prueba de inteligencia. ¿Crees que me divierte estar atrapado en una dimensión literaria?

—Sí, lo creo —respondió Chuuya sin dudarlo—. De hecho, estoy seguro de que esto es tu culpa.

Ranpo ladeó la cabeza, su sonrisa creciendo un poco más.
—Qué poco confías en mí, Chuuya. Es casi hiriente.

Chuuya entrecerró los ojos, su paciencia disminuyendo rápidamente.
—Escucha, detective. Si esta es otra de tus estúpidas bromas, juro que—

—¡Mira eso! —interrumpió Ranpo, señalando un cuadro al final del pasillo.

Chuuya chasqueó la lengua, pero siguió al detective. El cuadro mostraba una escena de lo que parecía ser una mansión victoriana en llamas. Ranpo lo observó con atención, con esa mirada calculadora que tanto irritaba como fascinaba a Chuuya.

—¿Entonces? —dijo Chuuya, cruzándose de brazos nuevamente—. ¿Cuál es el plan para salir esta vez?

Ranpo se giró hacia él, su expresión ahora más seria, aunque no menos traviesa.
—Resolver el misterio, obviamente.

—¿Y el misterio es...? —Chuuya hizo un gesto para que continuara.

—¡Eso es lo divertido! —dijo Ranpo con entusiasmo—. Poe siempre crea un enigma nuevo cada vez que caemos aquí.

Chuuya alzó una ceja.
—¿"Cada vez"? ¿Qué significa eso?

Ranpo desvió la mirada, silbando como si no hubiera dicho nada comprometedor.
—Nada, nada. Vamos, sigamos adelante.

Chuuya lo agarró del brazo antes de que pudiera avanzar.
—No, no, no. ¿"Cada vez"? ¿Cuántas veces has estado aquí sin mí, Edogawa?

Ranpo soltó una risa nerviosa, aunque su expresión seguía siendo descaradamente inocente.
—Bueno, ya que preguntas... ¿Qué importa? Estamos aquí ahora, ¿no?

—Edogawa—. Chuuya lo fulminó con la mirada, aunque Ranpo parecía inmune a su intensidad.

—Está bien, está bien. —Ranpo levantó las manos en señal de rendición—. Tal vez le pedí a Poe que nos dejara atrapados aquí otra vez.

Chuuya lo soltó de golpe, boquiabierto.
—¿Qué hiciste qué?

Ranpo sonrió con desparpajo.
—Vamos, Chuuya. Admitirás que es divertido, ¿no? Resolver un misterio, trabajar juntos... y, bueno, compartir tiempo a solas contigo es un beneficio adicional.

El rostro de Chuuya pasó rápidamente de sorpresa a indignación.
—¿Me estás diciendo que esto fue planeado? ¿Que estoy atrapado aquí porque tú querías pasar el rato?

—Técnicamente, no planeé cada detalle —respondió Ranpo, encogiéndose de hombros—. Solo le di una sugerencia a Poe.

Chuuya cerró los ojos, respirando hondo como si estuviera conteniendo un ataque de ira monumental.
—Edogawa, cuando salgamos de aquí, te aseguro que Poe no será el único en necesitar ayuda médica.

—Si salimos —dijo Ranpo, sonriendo ampliamente—. Claro, si no me ayudas, podríamos estar aquí mucho tiempo.

Chuuya abrió los ojos, fulminándolo con la mirada.
—Eres un idiota.

—Un idiota que te gusta. —Ranpo guiñó un ojo antes de avanzar por el pasillo, silbando despreocupadamente.

Chuuya se quedó en su lugar un momento, considerando seriamente si simplemente sentarse y dejar que Ranpo resolviera todo por su cuenta. Pero al final, suspiró y lo siguió. Por irritante que fuera, no podía negar que, de alguna manera, el detective hacía que incluso estar atrapado en un libro fuera menos insoportable.

Aunque eso no significaba que Ranpo se libraría fácilmente cuando regresaran al mundo real.

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