13. Eres -Aguslina-

Especial One Year Happiness

-¿Participaras del recital?- pregunto Mike, mi mejor amigo. El chico que me acompañaba todos los días en cada paso que daba. Nos conocíamos de toda la vida.

-No.- dije con mucha seguridad. Sabía lo que empezaría a decir, pero ya había decidido, no participar.

-¿Por que?- pregunto deteniéndose a mitad de camino.

-Esta vez no quiero.- dije agarrandolo de su brazo para que comenzara a caminar.

-Caro, eres muy buena, la mejor.- dijo con una sonrisa.

-No Mike, dale ya estamos llegando.- lo tome, llevandolo con más prisa dentro del gran edificio de la Academia, Viale's Academy.

-Te van a elegir.- dijo seguro, una vez entramos. Caminamos hasta los vestuarios, comencé a sacar todas mis cosas, en minutos empezaría la clase.

-Será un no.- dije mirándolo con una sonrisa.

-No te entiendo Carolina. Estás dejando ir las oportunidades, no sólo lo digo por el ballet...- lo mire sin ninguna expresión en mi rostro, sabía lo que diría. -te lo digo en cuanto al amor. No puedes estar toda la vida negándote.- sé puso de pie y salió de los vestuarios.

Resople mientras comenzaba a cambiarme por mi ropa para ballet. Me hice un moño y me mire en el espejo unos segundos, esto es lo que soy, me repetí antes de dirigirme a la clase.

Llegue y ya todas mis compañeras estaban listas, al igual que la profesora. Me acerqué hasta la barra para comenzar a calentar, hoy no haríamos mucho, ya que elegirían quien participará del recital más importante de la Academia.

-Carolina, te van a elegir.- dijo Ana con una sonrisa.

-No participaré.- le dije entre risas. Mientras estiraba mis piernas. Sentí la mirada de todas.

-Chicas.- dijo Claudia, nuestra profesora y dueña de la academia. -Ya elegí quien será la principal.- las chicas me miraban, unas alegres y otros disgustadas por lo que Clau diría.- Carolina, confío en ti.

-No estoy lista.- dije acercándome a ella.

-Lo estas y vos lo sabes, te dejo pensarlo, espero que tu respuesta sea positiva.- dijo mirándome con una sonrisa. Asentí con la cabeza dirigiéndome nuevamente a mi lugar para comenzar la clase.

El ballet es lo único que me ayuda y me mantiene de pie cada día, es algo que amo hacer. Íbamos a mitad de la clase, mi mente estaba pérdida en cada paso.

-Mamá.- nos detuvimos al escuchar la voz que estaba interrumpiendo nuestra clase. -Necesito mis llaves.- dirigí mi mirada al chico que esta robando suspiros de las chicas.

-Agustín, debes esperar, estoy en mi clase.- dijo Claudia, sabíamos que tenía un hijo, pero no lo conocíamos. Nos había dicho que estudiaba fuera del país.

-Solo dime donde están, las necesito.- dijo con tranquilidad.

Esto seria largo, regrese a mi posición, quería mi clase hoy más que nunca. En un movimiento que realice mi mirada dio a él, me estaba viendo y no se desde que momento. Él sonrió de una manera especial, lo mire durante unos segundos para regresar a lo que estaba haciendo.

-En mi bolso, mi oficina.- dijo Claudia, el chico sonrió y salió, no sin antes darme un mirada.

Las horas pasaron rápido, estaba fuera del edificio esperando a Mike o Ana.

-Hola.- dijo la voz de Agustín a mis espaldas, si en algo soy buena, a parte del ballet, es en reconocer voces.

-Hola.- dije girandome quedando frente a él, aunque no lo conociera estaba siendo amable con él.

-Sos muy buena bailarina.- dijo sonriendo. Tiene linda sonrisa.

-Gracias, vos... bueno no se que decirte.- dije comenzando a caminar, no quería llegar tarde a casa.

-¿Te gustaría ir al cine o por un helado?- dijo alcanzandome.

-Lo siento, pero no puedo.- dije sin detenerme, le di una pequeña sonrisa.

-No tiene que ser hoy.- dijo tomandome del brazo.

-Lo siento, pero el no es para ningún día.- dije encogiendo los hombros. Comencé a caminar más rápido hasta alejarme de él.

Al llegar a casa, todo estaba en silencio. Lo más seguro es que mis tíos hayan salido, camine hasta la cocina, saque agua y me servi en un vaso.

En la mesa había una nota.

Peque, salimos con tu tía. La comida sólo la tienes que calentar. Regresamos en unas horas.

Estaba firmada por mis tíos.

Saque la comida y la calente, últimamente estaba comiendo yo sola, en una casa inmensa. Me gustaría que mis padres estuvieran conmigo, cada uno en un extremo de la mesa. Como la familia que eramos hasta hace algunos meses.

No quería llorar por estarlos recordando, suficiente con haberlo hecho durante semanas. Termine de comer y me dirigí hasta mi habitación, aquella que aún no sentía mía completamente.

Al día siguiente, hice mi rutina como era costumbre, desayuné junto a mis tíos, luego él me fue a dejar al colegio en el cual pase largas horas hasta que volví a la Academia.

Estaba con mi ropa de ballet lista, llegue hasta el salón y aún no había nadie. Al acercarme a mi lugar, había una nota con mi nombre. La agarre, viendo lo que contenía.

Eres lo que no imaginas, eres más de lo que tú y los demás creen. Un día para saber lo que habita dentro de ti.

Firmada por Agustín, sonreí guardando la nota en mi bolso.

Los días fueron pasando y con ellos diferentes notas de Agustín, cada vez me ilusionaba llegar al salón y leer una de sus hermosas notas.

Eres mi flor favorita en un cuento de hadas.

Esa fue la segunda nota que me dejó. Y la que me hizo querer seguir recibiendo notas de él.

Eres pregunta y respuesta. Mi euforia y mi calma. Eres la frase más linda, jamás escuchada.

Junto a esa tercer nota llegó una invitación de Agustín a tomar el helado que teníamos pendiente, después de mucho pensarlo y recibir los regaños de Mike termine aceptando. Al final estuvo bueno, conversamos de nuestros gustos, él hablo de su amor hacia la escritura. Yo de mi amor hacia el ballet.

Eres un confidente de todas mis emociones.

Una nueva invitación a salir. Pero estaba vez la nota no la dejo, él estaba esperando la respuesta. No buscaba una relación, no quería saber del amor.

-Salida de amigos.- dijo tratando de convencerme. Suspire.

-Esta bien, vamos.- dije comenzando a caminar, llegamos a una heladería cercana a la Academia.

-¿Por qué te cuesta aceptar mis salidas?- preguntó Agustín en el momento que nos sentamos. No conteste porque llegaron a anotar nuestra orden.

-Porque se que no me miras como amiga.- dije una vez quedamos sólo los dos. Él me miro con una sonrisa, estaba en lo cierto y él lo sabia.

-Déjame conocerte, date la oportunidad de conocerme como algo más que sólo amigo.- dijo tomando mi mano.

-No sé Agustín, es difícil.- dije mirándolo a los ojos.

-Solo tienes que dejarte llevar, sin pensarlo tanto.- decía cada palabra sin apartar su mirada de mi.

Mire hacia la ventana, se miraban todas las personas que iban y venían. El amor es algo difícil, es algo que saque de mi vida.

-Bueno, ¿Participaras dela recital?- solto mi mano y se acomodo en su asiento.

-No sé, se que me he tardado en dar respuesta, pero no se que decidir.- odiaba esto, nunca me había costado tomar estas decisiones, las que se relacionaban con mi pasión.

-Mi madre te eligió por tu talento.- se puso de pie y se sentó junto a mi. -Ella confía mucho en vos y siempre dice que sos la mejor alumna.

-Lo sé, me lo dice muchas veces.- dije girando el rostro a manera que quede cerca de él.

-Y yo quiero verte, quiero verte haciendo lo que amas. Quiero inspirarme ese día con cada uno de tus movimientos.- una de sus manos estaba sobre mi mejilla, acariciandola.

En eso llegó la respuesta a mi.

-Aceptaré.- dije mostrando una diminuta sonrisa. Agustín sonrió ampliamente estrechandome entre sus brazos, acto que me tomo por sorpresa.

Se separó de mi quedando demasiado cerca, podía sentir su respiración.

-Perdón por lo que haré.- iba a hablar cuando sus labios se apoderaron de los míos. Me costaba reaccionar, no quiero sentir nada. Me niego a sentir algo.

-Me gustas y mucho.- dijo volviendo a unir nuestros labios, esta vez no me resistí y termine correspondiendo aunque después me arrepienta de abrir mi corazón y empezar a sentir algo por él.

Pero sus palabras se repetían en mi, me gustas, o sus frases, eres un mar por donde navegan emociones.

Le gustaba a Agustín y eso nadie lo puede cambiar, ni siquiera yo, eso porque también empecé a sentir lo mismo por él.





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Una nueva historia está surgiendo en mi loca cabeza.

¿Que les pareció? ¿Les gusta Agustín como futuro escritor?

¡L@s quiero!

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