Universo ☆[Leiftan]



"Desde que Leiftan la conoció se volvió su universo."




Todo su ser giraba en torno a la joven faelienne, desde en como esta lo observaba, sonreía e incluso en como esta sufría. Ambos se pertenecían completamente el uno con el otro. La forma en la que la joven sostenía la mano de Leiftan mientras lo miraba con sus ojos llenos de esperanzas o cuando esta acariciaba su cabello mientras se encontraban tumbados en la cama del rubio, esos se volvieron los momentos más felices para él.

Leiftan siempre se aseguró de presentar todo lo bueno de el a ella, alegrar sus días cuando la esperanza se había desvanecido y hacerla reír incluso cuando su corazón se encontraba apagado, esconder todo de el que pudiera hacerle daño. Sin embargo este nunca pensó en que seria el mismo quien le brindaría la mayor agonía a su amada.


"El amor no lastima, lastiman los que no saben amar"


Erika lo miraba horrorizada, nunca se imagino que el amor de su vida, su alma gemela, seria aquel mismo quien les brindo tanto sufrimiento durante toda su estancia en la guardia.

Leiftan la observaba fijamente sin pronunciar palabra, o simplemente buscando las palabras correctas, sus majestuosas alas negras desplegadas, sus cuernos, sus ojos, todo de el era una imagen que a la vez que la maravillaba, la mantenía  alerta porque a pesar de aquel ser fuera el mismo al cual le entrego su cuerpo y alma, era el mismo quien destruyo al cristal y junto con el una parte de su ser. 


"Los Daemon y Angel, dos partes de un mismo ser" 


Erika tomando valor se acerco a él  y en un movimiento precipitado lo abrazo, delicadamente su mano se posó en cabello y lo acarició. El daemon correspondió a su amada abrazándose de su cintura y finalmente luego de mucho tiempo, lloró. Lloró por él, lloró por ella, lloró por su pasado y lloró por el futuro que les depara. Lloró como nunca antes.


"Si es contigo viajaré al fin del mundo"


Erika con finura poso su manos en las mejillas del Daemon a la vez que le sonreía, esa maldita sonrisa que alegraba hasta su día más triste, aquellos días en los que quería acabar con la mierda de mundo en el cual les tocó vivir, la faelienne deposito sus labios en las finas lagrimas que caían de los ojos del rubio, aquellas lagrimas cargadas de dolor que suplicaban ser calmadas. Lo único que necesitaban para ser felices era el uno al otro.


Desde que Leiftan la conoció se volvió su universo

Desde que Erika lo conoció se volvió su todo

Para Leiftan su sonrisa era su medicina

Para Erika su risa era un rayo de sol

Erika es el ángel que lo curara de sus pecados

y Leiftan es el demonio que la alejará del camino de la bondad.


"Por que ellos eran almas gemelas, dos seres con misma alma"


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Palabras: 488

Fecha de publicación: 09.12.19 | 01:54

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