Inesperado.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Capitulo uno: Examen-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Alfa, omega y beta.

Así estaba clasificado este pequeño mundo. Pero tristemente debes hacerte un examen a la corta edad de catorce años para que al cumplir los quince no tengas miedo de que tu celo - si eres alfa u omega en este caso- llegue de la nada y causar problemas a otras personas.

Nagisa Shiota un chico con características femeninas, un cliché para los hombres omegas, desde entonces, desde el momento que sus facciones se marcaban como una mujer más que las de un hombre, todos le tacharon que será un hermoso omega. Un omega de largos cabellos celeste y hermoso ojos que forman parte del cielo, piel blanca y suave como la nieve recién caída y frágil como una pluma. Estereotipos de omegas varones.

"Son como mujeres, pero con miembro masculino"

Eso dicen las personas alfas de gran rango. Que importa su primer sexo si al final igual concebirá su heredero. Solo esperaba que ninguno de sus compañeros piensen en eso si es que se vuelven millonarios y alfas, ahora él está siguiendo los estereotipos del alfa que solo sigue sus ideales asquerosos, ahora quería pegarse en la cara por pensar eso el chico antes nombrado.

A la escasa edad de siete años ya sabía cómo terminaría su vida, con dos hijos y casado con un alfa de gran porte, el sueño de toda madre para su hija.

Odiaba esa palabra que escuchaba de los labios de su madre cada vez que le llamaba. Nació con su primer sexo masculino haciendo que las probabilidades de tener hijos caigan de una forma demasiado grande, pero su madre aún tenía esperanzas. Si ese hijo suyo nacía omega era ya una mujer para la gran mayoría de la sociedad que controlan las alfas de ese pensar. La mujer mayor le apostaba todo a que esa atrocidad le traiga los papeles de su segundo sexo afirmando lo obvio. Lo que todos saben que pasara, hasta su joven hijo lo sabía y no sabía que pensar. El no quiero ser omega aunque quería hacer feliz a su madre, dos sentimientos tan contrarios que solo provocaban que su pequeña cabeza estallara y de sus acciones eligió liberar su frustración por medio de un golpe contra la mesa. Al hacer eso llamo la atención de sus compañeros que estaban escuchando una explicación de su profesor sobre los alfas, betas y omegas. Algo que ya todos sabían y no era malo recordarlo una vez a las mil quinientas.

-Nagisa ¿Estas bien?- la voz de Karma, su mejor amigo desde el primer año mostraba preocupación hacia él.

-Nada, solo, ya sabes, el examen- Susurro. Sabía que su amigo le entendió, después de todo son amigos desde hace tres años y se tienen la confianza suficiente para quitarse los honoríficos.

-Tranquilo, si sales omega prometo protegerte ante todo alfa con malas intenciones- Al decir eso mostró una gran sonrisa en su rostro.

-Gracias Karma, pero eso no me preocupa actualmente- De nuevo susurro, pero esta vez un poquito más fuerte.

-Entonces ¿Qué pasa?- Pregunto.

-Ni yo sé- Esta vez subió su rostro dejando a la vista sus ojeras por no haber dormido bien por solo quedarse despierto por los nervios del examen.

-Nagisa sí que te ves mal, duerme un rato. Aún falta que llegue Bitch-sensei con las respuestas del examen de sangre que nos hicieron en la mañana y Koro-sensei solo esta emocionado por si uno de nosotros terminamos siendo destinados o parejas, ya sabes. Supuestamente los betas carecen de vida amorosa- dijo con ironía lo último.

El chico de menor estatura sabía que su amigo odiaba los estereotipos, pero no podía estar gritando su negación hacia ellos como si nada. Japón era uno de los principales países con ese pensar y que no aceptaba las relaciones omega-beta mujer o alfa-beta hombre ya que ahí no hay probabilidades de embarazo, igual con parejas betas masculinas o femeninas. Lo único que importa en esta sociedad es criar a tus cachorros y que ellos se reproduzcan.

Todos miraban a la pareja de amigos, muchos sabían de los sentimientos de Karma hacia el mayor y muchos apoyaban esa relación que seguramente terminaría siendo formada por un alto alfa de facciones atractivas y de un omega de rasgos tiernos y demasiado femeninos, pero Karma sabía que eso no pasaría, ya que el peli-azul siempre lo ha visto como un amigo y no debe ser alguien inteligente para saber que eso sería muy difícil de cambiar, no quería hacerse a sí mismo ilusiones, pero con solo imaginar a Nagisa diciéndole "Te amo" o "Karma somos destinados" Hace que solo quiera mucho más al más pequeño. Este amor que se desarrolló con años de confianza disfrazado de amistad puede ser tan hermoso como doloroso para un joven corazón e inexperto en relaciones como es Karma.

-¡Karma-kun! No debes pararte de tu puesto- Le regaño su profesor, un beta de cabellos negros.

-¿Ah? No estoy haciendo nada malo, solo apoyo a Nagisa ¿Acaso tienes un problema asqueroso pulpo pervertido?- Todos sabían la historia de su profesor y ese sobre nombre provenía de los múltiples mangas y revistas porno con temática de pulpos follándose a la joven.

-Ninguno, pero por favor espera que llegue Irina-sensei para pararte y conversar, aún estoy explicando los distintos tipos de razas- Dijo serio mientras con su tiza señalaba las letras que representan a cada raza.

-Aja ¿No será que esta celoso?- Se burló de su profesor que solo se sonrojo provocando que las risas de los alumnos.

-Mejor sigo explicando y Karma-kun siéntate y después puedes seguir cortejando al joven Nagisa-kun- Esa fue la venganza del profesor mientras hacía caras de forma pervertida provocando un sonrojo en el peli-rojo que solo lo noto Nagisa, pero aun así estaba tapado, pero se veía un poco de ello por su ubicación.

-Karma por favor vete a sentar, después hablamos- dijo el chico de cabellos celeste mientras sonreía al nombrado para que cumpliera la palabra de su profesor.

-Ya, ya, ya- susurro para después irse a sentar.

Y cuando el chico de cabellos rojos se sentó el profesor continuo su clase, durante su explicación informo que diferenciaríamos a los omegas de los alfas porque dejan una esencia que los diferencia, pero solo la pareja destinada sabrá el aroma que esa persona especial es dueña, algunos llegaban a percibir el olor antes de conocer a esa ansiada persona entonces tienen la oportunidad de buscarla y si les pasaba suplico que le llamaran y el los ayudaría en el camino del amor. Eso provoco total negación de los alumnos cumplir el deseo del pervertido de su profesor jefe.

-Ya llegue, no saben lo pesados que están estos papeles de mierda- Se quejó la rubia que abrió como pudo la puerta para ingresar a la sala con un pilar de informes sellados donde salía la segunda raza de cada alumno de ese salón.

Comenzaron con el orden de la famosa lista de Koro-sensei. El primero fue Karma que camino normal, pero en sus ojos se podía notar la emoción de ver que decía el dichoso papel, después siguió la lista y el protagonista de esta historia veía como su profesor llamaba a los demás y cuando de sus labios salió su nombre algo nervioso se acerco y después se cuestionó ¿A que le tenía miedo? Si su segundo sexo ya lo sabían todos, no era algo sobrenatural. Era algo sumamente obvio así que más relajado tomo el sobre y camino en dirección de su asiento y vio como Karma le miraba con una sonrisa y cuando ya todos ya habían obtenido el suyo los profesores presentes le dieron permiso de abrirlos, algunos felices, otros asustados y unos normales abrían el famoso sobre de color café.

Nagisa tranquilamente despegaba y sacaba los papeles, comenzó a leer lentamente aunque él lo supiera el aún tenía miedo de leer esa palabra que lo clasificaría para todo su vida, lentamente llegaba a la parte y con un suspiro acepto que él iba a ser un delicado, un hermoso, un pequeño, un...

¿Qué?

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-Capitulo dos: La importancia de no hacerse ilusiones-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


No puede ser, que alguien como el caiga a tal casilla no era algo que se esperaba, ni él y mucho menos los demás ¿Que probabilidades tenía el de caer en esa raza? Él no tiene fuerza, es alguien que prefiere mantener su vida a raya antes de golpear a alguien. No piensa todo el rato en fornicar, el prefiere solo escuchar y decir palabras de cariño verdadero, entonces, del 0.000000001% de las probabilidades de caer en la raza alfa el logro caer en esa pequeña probabilidad que nadie se creería si se lo digiera. Quería gritar, quería desahogarse ¿Tanta mierda para al final ser todo lo opuesto que todos esperaban? Todas esas palabras, todas esas acciones para actuar como le decían que debía actuar un omega se fueron a la mierda después de ser totalmente lo opuesto a un omega. Si, Nagisa Shiota de catorce años dentro de una semana cumplir los quince descubre que todo lo que el creía se fuera a la papelera después de leer unas simples palabras escritas por una impresora.

"El joven es un alfa ( α )"

Mierda, es lo único que pensaba, una y otra vez. La palabra se repetía tantas veces que querían salir de sus labios para mostrar el caos que provoco esas cinco palabras.

Suspiro y pensó que solo era un sueño, tirarse de la ventana sonó tentador, pero recordó que la altura de diferencia del suelo no alcanzaba ni medio metro ¿Ahora de donde se tiraba para despertar del horrible sueño? Ya a la antigua, con sus delicados dedos se piñizco el brazo opuesto, chillo bajo y se percató que no era un sueño y era la misma realidad que el intento evitar con esa excusa. Suspiro de nuevo, intento relajarse y comenzó a pensar en otras cosas, como en la cena que haría hoy o si mejor pedía sushi para domicilio. Estar toda una noche de un viernes comiendo mientras pensaba cosas estúpidas alejadas del tema más importante en esa sociedad sonaba muy bien en su cabeza, así que decidido al escuchar la campana sonar reclamando que ya es almuerzo se dirigió con su comida al patio para pensar en las combinaciones que se le antojaba comer.

-Frutilla nuez estaría bien, hace un mes que no lo como- opino en un susurro.

Siguió su camino mientras comenzaba a soñar despierto como se comía cuarenta cortes él solito, que belleza. Pero todo fue interrumpido al ver que ya llego a la piscina que hizo Koro-sensei. Quería tiempo a solas para pensar, pero tristemente su cerebro no quería cooperar y mucho menos sus sentimientos al respecto. Tantas ilusiones fueron rotas y eso provoco que las palabras no llegaran de buena forma a su cabeza. No sabía que pensar aun y solo quería que su mente estuviera en blanco y escuchar el sonido que le brindaba la naturaleza. Los pájaros cantar de vez en cuando, como el viento chocaba con los árboles y producía un agradable sonido, tanta tranquilidad ayudo que su cuerpo se relajara y dejo los pensamientos atrás, pero fue tan fuerte que el sueño dominaba su pequeño cuerpo. Hubiera sido un agradable sueño si no fuera porque de la nada Nagisa sintió una frecuencia alterada y junto a ella un golpe seco. Asustándolo y haciendo que su sistema nervioso actué y preparándose para cualquier movimiento en contra suya. Tras unos minutos sin nada que le sorprendiera o agrediera se relajó y comenzó a buscar la razón de ese sonido.

Comino unos pocos pasos ya que para su derecha escuchaba una voz y al ver entre los arbustos vio a su mejor amigo pegando con sus puños el tronco de un árbol y algunas veces patadas. Después de estar haciendo eso por cinco minutos paro para dejarse caer en el suelo y dio paso al silencio que después de unos segundos se convirtió en sollozos. Eso llamo la atención del joven alfa, su mejor amigo lloraba mientras tapaba su rostro con sus brazos, miro al rededor del chico y vio un papel arrugado, su mirada quedo fijada en el papel. Acaso ¿Es el papel donde salía su segundo género?

Los ojos celeste se llenaron de sorpresa, acaso su mejor amigo lloraba por lo escrito en el papel, el también quería hacerlo, pero se contenía ¿Tal vez el escrito era tan impactante? Y pensó y al llegarle la idea solo quiso negarlo, pero no podía. Con esas pruebas se le estaba haciendo imposible hacerlo.

Karma tal vez, solo tal vez era un omega.

Sin pensarlo, solo quería confirmar esa duda que apretaba su corazón, quería confirmar que no es el único que siente miedo y negación de esperar lo opuesto de lo que esperaba. Al llegar de forma silenciosa al lado del papel y finalmente al tenerlo en sus manos intento alisarlo y en busca de la palabra la encontró y confirmo todo.

Karma si es un omega.

Solo pudo sacar el papel que el doblo donde salía que era un alfa y suspiro. La vida era injusta y gustaba divertirse del dolor ajeno. Eso pensaba y ahora que estaba fuera de su escondite y como mejor amigo debía apoyar al omega al frente suyo. Pensar en el cómo alfa y a Karma como omega es algo raro, algo demasiado inesperado para sí mismo.

-Karma- le llamo de forma suave y solo eso basto para que el pelirrojo le mirara de una forma que mostraba su miedo, negación y frustración.

-Perdóname Nagisa, soy un omega- susurro con dolor.

-¿Porque debería perdonarte? Eres un omega, mi mejor amigo que le tengo toda la confianza del mundo ¿Qué diferencia hará que seas omega entre nuestra amistad?- Pregunto mientras abrazaba el cuerpo tiritante del omega.

-Prometo protegerte, prometo no mostrarme débil. Haré todo lo posible para protegernos de los alfas- comenzó a prometer mientras lagrimas caían de sus ojos, en sus sueños donde él iba ser alfa era proteger a Nagisa de todo alfa impuro que quería profanar al chico que le flecho, pero ahora aunque sea omega y una relación entre ellos dos sea imposible intentara mostrarse fuerte y protegerlo de toda costa. Protegería a su primer amor.

Nagisa al escuchar esa promesa quedo desconcertado, siempre supo que Karma lo sobre-protegía y en su mente algo despistada creía que por ello estaban las bromas de cortejarlo y todo eso que hace un alfa a un omega, pero ¿Que pasa ahora? Él es el alfa y Karma el omega ¿Debería hacer lo mismo? Obvio, su amigo está dejando a la basura su segundo sexo y solo piensa en protegerlo de tonterías.

-Karma, por favor lee esto- y le entrego el papel donde salía su segundo sexo.

El omega al principio le miro extrañado y cuando abrió el papel una mirada con demasiada duda se le fue entregada, Nagisa solo pudo mirar a un lado, no quería ver la reacción de su amigo. Si a él le dolió, no quería saber cómo le afectara a su amigo que prometió protegerlo de los alfas mientras él es uno.

-Nagisa ¿Eres un alfa?- Extrañamente su voz no sonó ni entrecortada o mostrando algo, solo era seria.

-Si- afirmo para después devolver la mirada al pelirrojo.

Lo vio, su mirada era sombría, sus labios tiritaban y parecía que leyera una y otra vez esa palabra que definía a su amor platónico. La desesperación llego a su corazón ¿Era un juego? Se preguntaba así mismo, seguro un compañero o un profesor quiso hacerle una broma de mal gusto, una para que aprendiera la lección y dejara su actitud algo arrogante. Debía ser eso. Que malo que en su cabeza solo estuvo llena de ilusiones desde que soñaba hasta cuando estaba en el colegio. Ilusionándose con que un peliceleste omega que le mirara con amor y cuando llegue su celo el sintiera el famoso olor de los pre-destinados y dejarle en claro a todo el mundo que él y solo el seria el alfa de ese hermoso omega. Que mal que él nunca será un alfa y Nagisa un omega. Todo estaba de cabeza. Su mente no analizaba nada, solo quería tirarse a la piscina para despertar de este mal sueño, si es que lo fuera.

-Un alfa- susurro y Nagisa solo le miraba esperando una reacción común de su amigo.

Después de unos segundos la campana sonó y ninguno se había movido de su lugar.

El destino es cruel en crear tales normas para amar ya que el humano con su toxico pensar enveneno esas normas y por ello la gente como estos jóvenes sufren.

----------------Capitulo tres: Mentira para engañar de porvida------------


Karma no dijo nada por un buen tiempo, el aire se hacía pesado y los nervios carcomían al menor de estatura ¿Porque Karma no dice nada? Acaso ¿Está decepcionado? No cree, seguro solo está sorprendido como el, pero ya no es momento para hacer estragos en la cabeza y hablar con sinceridad.

-Karma, sé que esto es algo como de otro mundo, pero esto será una parte de nosotros de por vida y debemos aprender a vivir con ella- el miedo se notaba en su rostros, pero intento decirlo con la mayor confianza posible.

-Si- fue lo único que respondió para después sus pies dirigirse al salón.

La clase fue interrumpida por la pareja, muchos comenzaron a decir que ahora si son una pareja feliz, que ya ven el futuro y un montón de tonteras, pero la verdad es que uno de ellos solo quería llorar y gritar en cambio el otros solo quería olvidar todo, tener amnesia y comenzar desde cero, no quiere su actual vida. El aire alrededor de la "Parejita" era tenso.

La clase paso con normalidad, su profesor les enseñaba su materia de una forma extraña, pero al menos entendible para los alumnos. Si no le tomabas atención al profe podrías escuchar los susurros de los demás hablando de su raza, que bueno que ninguno de ellos este decepcionado por lo que es mientras el pelirrojo se comía la cabeza negando lo ya dicho.

-Rio-chan ¿Que raza eres?- le pregunto Kanzaki pasando de largo del chico que las separaba.

-Beta y ¿tu?- Dijo con una sonrisa

-Omega- y ahí vio una hermosa sonrisa en esos labios- me alegro tanto ser una omega, se dice que el omega tendrá un lazo con sus hijos que nadie puede romper, aun cuando el cachorro se vaya de la casa con su pareja aún se estará preocupando por su cría ¿No crees que es lindo?- Susurro con un sonrojo por lo que según ella vergonzoso dijo.

Karma se quedó en shock, aun con todas las cosas malas que dicen de los omegas esa chica veía lo bueno y magnifico de serlo. Recordó las pocas veces que Nagisa hablaba de su madre y lo de ser omega, aunque él nunca se percataba que lo decía en voz alta. Ahora razono un poco, Nagisa siempre le han dicho que será omega, su madre, compañeros, ex-compañeros, él y ahora que es un alfa el solo dejaba que todas esas reglas que fue sometido por ser supuestamente omega fueron por nada, él no se estaba quejando en sus palabras o en facciones, actuaba como si hoy no hubiera pasado nada.

La campana toco y el pelirrojo no quería que su amigo piense mal de él, entonces se acercó a él con su mochila ya puesta.

-Nagisa podemos hablar- Esa voz de la nada asusto al más bajo.

-Claro Karma- Comenzó a guardar sus cosas y al ya tener su mochila lista se la puso -Estoy listo- El pelirrojo solo asintió, podría parecer serio por fuero, pero por dentro era un manojo de nervios.

Caminaron cuesta baja. Solos ya que todos aún estaban en el salón de clases. El silencio era tan pesado y silencioso que se podía escuchar la risa de Koro-sensei de fondo. Nagisa estaba nervioso, la forma como actuaba su mejor amigo no era normal ¿Pero qué hará? Decirle que pare con su suspenso innecesario, pero debía tomar en cuenta que a Karma también lo tacharon desde pequeño que iba ser un alfa y él lo aceptaba totalmente feliz, en cambio para él era como "Oh, otra decepciona para mi madre" Ahora que se ponía a meditar, tal vez el mundo odiaba a su madre y no a él y que todo le afecte es porque es su hijo.

-Nagisa, lo siento por quedarme tanto tiempo callado, pero es un minuto no pude aceptar todos estas cosas que yo creía imposible-

-¿Imposible? ¿A qué te refieres con imposible?- Dijo con el ceño fruncido.

-No quería decir eso así, es que ya sabes como todos nos tacharon de cierta forma yo- los nervios actuaron sobre su lengua y por decisión propia era mejor callare que seguir hablando algo que aún no razone debidamente.

-Karma sé que intentas ser comprensivo y no actuar de una forma que me lastime, pero debo de admitir que no sabes cómo actuar ante esto, yo tampoco sé que are- Susurro lo último con algo de miedo, recordó cómo se pondría su madre al contarle "Eso".

-Es que- no sabía que decir el pelirrojo él estuvo toda la clase pensando en cómo estaba actuando y estaba lastimando alguien muy importante para el- ¡ahhhgrrr!- grito frustrado. No quería ser un omega.

-Karma ¿Hay alguien en tu casa?-

-¿Eh? No, ¿Porque?- su rostro mostraba duda en cambio el del más chico solo seriedad

-Porque no hacemos una piyamada- sonrió para calmar a su amigo.

El omega no hablo, solo comenzaron su rumbo a su casa, un transcurso algo largo por el pesado ambiente que había entre ambos, los labios del pelirrojo temblaban y la razón era la expresión de un alfa enojado, se sentía algo mal por ser el causante de eso por su habladuría, pero intentaba no mostrar eso y solo que estaba aburrido haciendo cualquier cosa, mientras el otro solo intentaba que los recuerdos lleguen a él. Pronto será su cumpleaños y desde adelante su celo se aproximara dejando en claro su aroma para que su destinado lo encuentre. No esperaba nada bueno de eso, lo único que llegaba a su cabeza eran escenas negativas de lo que sucederá ahora que es alfa.

-Nagisa, ya llegamos- Karma lo saco de su mundo trayéndolo de nuevo a la realidad, noto que el más alto estaba nervioso y preocupado. Se notaba a leguas que el chico no sabía qué hacer en ese momento.

-Tranquilo, solo quiero hablar y no llegar a casa- susurro con tristeza para después sonreír como si nada, esa es su habilidad. Parecer que no pasó nada malo y que todo es normal.

Entraron a la casa, ahora el aire no estaba tenso, pero se notaba aun el silencio que solo dejaba que las dudas del omega crezcan. Nunca entiendo porque Nagisa esconde su sufrir, pero si solo tal vez viviera su vida entendería, porque nadie puede ponerse en los zapatos del otro.

-Karma, como sabes dentro de una semana es mi cumpleaños, es decir que mi celo llegara en cualquier momento y todos sabrán que soy un alfa- dijo con naturalidad, el arte de no mostrar sus emociones encantaba y asustaba a su amigo.

-Verdad- solo respondió eso. No podía decir que ya tenía su regalo en su habitación, eso sería un tema que no debería sacar en un momento tan serio.

-Así que me puse a meditar en todo el camino hacia aquí de algo ¿Tú quieres ser un omega?- Eso llego como bala al corazón a su mejor amigo.

-Siendo sincero no- susurro con temor.

-Yo en cambio no sé qué ser, no quiero ser ni omega, ni alfa, pero sé que todos esperan de mi- Dijo con naturalidad, como si esas palabras fuerza normales en su vida, ya que lo son tristemente - así que, mi plan es el siguiente. Ocuparemos ropa del otro para dejar la esencia y olor de omega y alfa en la ropa y nosotros deberemos ocultar nuestro olor natural durante nuestra vida en la escuela y hogar- Informo - ¿Qué te parece? Karma no sé si estés preparado para las burlas, para las distintas miradas de los demás hacia un omega, no es para provocarte miedo, sé que eres fuerte. Pero ahora mismo yo no tengo la confianza de ser lo que en verdad soy y, tengo miedo- admitió mientras su cuerpo temblaba al escuchar las burlas de no ser un alfa de pies a cabeza.

Karma también temblaba en su lugar, acepto la propuesta sin pensarlo mucho en verdad. Él no estaba preparado mentalmente para lo que venía, aunque sabe que los omegas tienen cosas buenas a la vista de alfas que se creen son como basura y no, él no quería sentirse menos. Sentía como su confianza disminuía y lo odiaba.

A la mañana siguiente se intercambiaron ropa y los papeles que decía su segundo sexo, debían acostumbrarse desde ahora a ocupar ropa de alguien más y desprender su olor que en cualquier momento podía llegar y el día Lunes Karma le entrego a Nagisa supresores de olor y cremas para ocultarlo. Nunca sabrían cuando llegaría. Solo saben que la llegada cercana estaba.

------------------Capítulo final: Celo.--------------------

Los días pasaron y junto ellos el cumpleaños de Nagisa, los dos adolescentes se quedaron en la casa del alfa a comer pasteles ya que la madre de este salió de viaje de negocios, pero dejando un vestido de regalo que Karma vio y noto que esa mujer beta tenía ese asqueroso pensar de que los omegas vistieran ropa femenina sí o sí.

Lo tomo y se vio en el espejo sujetándolo para imaginar cómo se vería. Es momento fue incómodo y doloroso. Ese sábado lleno de miedo de nuevo esos dos corazones.

Karma no sabía que pensar, pero su corazón solo latía rápidamente al estar junto al alfa de cabellos celeste y al despedirse su agacho y beso su mejilla. Lo amaba. Maldita sea lo amaba con locura y por esos pensamientos no ha podido hacer nada con sus promesas de cuidarlo y así tal vez enamorarle, pero ahora que él es omega sentía un miedo que hacia sus piernas temblar y perder el equilibrio. Fue a su casa con rapidez y decidió buscar que sentía y porque pasaba eso.

"Hola, soy omega y tal vez suene raro pero cada vez que veo al alfa que me gusta no puedo evitar sentir terror cuando tiene miedo o está junto a alguien más, por favor explíquenme porque sucede"

y las respuestas le dejaron extrañado y con un sentimiento extraño en el estómago.

"Es el miedo de no ser el omega que el desee, los omegas son más sentimentales que las otras clases así que produce una sensación de insuficiencia y miedo ante cualquier cosa que en tu mente crea que no eres para él o él para ti"

"Tranquilo es normal, yo lo sentí con mi destinado y espero que ese alfa sea el tuyo y se lo deseo a todos los omegas que lean esto ♡"

Así que era eso, su confianza estaba siendo afectado por su clase. Suspiro derrotado eso no podía estar pasándole. Así que con miedo fue al cajón donde guardaba toda la ropa que Nagisa ocupa para que el oculte su olor. Respiro un poco del olor de la tele, aunque no desprendía el aroma a alfa, si desprendía el aroma sutil de Nagisa, el aroma que estaba en su habitación impregnado y será olvidado al desarrollar su olor de alfa.

Se acostó bajo su cama en espera de los siguientes días y con miedo del lunes.

Ya cuando era lunes se levantó con un extraño calor que también tenía el domingo, pero esta vez era mayor. Al parecer tenía fiebre, pero no podía faltar a la escuela o si no el director si lo echaría de la escuela. Ser expulsado creo limitaciones.

Se tomó las pastillas anti-olor y se unto la crema por si acaso. Salió de su casa y aun así sentía ese calor por todo su cuerpo sorprendiéndolo ya que estaban en primavera y no hacia tanta calor, pero de repente sentía olores que le mareaban.

Llego a la escuela de forma vaga, sus piernas temblaban y su cuerpo ya no soportaba caminar, mucho menos subir la montaña. Debía ir a la enfermería y como dijo lo hizo, pero tristemente al llegar su cuerpo exploto y se desmayó.

La enfermera asustada le ayudo y comenzó a hacer lo posible en sus manos para ayudarle, pero al ver su ficha supo que seguramente estaba en su primer celo, pero había algo que la hacía dudar de ello ¿Porque se adelantó seis meses? Lo único que su cabeza llego a poner como opción fue algo que casi nunca pasa, era demasiado pronto.

Mientras en el otro lado de esa escuela se encontraba el otro protagonista de esta historia. Estaba preocupado, ya hace un rato tuvo que llegar su compañero, pero ni pistas de él ha visto y en el momento donde llego el profesor sintió algo en su interior. Quería saber dónde estaba Karma.

-Alumnos se me informo que Karma no vendrá a clases hoy- dijo triste y con ello el alfa produjo miedo.

-Profesor me podría decir la razón de porque no vendrá Karma- muchos susurraban que era un omega preocupado de su omega, pero no, era todo lo contrario.

-Está en la enfermería del edificio central, al parecer su celo se adelantó- informo y con ese miedo el alumno salió corriendo del salón. Un omega en celo en el colegio. Eso es la principal razón de que gente marque a omegas que no son suyos o betas que embarazan a los omegas al seguirles el juego.

Corrió por toda la colina abajo, importándole la nada misma la suciedad que ahora tenía en toda su ropa y rostro. Al llegar al edificio principal se dirigió a la enfermería chocando con estudiantes que aun andaban por los pasillos y cuando llego a su objetivo entro preguntando por su amigo de forma desesperada.

-Tranquilo, está durmiendo- sonrió la enfermera- ¿oye pequeño tú conoces al alfa que más se junta con tu compañero?- Pregunto con dulzura.

-Yo- dijo decidido, le importaba un comino si todos se enteraban de su segundo sexo solo quería llevarse a Karma lejos de esa escuela.

-Oh- soltó sorprendida- perdón, pensé que eras omega- agrego apenada, Nagisa solo asintió queriendo que la enfermera le dejara llevarse al omega- Pues, alfa te debo informar de algo del omega, como sabrás está en su celo que se adelantó extrañamente seis meses y la única razón que llega a mi cabeza es que ustedes dos son destinados- eso dejo en shock al más pequeño de altura- Suele pasar eso con los omegas, sus celos pueden adelantarse de una forma tan grande cuando el contacto con su destinado es constante para satisfacer al alfa durante su celo, pero no lo puedo confirmar con solo eso, si deseas podemos hacer una prueba de sangre- el chico solo asintió sentándose en una silla esperando la extracción de sangre.

Dios, no le importaba si Karma son destinados solo quiere llevar al omega a un lugar seguro, pero que su celo se adelantara tanto le preocupaba. Después de que la enfermera le sacara sangre a los dos y analizarlo Nagisa estaba a punto de llevarse corriendo a Karma.

-¿No me lo puedo ya?- Pregunto.

-No, si no eres su destinado o familiar no te lo puedes llevar- Respondió mientras sacaba los resultados.

-Pero sus padres están de viaje además- Miro el rostro de Karma - Yo lo protegeré de todo alfa que lo quiera molestar o dañar- Dijo con confianza mientras sostenía la mano del omega.

-¿Lo quieres?- pregunto mientras se hacia la que analizaba los papeles ya que quería saber si esos dos se amaban y serán felices.

-Obviamente, aunque al principio solo fue amistad, pero sus acciones siempre me cautivaban y me hacía quedar callado para ver completamente sus sonrojos, sus miradas llenas de confianza, aunque por ser omega esas miradas están desapareciendo, pero en su lugar sus acciones llenas de cariño han aumentado y me hacen tan feliz- Un sonrojo suave apareció en sus mejillas - Podría decir que si somos destinados intentaría con todas mis fuerzas darle mi cariño y hacerlo feliz- Eso emociono a la enfermera.

-¿Primer amor? por eso tan dudoso en tus acciones- Pregunto mientras le pasaba los papeles que decían su relación alfa y omega.

-Creo que si- Su sonrisa ocupaba todo su rostro al ver que si lo eran.

-Toma son medicinas para tu omega- Le entrego pastillas y un... -Protección ante todo, sin gorro no hay fiesta- Nagisa solo suspiro fuerte ante esas palabras y guardo esas cosas en su bolsillo - su celo durara entre cinco días o menos- Informo para que tuviera en mente lo que pasara.

Nagisa asintió y con su fuerza llevo arrastrando a Karma y su bolso, el suyo lo tendrá devuelta a clases. En el tren llamo a su madre diciéndole que un omega de su clase necesitaba ayuda por su celo y que sus familiares salieron de viaje. Su madre acepto ya que estaba feliz que su hijo omega socializara con omegas.

Fue difícil llegar a la casa de Karma ya que la gente los miraba raro ya que por las cremas y demás ninguno de los dos tenía olor, pero sabía que su destinado deberá dejar libre su olor natural porque los anti-olor en celos afectan en la fertilidad y demás cosas.

Al llegar al hogar del omega lo acoso y gracias a dios la temperatura bajo un poco por las medicinas, debía cambiarle de ropa. Algo avergonzado lo hizo, le quito dejándolo con solo sus bóxer rojos buscando su piyama, tristemente no encontró y recordó la vez que Karma le dijo que dormía con cualquier ropa vieja o semi-desnudo. Busco ropa que pareciera vieja y encontró una polera roja algo gastada que le quedaba un poco grande a Karma y se quedó pensando que eso le quedaría como vestido tristemente.

Suspiro y fue en busca de comida para preparar una sopa pata cuando despertara su omega, ahora con esa palabra se sentía mal, estaba tomando a alguien como suyo aun cuando el otro no sabía de sus sentimientos y que eran destinados, esperen.

¿Cómo reaccionara Karma al saber que son destinados?

Suspiro fuerte por el miedo, pero no era momento de eso así que se centró en cocinar. Después de dos horas en la cocina termino la sopa de pollo y decidió tomar una ducha por el calor que sentía.

Pero eso fue interrumpido al ver a Karma en las escaleras.

-Karma debes bañarte para entrar a temperatura normal y dejar tus hormonas actuar- eso hizo que el adormilado de Karma le mirada extraño - te llego tu celo- informo.

-¿Cómo? ¿Pero debería llegar dentro de seis meses?- pregunto asombrado.

-Solo se adelantó, ve a bañarte y te preparo tu almuerzo- El omega solo asintió, agua fría necesitaba.

Después de bañarse y pensar que ese momento que todo omega teme, el celo. El momento donde sus deseos sexuales están a la luz, solo esperaba no actuar raro. Al salir de la ducha se dio cuenta que en su mueble estaba las pastillas para el celo, su duda fue de donde Nagisa las saco, no decidió pensar mucho en eso.

Bajo al piso de abajo donde estaba Nagisa esperándolo con una sopa que ahora con su olfato más desarrollado olía de maravilla.

-Iré a bañarme, come tranquilo- sonrió el mayor de edad, en su mente se sentía como unos recién casados, pero no debía pensar en eso. Debía hacer que su omega tuviera el mejor celo de todos.

Preparo el agua y se quitó la ropa, extrañamente aun sentía mucho calor así que decidió bañarse con agua fría.

Mientas el hacías eso Karma comía tranquilamente su comida feliz porque Nagisa le cuidara, se sentía tan dichoso de tener a ese alfa cuidándolo, su estómago estaba lleno de mariposas como dicen los enamorados, pero todo eso se acabó cuando noto unos papeles sobre la mesa. Los tomo y los leyó.

Dejo la comida de lado, subió con rapidez las escaleras para ir a la habitación de invitados que siempre se quedaba Nagisa y lo vio ya con ropa que el dejaba para acostumbrase cuando sus olores ya estuvieran desarrollados.

Su olfato noto alfo que lo dejo helado.

-¿Nagisa tu estas soltando feromonas?- pregunto asombrado- lo sabía, tu celo al fin se desarrolló- dijo mientras se deleitaba con el delicioso aroma de canela.

-Karma dije que no entraras, recuerda soy alfa y- pero fue interrumpido.

-y mi destinado, por ello mi celo llego ayer- sus palabras dejaron sin aire al alfa que sentía cada vez más calor al oler ese maravilloso aroma a limonada caliente con miel.

-Karma por favor sal de aquí. No quiero hacerte daño - dijo con miedo. Karma prometía protegerle de todo alfa, el protegerá a Karma de todos los alfas también, como el por ejemplo - Estoy en celo y tú también, toma cada ocho horas la medicina que te entregue- susurro, cada vez sentía más calor en su pequeño cuerpo, las gotas de sudor se estaban formando en su frente.

-Pero Nagisa, soy tu omega. Debo cumplir mi rol, sé que no tenemos supresores para alfa para ti, yo mientras desprenda olor y tu aquí encerrado sin tocarme vas a sufrir- Eso enfado al alfa.

-¿Así que si tu alfa hubiera sido otro te hubieras acostado con él? Karma tú vas a tener relaciones con la persona que ames, no con el alfa que el destino te dio- su voz mostraba odio - quiero que seas feliz, aunque no sea conmigo- susurro mientras se paraba del suelo y caminar hacia el omega y echarlo del lugar.

-Yo quiero ser feliz contigo idiota ¿Acaso no te das cuenta? Estoy detrás de ti desde el primer año que nos conocimos- eso dejo helado al de menor estatura - y no sabes lo que me alegra que seas mi destinado, si hago esto es porque eres tú, no porque yo soy tu omega y tu mi alfa. Sabes que siempre eh odiado eso- dijo serio.

-Lo sé, pero te eh estado viendo algo alterado por todo esto y lo del celo y destinado tenía miedo de que te alteraran más- Respondió mientras abrazaba a su omega, pero no pensó que su alfa ya estaba actuando sobre su cuerpo y sin descaro comenzó a olfatear el cuello del más alto para sentir mejor el dulce aroma que lo dejaba loco.

-Nagisa, quiero hacerlo- Susurro mientras correspondía el abrazo.

-Pero ambos estamos en celo no pensaremos objetivamente en el momento que se me pase marcarte- y una ráfaga paso por la cabeza de Karma.

¿Nagisa pensaba marcarlo? Sus hormonas mostraban su aumento de felicidad descolocando al alfa por el aumento del olor. Sin importar lo que pase empujo al alfa a la cama y se acostó encima de él.

Antes de que reclamara por ser empujado sus labios fueron sellados otra vez por esos labios y al separarse en esos ojos dorados noto un brillo tan hermoso que provoco que se cambiaran de posiciones. Ahora el alfa encima mientras besaba las mejillas de forma suave y tierna del menor de edad. Después paso por el cuello y al notar la tela de la camisa estorbar volvió al rostro para besar la frente y la nariz de forma sonora mientras apretaba esas mejillas con sus manos.

Todo tierno mientras dejaba su aroma en el cuerpo del otro. Besos mostrando el amor de cada uno hacia el otro, llenando la habitación de los dos olores combinados con toques de lujuria, tan delicioso y exquisito que dejaban en claro que el omega poco a poco los supresores dejaban de hacer su tarea y en el momento de que acabo Karma sintió una electricidad extraña pasar por su columna vertebral y con las manos de su alfa en sus mejillas mientras se besaban hacia que su omega interior se sintiera feliz, pero no satisfecho, quería más, más y mucho más. Quería tener a su alfa cumpliendo sus deseos. Si tuviera ropa con el olor alfa de Nagisa se la hubiera robado y con su ropa crear su nido y aunque fuera su primer celo le hubiera dejado entrar a él. Rayos pensar en esas cosas dejaban ganas de hacerlo para mostrarle a su alfa el amor que sentía hacia su persona. Nagisa en su nido. De solo pensarlo le daban ganas de dejar lo que estaban haciendo para construir su nido, pero tristemente no tenía ropa suficiente de Nagisa.

-Nagisa, quiero hacer mi nido en el próximo celo- susurro en el oído del mayor - y que estés en el acurrucado conmigo, me haría tan feliz- después de decir esas palabras sonrió y comenzó a besarlo en los labios. Como si fuera una comunicación de otro mundo, Karma supo que Nagisa aceptaría encanto. Tal vez sea por el brillo en su mirada o el olor que libero. Quien sabe, pero acepto. Eso es lo importante.

Ante eso su felicidad se desbordo matando lo que quedaba de la medicina comenzando a sentir su celo de nuevo. Ese calor recorriendo su cuerpo hasta llegar a las punta de sus pies dándole ganas de restregarse con su alfa para dejar el aroma en el cuerpo del contrario, deseando tenerlo cerca de el en cada momento y para acercar sus cuerpos durante los besos rodeo esa cintura de su alfa con sus largas piernas logrando un contacto con el pene ya algo duro de su destinado.

-Alguien ya despertó- susurro con burla, quería avergonzar a su alfa.

De respuesta a eso sintió un toque en si trasero, una lamida en su oreja derecha y al reaccionar soltó y gemido de sorpresa, junto a eso comenzó a sentir el lubricante saliendo por su entrada. Con un sonrojo y sus ojos bien abiertos se quedó mudo. Sentía algo raro como esa sustancia viscosa salía de su entrada por cada contacto y olor de su alfa. Al rato sintió de nuevo unas lamidas por su cuello y olor a alfa preocupado volviéndolo a la realidad soltando una risa por su tonto actuar para restregar su trasero en el miembro de Nagisa. Como en las porno que él veía en internet, según comentarios es la mejor pose para excitar al alfa.

Él quería complacer a su alfa, dejarlo sin respirar y lo imagino. Un Nagisa soltando gruñidos y gemidos de sus suaves labios ya hinchados mientras él lo cabalgaba con las manos del alfa en sus caderas para ayudarle en su tarea, quería probarlo y con esa imaginación sintió como el lubricante ya hacia contacto con su ropa interior y su pene reaccionaba al roce contra el abdomen del pelicestes aun con mucho ejercicios que haga nunca se formaba músculos dejándole con su apariencia de niño, pero eso lo excitaba más, ¿acaso esto será una complicación cuando sean adultos? Karma esperaba que no, ya que sería gracioso la gente mirarlo raro por salir con un supuesto adolescente, pero según mujeres pedófilas alfas y omegas los jóvenes cuando tienen sexo hacen unas caras que solo logran excitarlas más. Karma deseaba vivir eso, tal vez sea por sus hormonas locas que deseaba que saciaran su apetito sexual, que mal a su parecer Nagisa saliera a alfa que le gustaba dar mimos durante su celo por los constantes besos que le daba en las zonas ya nombradas. Cansado de eso el pelirrojo hizo un movimiento hacia adelante para estar los dos sentados y al fin sacar esa polera larga roja dejando al aire sus músculos poco desarrollados. Eso avergonzó al alfa, pero al ver esa sonrisa de superioridad sabía que el omega quería humillar su cuerpo así que con cuidado hizo una lamida desde su cuello hacia uno de sus pezones y al llegar a ese botón rosado lo comenzó a lamer y succionar contestemente dejando al omega deseoso de mas, nunca sintió sus pezones tan sensibles como en ese momento.

Lamer, succionar y esa mirada de saber que encontró un punto débil hizo que su falo ya estuviera erguido.

-Alfa, lo estás haciendo bien- sus instintos ya lo dominaron, su alfa, solo suyo -mi alfa, hazme tuyo, te quiero aden- no termino su frase por el escalofrió que dio su cuerpo a sentir como su alfa tocaba su miembro haciéndole soltar un jadeo - Alfa- lo nombro y se miraron.

Nagisa se estaba perdiendo en las palabras que salían de ese omega, sus reacciones y su cuerpo haciendo que su racionamiento se fuera a lo más lejano de su cabeza.

Su alfa aulló al ver como su omega jadeaba por cada movimiento de su mano sobre la tela que le separaba del pene de su pareja.

Su cuerpo reaccionaba a todo lo contrario como le habían contado de los alfas, el quería complacer a su omega no a su alfa interior.

-Nagisa, tienes mucha ropa, con ella no podremos seguir- susurro Karma intentando no soltar ningún gemido o jadeo para que su destinado le entendiera.

El alfa al escuchar eso sintió la necesidad de complacerle. Se sacó esa polera y el short que se puso después del baño, dejando a la vista su bóxer negro con detalles rojos. Dejando a Karma sin aire, él le ha visto con traje de baño, parecido a un bóxer, pero ese bóxer era apretado dejando a la vista ese miembro erguido a su totalidad que se notaba la punta que estaba saliendo del elástico.

Confirmado, el pene de 7 centímetros que se imaginó de Shiota Nagisa es de 17 o más por la excitación. Ahora una duda llego a su cabeza.

Aun con tanto lubricante natural ¿Esa cosa le entrara?

No, esa cosa lo romperá en dos.

Comenzó a tener miedo, pero ahora era terror al ver como su alfa le quitaba su bóxer dejando a la vista su miembro.

-Karma ¿Aun quieres hacerlo? Yo solo quiero, deseo complacerte y hacerte feliz- susurro y después de ello se acercó a su cuello dando un pequeño y dulce beso - Te quiero tanto, solo are lo que tú quieres que haga- y después mordió el lóbulo de su oreja.

No sabía que decir, estaba abochornado por esas palabras tan dulces de su alfa, pero no quería parecer un tonto. En su imaginación su primera vez con Nagisa, él dominaba la situación con perfección, pero el más calmado era Nagisa. Con nervios empujo a su alfa y se sentó en la cama para poner sus manos en ese bóxer y bajarlos, pero fue imposible por la postura del mayor, aunque logro liberar su fuente de temor en ese instante.

"-Es más grueso de lo que se veía-" Pensó liberando sus hormonas, pero aun no aceptaba que por ser omega su confianza disminuyera.

Así que se acercó a su alfa, lo acostó y se sentó encima de él. El miembro de su alfa se resbalaba por sus nalgas, tiritando lo tomo logrando un jadeo por parte de Nagisa y cuando levanto un poco su cadera para meter de una ese miembro su destinado mantuvo sus caderas en el aire para que no cometiera su acción.

-No lo are si tienes miedo, sé que algunos omegas puedes estar excitado con los toques, pero al llegar a la parte esta retroceden por miedo a su primera vez, aunque solo ocurre si el celo esta recién iniciando- informo para ponerse en buena postura y abrazar al de mayor estatura.

-Quiero hacerlo- susurro el omega -La cosa es que- trago duro -Nunca imagine que la tendrías tan grande- La bomba callo en las mejillas del Alfa y su pene ya sentía ese dolor por estar encerrado de nuevo en sus bóxer apretados.

-Esto no es mi culpa- Se excusó - Al ser alfa mi - sus mejillas estaban como manzanas por decir esa palabra - pene se desarrolla para cuando sea mi celo y haga el nudo en el acto- dios, sus palabras sonaron tan formales que solo lograban abochornarlo.

Una risa se escuchó en la habitación. Karma se reía por el escándalo que estaba haciendo para solo cumplir sus deseos.

-Hazlo- Susurro con una sonrisa y un suave beso en la frente.

Nagisa comenzó con lo primordial, metió dentro de su omega el primer dedo que logro dejar a Karma soltando jadeas que suplicaban más, después metió el otro e hizo como tijera para dilatarlo mejor y al final meter el tercero y abrirlos mientras lo envestía.

Karma debía admitir que se sentía raro, nunca sintió una sensación tan intrusa y placentera, pero al tiempo si cuerpo liberaba más hormonas en busca de más y más, los omegas en celo eran insaciables.

Nagisa agradeció el paquete de condones que le dio la enfermera.

Y así fue, una tarde llena de embestidas, gemidos y los chirridos de la cama del omega por los bruscos movimientos que hacia Nagisa para satisfacer a su hermoso destinado.

No sabían cuántas veces lo hicieron, pero sabina que después de esa ronda debían bañarse, comer y descansar para el día siguiente tal vez seguir.

-Alfa ¡Mas, mas, mas!- gritaba Karma con sus ojos llenos de lujuria mientras miraba el techo sintiendo que podía ver el cielo y las estrellas

-Karma, omega yo ¡a-ah!- El nudo de nuevo se activó y sus ganas de morder ese cuello ya no podían esconderse en su interior así que rápidamente lo hizo.

Mordió su mano.

-¡Nagisa!- Gimió el omega al sentir el nudo y como se corría de nuevo.

Soltando jadeos esperaban que el nudo se descinchara para al fin terminar esas rondas.

-Po - inhalo cansado - ¿Porque no me marcaste?- Pregunto aun con jadeos saliendo de sus labios.

-Porque no es el momento y lo sabes- Respondió.

Era verdad, aún estaban estudiando y con la familia de Nagisa si saben que es alfa y marco un omega todos se arruinara, además con las peleas de Karma y la carrera que quiere ejercer si se enteran de su segundo sexo le harían la vida imposible.

No era el momento para que fueran felices.

-Tienes razón- Susurro desanimado mientras dejo de sentir el nudo de su pareja y se separaron de su excitante unión.

-Cuando seamos grandes y podamos vivir por nuestra cuenta te marcare y tendremos una vida llena de sinceridad- susurro mientras besaba el lugar donde según el seria el lugar perfecto para su marca.

-Pues si soy sincero ese futuro le falta algo- Eso dejo dudoso al alfa que iba preguntar el que faltaba - Unos hermosos cachorros- Dijo antes para besar a Nagisa y salir de la cama con dificultad y cansancio para ir al baño - te espero en la ducha- Sonrió para salir de su habitación.

Con esas palabras Nagisa se hizo la promesa de darle todo lo que quiera su omega y después de calmar sus hormonas de felicidad ir a tomarse una buena ducha.

---------------------Fin

Dios me salve de nunca volver a escribir lemon, odio escribirlo ya que solo lo leo si es fundamental para la trama y pues...

Felicitenme de escribir dos mil palabras de mi primer lemon que considero bien hecho ;-;

¿De que tratara el siguiente one-shor?

Lo sabremos dentro de cinco meses ;D ok no jsjsjs.

SE DESPIDE PIEDULCEAMARGOOOOOOOOOO-<3


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