five.

Ambas permanecían en silencio acostadas en la cómoda cama de la menor escuchando cantar a esta última. Habían decidió conocerse un poco, y Yuri de inmediato le mostró a Yena uno de sus cuantos talentos.

~You've shown me I have reasons
I should love myself

Yena miraba con admiración a la chica sentada al lado suyo cantar aquella melodía con pasión.

~Im learning how to love myself...

Terminó con un poco de rubor en sus mejillas que Yena sin pensar y ni un poco de vergüenza beso.

-Sin duda alguna tienes una voz de ángel Yuri~Ah

Esta negó evitando mirar los ojos de Yena quien hacía aumentar el calor en su rostro.

-Tampoco es para tanto- Tomo la mano de la vampira acariciando el dorso de esta con su pulgar

Yena sonrió ante aquel gesto.

-¿Tú que más puedes hacer?- Pregunto la castaña.

-Pues, siempre me gusto la música sinceramente, coincidencia de que se cantar y bailar también

Yuri conectó miradas.

-¿Puedo escucharte?

Yena se enderezó enfrentándose a Yuri mientras entrelazaba sus dedos.

~Heart beast fast colors.
And promises, how to be brave
How can I love when Im afraid to fall?

Yuri quedó igualmente impresionada como Yena quedó con ella, tenía una dulce pero a la ves ronca voz quien atraería a cualquier de inmediato.

~But watching you stand alone
All of my doubt suddenly goes away
somehow.
One step closer...

Yuri se dio cuenta que Yena en realidad le estaba dedicando la canción, haciendo que su corazón se acelerara de la emoción.

~I've died every day waiting for you
Darling don't be afraid, I have loved
you
For a thousand years
I've loved you for a thousand more...

Yuri sintió sus ojos picar al darse cuenta de la realidad y historia detrás de la letra.

-Me gusta tu voz, es linda...- Declaró dandole un apretón en la mano de Yena.

Yena miró sus manos para después enfocarse en los ojos chocolate de Yuri.

-Dicen que cada Vampiro a lo largo de su vida se engancha de alguien...- Yena comenzó a hablar después de un largo silencio.- Algo así más o menos como una conexión, una emocional claro, una en el que nada ni nadie es capaz de romper.... Es alguien el cual estas enganchado de por vida y no hay vuelta atrás- Lo último lo dijo en un susurro.- Se llaman aengkeo's lo cual significa ancla. Sin ellos somos menos fuertes, y nuestro vampiro interior sufre y se deprime. Uno no puede vivir sin el otro...

Yuri miro en silencio a Yena sabiendo a por donde iba la rubia, cerró los ojos suspirando con lástima.

-¿Van a matarnos no es así?- Yena agrandó sus ojos sin saber que decir.- Por habernos anclado de la otra... Porque soy humana, y no funciono en tu mundo.

Yena no entendía como es que Yuri hacía para leerle la mente. Tomo las manos de Yuri entre las suyas mirando segura a la menor en los ojos.

-Y yo no dejare que eso ocurre...- Choco su frente con la castaña.- Yuri de verdad que no me arrepiento de esto, me hiciste ver las cosas de otro modo y que vivir esta vida si vale la pena, no vas a morir yo lo sé, nadie te va a tocar porque yo no dejare que eso pase, vas a estar bien lo sé, Yuri... Por favor, vas a estar bien... Lo sé- Decía esas palabras intentando convencerse a si misma de ellas.

Yuri se separó un poco para poder ver bien el rostro de Yena, tirando una triste pero a la vez cálida sonrisa, acariciando la mejilla de Yena con amor mientras negaba la cabeza lentamente.

-Tu y yo Yena sabemos muy bien que no lo lograré...- Declaró sin dejar de acariciar la mejilla de la mayor.- Yo tampoco me arrepiento de ello Yena pero, tal vez no fui echa para ser una de ustedes... Pero si para conocerte y no nos toca nada más que aceptarlo aunque duela hay que seguir adelante, porque la vida sigue y tú...- Apuntó el pecho de Yena.- No puedes quedarte atrás, porque yo sé que eres lo suficientemente fuerte para poder seguir con ella.

Yena a este punto estaba llorando, después de tantos años, lo soltó todo.

-Yena te amo ¿si? Pero por favor no te auto lastimes, y se fuerte- Abrazo a Yena atrayéndola a su pecho a lo que la mayor se refugio como una niña pequeña en los brazos de Yuri no queriendo separarse y permanecer para siempre así.

-Promete que siempre estarás a mi lado, en las buenas y malas Yuri~Ah...

Yuri sonrió dejando un beso en la cabeza de Yena, mirando con indiferencia hacia la ventana, para después correr la mirada.

-Lo prometo Yena... Lo prometo.


(...)



-¿Quieres que te vaya a dejar?- Tomo la mano de la más bajita llamando su atención.

-Mhm, claro vamos.

Entrelazo sus dedos caminando hacia el auto de la rubia, quien le abrió educadamente la puerta.

-Hey sonríe- Yuri le dio un apretón a la mano de Yena quien se había mantenido toda la mañana seria y claramente triste, siendo consciente que en cualquier momento una de las dos sería brutalmente asesinada por unos de los de Yena.

Yena giró hacia Yuri unos segundos regalándole una débil pero sincera sonrisa.

-Así me gusta- Pincho su mejilla tiernamente.

El resto del camino Yuri se encargaba de animar el ambiente tirándole comentarios acerca de su vida a Yena, logrando animarla un poco hasta que llegaron al instituto de la menor.

-Te veo luego- Se acercó para depositar un beso en la mejilla de la rubia.- Y por favor no más preocupaciones, disfrutemos de la una y la otra, nada más ¿okey?- La apuntó con un dedo.

-Esta bien.

Yuri sonrió con los ojos.

-Bien- Dejo otro beso en las frías mejillas de Yena.- Adiós

-Adiós- Se despidió con la mano quedándose unos segundos más ahí hasta ver a Yuri ingresar de manera salva a clases.

Apretó con enojo el volante sintiendo un nudo en su garganta.

¿Porque yo? ¿Que hice para ser este monstruo?



(...)


-¿Que sucede Jjoyul? Te vez fuera de sí- La dulce voz de Minju la saco de sus pensamientos quien parecían comerla por dentro.

-No es nada, tenemos varios exámenes acumulados esta semana, y apenas tengo tiempo para estudiar de uno y después del otro, es frustrante- Revolvió su cabello mirando los alumnos pasar de un lado para otro.

-Maldito instituto- Susurro Yujin jugando con su lápiz.

-Si, bueno no es algo el cual podamos evitar, así es la vida del estudiante.

Yuri asintió volviendo a ser consumida por sus pensamientos, o más bien Yena. Pero no duro mucho cuando el sonido de la campana indicaba el término de la clase y la hora en la cual podían irse a sus casas.

Yuri camino hacia la salida junto las otras dos, permaneciendo en silencio ignorando a las personas, sumergiéndose en sus pensamientos.

-Jo Yuri

Las tres se giraron intentando buscando a la persona de aquella voz.

-¿Si?- Pregunto Yuri desconfiada hacia la persona.

-Me mandaron a buscarte- Se acercó hacia la castaña.- Vamos- Tomo de la mano de la menor.

Yuri miro asustada a sus otras dos mejores amigas.

-¿Quien te mando?

La persona mostró una sarcástica y extraña sonrisa.

-Choi Yena...

Yuri se congeló.

-¿Y tú quien eres?- Se atrevió a preguntar la de pelo corto.


(...)

-¡Déjenme salir!- Golpeó con fuerza la puerta de metal haciendo arder sus nudillos de la fuerza.- ¡Ahhh! ¡Abran por la mierda!

Abatida se desplomó sentada al frío piso, preocupada, apenas ingresó a la base fue bruscamente empujada hacia la sala de secuestros, no sabia el porqué de ello, ella era respetada ahí, nadie se atrevía ni siquiera de tocarla, ¿Porque encerrarla? Tenía miedo, pero no por ella, que si no por Yuri, quien hace bastaste horas salió de clases.

Se colocó de pie desesperada con sus ojos brillando de la rabia, golpeó la puerta una vez más, recordando a Yuri y esa noche en la que estaban acostadas en el techo de su casa, golpeó nuevamente sintiendo sus nudillos quemar, o esa vez que la conoció y logró anclarse de inmediato en ella, en la que establecieron una simple y corta conversación que logró enamorarla en un segundo y la hizo sentirse importante, golpeó haciendo romper sus nudillos junto un atorado grito, o cuando atrevidamente se coló en su habitación, o cuando echó a Yiren de su casa explicándole que ya no la amaba y esta la abofeteó indignada por haber golpeado su orgullo, golpeó varias veces deformando la puerta, hundiendo sus puños en aquel metal. Recordando la promesa de Yuri y su sonrisa, recordando su olor y calor, recordándola a ella, recordando su ancla, de una patada dejó caer la puerta viendo como varios vampiros guardias la quedaban viendo con sorpresa, les gruñó dejando a exhibición sus colmillos y ojos dispuesta a luchar.

Ellos habían despertado al monstruo.

Golpeó, luchó, y gritó todo lo que pudo. Estaba ganando, no hasta que la atacaron por detrás tumbándola al piso, pateándola como una simple bolsa de basura, inyectándole un sedante en el muslo, haciéndole perder todas sus fuerzas para pararse, viendo por último un puño estamparse en su rostro, cayendo inconsciente.








Yena...

Por favor...

Abre los ojos...





















Ayuda....

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