Lentamente, muy lentamente pasó el fin de semana. Primera vez en la vida de Franky que el fin de semana no se pasaba en un parpadeo. 

Pero, por fin, llegó el deseado lunes, y la nuevamente esperada hora de Robotica 1. 

Pero la nerd no llegó  a la hora acordada. El profesor, sin importarle quién estaba dentro, comenzó su clase, aún rumiando la importancia de la revolución industrial, y durmiendo lentamente la clase. 

Hasta que, otra vez, Franky dejó pasear la vista por el salón, y otra vez la encontró. Pero esta vez, ella lo había estado mirando. O eso le pareció, porque justo bajaba la vista nuevamente a su libro.  Se levantó, y se sentó entre ella y la puerta. Quizás no pudiese hablarle en ese mismo instante porque la cara del profesor, que de repente se volvió agresiva ante la interrupción, le dejaba en claro que no lo toleraría nuevamente; pero no la dejaría escaparse así de fácil como la primera vez. 

 No la  pudo interceptar. Su nerd se escapaba como el aire, pero él estaba súper decidido a  encontrarla. Siguió lo poco que podía ver de su cabellera negra hasta otra clase.  Pero no sabía si había seguido por el pasillo o había entrado. Por suerte, en la puerta, una rubia se reía junto a una peliroja de algo. Le tocó el hombro con cuidado, y la rubia lo miró con sus ojos color aqua. 

-¿Viste a una nerd recién?

-.....- a rubia lo miró, como preguntando su no era eso una broma- ¿Una nerd? ¿En la Universidad? ¿En la puerta de Historia Antigua 3?... no sé, tendría que pensarlo.... - el tono sarcástico y desagradable y la seguridad de que seguiría con el chiste lo hizo casi irse. Pero al parecer la rubia entendió que no era el momento, y dijo- Si buscas a una chica alta y morocha, de piel tostada en cambio, podría darte más información. 

Lo último, fue señalando dentro del aula con la cabeza. 

Él entró, agradecido. Aunque treinta segundos después no podría asegurar qué tan agradecido podía estarlo. 

Lo que vio no le gustó mucho que digamos. Por no decir ni un poco.