5- Back Home

Pasaron aproximadamente 3 semanas de la última vez que Ritsu recibió visitas en el hospital, Yokozawa-san iba a verlo pocas veces y al parecer, sus compañeros de trabajo no estaban enterados de su "pequeño" accidente; pero en parte era lo mejor, no le gustaba la idea de ser bombardeado de preguntas acerca de su ausencia o la venda que adornaba su cuello y a la misma vez cubría una cicatriz muy larga, notoria y bastante desagradable a la vista.

-Buenos días, Onodera-san. -una enfermera entró a su habitación saludando, este sonrió- Vengo a cambiar su venda.

Con cuidado el editor se sentó en la cama con un poco de ayuda de la enfermera, claro está, esta misma le quitó el vendaje de su cuello con sumo cuidado, dejando al descubierto la herida del castaño.

Una vez limpia la herida, volvió a vendar el cuello de Onodera, terminado eso la enfermera se retiro dejándolo solo nuevamente.

"¿Takano-san se habrá dado cuenta de mi ausencia?" ese pensamiento vino a su mente sin querer, "¿estará preocupado por mí?" se preguntó de nueva cuenta "Ja, de seguro le preocupa más el castaño del otro día" bajó la mirada conteniendo sus lágrimas "si hubiera muerto, Takano-san no se daría cuenta, él me lo dijo, ya no le importó" arrugó las sabanas con sus manos. "Soy tan tonto, como quisiera que Takano-san estuviera aquí mismo, tomando mi mano mientras me dice un te amo" unas gotas cayeron de sus ojos.

-¡Ritsu! -una voz lo sacó de sus tristes pensamientos, levantando su cabeza al mismo tiempo que limpiaba las lágrimas miró como un cuerpo se acercaba a él y lo abrazaba con fuerza-

"¡¿Shinobu?!" se sorprendió a ver a su amigo.

-¡Ritsu! -el menor lo soltó- Me dijeron que estabas en el hospital, ¡¿qué te pasó?!

-...-

-¡Ritsu! ¡Contesta! ¿O el gato te comió la len...? -no término su pregunta al darse cuenta de la venda en el cuello de castaño- ¿y esa venda?

Nervioso, tomó su libreta y comenzó a escribir...

*Tiempo más tarde*


-Déjame ver si entendí, te confesaste al tipo que al que amas -Onodera asintió- Y este tipo te rechazó, ¿y además ya tenía otra pareja? -el castaño volvió a asentir- ¿y en un ataque de tristeza te quisiste suicidar?

"Si" escribió.

-...-

-...-

Hubo un silencio sepulcral durante varios minutos, hasta que Shinobu habló.

-¡Te lo dije! -le dio un golpe en la cabeza-

"¡¿Por qué el golpe?!" escribió Ritsu molesto.

-¡Porque te lo mereces! ¡Desde que vi a Takano no me inspiró nada de confianza! ¡Yo sabía que él escondía algo, y no me equivoqué!

El de ojos verde bajó la cabeza, le dolía admitirlo pero su amigo tenía toda la razón, Takano ocultaba algo y ese algo era el romance que tenía con aquél chico. Escribió.

"Pero, yo lo amo..."

-Y ese amor te hizo daño, ¡mira donde estás! Por poco y mueres... -el rubio se calmó un poco- Entiende Ritsu, eres mi mejor amigo y me preocupo por ti, lo que hiciste fue muy estúpido -acarició los cabellos de su amigo-

-¿Interrumpo algo? -Nowaki entró a la habitación-

-Para nada doctor... -contestó Shinobu-

-Le tengo buenas noticias, Onodera-san -Ritsu levantó su cabeza- Parece que hoy en la tarde se le dará de alta -una sonrisa se dibujó en los labios del editor- Claro, antes de que se vaya tendré que darle algunas indicaciones para que sane mucho más rápido, además de darle la incapacidad por un mes.

"¿Un mes?" pensó Onodera, eso era muchísimo tiempo, ya llevaba más de dos semanas de retraso con sus mangakas, unos días más y su despido era cien por ciento seguro, no quería imaginar el sermón que iba a recibir cuando se representará en la editorial después de tanto tiempo sin ir a trabajar.

-¡Ritsu! -Shinobu lo regresó a la realidad, lo miró y este le extendió una bolsa-

"¿Qué es esto?" escribió en su libreta.

-Ropa tonto -río- Creí que la ibas a necesitar y al parecer estaba en lo correcto -se levantó de donde estaba sentado- Es hora de irme, espero volver a verte pronto en las clases de cocina -se acercó a Ritsu y lo abrazó, este correspondió- Adiós -así Shinobu desapareció-


Observó aquella bolsa para luego abrirla, en esta había unos pantalones color negro, zapatos del mismo color, una camisa de cuello de tortuga con mangas largas de color verde esmeralda, entre otras prendas, artículos de cuidado personal y ¿dinero? Sonrió, Shinobu a veces le daba miedo pero también era un amigo tan atento.

*En Marukawa*

-¿No contesta, Kisa-san? -preguntó Mino-

-No. -colgó dejando su celular en su escritorio- Ya pasaron tres semanas, Ritchan no aparece... ¿y sí está secuestrado? O peor aún, ¡¿estará muerto?! -Kisa comenzó a imaginar los peores escenarios posibles-

-No sea paranoico -dijo Hatori-

-¿Por qué mejor no se ponen a trabajar en vez de estar hablando? -Takano entró a Emerald- Las imprentas no tienen todo el tiempo del mundo.

-¡¿Cómo puede estar tan tranquilo?! -Kisa explotó- ¡Ritchan está desaparecido! ¡tenga algo de consideración! -Mino y Hatori tomaron a Kisa por los brazos antes de que golpeara a Takano-

-El único perjudicado aquí será Onodera al no cumplir con su trabajo, ni a ustedes ni a mí nos afecta en lo más mínimo, así que si no quieres ser el segundo en estar despido ponte a trabajar, Kisa-san -finalizó Masamune de manera fría-

Shouta miró de mala manera a su jefe, a veces dudaba si en realidad aquél tirano tenía sentimientos y cada día se convencía más que el más alto tenía corazón de piedra. Se soltó del agarre de sus otros dos compañeros volviendo a su asiento, Hatori y Mino miraron al de menor estatura con lástima. Imitaron la acción del mayor y volvieron a sus asientos.

*Horas más tarde*

Onodera comenzó a vestirse con la ropa que Shinobu le había dejado cuando lo visitó, acomodó la camisa de cuello de tortuga esta le cubría el vendaje de manera perfecta, eso si lo sofocaba bastante, aquella venda hacía que le faltará el aire para poder respirar.

-¿Está listo, Onodera-san? -preguntó el doctor Nowaki- Entonces sígame.

Caminaron por los pasillos del hospital hasta llegar a un consultorio, Ritsu se sentó.

-Ok, empecemos, la venda deberá ser reemplazada cada 12 horas además que la herida debe ser limpiada, su alimentación durante este mes deberá ser mayormente de líquidos, así su garganta no hará esfuerzo alguno al momento de tragar, nada de comida rápida o instantánea -el editor río de manera nerviosa- y con referente a los medicamentos -le extendió un pequeño frasco transparente y este contenía dentro unas pastillas de color rosa neón- Esto le ayudara a que la cortada cierre mucho más rápido, también recuperará su habla, debe tomar una por día, ni una más -Onodera tomó el frasco entre sus manos, lo guardó en su abrigo-

Ritsu se levantó de su asiento haciendo una reverencia, salió del consultorio.

-No sé porque siento que olvidé algo importante... -Nowaki leía un libro de nuevos medicamentos que habían sido creados, dio vuelta a la hoja abriendo los ojos de la sorpresa- No, no puede ser -levantándose de golpe de su escritorio corrió hacía la puerta- ¡Onodera-san! -gritó a todo pulmón, pero el chico ya no se encontraba ahí- Eso es imposible, ¿cierto? Debe ser una mala broma de parte de aquél libro, eso debe ser -se convencía a sí mismo-

*Con Onodera*

Salió de aquél edificio y sintió como el viento le soplaba en el rostro, después de tanto tiempo por fin había salido de aquél lugar tan hostil llamado hospital, tocó su cuello y cierta aura de tristeza lo invadió, había perdido a Takano-san y todo por su estúpido orgullo en esos momentos sintió las ganas de tomar sus cosas e irse a Inglaterra nuevamente, pero no, él ya era un adulto e iba a enfrentar las cosas como tal.
Caminó sin rumbo alguno, quería pensar con claridad, pero en su mente solo estaba Takano, pero ¿por qué? ¿Era tan masoquista para estar pensando en su amor de secundaria? Al parecer si.

Paró en frente de un pequeño supermercado, entró y compró lo qué según él era "comida de verdad" carnes, verduras, frutas, entre otras cosas; pagó y se salió del local caminando con dirección a su departamento, al menos no se toparía con Takano-san.

Llegó a su edificio, subió a su respectivo piso y caminó hasta la puerta de su casa, dejó sus compras en el suelo para poder abrir.

"Ah~ hogar, dulce hogar" pensó el castaño abriendo la puerta, tomó las bolsas.

-¡Onodera! -esa voz, era inconfundible, con temor volteó a ver quién le hablaba y si, era la persona que menos quería ver en esos momentos.

Continuará...

¡Hola! Aquí está el capítulo de hoy, espero les haya gustado :3 apuesto que nadie se espero la aparición del rey Repollo (?)

¿Quién será la persona que llamó a Onodera?

¿Qué se le habrá olvidado a Nowaki?

¿Cómo se conocieron Shinobu y Ritsu?

¿Despedirán a Kisa?

Gracias a Izumi31, Yesy_18 y a Haruka Alvarado por comentar y votar me hacen muy feliz :3 ❤❤

El próximo capítulo habrá un invitado especial, ¿quién será?

Sin más que decir, me despido

Byeee!

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