Nuestra nueva familia (Final)
-¡Ah, no! ¡No te vas a escapar!
Franky, sin pensarlo mucho, Lanzó su puño, y tomó a Crocodile. Crocodile lanzó un grito de dolor, al ser sujetado por el cyborg, y ambos cayeron. El pirata recién llegado, al ver que se iban a caer, tomó el hombro de Franky para caer junto con ellos, sin perderlos de vista.
Robin al borde de su conciencia, quería levantarse e ir a ver, pero los borde de su visión se oscurecían. ¿Era ese su final, ya? Hasta le parecía ver a aquella princesa de Alabasta a la que había dejado escapar a drede. ¿Por qué se acordaría de ella en precisamente esos momentos? Crocodile evidentemente había ido a eliminarla. Y eliminaría a Franky al ver que era su nakama. Había sido una tonta al pensar que podría engañar a Crocodile ... y ahora.... quizás había arrastrado al hombre que más le importaba...
Los tres cayeron al borde de uno de los muchos canales de Water 7. Crocodile, ayudado de su gafio, había logrado por fin soltar el agarre de Franky.
-Qué extraño... no se mueve como cuando luchó conmigo....
El pirata que había irrumpido golpeando a Crocodile, un adolescente de sombrero de paja y chaqueta abierta, miraba extrañadoma los dos adultos delante de él. Miró bien la mano retráctil de Franky, y comenzó a lanzar brillos y más brillos.
-WOOOOHOOO... ¿Qué es eso, oi? ¿Eres un robot es eso? Como sea, eres interesante, únete a mi tripulación.
Frank lo empujó, por pura costumbre de proteger, al sentir el ataque de arena que les dirigía el shichibukai.
-Como sea.... mocoso, ¿Cuál es tu nombre?
-¡No soy un mocoso! ¡Soy Monkey D. Luffy, y soy el hombre que se convertirá en el Rey de los piratas!
Ante tales palabras, Crocodile rió.
-Maldito mocoso, sigues diciendo esa basura... ¡¡Desert SPADA!!!
Ante el fulminante ataque, la tierra se abrió debajo de los pies de Luffy, que la esquivó con un hábil salto, pero logró hacer temblar toda la isla. Franky maldijo, y aún más al ver que varias tejas del hotel del que acababan de salirse desprendían. ¿Cómo estaría Robin?
En eso sintió que la arena lo envolvía y comenzaba a herirlo. Se maldijo.
-No deberías mirar a otro lado en una pelea....
El bastardo tenía razón. Ese descuido podría costarle la vida.
Se la hubiese costado, de no ser que ahí mismo estaba Luffy, que tomó agua hasta llenarse y comenzó a escupírsela a Crocodile a repetición, haciendo que se retirara. Franky no desaprovechó la oportunidad, y comenzó a golpearlo varias veces. Como tenía anillos de Kairoseki, Crocodile no podía esquivarlo en su forma de arena. Y como era un cyborg, tenía muchísima más fuerza que un humano corriente.
Entre los dos, de esta manera, derrotaron a Crocodile.
Aunque llegó la marina y tuvieron que huir en su mayoría, dejando atrás a una jovencita de cabellos del mismo color que Franky.
Al ver que no eran enemigos... y que tenían un reno que clamaba ser un médico (Al parecer, uno muy bueno), Franky los llevó a que cuidasen de Robin en la Franky House. Aunuque Luff tenía que ir calmando a un rubio de cejas rizadas que no podía perdonar a Crocodile por hacer llorar a "Vivi", y lastimar a otra "hermosa mujer", ante lo cual Franky quería echarlo de la casa.
Una vez estuviesen todos acomodados, y que el reno salvase la vida de la morocha, hicieron una fiesta por haber logrado derrotar a Crocodile, y recuperar a Robin sin más bajas que las de esa mañana.
Franky y Luffy comenzaron a charlar, en medio del alcohol, y Luffy presentó a su curiosa tripulación: Nami, la navegante y ladrona; Zoro, que sería el mejor esadachín del mundo; Sanji, el rubio de cejas extrañas que rápidamente se adueñó de la cocina y mostró su maestría en ésta; Ussop, el francotirdor mentiroso; Chopper, el doctor reno, que había salvado a Roin y reaccionaba con un bailecito raro a los halagos de toda la familia por devolverles a su aneki; y Vivi, la chica que se había quedado, princesa de Alabasta.
Franky, por su parte de presentó como el Cyborg Franky, creador de la Franky family, y orgulloso carpintero autodidacta. También presentó a su familia, pero para esos momentos, Luffy había decidido jugar a modificarse la cara con los palillos de comida.
Poco antes de eso, había empezado la música, y desde muy temprano habían empezado a tomar. Aún así, la fiesta siguió hasta altas horas de la madrugada.
Cuando la mayoría estaba durmiendo, Franky fue a ver a Robin. La encontró despierta, leyendo tranquilamente gracias a los poderes de su hana-hana no mi. La abrazó con cariño, y más al verla preocupada por él. Lo revisó rápidamente con la vista, y le dedicó una sonrisa al verlo sin heridas. Él se sentó en el borde de su cama,y le tomó las manos. Ella lo miró.
-Robin..... quiero..... proponerte una cosa....
Casi un mes después, Luffy se subía en el Going Merry de un salo con su cuerpo de goma. Estaba realmente apurado.
-¡Vamos vamos! ¡¡NAMI!! ¡¿Ya está el curso?!
-Claro, partiremos en cuanto terminemos de cargarlo todo.
La pelinaranja también estaba sumamente energética. El cocinero peleaba al espadachín, mientras tanto, Ussop divertía a Chopper contándole historias de cosas que nunca habían pasado.
La Franky family cargaba todo, se despidieron con lágrimas (¡y muchas!) viendo la pequeña carabela marchar camino al horizonte.
Mientras tanto, Franky y Robin estaban en el (por algún motivo existente) jardín de mandarinas, cuando el barco dejó de ser visible en tierra. Tomados de la mano, con anillos de compromiso improvisados, y viendo tranquilamente al resto de los mugiwara Kaizoku dan; quienes los habían sinceramente adoptado como su nueva familia.
Ella sonrió y él la abrazó. Sabía que recordaba que aquél festejo, tras el que él le había propuesto ir junto a los mugiwara.
Él pensaba en la cantidad de valor que había cobrado en pocos segundos para decirle a la triplación completa que Robin era su mujer, y por eso debían ir los dos o ninguno. Lo que sí les sorprendió es que Luffy entendiese. Y lo permitiera también. Sería un idiota, pero un gran tipo.
No sabían qué clase de ridícula aventura les haría pasar el loco capitán que había conseguido un eternal pose a Water 7, sólo para cazar al shichibukai que había hecho llorar a su amiga Vivi; pero de algo estaban seguros. Estarían juntos. Y eso haría todo súper-divertido.
-Robin...
-¿Qué pasa, Franky-san?
Ella lo llamaba de esa manera risueña. Decía que era cosa de ser su mujer. Sabía que lograba apenarlo cada vez que lo llamaba así.
-Te amo.
-...- Por primera vez, le tocó a ella ruborizarse, pero no dejó de sonreír ni apató la vista-Yo también te amo...
-¡¡KORAA!! ¡¡Dejen de estar noviando allá arriba, y Franky iza la vela!!
Las órdenes de Nami a veces daban miedo, eso fue algo que Franky y Robin aprendieron rápido. Pero no fue lo único que aprendieron juntos en ese barco.
Fin.
Gracias por leer.
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