60 - Horrocrux

Sabo, Luffy, Nami, Robin, Sanji y Zoro se encontraban al lado de Rayleigh, Barbablanca, Garp y Akainu observando la cama de la enfermería en la que Ace se en encontraba junto a (Tn), quien lo veía preocupada sin haberse quitado el susto del cuerpo.

Barbablanca- Ha sido una suerte que (Tn) conociera el antídoto para este veneno, de no saberlo estaríamos lamentando una muerte hoy.

Luffy se acercó a su hermano apenado por aquello mientras los chicos suspiraron aliviados por qué ese final no se hubiera producido.

Akainu miró a la chica, quien observaba el rostro de Ace dormir tranquilamente.

Garp - ¿Cómo tenía esa botella, profesor?.

Rayleigh- Era un regalo que me dieron para entregar...

Barbablanca- ¿Para quien?

Rayleigh - Para usted...

Los chicos miraron sorprendidos a Rayleigh por aquello y unos pasos acelerados provocaron que los presentes girasen su cabeza hacía la entrada de la enfermería, pudiendo ver a una chica pelirrosa correr agitada hacia donde ellos estaban.

Bonney - ¿Cómo está mi Ace...? -preguntó observando al pecoso. - ¿Ha preguntado por mi...?

(Tn) puso sus ojos en blanco.

Bonney - ¿Qué hace ella aquí?. -preguntó molesta.

(Tn) - Eso mismo iba a preguntar yo. -se levantó mirándola.

Bonney - Resulta que soy su novia.

(Tn) - ¿Eso él lo sabe?

Bonney - No me hagas reír... qué sabrás tú si lleváis semanas sin hablaros.

Ace comenzó a murmurar en sueños llamando la atención de Luffy y sus amigos.

Bonney - ¿Lo ves? Siente mi presencia. -se apoyó en los pies de la cama mirando al pecoso. - No te preocupes Ace... estoy aquí... estoy aquí...

Los labios de Ace se separaron dejando salir unas palabras en forma de susurro, unas palabras que poco a poco fueron haciéndose más claras debido a que repetían constantemente una única palabra.

Ace - (T... (Tn)... (Tn)...

La joven abrió sus ojos sorprendida mientras Bonney comenzó a llorar corriendo de allí.

Barbablanca - Ah la juventud... y su apasionado amor...

Garp - No es por presumir, profesores, pero posiblemente tenga a la elegida en la familia.

Rayleigh lo miró mientras que Sabo se atragantó con su propia saliva al ver el rostro de la joven tras haber oído a su abuelo.

Barbablanca - Más os vale cuida bien de (Tn).

(Tn) - Profesores...

Barbablanca - Oh cierto, cierto... vayámonos, el señorito Portgas está bien acompañado.

Los chicos comenzaron a salir y Zoro le dio unas monedas a Sanji llamando la atención de los chicos.

Nami - ¿Y eso?.

Sanji - Hicimos apuesta. -dijo sonriendo. - Yo aposté porque Ace si sería capaz de dar un paso hacía (Tn).

Zoro - Yo aposté que no...

Sabo - Yo también quise haber apostado cuando en segundo dije que Ichiji estaba enamorado de (Tn).

Nami - Te hubieras hecho rico...

Robin - Sin duda... -rió.

Sabo se giró para ver a la joven, quien estaba sentada a un lado en la cama viendo a Ace con una ligera sonrisa.

Sonrió al ver aquello y salió de la enfermería junto a sus amigos.

Pasaron varios días hasta que el pecoso pudo salir ya de aquel lugar tras eliminar todo el veneno de su cuerpo.

Se encontraban sentados en el Gran Comedor almorzando cuando Ace miraba a lo lejos a Bonney mirarlo con enojo y dolor.

Ace - Recuérdenme como rompí con ella... -dijo en tono bajo a sus amigos.

(Tn) - ¿No recuerdas nada...?

Ace - Mis recuerdos llegan hasta que Rayleigh nos hizo brindar, a partir de ahí todo está oscuro.

(Tn) - ¿Sólo hasta ahí...?

Nami miró a su amiga apenada mientras Sanji miraba a Ace.

Sanji - Bueno, digamos que mientra estabas inconsciente pronunciate otro nombre que no era el de Bonney.

Ace - ¿Otro nombre?.

Nami - Piensa que en esa situación de debilidad y vurnabilidad, si pronuncias un nombre estando medio ido... es porque realmente la quieres.

(Tn) bajó la mirada avergonzada mientras Ace parecía más confuso por aquello.

Ace - ¿Qué nombre dije?

Zoro miró a la chica y luego a Ace.

(Tn) - Eso es lo de menos. -sonrió. - Lo bueno es que ya estás bien.

Ace - Supongo... ¿tú recuerdas algo?.

(Tn) negó. - Sólo recuerdo llegar a la habitación y ver una caja de bombones, después de eso recuerdo estar en el despacho de Rayleigh.

Ace - Te dio amortentia ese gilipollas...

Nami - Qué asco... ¿lo besaste?.

Ace - Si lo hizo... y no solo a él. -murmuró más bajo tomando una tostada.

Nami - Puaj...

Sanji - Qué horror... besar a mi hermano.

Ace miró a la chica sintiendo una presión en su pecho y sin ser consciente, frunció el ceño.

Ace - ¿Cuándo besaste a Ichiji?.

Nami abrió la boca sorprendida por aquella pregunta, Sanji se ahogó con su zumo y Zoro le dio palmadas en la espalda evitando que muriera.

(Tn) - ¿Qué...?

Ace - Niji le dijo ayer a Ichiji que ya sabía porque a él le gustó tanto besarte... -Nami miró a su amiga sorprendida. - ¿Cuándo fue?.

(Tn) - El año pasado... cuando tú me rechazaste, él vino poco después cuando yo seguía bajo el muérdago.

Ace apretó su tenedor escuchando a la joven sin ser del todo consciente de la rabia y de los celos que estaba comenzando a sentir.
En especial por un pensamiento que cruzó su mente: "si no la hubiese rechazado, Ichiji los hubiera visto besarse y ahora todo sería distinto.".

Tomó aire y continuó.

Ace - ¿Y aquel día en el que viniste con las corbatas cambiadas?.

(Tn) - También...

Ace dejó su tenedor en el plato y trató de tranquilizar sus nervios bajo la atenta mirada de Zoro.

Nami - Pero más que un beso... confundirse de corbatas es porque pasó a un siguiente nivel. - le dijo en tono pícaro.

Ace vio a la chica sonrojarse y sin poder evitarlo más se levantó de la mesa sintiendo como el aire no quería entrar a sus pulmones y caminó hacia la salida.

Zoro se levantó y siguió al pecoso bajo la mirada confundida de los chicos.

El peliverde caminó en silencio y a paso rápido detrás de él y ambos se metieron en el baño de los chicos.

Ace se echó agua fría en el rostro mientras Zoro se apoyaba en la pared mirándolo.

Zoro - Te mueres de celos, amigo.

Ace - No... tan solo me da rabia que sea Ichiji...

Zoro - Eso se llama celos.

Ace miró a su amigo en el reflejo del espejo de delante de él.

Zoro - No importa cuanto te esfuerces en negarlo, te gusta (Tn) y ahora sientes celos al saber que Ichiji ya la besó.

Ace - No es cierto... -susurró.

Zoro - Ace, mientras estabas inconsciente la llamaste a ella, por eso Bonney se fue enojada.

Ace abrió lo ojos sorprendido por aquello y se giró a mirarlo.

Ace - ¿Ella sabe que fue a ella...?

Zoro - Se quedó contigo toda la tarde a cuidarte, si lo escuchó.

Ace se mordió el labio avergonzado.

Zoro - No voy a negar algo, Ichiji es consciente de sus sentimientos hacía ella y ya se lo demostró, eres tú quien se niega a verlo y la perderás.

Ace - No quiero verlo... -se atrevió a confesar.

Zoro - ¿Por qué?.

Ace - No soy lo suficientemente bueno. -murmuró sintiendo una presión en su garganta.

Minutos más tarde...

Nami - ¿Estás segura de usar la pócima con el profesor y no cuando te enfrentes a... a B.k. ...?-dijo atreviendose a pronunciar el nombre.

(Tn) - Barbablanca me pidió obtener ese recuerdo, es importante para poder parar a Kaido... no tengo opción.

Sanji miró a Nami y volvió a mirar la chica.

Sanji - Hazlo entonces, si tan importante es, merece la pena.

(Tn) destapó la pócima de Felis Felicis y tomó aire mirando a sus amigo antes de beberla al completo.

Nami - ¿Y bien...?. -la miró atenta. - ¿Cómo te sientes?.

La chica sonrió de forma feliz y miró a sus amigos.

(Tn) - Me siento muy bien... tengo gana de ir a ver a Jimbe. -anunció levantándose de un salto.

Sanji - Pero es a Rayleigh a quien debes ver...

(Tn) - Lo sé pero algo me dice que debo ir a ver a Jimbe. -dijo sin poder borrar su sonrisa y corrió hacia la salida de la sala común.

Nami - ¡Ten cuidado!.

La puerta se abrió y Ace y Zoro entraron viendo a la joven acercarse a ello para salir.

(Tn) - ¡Hola chicos!. -gritó alegre antes de irse corriendo.

Ace la miró sorprendido por su estado de ánimo y Zoro miró a sus amigos esperando respuestas.

Sanji - Ahora os contamos todo. -dijo riendo in poco.

La joven corrió por los pasillos y comenzó a caminar de forma más calmada cuando llegó al invernadero, pudiendo ver a lo lejos al profesor Rayleigh meter la cabeza por una de las ventanitas de aquel lugar con intención de cortar algunas planta.

La chica se acercó a él silenciosamente y lo miró desde atrás sin borrar su sonrisa.

Rayleigh se giró y suspiró del susto de verla allí.

Rayleigh- (Tn)... -musitó recobrando el aliento.

(Tn) - ¿Le asusté?, ¿pensó que era la profesora Kureha?. -habló rápido. - ¿No quería que lo pillara robando?.

Rayleigh- No estoy robando, es para fines académicos. -dijo señalando unas planta.

(Tn) - Oh... esas plantas tienen un aspecto terrible... mmm... -musitó siguiendo su camino y el profesor salió de aquella ventanita para verla.

Rayleigh- (Tn)... -gritó susurrando.

La chica se giró sonriendo.

(Tn) - Señor... -dijo intentando usar su tono.

Rayleigh - Es casi de noche... no puedes salir a caminar a estas horas y sola... comprenderás que no puedo dejar que vayas...

(Tn) - Pues acompáñame señor... -le respondió en el mismo tono de antes.

Rayleigh miró a ambos lados del pasillo y suspiró siguiendo a la joven ladera abajo hasta la cabaña de Jimbe.

Rayleigh- ¡(Tn)! -gritó varios metros tras de ella. - ¡Sigo pensando que es mejor volver al castillo!.

(Tn) - ¡Eso sería contraproducente, señor!.

Rayleigh- ¿Qué te lleva a decir eso?

(Tn) - ¡Ni idea!.

Rayleigh la miró cada vez más confundido por su actitud y cuando al fin pudo darle alcance a la joven, la vio parada al lado de Jimbe, y frente a ellos, una gran acromántula boca arriba con sus patas dobladas hacia dentro.

Jimbe - Rayleigh. -saludó con voz rota.

Rayleigh- Por las barbas de Merlín... -exclamó al ver el animal. - ¿Es una auténtica acromántula?.

(Tn) - Una muerta, señor. -corrigió.

Jimbe la miró.

Rayleigh- Querido amigo... ¿Cómo te las has arreglado otra matarla?.

Jimbe - ¿Matarla...? Pero si era mi amiga.

Rayleigh- Ah... disculpa...

Jimbe - No te preocupes, no eres el único... son criaturas muy incomprendidas las arañas, son por los ojos creo... pone nerviosos a algunos.

(Tn) - Y no nos olvidemos de sus pinzas. -dijo poniéndose sus dedos frente a su boca.- Chuchuchu. -exclamó imitando el sonido.

Jimbe - Si... eso también...

Rayleigh- Jimbe... no quisiera pecar de falta de tacto pero el veneno de acromántula es extremadamente escaso... ¿me dejarías extraer un par de muestras?... para propósito académicos, entiéndase.

Jimbe - Supongo que ya no le sirve de mucho...

Rayleigh- ¡Eso mismo estaba pensando yo!. -dijo caminando hacia el animal.

Jimbe - Ojalá la hubiera visto en sus buenos tiempos... era magnífica... una maravilla. -dijo triste y la chica asintió a sí lado.

Rayleigh sin querer arrancó un trozo de piel al animal.

Rayleigh- Vaya... -musitó terminando de extraer su veneno y se dirigió nuevamente hacia el lado de Jimbe. - ¿Quieres que le dedique unas palabras...?

Jimbe - Si...

Rayleigh- Tenía familia confío...

(Tn) - Oh sí...

Rayleigh- Adiós...

Jimbe - Aragog.

Rayleigh- Ah... -carraspeó. - Adiós, Aragog, rey de los arácnidos... tu cuerpo se corromperá pero tu espíritu seguirá vivo... y tus amigos humanos encontrarán consuelo tras superar la perdida que han sufrido...

Horas más tarde los tres se encontraban en la cabaña de Jimbe al lado del fuego de la chimenea.

La chica sonreía alegre mientras los dos mayores entonaban una canción con ya la tercera botella de licor.

Jimbe/Rayleigh- ¡Y su variiiita en dos se partióóóó... ay que dolooooor! -los dos comenzaron a reir y la chica aplaudió a los mayores.

Jimbe - La tuve desde que salió del huevo, ¿sabes? Era diminuta cuando nació.

Rayleigh- Qué tierno... yo tuve una vez un pez, lo quería mucho... una tarde bajé y se había desvanecido... puff.

Jimbe - ¿Qué raro, no?.

Rayleigh- Si, ¿verdad?... así es la vida, supongo... pasa el tiempo y de repente... puff.

Jimbe - Puff...

(Tn) - Puff...

Jimbe echo su cabeza hacía la pared de atrás y dio un profundo ronquido.

La chica rió y Rayleigh la miró.

Rayleigh- Un alumno me regaló a ese pez... una tarde de primavera descubrí una pecera sobre mi mesa con solo unos centímetros de agua... y flotando en la superficie había un pétalo... cuando miré se hundió... y justo antes de tocar el fondo se transformó en un pececito... una magia preciosa.

La chica sonrió enternecida por aquello.

Rayleigh- Una maravilla digna de verse... tu madre... -la miró. - El día en el que baje y vi la pecera vacía... fue el día en el que ella... -hizo una pausa. - Sé porque estás aquí... pero no puedo ayudarte... sería mi ruina...

(Tn) - ¿Sabe por qué sobreviví, profesor?. - habló en tono suave y claro. - La noche en la que me hicieron esto... -se señaló la cicatriz de su frente. - Por ella... porque ella se sacrificó, porque se negó a mirar para otro lado, porque su amor era más poderoso que B.K.

Rayleigh- No digas su nombre...

(Tn) - No tengo miedo al nombre, profesor. - se levantó y caminó hacia él. - Le voy a contar algo... algo que los demás solo intuyen... si, soy la elegida. -el mayor separó sus labios sorprendido. - Solo yo puedo destruirle pero para hacerlo necesito saber lo que Kaido le preguntó aquella noche... y también necesito saber lo que le respondió...

Rayleigh- No puedo...

(Tn) - Sea valiente, profesor... como lo fue mi madre. Si no, la deshonrrará, si no, ella habrá muerto en vano... si no... la pecera seguirá vacía, para siempre...

Rayleigh la miró procesando aquello y sacó su varita y un frasco.

Rayleigh- Por favor... no pienses mal de mi cuando lo veas... no sabes como era ya por ese entonces... - se puso su varita en la frente y de ella salió un hilo azul brillante que quiso poner en aquel frasco.

(Tn) extendió su mano sujetando la mano del profesor que temblaba sosteniendo aquel bote de cristal y el recuerdo entró en su interior.

Un recuerdo que fue vertido en el pensadero minutos después por Barbablanca.

El director miró a la joven y ambos introdujeron su cabeza en el agua de aquel artilugio.

Kaido - Estaba en la biblioteca la otra noche... en la sección prohibida y leí algo muy extraño acerca de una magia especial... se llama, por lo que entendí... horrocrux.

Rayleigh- ¿Disculpa?.

Kaido - Horrocrux. -repitió. - Encontré ese término mientras leía y... no lo entendí del todo.

Rayleigh- No tengo muy claro lo que estás leyendo, Kaido, pero se trata de magia muy oscura.

Kaido - De ahí... que haya acudido a usted.

Rayleigh- Un horrocrux es un objeto en el cual una persona ha escondido parte de su alma.

Kaido - Pero no entiendo el proceso, señor...

Rayleigh- Se divide el alma y se oculta parte de ella en un objeto... de este modo estarás protegido aunque tu cuerpo haya sido destruido.

Kaido - Protegido...

Rayleigh- Esa parte oculta sigue viviendo, en otras palabras, no puedes morir.

Kaido - ¿Y como se divide el alma...profesor?.

Rayleigh- Creo que ya tu conoces la respuesta a eso, Kaido.

Kaido - Matando.

Rayleigh- Si, la muerte divide el alma e pedazos, es una violación de la naturaleza.

Kaido - ¿Sólo se puede dividir el alma una vez...? Por ejemplo, si son siete...

Rayleigh- ¿¡Siete!? Por las barbas de Merlín, Kaido... ¿no te parece suficiente matar a una persona? Fragmentar el alma en siete partes... todo esto es hipotético, ¿no?... académico.

Kaido - Por supuesto, señor... será nuestro pequeño secreto.

Todo se distorsionó y la chica alzó la cabeza confusa.

(Tn) - Señor...

Barbablanca hizo un gesto con su mano y la joven guardó silencio mientras el mayor caminaba hacia su escritorio.

Barbablanca- Esto es más grave de lo que imaginaba...

(Tn) - ¿Él consiguió hacer un horrocrux?.

Barbablanca- Oh si, y con éxito y más de uno...

(Tn) - ¿Y dónde están ahora?.

Barbablanca abrió un cajón y sacó vatios objetos.

Barbablanca - Un anillo, por ejemplo... o un libro...

(Tn) - El diario de B.K....

Barbablanca- Era un horrocrux, hace cuatro años cuando salvaste la vida a Ace en la cámara secreta me trajiste esto... supe en ese entonces que era una magia muy distinta... muy poderosa... pero hasta esta noche no tenía idea de cuanto...

(Tn) - ¿Y el anillo...?

Barbablanca- Perteneció a la madre de B.K., difícil de encontrar... aún más difícil de destruir. -dijo mostrando su mano ennegrecida a la joven, quien se alarmó al ver aquella mano.

(Tn) - Si... si se encuentran todos y se destruyen...

Barbablanca- Se destruiría a B.K.

(Tn) - ¿Cómo se podrían encontrar? podrían estar en cualquier parte... -dijo bajando la mirada al anillo y queriendo tocarlo.

Barbablanca- En efecto, pero la magia...

La chica tocó el anillo y este comenzó a bailar en el sitio mientras la chica sintió una oleada de visiones que no pudo controlar.

La miró a ella y vio a la joven crujiendose el cuello cerrando los ojos.

Barbablanca- Deja rastro... -se puso a su lado.

(Tn) - Ahí es donde iba... cuando se ausentaba.

Barbablanca- Si, y puede que haya encontrado otro... pero esta vez no puedo destruirlo solo... una vez más he de pedirte demasiado, (Tn).

Al día siguiente, Barbablanca se encontraba en la torre de astronomia junto a Akainu, quien parecía alterado hablando.

Akainu - ¿Se le ha pasado por esa lúcida mente que no quiero seguir haciendo esto?.

Barbablanca- Es irrelevante, no negociaré contigo, Akainu. No se hable más.

Akainu se giró molesto y bajó las escaleras encontrándose en estas a (Tn), la miró por unos segundos y siguió bajando sin decir nada.

La chica siguió subiendo y se detuvo tras el director, quien se giró y sonrió al verla.

Barbablanca- (Tn)... -saludó.- A veces olvido lo mucho que has crecido... aún recuerdo cuando tuvieron que ayudarte a subir al taburete para ponerte el sombrero seleccionador. - sonrió. - Seis años después... aquí estás... perdona mi sensiblería, (Tn)... estoy mayor.

(Tn) - Para mí usted sigue siendo el mismo, señor.

Barbablanca- El lugar al que viajamos esta noche es extremadamente peligroso, me temo. Prometí llevarte conmigo y prometí mi promesa, pero con una condición... debes obedecer mis órdenes sin cuestionarlo.

(Tn) - Señor...

Barbablanca- Si te digo que te escondas, te escondes, si te digo que corras, corre... si te digo que me abandones habrás de hacerlo...

La chica lo miró sintiendo un nudo en su garganta.

Barbablanca- Tu palabra, (Tn).

(Tn) - No puedo...

Barbablanca- (Tn).

La chica se mordió la parte interna de la mejilla y el mayor le puso su mano en su hombro.

Barbablanca- Debes confiar en muy obedecer mis palabras... es de suma importancia para completar la misión...

La chica lo miró por unos segundos y asintió sintiendo sus ojos empañarse.

(Tn) - Mi palabra...

Barbablanca- Toma mi brazo.

La chica obedeció y desaparecieron del lugar apareciendo en medio de una roca sobre un violento mar lleno de altas y oscuras olas.

Ambos miraron una cueva al otro lado y la chica tomó aire mirando al mayor.

Minutos más tarde, ambos se encontraban caminando al interior de aquella cueva oscura de piedra negra.

Barbablanca- Es este lugar... este lugar ha conocido la magia... -dijo sacando una navaja y cortando la piel de su mano.

(Tn) - ¡Señor!.

Barbablanca- Para entrar hay que pagar un precio... un precio para debilitar al intruso.

(Tn) - Debió dejar que lo haga yo...

Barbablanca- No (Tn)... tu sangre es más valiosa que la mía... -dijo poniendo su mano ensangrentada sobre la roca de aquella pared.

Una pared que empezó a temblar derrumbándose dejando un largo pasillo.

Ambos sacaron su varita y comenzaron a iluminar el lugar mientras avanzaban.

Barbablanca- B.K. habrá colocado defensas estratégicamente... cuidado.

Llegaron al final de aquel pasillo observando un lago oscuro delante de ellos.

El mayor hizo un movimiento de varita y una esfera de luz se desplazó hacia el otro lado de aquel lago iluminando un punto determinado.

Barbablanca- Allí está... la cuestión es como llegar hasta allí...

(Tn) - Ojalá hubiera traído mi escoba...

Barbablanca extendió su mano y el agua que tenía bajo el comenzó a burbujear expulsando una cadena.

Barbablanca- Ayúdame, (Tn).

La chica tomó la cadena y comenzó a tirar de ella, comenzando a salir del agua una barca, lugar en el que ambos se subieron hasta llegar a la zona que la luz señalaba.

(Tn) - Parece... cuarzo. -dijo viendo el lugar donde se bajaron. - ¿El Horrocrux está ahí, señor?. -preguntó mirando un cuarzo en forma de pila de agua.

Barbablanca- Oh si... -susurró pasando su mano por aquel lugar, observando ambos como el agua comenzó a emanar en su interior y a un lado, una caracola de cuarzo que actuaba como vaso. - Hay que beberla...¿Recuerdas la condición que te impuse...? Esta poción podría paralizarme, hacerme olvidar el porqué estoy aquí... provocarme tanto dolor como para suplicarte que me mates.

(Tn) - Señor...

Barbablanca- Es tu misión hacer que beba esta poción, aunque tengas que hacérmela tragar por la fuerza... ¿entiendes lo que te digo?.

(Tn) - Deja que la beba yo.

Barbablanca- No, yo soy mucho mayor, más listo y menos valioso. -tomó la caracola y la miró. - A tu salud, (Tn).

Llenó aquello de aquella agua y bebió.

La chica la miró.

Elcuerpo del mayor comenzó a temblar mientras su garganta emitía gritos de dolor hasta caer al suelo.

(Tn) - ¡Profesor!. -gritó arrodillándose a su lado. -¿Puede oírme...? ¡Profesor!.

Barbablanca seguía en el suelo temblando.

La joven apretó sus labios conteniendo unas lágrimas y se giró hacia la pila tomando nuevamente agua con aquella caracola y acercándosela al mayor en repetidas ocasiones.

Barbablanca- No... -dijo suplicando cuando la joven volvió a acercarse a ella.

(Tn) - Debe beber... lo dijo usted, señor... -respondió.

Barbablanca- Basta...

(Tn) - Lo siento señor... -murmuró sintiendo su voz debilitarse al ver al director en ese estado.

Barbablanca- Mátame... ¡Mátame!

(Tn) - ¡No! -gritó tomando agua nuevamente.

Barbablanca- Es culpa mía... todo es culpa mía... culpa mía...

(Tn) - Uno más señor...-el mayor negó.- solo uno más y le prometo que haré lo que me diga... por favor...

El mayor la miró con ojos suplicantes y abrió su boca.

La chica le vertió el agua y el director la miró a los ojos sin esa expresión de dolor que tenia segundos antes.

Barbablanca- (Tn)... Agua...

(Tn) - Agua... -sonrió y se giró nuevamente hacia la pila viendo en su interior un colgante. - Lo ha conseguido señor... aquí está.

Barbablanca- (Tn)... agua...

(Tn) - ¡Acuamenti! -pronunció provocando que aquella pila se llenase de agua, un agua que no podía recoger la caracola. - Qué...

Barbablanca- Agua...

La luz de su alrededor comenzó a apagarse.

La joven se acercó al extremo de aquel lugar con intención de tomar el agua que los rodeaba, pero cuando su mano se acercó a aquella agua, un brazo huesudo salió de esta con intención de atraparla.

Gritó alejándose de allí y viendo como unas criaturas horribles comenzaban a trepar hasta ella.

Barbablanca- (Tn)...

La chica hizo volar a un ser que quería acercarse a su director.

Barbablanca- (Tn)...

(Tn) - ¡Septumsempra! ¡Expeliarmus! -gritó. - ¡Desmallus!.

Aquello ya era incontenible, decenas de seres se amontonaban unos sobre otros, logrando atrapar a la joven y arrojarla al agua.

La chica trató de nadar hacia arriba pero sintió unos brazos huesudos atraparla impidiendo que saliera del agua.

Abrió sus ojos viendo la superficie alejarse cada vez más mientra ella luchaba por apartar a aquel ser de su espalda.

Apretó sus ojos y un destello le hizo volver a abrirlos, pudiendo ver una fuerte luz rojiza extenderse por la superficie y bajar hasta ella golpeando al ser que la aprisionaba.

Nadó rápidamente hacia arriba y dio una bocanada de aire pudiendo ver el fuego sobre el agua, un fuego que conseguía alejar y matar a los seres que querían atacarles.

(Tn) separó sus labios sorprendida viendo al director en el centro de aquel lugar mover su varita provocando ráfagas de aquel fuego que los salvó.

Subió rápidamente hasta su lado y tomó al profesor, quien extendió su mano hacia ella.

Barbablanca - (Tn)...

(Tn) - Estoy aquí... -dijo tomando su brazo y poniéndolo sobre sus hombros.

Barbablanca hizo aparecer un camino rodeado de fuego para que ambos pudieran salir de allí, pudiendo así volver a aparecerse en la torre de astronomía.

(Tn) - Hay que llevarle a la enfermería. - dijo al fin aliviada por llegar a Hogwarts.

Barbablanca- No... -susurró sentándose. - Akainu... necesito a Akainu... despiértale, cuéntale lo que ha pasado... no hables con nadie más...

La chica asintió y corrió hacia las escaleras, pero la voz del mayor la hizo detenerse.

Barbablanca- Te quiero (Tn)... nunca lo olvides.

La chica lo miró, sintió sus ojos empañarse y sin saber el porqué, sintió aquello como una despedida.

(Tn) - Yo también lo quiero, Barbablanca.

El mayor le sonrió y la chica bajó las escaleras deteniendo su paso y escondiéndose allí mismo al escuchar a alguien subir, alguien que reconoció al instante.

Ichiji.

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