Westview

Algo extraño ocurre en Westview. No se que es, pero estoy completamente segura. Todos se comportan de forma extraña y yo no sigo mi papel.

¿Mi papel?

A veces no me entiendo a mí misma, me veo llendo a saludar a mi vecina Wanda sin saber por qué. A veces sé que debo hacerlo, pero no me muevo.

Vamos, muevete.

Definitivamente algo ocurre. Siento que estoy en peligro si no hago lo que me dice la vocecita en mi cabeza. Todo parece estar guionizado, sé que Wanda tiene algo que ver con ello, pero no puedo demostrarlo.

No puedes demostrarlo. Ponte en peligro, pruebas. Necesitas pruebas. Quieres pruebas.

Wanda vive con su esposo. Es un hombre un tanto curioso que tampoco parece entender qué ocurre, pero se ve feliz. Al menos, él lo es. Yo estoy demasiado perdida.

Pide ayuda, pide ayuda. Tienes que salir de aquí.

Sí, es cierto. Estoy atrapada en Westview, cuando trato de ir a la salida, parece que mis piernas se mueven solas. Estoy completamente aterrada.

Es natural... No pasa nada.

Llevo tiempo junto a la casa de Wanda, bajo la lluvia. Me quedo observando las gotas de agua que resbalan por su ventana. La lluvia oculta mis lágrimas de desesperación. Yo no debería estar aquí, pero tampoco sé cuál es mi lugar. No sé cuanto tiempo ha pasado, es agotador...

Duerme, debes dormir.

Estoy perdiendo la cabeza. Completamente. De repente, una mano se posa sobre mi hombro, con suavidad. Pese a ser un gesto tan repentino, me es imposible asustarme. Lentamente me doy la vuelta, observando al fin a quien está a mi lado. Una hermosa mujer, tez de café, pelo de corteza de árbol que podría funcionar de almohada...

No te distraigas.

Sé que la conozco de algo, pero no consigo recordar. Estar aquí me hace demasiado daño.

—Soy yo, ______. He venido a por tí, a salvarte. Siento mucho mi tardanza —dijo.

La alegría inunda mi corazón, al fin estoy a salvo. Instintivamente tomo su mano a la par que un familiar nombre me viene a la mente.

Monica Rambeau...