—La cirugía ha sido un éxito, pueden retirarse.

Los médicos y enfermeras agradecieron con una reverencia y se retiraron de la sala poco a poco llevándose consigo la camilla en la que se encontraba el paciente recién operado.

El moreno retiro su mascarilla de la boca y levanto la manga de su brazo derecho para ver su reloj.

—Tsk..Voy a llegar tarde.

No perdió más tiempo y salió de la sala de operaciones con prisa para llegar a su oficina.

Entro a su despacho, lavo sus manos y se despojó de su bata para tomar su maletín y sus cosas.

—Espero y no se moleste por mi tardanza—Murmuró el pelinegro.

(**)

Después de haber salido del hospital, Law había pasado a una florería a comprar un gran ramo de rosas rojas, las favoritas de su amada.

Estaciono su auto cercas del lugar al que se dirigía, saludo a la persona que cuidaba la entrada del lugar y entro.

—____-san se pondrá muy contenta al ver su regalo, le manda saludos de mi parte—Habló el portero con afro.

—Claro, Brook-ya—Respondió Law a la petición del pelinegro.

Camino por unos minutos hasta que logro visualizar a un hombre rubio con un gran abrigo de plumas negras fumando.

—¡Corazon!—El rubio se giró al escuchar su nombre y sonrió al ver que era el moreno.

—Llegas tarde, sabes que a ____-chan no le gusta la impuntualidad.

Law ignoro al rubio y poso sus ojos en el objeto que está delante de él y que era el motivo por el cual iba una vez al mes, en especial en octubre; la tumba de su amada.

Se hinco y deposito aquellas hermosas rojas al lado de unos hermosos girasoles—que también eran sus flores favoritas— ante la mirada melancólica del rubio. El pelinegro acaricio las letras del nombre de su difunta amante que se hallaban escritas en la lápida de piedra: ____ ____.

Hoy como cada 28 de octubre, cada vez que él la visitaba siempre mostraba una sonrisa triste ya que la chica había fallecido el día que ellos dos se iban a casar. Un recuerdo bastante triste y doloroso para el pelinegro.

—Law, será mejor irnos, no tardara en comenzar a llover—Le aviso Corazon.

El nombrado asintió y se levantó—Feliz cumpleaños, ____-ya.

—Bye, bye princesa, vendremos después a visitarte—Sonrió Corazon con tristeza.

Hicieron un gesto de despedida con las manos y lentamente se alejaron de la tumba de aquella fallecida novia.

¿Ya es laura sad?  :'v

Ya era hora de que pusiera algo sad, no todo iba a ser de color rosa.