W.D. Gaster
Todo esto empezó poco después de la guerra entre los humanos y los monstruos. Se podría decir que fue nuestra perdición y que terminamos encerrados en el Underground como lagartijas. Los humanos nos encerraron tras una barrera mágica, la cual ni el diamante más grueso ni el hechizo más poderoso podría romper.
Eventualmente, los monstruos nos adaptaríamos a nuestro nuevo hogar e iríamos expandiendo nuestro hábitat más allá de la barrera y formaron un reino, liderado por los reyes de los monstruos, Asgore y Toriel Dreemurr. Al principio, nadie tenía esperanzas de salir del Underground, nos limitaríamos a vivir bajo tierra, esperando que el ángel del emblema nos rescatara.
Pero justo cuando ya todo parecía perdido, un humano cayó cerca del castillo de los reyes. Asriel, el joven príncipe, hijo de los reyes le vio y fue a socorrerlo y se lo llevó con él para que lo pudieran atender. Allí fue cuando todo el reino sufrió una revolución. No sé mucho sobre ese niño, pero los reyes decidieron criarlo como si fuera su proprio hijo.
Al principio, todos se lo tomaron bien, incluso parecían aceptar al humano como uno de los suyos. Sin embargo; ese niño... tenía un terrorífico plan en mente. Por lo que me llegué a informar, el humano parecía odiar a los de su propia especie, el rey me lo dijo, "Dijo que vino aquí con la esperanza de huir de la humanidad" con eso concreté que el pobre niño simplemente quería morir y eso no era bueno. Cualquier criatura, humano o monstruo, si había tomado la decisión de morir no se rendiría así de fácil.
Mis hipótesis fueron correctas, el niño humano se puso muy enfermo y murió a la mañana siguiente. Pensé que sería el final de la historia del humano, yo los detestaba, criaturas tan poderosas y a la par tan miserables y crueles. Pero no era más que el principio del problema. Fue muy poco lo que llegué a escuchar, pero Asriel, el príncipe, había tomado el alma del humano fallecido, había tomado el cadáver, travesó la barrera y volvió lleno de sangre y heridas y colapsó en medio del jardín del castillo.
Ni yo mismo pude creérmelo. Dos niños, los reyes habían perdido dos niños en una sola noche. Pero no pude entenderlo. ¿Porqué Asriel había tomado el alma del humano? ¿Acaso sabía que eso le daría más poder? ¿Acaso fue el humano quien se lo dijo? Esto requería un investigación y sabía que solo yo sería capaz de descubrir todos los detalles de este suceso.
Les dejé a los reyes unas semanas para recuperarse de la desgracia. Pero entonces fue cuando me enteré de que Asgore había ordenado a los guardias que si veían un humano, acabaran con él, realmente la muerte de sus hijos le había afectado. La reina se marchó, no pudo soportar el tener que ver como el rey hacía ese tipo de cosas y se fue. Francamente, nunca había visto a la reina tan frustrada ni al rey tan intranquilo, decidí que ya era el momento, que esto no podía seguir así, fui a hablar directamente con el rey. Él me recibió en la sala del trono y me dijo muy amablemente, que de que quería hablar con él:
"Su majestad... mi nombre es WingDing Gaster, para empezar, siento mucho lo de sus hijos, pero lo que le vengo a decir hoy es algo que podría estar relacionado con la destrucción de la barrera..." le dijé
"¿La barrera? ¿Cómo puedo creerle señor WingDing?" dijo el rey. Parecía que él también había perdido las esperanzas de salir del Underground
"Sé que le dolerá recordar la tragedia de sus hijos, pero al parecer el príncipe fue capaz de atravesar la barrera con el alma del humano, verá, soy científico y creo que ese suceso es la clave para dejar en libertad a los monstruos..." le dije
"Señor WingDing, respeto su punto de vista, pero tiene que entender que después de todo lo sucedido no creo que sea lo más indicado para los monstruos salir del Underground, ya ha visto usted como han dejado a mi hijo... no quiero que se vuelva a iniciar otra guerra..." me dijo
"Por eso mismo nos hace falta investigar... ¿Cree usted que alguien con esas heridas podría haber llegado muy lejos? ¡El príncipe fue capaz de llegar hasta aquí! Las almas humanas fortalecen a los monstruos..." le dije
"¿Y que pretende decirme?" dijo el rey
"Si las investigamos bien, puede haya alguna posibilidad de destruir la barrera, obviamente, los humanos no lo aceptaran y a pesar de que es posible que nos quieran volver a encerrar, si nos hacemos más fuertes podríamos hacerlos entrar en razón.. y que no hubiera tantos muertos..." le dije el rey parecía estar pensándoselo
"Esta bien... ¿Y dice usted que sería capaz de investigarlo señor WingDing?" me preguntó con una mirada más decidida
"Yo puedo iniciar una investigación y hacer diversos experimentos para encontrar la manera de salir de aquí... solo tiene que confiar en mí... " le dije
"De acuerdo, señor WingDing, a parir de hoy usted será el científico real y trabajará en la forma de destruir la barrera..." me dijo. Y yo me incliné en respeto al rey de los monstruos
"Será todo un placer, su majestad..." le respondí
Ese fue el inicio de todo. Al parecer el rey estaba bastante interesado puesto que mandó a construir un laboratorio cerca de Hotland para que llevara a cabo mis experimentos. En menos de un mes ya estaba trabajando. Decidí informarme sobre los humanos. El niño estuvo relativamente poco tiempo con nosotros y todo lo que Asgore me dijo estaba seguro de que no sería suficiente.
Empecé a preocuparme cuando el rey me comentó un suceso. El humano apareció con la mano algo torcida, al parecer había caído desde un roca y entonces le dijo al rey "No es nada, por suerte no me he roto el hueso" obviamente tanto la reina como el rey se asustaron "¿Romperte... un hueso?" le preguntaron y el niño respondió "Ah, es verdad, vosotros no lo sabéis... los humanos tenemos huesos, bajo la piel, creo que se llama... esqueleto o algo así..." Se me pusieron los huesos de punta al oír eso, pero pude sacar una conclusión:
Los humanos son alguna variante de la especie de los esqueletos. Eso hacía las cosas más fáciles, podría encontrar puntos débiles basándome en los míos propios. Pero aún no entendía de donde sacaban tanta resistencia... ¿Era todo obra de su alma? Si así fuera, tendría que desarrollar algún tipo de prototipo en el que poder comprobar como se reparte la fuerza de un alma por todo el cuerpo.
Inventé una máquina algo peligrosa, trataría imitar un periodo de gestación. En lo que a reproducción se refería, los humanos y los monstruos son iguales. Lo descubrí gracias a un libro que había abandonado en el vertedero. A partir de ese proceso podía crear un alma de monstruo. En la primera alma le hice unas modificaciones basándome en lo que había estado investigando sobre la inteligencia de los humanos.
Los humanos se parecen a nosotros también en ese sentido. Pero sería mucho más fácil si podía asegurarme de que de verdad eran tan parecidos a nosotros. Tras mucho trabajo, conseguí crear al primer prototipo.
Como me esperaba, era un esqueleto, después de todo había usado mi propio ADN para crearlo. Le iría vigilando y cuidando para ver como evolucionaba su mente. Los primeros días fue insoportable, no paraba de llorar y llorar, después de todo, era como un niño pequeño. Al final, después de probar miles de cosas descubrí que lo que de verdad quería era que lo sujetase y le diera calor corporal. Al principio no me di cuenta, pero estaba claro que esto era básicamente como tener un hijo... ¿Un hijo? ¿Yo? Nunca lo había pensado... y la verdad es que es cierto, todo humano es un bebé al principio y requería una responsabilidad. Aunque no fuera de la manera normal, yo había creado esa alma y con mi ADN así que ese era mi... ¿hijo?
Le veía dormir, acostado en mis brazos, era la personificación de la tranquilidad, realmente esto... no estaba tan mal, era incluso relajante verle dormir después de tanto jaleo. Pensé por un momento que si en verdad era mi hijo tendría que tener un nombre... ¿pero cuál? Menudo compromiso... era bastante complicado, tenía que ser algo sencillo pero no muy formal... que tal... ¿Sans? Me gustaba ese nombre así que le di ese nombre a lo que vendría siendo tanto mi prototipo como mi hijo, Sans.
Los meses pasaban y Sans crecía. Todo había ido muy bien, había pasado con éxito las incontables pruebas que le hacía hacer, obviamente siempre estando pendiente y dándole respiros y si se portaba bien le leía un cuento antes de irse a la cama o jugaba con él un ratito. Los datos que me proporcionaba me permitían hacer sencillos cálculos para mis hipótesis sobre la inteligencia humana.
Al cabo de un año y poco, Sans ya sabía hablar y caminar por su cuenta. Me estaba dando mucha información, si seguía así al cabo de unos años alcanzaría la edad que tenía el humano y podría reproducir que tipo de inteligencia tenía en el momento de la tragedia.
Una noche alguien llamó a la puerta del laboratorio mientras estaba trabajando. Fue extraño, no esperaba visita de nadie y menos a estas horas. Al ir a comprobar quien era, pude ver al mismísimo rey en persona:
"S-su majestad... ¿Qué hace aquí tan tarde?" le dije indicándole que entrara
"Perdone que le moleste esto... ¿puedo llamarle Gaster?" me preguntó
"Por supuesto, no tengo ningún problema..." le contesté
"Verás Gaster... ha pasado mucho tiempo desde que le envié a trabajar aquí... y creía que era algo irrespetuoso no venir a visitarle ni un solo día... quiero decir, está trabajando mucho y creo que como rey debería tenerle más en cuenta" me dijo
"No se preocupe por nada... todo va de maravilla por aquí, si quiere puedo enseñarle todo lo que he estado averiguando..." le invité a pasar hacia más al interior del laboratorio. Le mostré todo lo que había desarrollado
"Estoy impresionado, realmente se ha tomado enserio esto de la investigación" me dijo
"Es mi trabajo, sería un deshonor si no lo hiciera bien..." algo me interrumpió
"Papá..." dijo una vocecita desde la puerta de las habitaciones. Era Sans, estaba en pijama y aún algo dormido. Ambos nos giramos:
"¿Sans? ¿Qué ocurre?" le dije
"He tenido una pesadilla..." me dijo
"Esto... disculpe un segundo..." le dije a Asgore. Fui a hablar con Sans "Sans, papá está ocupado ahora, ¿no puedes esperar?"
"Es que tengo miedo..." me dijo
"Vale, mira, escucha, ¿que tal si te quedas aquí con papá?" le dije y él asintió más contento "Pero en silencio, luego iremos a tu habitación ¿vale?" y volvió a asentir. Le cogí en brazos y volví hacia donde estaba Asgore
"Lo siento mucho... ¿por donde íbamos?" le dije pero parecía que Sans le llamó la atención
"¿Es tu hijo, Gaster?" me preguntó
"Eh... sí, es mi hijo Sans que me ayuda en mis investigaciones..." le dije
"¿Su hijo le ayuda?" se rió, al pensarlo de nuevo, quizá debería explicarle de que va esto
"No, jeje, quiero decir que lo cree como un experimento para mi investigación, pero al final resultó que lo quería tanto como un hijo" le expliqué y Sans me miró algo extrañado
"¿Así que tu le ayudas, pequeñín?" le dijo Asgore a Sans
"Sí... ¡y lo hago muy bien!" dijo contento. Al final, seguí explicándole todo lo que llevaba de mi investigación, parecía satisfecho, y confiaba en mí eso era bueno. Sans se quedó dormido en mis brazos y Asgore aprovechó para comentar algo
"¿No es genial tener hijos?" dijo con la mirada algo apagada.
"Bueno...al principio dudaba, pero ahora sé que sin Sans mi vida hubiera sido muy solitaria..." le contesté
"Protégelo siempre, Gaster, no cometas el mismo error que yo" dijo apartando la mirada, me sentí muy mal
"No fue su culpa, majestad" le dije
"Si hubiera sido más fuerte podría haber cruzado la barrera y salvarle..." se lamentó
"Su majestad, no tiene de que preocuparse, pronto encontraré la forma de que eso nunca se vuelva a repetir, no se presione más, yo si fuera usted iría a hablar con la reina e intentaría arreglarlo todo con ella" le dije
"Tori no quiere saber nada de mí. La decisión que tomé fue injusta, lo sé... pero después de todo lo que pasó soy incapaz de volver a mirar a un humano a los ojos..." me explicó
"Le entiendo... pero por ahora le pido que no piense más en eso. Créame, encontraré la forma de destruir la barrera" le dije
"Se lo agradezco de verdad, Gaster" me dijo algo más tranquilo. Al final volvió al castillo. Me percaté de que tenía que darme prisa en romper esa barrera. La esperanza de todo el reino recaía sobre mí y mi investigación.
Recién cumplidos los dos años de Sans, me di cuenta de un detalle. El humano había crecido junto al príncipe, la cual era una relación casi fraternal. Barajé mucho la posibilidad de que el hecho de que Asriel fuera como un hermano para el niño hubiera influido en su inteligencia. Según lo que ponía en ese libro, los humanos con un hermano o hermana eran más responsables y cautelosos. Entonces decidí que crearía otro prototipo, esta vez destinado a algo más. Serían dos pájaros de un tiro, yo tendría otro hijo, un hermanito para Sans que me ayudaría tanto en la investigación como en mi propia felicidad (porque me hacía mucha ilusión) y además, esta vez lo destinaría a la investigación simultánea del crecimiento humano.
Por lo que leí, los humanos crecen más rápido que los monstruos un 87'9% debido al calcio que almacenan en sus huesos. Los esqueletos del Underground no estamos realmente "vivos" pero de igual forma crecemos aunque sea un poco más lento que los humanos y si aceleraba ese proceso podría saber más cosas sobre ellos.
Así fue como un día llegó Papyrus a nuestra vida. Y se lo presenté a Sans:
"Ven, hijo, quiero presentarte a alguien..." le acerqué a Papyrus que estaba envuelto en una sábana. Sans lo miró extrañado, no sabía ante lo que estaba
"¿Quien es?" me preguntó
"Tu hermano menor, Papyrus" le contesté
"¿Mi hermano?" dudó Sans y yo asentí feliz. Él se acercó aún más para examinar bien a su hermanito. En eso que Papyrus se despertó y vio a Sans que aún lo miraba fijamente. El pequeño soltó una risilla y Sans sonrió también. Fue algo que me hizo orgullecer de haber decidido tener hijos, era algo hermoso.
"¿Qué te parece, Sans?" le dije
"¡Tener un hermano es genial! ¿Podré jugar con él? ¿Y le podré enseñar a escribir? ¿Y a dibujar?" Me ponía contento al ver a Sans tan emocionado
"Por ahora es muy pequeño, tendrás que esperar a que crezca un poco, pero Sans, tienes que prometerme algo..." le dije
"¿Prometer? ¿Qué es prometer?" me dijo
"Prometer algo significa tener que cumplir una obligación, llamada promesa. Las promesas no se pueden romper" le expliqué
"¿Y que pasa si se rompen?" me dijo
"Es como si yo te dijo Prometo darte un caramelo cuando termines de estudiar y al final no te lo doy. ¿Como te sentirías?" le dije
"Muy decepcionado y enfadado y quizá algo triste también..." me contestó
"Pues por eso no has de romper nunca una promesa..." le dije
"Esta bien, papá ¿que quieres que te prometa?" me dijo
"Prométeme que siempre protegerás a tu hermano, pase lo que pase" le dije
"..." Sans me miraba impresionado "¡No te defraudaré papá! ¡A Papyrus no le pasará nada! ¡Te lo prometo" me dijo y yo me reí en el fondo me alegraba de que me dijera eso era un alivio que Sans estuviera dispuesto a colaborar conmigo para ser felices.
Por desgracia, esa felicidad... duraría poco. Papyrus fue creciendo poco a poco y desarrollando su sistema psicomotrivo a medida que avanzaban los meses. Sans le fue enseñando muchas cosas y yo también obviamente. Sin embargo; había estado trabajando en algo grande. Una máquina, que me permitiera estudiar unos extraños hechos que habían sucedido últimamente.
De repente y sin previo aviso, todo se volvió oscuro. Pasé mucho miedo, pensaba que no volvería a despertar o algo, pero luego... todo se reinicio hasta hacía unas horas antes. Fue rarísimo y creí que había tenido una especie de laguna mental, pero... luego... parecía como si todo formara parte de un gran deja vú, todo lo había vivido y se había reiniciado por arte de magia.
Como científico que soy empecé a investigar, no encontré nada y Sans no parecía haber notado ningún acontecimiento extraño. Volvió a pasar ligeras veces hasta que entonces me enteré de una noticia. La guardia real había capturado un humano, al parecer, según los informes había sido visto hacía dos días en las ruinas. Justo cuando esos reinicios dieron lugar.
El ordenador lo clasificaba como RESET, y al parecer los humanos tenían esa extraña capacidad de volver el tiempo atrás. Pero eso no era lo más extraño; lo más extraño era que solo yo me había dado cuenta. ¿Acaso el primer humano había hacho algún RESET? No lo creo... me hubiera dado cuenta... ¿no?
Al final decidí investigarlo más a fondo... no estaba nada tranquilo sabiendo que en cualquier momento las cosas podían volver atrás sin previo aviso. También me preocupaban Sans y Papyrus. Ellos aún eran niños y no podía permitirme que nada les perturbara en una época de práctico desarrollo.
Construí una enorme máquina que establecía una conexión con un lugar llamado "el vacío" según mis investigaciones los RESET hacían que toda la información procesada se quedara absorbida en ese lugar. Era una infinita cápsula almacenadora de miles y miles de RESET y lineas temporales.
Pero todo se derrumbó... un día, la máquina empezó a dar errores y se descontroló totalmente. Había empezado a absorberlo todo, todo el laboratorio. Yo casi entrando en un ataque de pánico intenté alcanzar una pequeño control remoto que había preparado por si esto sucedía. Pero justo cuando iba a cogerlo la máquina se lo trago. Sans y Papyrus se asomaron por la puerta a ver que pasaba:
"¡Papá! ¡¿Qué sucede!?" preguntó Sans aferrado a la puerta. Mi corazón latía demasiado rápido, sabía que esa máquina acabaría con todo el Underground si no la desactivaba y además de eso estaban mis hijos
"¡Sans! ¡Coge a Papyrus e iros de aquí!" le dije
"¡¿Qué?! ¿Y que vas a hacer tú?" me replicó
"¡Desactivaré esa máquina! Pero puede... que no vuelva..." le dije
"¿¡Qué!? ¡¡Ni hablar!! ¡No te dejará hacer esa locura!" me dijo Sans
"Siempre has sido muy prepotente, Sans..." dije y con mis poderes psíquicos levanté a Sans y a Papyrus hacia la puerta de salida. Ésta se abrió de par en par y la bloqueé con huesos para que Sans no se acercara
"¡PAPÁ! ¡ABRE ESTO! ¡NO LO HAGAS!" gritaba Sans
"Siento no haberme podido quedar con vosotros más tiempo..." le dije
"¡NO LO HAGAS PAPÁ POR FAVOR! ¿¡QUÉ PASA CON PAPYRUS!? ¿¡QUÉ PASA CONMIGO!? ¡¡NO NOS DEJES!!" Sans lloraba desesperadamente intentando derrumbar los huesos
"No me olvides, Sans... No me olvides..." y dicho esto entré dentro del vacío. Pude coger el control remoto a tiempo y le di al botón de autodestrución. Vi como el enorme agujero de absorción por el que había entrado se iba cerrando poco a poco. Entre miles y miles de sonidos oí la voz de Sans. Estaba triste, pero a la vez feliz... había salvado a mis hijos...
Mi cuerpo poco a poco se fue desintegrando junto al resto de cosas que había absorbido. Vi como mi existencia se extinguía y como todo el mundo poco a poco se iba olvidando de mi. Para al final, quedar como una vaga existencia de algo que una vez estuvo vivo.
AnnieMous31. Espero que os haya gustado y sí, sé que es algo largo para un "one-shoot" pero aún así de verdad me entusiasma haber escrito algo sobre la vida de este misterioso personaje
Ni Undertale ni sus personajes me pertenecen, todos los derechos reservados a su creador
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