Día 3 ➤ Una noche intensa
Día 3
Tema: Pelea callejera
Mundo real
Kid x Lectora
Una noche intensa
—Otra ronda, por favor —indicó una joven de cabellos (t/c), mientras señalaba los vasos de chupito que había sobre la barra. Se giró hacia sus compañeros de clase—. A esta invito yo.
—¡Esa (TN)! —exclamaron algunos de ellos.
Ya llevaban un par de rondas, y la noche no había hecho más que comenzar.
Hacía ya un par de días que habían recibido las notas del último semestre del segundo curso de la universidad, así que habían decidido celebrarlo aquel fin de semana.
Estaba a las afueras de la ciudad, en una zona de naves industriales en las que había tres discotecas bastante cerca entre ellas. Así tenían más variedad para pasar la noche.
La sala estaba abarrotada. Jóvenes de diversas edades bebían sin parar y contorneaban sus cuerpos —algunos mejor que otros— al compás de la música comercial que sonaba con fuerza.
—¿Dónde está Aiko? —preguntó la peli(t/c), buscando a una de sus tres mejores amigas de clase—. No me jodas que al final se ha ido con el tío ese.
—¡Sí, sí! ¡Mira hacia la puerta! Se están yendo de la mano —respondió Akira, emocionada. Su cabello teñido de rosa se agitó en el aire mientras daba pequeños saltos.
Observaron cómo su amiga melena oscura y ligeramente ondulada desaparecía por la puerta principal.
—¿Qué hacemos? —preguntó Ayaka, la cuarta integrante del grupo de amigas. Era algo más bajista que el resto y llevaba su corta melena castaña en una coleta baja—. No se irá muy lejos, ¿no?
—Joder, yo que sé... —farfulló Akira, entornando sus ojos color miel, tratando de localizarla por las afueras del local.
—Vamos a fumarnos un cigarro y la vigilamos —propuso (TN)—. Se ha pasado con los chupitos y es nuestro deber intervenir si se le ocurre alguna tontería.
—¡Ey, vamos fuera a fumar! —aviso Akira, al resto del grupo de compañeros.
Algunos no dudaron en unirse a la salida, mientras que otros prefirieron continuar con la fiesta.
El exterior estaba prácticamente tan abarrotado como el interior. Gente fumando, bebiendo al lado de sus coches y con la música a tope...
Era la zona mala del distrito. Los jóvenes más distinguidos jamás se acercarían allí, pero ellos no lo eran. Ni eran de los pijos, ni de los macarras. Simplemente estaban en medio de la balanza.
—¿La veis? —insistió (TN), paseando su mirada de un lado a otro.
Aiko se emborrachaba enseguida y tenía que hiciera algo peligroso. No iba a impedir que se liara con aquel tío que no había parado de mirarla desde que habían entrado.
Simplemente no quería que se subiera a su coche y fueran a otro sitio.
—Está ahí, cegata —le indicó la chica de cabellos rosados, dándole un codazo mientras señalaba con el dedo índice hacia la pared que había en frente de ellas.
—Vale, bien. Pues estamos atentas y ya está —indicó la peli(t/c), comenzando a rebuscar en su bolso.
—¿Me das uno? —La joven observó como su amiga de ojos miel le observaba con cara de cordero degollado.
—¿Quieres comprarte tu propio paquete por una vez en tu vida?
—No quiero engancharme —se defendió Akira.
—Te enganchas igual pero sin gastarte dinero —le indicó (TN), lanzándole un cigarro.
—¿Me das uno a mi también? —preguntó otro compañero de clase.
—¿Soy un puto estanco? ¿Sabéis que hay máquina dentro? —se quejó ella, sacando otro del paquete. Mucho quejarse, pero siempre acababa ofreciendo.
—Deberías dejar esa mierda... Llevabas todo el curso sin fumar —le regañó Ayaka, mientras la joven de ojos (t/c) se encendía el cigarro.
—Lo sé... Me he estresado con los exámenes —confesó ella, aunque sabía que no había excusa.
Sacó el paquete del bolso y los sostuvo en su mano, mirándolo fijamente durante unos cuantos segundos—. A la mierda.
—¿(TN)? —preguntó Akira, confusa, observando como su amiga se alejaba. La peli(t/c) se paró delante de la primera papelera que había cerca y arrojó el paquete—. ¿De que vas? ¿De millonaria?
—Este es el último que me fumo —anunció, tras dar una calada.
—¡Eso es! —exclamó Ayaka, comenzando los aplausos y contagiándolos al resto del grupo. La chica emitió un quejido cuando notó que alguien le daba un codazo.
—Dejad de berrear, pijos de mierda —se escuchó quejarse a una voz femenina.
—¿Qué? —murmuró Ayaka, algo desconcertadla. Esa chica y sus amigos tenían muy malas pintas. Tal vez lo mejor era olvidarse de ellos y dejarles pasar.
—¿Qué pasa? ¿A parte de gorda estás sorda? —inquirió la desconocida, encarándose con la universitaria, la cual dio un paso atrás.
—¿Qué le has dicho a mi amiga? —preguntó (TN), dejando caer el cigarro al suelo y aplastándolo con la suela del zapato.
—(TN) déjalo estar... —murmuró la chica de cabello castaño. Tal vez nadie llegó a escuchar esas palabras, ya que su voz era apenas imperceptible en aquellos momentos.
—Solo quería saber si la gorda de tu amiga es también sorda —respondió la chica con pintas de macarra, alto y claro. Sus amigos comenzaron a reírse.
La peli(t/c) sonrió sarcásticamente. ¿Así que le hacía gracia insultar a su amiga? Hacía siglos que no participaba en una pelea, pero no le importaba comprobar si todavía guardaba algo de práctica de su época oscura del instituto. Aunque con aquel vestido negro, corto y ceñido iba a ser algo más complicado.
Caminó hacia aquella desgraciada, clavando sus ojos en ella de manera desafiante. Una vez la tuvo en frente, sin mediar palabra, le dio un rápido puñetazo en la mejilla izquierda.
Hubo unos segundos de confusión por parte de todos los presentes —los que estaban pendientes de la situación—. Tanto su grupo de compañeros como el de los desconocidos estaban alucinados por la reacción de la peli(t/c).
No esperaban que fuera ella quien iniciaría la pelea.
Ambos bandos no tardaron en reaccionar. Los desconocidos se abalanzaron sobre ellos, y los universitarios no tuvieron más remedio que defenderse; aunque sus destrezas eran claramente inferiores que las de los otros.
Comenzaron los golpes, los gritos, las posiciones defensa... Incluso otras personas que no tenían nada que ver se unieron. Algunos porque tenían ganas de pelea y, otros, para intentar pararla.
—¡Eh! ¿Mira quién está ahí? —anunció cierto pelirrojo, con el pelo de punta y también con malas pintas.
—Eh, tío, Kid... —se quejó su amigo, al cual le había dado un codazo. Enseguida miró hacia dónde el otro le indicaba—. Joder, esos imbéciles...
—Vamos a aprovechar y nos descargamos un poco —propuso, con una sonrisa perversa dibujada en su rostro.
Se giró para hacer una señal al resto del grupo y enseguida se unieron al barullo.
(TN) sentía el calor en su cuerpo. Hacía tiempo que no sentía aquel subidón de adrenalina. No estaba orgullosa de ello, pero... ¿Quién se creía esa tía para meterse con su amiga?
Había recibido un par de golpes e incluso notaba el sabor metálico de la sangre.
Kid se abrió paso entre la multitud hasta llegar a la líder del grupo. Entre bandas había cierta rivalidad y a aquella energúmena le tenía mucha manía.
—¿Qué pasa? ¿Te pueden estos niños de papá? —cuestionó el pelirrojo, con tono de burla.
Sus palabras no tardaron en costarle un codazo por parte de la peli(t/c), que echo con fuerza el brazo hacia atrás, impactando en la nariz del chico.
—Vaya con la gatita... —gruñó, bien alto, mientras se limpiaba la sangre que se había derramado de sus fosas nasales.
(TN) apretó la mandíbula y se dio media vuelta, encarándose con aquel maldito idiota.
—A mí no me llames así, asqueroso —le aclaro, mirándole fijamente.
—¡Eh! —exclamó Kid, estirando el brazo por encima del hombro de la joven de ojos (t/c), llegando incluso a rozarle ligeramente el pelo. Había agarrado el antebrazo de la otra chica para evitar que le pegara—. Ahora esta es mía.
—¿¡Pero qué dices!? —exclamó (TN), posando las manos sobre el pecho del chico y empujando con fuerza.
Él le rodeó ambas muñecas para frenarla, aunque forcejeaba con fuerza. Estaba claro que aquella chica tenía algo de experiencia en aquello.
Esquivó con dificultad una patada baja que estuvo a punto de propinarle y no puedo evitar sonreír. Podría ser divertido.
Podría haberlo sido si no hubieran comenzado a escuchar las sirenas de la policía a lo lejos. Se ve que los seguratas de las puertas les habían advertido, pero la gente no había hecho ni caso.
Ahora decían largarse o esconderse rápidamente si no querían acabar en comisaría.
—Ven —ordenó Kid, estirando de la mano de la joven.
—¡No! Me iré con mis amigas —aclaró ella, tratando de librarse del agarre.
—Tus amigas ya se están escondiendo. O vienes o te pillarán.
(TN) observó que ellas y el resto habían comenzando a correr rápidamente y sin estar pendientes de nadie.
No podía acabar detenida o a su madre le daría algo. Ya había tenido bastante durante años con su padre y no quería ni si quiera despertarle viejos recuerdos.
Así que decidió seguir a aquel idiota.
Corrieron hasta situarse tras una de las naves. Seguramente la policía ya había llegado al lugar del altercado.
Kid siguió tirando de ella. Cruzaron la carretera, que a aquellas horas de la madrugada parecía abandonada y se adentraron en una zona de árboles y matorrales.
—Aquí —señaló Kid, tras un minuto caminado.
Se agacharon tras una hilera de arbustos que les ocultaba perfectamente.
El pelirrojo había tenido que esconderse varias veces en aquella zona y sabía que la gente no solía ir corriendo en esa dirección cuando venía la policía. Preferían esconderse tras la discoteca más cercana y ir corriendo hacía sus coches.
Ladeó la cabeza para observar a la joven. Su pecho subía y bajaba rápidamente, debido a la respiración entre cortada. Ella también tenía restos de sangre sobre el labio.
¿Cómo había acabado metida en aquella pelea?
Ya habían pasado unos diez minutos y la chica todavía no había dicho ni una palabra, tan solo tenía la mirada perdida.
—Ey —le llamó Kid, dándole un toque en el hombro.
—No me toques, no me hagas nada —farfulló ella, moviéndose hacia un lado.
—¿Eres estúpida o qué? Yo no te haría nada —se defendió él, frunciendo el ceño. Su comentario le había molestado.
(TN) le observó fijamente. La zona estaba bastante oscura. Tan solo les iluminaba la luz de la luna y la poca que llegaba de alguna farola que había cerca de la carretera.
Fue entonces cuando la peli(t/c) se dio cuenta que aquel idiota era bastante atractivo.
No sabía si era por el alcohol, por la tensión de la situación que había vivido o por otra razón, pero sentía un intenso impulso por probar los labios de aquel tío.
Se fue acercando poco a poco, a gatas, para continuar oculta tras los arbustos. Todo bajo la incrédula mirada del pelirrojo, que no entendía nada de lo que estaba pasando.
No se apartó cuando el rostro de la joven estuvo a escasos centímetros del suyo, ni cuando sus narices se rozaron suavemente.
Cuando sus labios se rozaron, no tardaron ni unas milésimas de segundo en comenzar a besarse con intensidad.
Kid posó una de las manos en la nunca de la joven y empujó ligeramente para poder acceder todavía más profundamente a su boca.
Abrió os ojos durante un momento y observó bien la postura en la que estaba la peli(t/c), a cuatro patas en frente de él, joder.
Aquella loca conseguía excitarle.
—Ven aquí —gruñó, tirando de ella y dejando que se colocara encima mientras él iba recostándose en el suelo poco a poco.
Continuaron devorándose el uno al otro. (TN) tenía los dedos enredados en aquellos cabellos rojos, de los cuales tiraba de vez en cuando.
Por su parte Kid no tardó en posar las manos en las caderas de la joven, moviéndolas lentamente hasta llegar a sus nalgas, las cuales apretó con fuerza sobre la tela del vestido que estaba ceñida a su cuerpo.
—¿No has dicho que no me ibas a hacer nada? —preguntó ella, cortando el beso, pero sin separarse más de lo necesario.
—Nada que tú no quieras —aclaró él, volviendo a abalanzarse sobre sus labios.
Los besos iban acompañados de caricias y la peli(t/c) no tardó en comenzar a menear las caderas, rozándose con aquel bulto que Kid escondía bajo los pantalones.
Fue entonces cuando el móvil de (TN) sonó dentro del bolso.
—¡Mis amigas! —exclamó, levantándose rápidamente.
Kid se llevó las manos a la cabeza y soltó un quejido. Era obvio que el momento se había acabado.
—¿Akira? —preguntó, al coger la llamada.
—Tía, se han llevado a algunos de clase —le explicó su amiga—. Ayaka y yo estamos bien. Aiko pasará a buscarnos ahora con el coche. Se ha quedado flipando cuando se ha dado cuenta de lo que estaba pasando. ¿Tú dónde estás?
—Enseguida voy. ¿Estáis en la misma discoteca?
—Sí, detrás.
—Vale —dijo brevemente, antes de colgar. Sabía que Akira iba a preguntar algo más, pero no tenía ganas de dar explicaciones. Se giró hacia el pelirrojo, que todavía estaba tirado en el suelo—. Me voy.
—Bien.
—No quiero que vayamos juntos.
—Yo también tengo que volver, ¿sabes? Es un buen sitio, pero no voy a quedarme a dormir aquí —aclaró él, con tono sarcástico.
—Bueno, pues vamos... Pero nos separamos antes de llegar donde está todo el mundo.
Emprendieron el camino de vuelta, saliendo de la zona de matorrales y cruzando de nuevo la carretera, asegurándose de que no pasara ningún coche.
(TN) frenó el paso justo cuando estaban detrás de una de las naves. Cada uno debería aparecer por un lado, así que ahí se separaban sus caminos.
—La próxima vez que nos veamos, haz el favor de presentarte decentemente —le indicó la peli(t/c).
—Lo mismo digo. —Al fin y al cabo, no era él quien le había dado un codazo en la nariz. Ella trató de reprimir una sonrisa.
—Trato hecho —sentenció, antes de comenzar a caminar.
Kid observó como se alejaba. Le encantaba. Y no solo porque estuviera buena, si no por la forma en que se había conocido. Había logrado dejarle intrigado y con ganas de más.
—Pero... ¿Sueles venir por aquí? —preguntó, alzando la voz, cuando la joven ya se había alejado un metros. Frenó el paso y se giró hacia él.
—Soy más de los pubs del centro —respondió, encogiendo los hombros.
—Yo no voy por ahí. Ni de coña.
—Tú verás —soltó ella, sonriendo desafiante, antes de darse la vuelta y continuar con su camino.
Kid soltó una risa nerviosa mientras se sobaba el pelo. Aquella chica...
Bueno, no importaba. Haría una pequeña excepción y, a la próxima, se pasearía por el centro de la ciudad.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top