___: Tu nombre

(c/p): Color de pelo

(c/o): Color de ojos

Era totalmente extraño lo que sentía pero estaba consciente de que era aquello lo que provocaba ere gran malestar en él.

Celos.

No pensó que volvería a sentir aquello, pues estos solo se manifestaban cuando Akagami se pasaba de amistoso con su mujer, pero estos habían vuelto a hacer acto de presencia con la llegada de Roronoa al castillo.

Mihawk no era un hombre desconfiado y menos de baja autoestima pero había algo en su ser que hacía que se inquietara o mostrara molestia cuando veía a su mujer pasar tiempo con el joven espadachín.

El pelinegro trataba de disipar esos pensamientos, ella sería incapaz de serle infiel, él confiaba en la peli-(c/p) pero no en los otros hombres.

Justamente, el menor y él regresaban al castillo después de haber terminado de entrenar. Ansiaba ser recibido por los brazos y labios de su esposa y aquello fue lo primero que hizo la chica al tenerlos de vuelta en el castillo pero al hombre incorrecto.

-¡Santos cielos!-Había estrechado entre sus brazos al joven espadachín, todo esto ante la mirada de molestia de fu esposo.-¡Mihawk, ¿Qué demonios le hiciste?!

Con disgusto desvió la mirada, tal vez, solo tal vez se había excedido con el entrenamiento del peliverde.

-¡Lo has dejado tuerto!-Volvió a gritar.

Bueno, si se había excedido.

Zoro se dedicaba simplemente a escuchar la discusión, pues aún se mantenía entre los brazos de la mayor, recargando su cabeza en el pecho de ella como si esta lo estuviera protegiendo de algo peligroso.

Perona no tardó en hacer acto de presencia, los gritos de ___ se habían escuchado por todo el lugar, y al igual que Zoro, observaba todo en silencio.

Suspiro con molestia al no obtener ninguna respuesta por parte de su pareja-Iré a curar a Zoro y cuando regrese; tú y yo hablaremos seriamente.

Un escalofrió recorrió la espina dorsal del Shichibukai ante la fría mirada que recibió por parte de su pareja, ella nunca lo había mirado así en su vida.

Perona rio divertida-Estas en problemas~-Y así como apareció desapareció, dejando completamente solo a el de ojos de halcón.

(**)

Habían pasado dos horas desde aquello.

Mihawk no había podido beber con tranquilidad de su vino, se encontraba inquieto ante lo que su mujer podría decirle.

Asumía la culpa por lo que le había pasado a Roronoa pero se sentía decepcionado porque algo tan patético e insignificante como los celos lo habían cegado. Él no era así pero por primera vez se sintió amenazado por la cercanía y confianza que ___ había logrado en tan poco tiempo con el chico.

Despejo su mente al sentir y escuchar a la chica entrar a la habitación.

Cruzo los brazos y lo observó-¿Y bien?, ¿tienes algo que decir?.

Y de nuevo se hizo el silencio.

-Es absurdo que te de un regaño, somos adultos y somos lo bastante maduros para arreglar las cosas con una plática-Sus orbes dorados se posaron en ella-Sé que es normal que Zoro regrese con algunas heridas después de entrenar pero esta vez te pasaste.

-Me disculpo por eso-Se dignó a hablar.

-Y es bueno que lo aceptes pero ¿Por qué?-Los orbes (c/o) de la fémina brillaban con preocupación-Desde que él y Perona llegaron te he notado distinto.

Se acercó a él, tomando asiento a su lado y tomando su mano en el proceso. El Shichibukai ejerció algo de fuerza en el agarre, la tomo y la beso de forma delicada.

-Al igual que cualquier humano me deje llevar por mis emociones e inseguridades-Confesó, sorprendido a la peli-(c/p)-Tu más que nadie sabe que yo no soy un hombre inseguro pero esta vez me sentí amenazado. Y si, reconozco que me puesto celoso de un niñato.

Lo había escuchado y observado con sorpresa para después sonreír ante la sinceridad de sus palabras, aunque le fue inevitable reir con lo último.

-Mihi, yo nunca te cambiaría por nadie-Uso aquel absurdo pero tierno apodo que le había puesto. Tomo su rostro y besó sus labios de forma lenta y cariñosa-Es normal que te pongas así pero debes de saber que existen otras formas de dar a conocerlos, como hablar y no tratando de dejar ciego a alguien.

Y Mihawk también sonrió, se sentía de cierta forma liberado, tal vez eso debió de haber hecho primero antes de dejar casi tuerto a su pupilo.

-Además, ¿nunca te has preguntado el por qué lo trato de forma cariñosa?-El de ojos dorados negó-Por qué lo veo como un hijo, ¿te has puesto a pensar en que tal vez quiera uno?

Se quedó mudo por unos momentos a lo que ella rio divertida, se levantó y camino hacia la puerta.

-Piénsalo-Mihawk aun la miraba-Discúlpate con Zoro y en la noche lo discutiremos-Y salió de ahí guiñándole el ojo.

Negó, aun con la pequeña sonrisa dibujada en sus labios-Ay mujer-Y se levantó, aparte de ir a disculparse le daría las gracias al joven y puede que una pequeña advertencia para la próxima.

Creo que el final me quedo algo kk, ¿ustedes que creen?

He actualizado, pidan un deseo~

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