Había soñado por mucho tiempo encontrar el amor, pero más que eso, necesitaba sentir que alguien me amaba, que existía una persona que diera todo por mi.

Necesitaba demostrar que si podía amar, que dentro de mi guardaba tanto amor y muchas ilusiones de descubrir el primer amor.

Y pasó, justo cuando menos lo esperaba, llegó esa persona que cambio todo en mi. Me hizo ser lo más real, ser libre de expresar lo que siento y de mostrar mis pensamientos en escritos.

Se convirtió en mi inspiración.

No sabía que había hecho para convertirse en la persona más importante en mi vida. Incluso cuando lo conocí, lo que menos pensaba era que seríamos inseparables, ni siquiera esperaba una amistad con él.

Pero quizás, el destino estaba de nuestro lado y era el momento de encontrarnos, de convertirnos en ese aliado del otro.

Él se apoderó de mis pensamientos día y noche, estaba presente en todo lo que hacía y daba miedo. Miedo de un día ya no tenerlo, de ir en busca de él y ya no encontrarlo.

Me negué a aceptar que me estaba enamorando de ese chico que conocí a través de wattpad. Ese chico que con sus palabras, su forma de transmitirme tanto, sus alegrías y cada una de sus bromas, me había enamorado en tan solo unos meses.

Al aceptar mi amor hacia él, lo guarde sólo para mi porque sabía que no era algo correspondido. Incluso el día que nos conocimos tuve que hacer el mayor esfuerzo por no mostrar lo que verdaderamente sentía hacia él.

(...)

Estaba nerviosa, sentía que mi corazón cada vez latía a una mayor velocidad. Miraba el reloj esperando que fueran las 3:00 pm, hora en la que Agustín, ese chico que conocí a través de una plataforma virtual llegaría. Nos separan unos pocos kilometros, cinco horas de viaje y sentía que llevaba toda una vida esperando que pasaran.

Me levante de la silla y mire hacia las puertas de la estación de buses, algunas personas iban llegando y otras estaban subiendo a los autobuses. Busque en mi celular la foto de Agustín, quería tener una clara imagen de él, sentía que de tantos nervios no podría reconocerlo.

Mi celular sonó, ya eran las 3:00 pm y un autobús iba llegando. Mi cuerpo comenzó a temblar, no podía creer que después de seis meses por fin lo iba a conocer, ya no sería sólo mi amigo de Internet.

Camine a pasos lentos hacia la puerta, buscando a Agustín entre todas las personas que iban bajando. No estaba por ninguna parte y ya nadie bajaba del autobús, sentía en ese instante toda una revolución de sentimientos.

¿Se había arrepentido?

Cerré mis ojos, sintiendo que las lágrimas comenzarían a caer, llevaba ilusionada con este momento desde el día en que él se convirtió en alguien importante para mi. Suspire dispuesta a dar la media vuelta e irme a mi casa a llorar sin que nadie pudiera preguntar.

Fue en ese momento cuando sentí que alguien cubrió mis ojos, llevé inmediatamente mis manos hasta esa zona, eran manos de hombre y no sabía si sentir miedo o seguir ilusionando a mi corazón creyendo que era Agustín.

— ¿Te irías sin conocerme? —sólo basto escuchar su voz para sentir que todo mi cuerpo temblaba.

Lo tenía a escasos centímetros, sus manos estaban tocando mi piel, escuchar su voz en persona era aún mejor y sentir su respiración tan cerca me hacía sentir tanto, me confirmaba lo mucho que lo amaba.

Aparte sus manos de mis ojos, y sintiendo que todo iba en cámara lenta giré mi cuerpo quedando frente a él. Eleve la mirada hacia sus ojos, los cuales brillaban de alegría. El momento de conocernos había llegado, formábamos parte de el en ese instante.

Era tan difícil de creerlo, durante semanas había imaginado con ese momento y no estaba sucediendo de ninguna forma como lo pensé, todo era aún mejor.

Sin apartar la mirada de sus ojos y sintiendo que mi corazón en cualquier momento se saldría, deje que mi voz se hiciera presente.

— Creí que te habías arrepentido —dije lentamente. Aún seguía creyendo que todo era parte de mi imaginación, que cuando reaccionara me daría cuenta que sólo estaba nuevamente creando escenarios perfectos entre él y yo.

— Jamás —dijo tan cerca de mi rostro. —¿No me darás ese abrazo que prometiste? —preguntó risueño. Sonreí con timidez y sin pensarlo me arroje a él. Ya no eran abrazos virtuales, todo estaba siendo real. Sonreí con mi rostro oculto en su cuello.

— Aún siento como si no fuera real —dije al separarme de sus brazos. Quería muchos más abrazos de Agustín, se sentía tan bien estar rodeado por sus brazos, sentir el calor que emana de su cuerpo y la paz que encontraba.

Sin duda alguna, estaba perdidamente enamorada de mi amigo de internet. Agustín.

— Es real, Carolina —dijo, Agustín, volviendo a rodearme en un abrazo.

(...)

Si, todo entre nosotros fue real a partir de ese momento, el amor que sentía hacia él fue más intenso. Ya no era suficiente sólo hablar por mensajes, quería tenerlo conmigo más tiempo, verlo más seguido y no que pasaran semanas o meses para volvernos a ver en persona.

Yo lo amaba más que como amigo, pero él a mi no. Su corazón estaba ocupado, le correspondía a otra persona y por más que lo intentara, que hiciera de todo porque él me viera de otra forma, no lo lograba.

Él tiempo pasaba y él se enamoraba aún más de la misma persona. Fue en ese momento donde decidí guardar mis sentimientos en lo más profundo de mi corazón.

Comence a ver más allá de Agustín, no iba a dejar que mi vida se fuera esperando un amor que no me pertenece o perder a mi amigo, al mejor hasta ese momento.

Un año había pasado de conocernos, y tan sólo en cuatro ocasiones nos habíamos visto, en ninguna yo había ido a donde él vive.

Un día iba hablando por llamada con él como de costumbre que no me di cuenta cuando choque con un chico. Ese choque cambio todo en mi vida y en la de Agustín.

En ninguna ocasión nos habíamos peleado o dejado de hablar por esa razón, sucedió. Yo comencé a hablar horas y horas, a salir y compartir más con ese chico.

Agustín comenzó a tener peleas con su novia, a alejarse de ella cada vez más. Fue el día que le confese que había comenzado a salir con el chico del choque, que todo en nosotros cambió. Se enojo tanto que no hablamos por una semana, y dolió, también mis sentimientos hacia él que habían estado ocultos por más de cinco meses volvieron a salir.

Te amo.

Recordé ese mensaje que Agustín envío cuando teníamos un mes de hablar, fue el primero en decirlo y sentí algo inexplicable. Sabía que ese Te amo estaba siendo sincero.

Siempre juntos, sin importar absolutamente nada.

¿Porqué justo en ese momento todos los recuerdos de esos mensajes llegaban a mi memoria?

Todos esos mensajes antiguos no significaron nada cuando después de varios meses de estar saliendo con ese chico, Alejandro, un mensaje de mi amigo llegó a medianoche.

Perdón.
Eres más importante de lo que imaginas en mi vida, no quiero que salgas de ella nunca. Eres de lo mejor que ha llegado a mi vida.

Te amo.

No sabía que responder. Quería creer que era un mensaje como los que siempre enviaba cuando le nacía decirme lo que significaba en su vida, pero al mismo tiempo lo sentía diferente. Especial.

Con manos temblorosas decidí responder con toda la sinceridad posible.

No eres de lo mejor que llegó a mi vida, eres lo mejor. Te amo, Agustín.

Después de ese mensaje parecía que las cosas entre nosotros eran como al principio. Agustín no perdía oportunidad de decirme lo mucho que me amaba y lo mucho que le gustaría tenerme cerca.

El día que estábamos cumpliendo dos años de amistad, decidí ir por primera vez a su ciudad. Era una sorpresa. Tampoco le había dicho que terminé con Alejandro hace unos días, lo quería pero no como para estar junto a él. Agustín ya no tenía pareja y sabía que estaba vez si era real. Ambos éramos libres.

Al llegar, su hermano me estaba esperando. Sonreí tímidamente, sólo lo había visto una vez y a través de una pantalla. Me acerqué a él y lo salude amablemente, los siguientes minutos de viaje hasta la casa de Agustín fueron eternos.

Sentía como si por primera vez nos fueramos a conocer, miré por la ventana la ciudad, diferente a la mía, cuando el sonido de mi celular me desconcentro. Un mensaje de Agustín.

Al parecer a alguien se le olvido la fecha, aún así como soy el mejor. Feliz 2 años de amistad. Porque estemos toda una vida juntos. Gracias por llegar a mi vida, por estar en cada momento. Te amo, Carito.

Sonreí pero no respondí su mensaje, según el hermano de Agustín estábamos a una cuadra de la casa.

Visto desgraciado.

Fue otro de los mensajes de Agustín, reí como si no hubiera nadie más conmigo hasta que el auto se detuvo y mis nervios volvieron.

Al salir del auto comencé a caminar hacia la puerta de la casa, recordándome una y otra vez que ya nos conocíamos. Cuando la puerta se abrió, todo a nuestro alrededor se congeló. Agustín se encontraba tan sorprendido, tuvieron que pasar unos largos minutos para que reaccionará y no precisamente esperaba que fuera de esa forma.

— Te amo —fue lo único que dijo y suficiente para sentir que todo estaba más que bien en nuestras vidas.

Sus manos acariciaron suavemente mi rostro como nunca lo había hecho, éramos él y yo, dejando de ser amigos. Con un te amo que lo significaba todo. Se fue acercando cada vez más hasta que sus labios se unieron con los míos.

Sin duda alguna era la mejor forma de celebrar nuestro aniversario de habernos conocido.

— ¿Sigues escribiendo? —escuché su voz detrás mío, asenti con la cabeza sin mirar hacia él.

Sonreí ante mi escrito y lo publique, como una forma de mostrar a los demás que no siempre era malo conocer una persona por internet. El sentimiento puede ser incluso más fuerte que con alguien que tienes físicamente cada día.

Existen las amistades por intenert y son tan reales como las que se tienen físicamente, contigo cada día. Y también, te puedes enamorar. Una forma de enamorarte no precisamente del físico, si no de lo que esa persona es, de como es contigo y que a través de una pantalla todos llegamos a ser más reales, más nosotros mismos.

...

Hola. Pasa tanto tiempo desde que no escribía y fueron instantes para que las palabras fluyan sin poder detenerlo.

Ni siquiera tenía pensado escribir este capítulo sobre los amigos por internet y surgió. Es la oportunidad perfecta para decirles que si existen; yo los tengo en mi vida y son personas que amo, que se que ellos o yo siempre estaremos en cualquier momento.

Brindo por todos esos amigos que tenemos por internet que forman parte de nuestra vida.

Gracias por seguir apoyando mis historias. Los amo ❤