Advertencia: Lemon. Si no te gusta, puedes saltarlo (no sé por que lo digo si sé que no lo harán xd).

El amanecer hacía acto de presencia con sus primeros rayos de sol en el cielo, esta misma luz entró por la ventana de cierta habitación, interrumpiendo el sueño de una de las dos personas que se encontraban ahí.

Arrugo un poco sus ojos al sentir el calor del sol por todo su rostro, aunque había cortinas, estas no eran lo suficientemente opacas para evitar la entrada del sol, con lentitud abrió los ojos, luego parpadeo un par de veces para que su vista se aclarara por completo, se sentó en su lugar y estiró sus brazos, luego giró la vista hacia la persona que dormía profundamente a un lado suyo.

Él se encontraba de espaldas, con uno de sus brazos cubriendo su rostro y el cabello desordenado, su blanquecina y desnuda espalda estaba adornada con chupetones, algunos menos notorios que otros, ciertas mordidas también hacían actos de presencia y las marcas de besos tampoco se quedaban atrás, se acercó a él con cuidado, no quería despertarlo, con uno de sus dedos comenzó a hacer "dibujos" en la espalda del menor, recibiendo a cambio solo que el chico se moviera un poco de su lugar. Sonrió suavemente, lo abrazó por la espalda y le plantó un suave beso en la nuca al menor.

-Hmm... -el chico se movió un poco más de su lugar, dándose la vuelta quedó boca arriba, y como era de imaginarse, también tenía marcas en el cuello, cubrió su rostro con ambas manos, las retiró y abrió los ojos a medías, la luz del sol era demasiado brillante, talló sus ojos y los abrió en su totalidad-

-Buenos días, Ritsu. -habló una voz profunda, Onodera se giró un poco, encontrándose a su lado a Yokozawa a un lado suyo, mirándolo fijamente con una sonrisa suave formada en sus labios-

Las mejillas de Ritsu comenzaron a hervir, estas se colorearon de un rosado muy sutil.

-B-Buenos días, Yokozawa-san... -murmuró el castaño con timidez, aún ruborizado, bajó la cabeza, luego se sentó en la cama cubriéndose con la sabana-

El antes mencionado imitó la acción del castaño, se acercó a Onodera y le plantó un beso en la mejilla, el mayor se levantó de la cómoda cama sin decir ni una sola palabra y salió de la habitación a quién sabe dónde.

Onodera quedó en shock debido a la acción de Yokozawa, su rostro se puso de todos los colores habidos y por haber, los latidos de su corazón podían escucharse claramente, tocó la mejilla que había sido besada con su mano, y sonrió.

Su trance duró unos cuantos minutos, luego de volver a la realidad, levantó un poco la sabana que cubría su cuerpo, y se percató de algo bastante peculiar; estaba completamente desnudo, rápidamente volvió a taparse, pero ahora de pies a cabeza, comenzando a cuestionarse de porque estaba desnudo, Ritsu parpadeó un par de veces y los colores le regresaron al rostro al recordar todo.

Ayer en la noche, Yokozawa-san había venido a su casa, él al principio creía que se trataba de trabajo o algo por el estilo, pero no fue así, el ojiazul fue a confesarle el amor que él sentía hacía su persona, pero la reacción del menor no fue la mejor, Onodera pensaba que dicha confesión solo era una forma de molestarlo, cuán equivocado estaba el ojiverde.

Yokozawa estaba genuinamente enamorado de él, algo que simplemente creyó imposible, resultó ser verdad, lo supo cuando le miró fijamente a los ojos, en esos profundos y penetrantes ojos azules le dieron a entender que los sentimientos del oso eran completamente reales; y de paso, Ritsu se dio cuenta que él tampoco le era indiferente al de ventas.

Luego de haberse sincerado frente aquel hombre que alguna vez intentó hacerle la vida de cuadritos, Ritsu le invitó a quedarse la noche con él, argumentando que ya era algo tarde, el mayor algo extrañando aceptó la propuesta del menor.

Ambos vieron la televisión por un considerable tiempo, una vez que se hartaron, comenzaron a darse muestras de afecto (ya sea besos, abrazos o mimos) de manera tímida e inocente, que de a poco a poco se hacían más intensas y perdían todo tinte de inocencia.

En resumen, el de ventas y el editor terminaron en la cama de este último, besándose apasionadamente y...

*Flashback*

Ritsu estaba sentado sobre el regazo del ojiazul, sus brazos rodeaban el cuello del mayor y tenía los ojos cerrados, Takafumi lo besaba con pasión y Onodera le correspondía de la misma manera, sus lenguas danzaban sensualmente la una con la otra, la temperatura de ambos iba en ascenso y ambos parecían disfrutarlo.

Cortaron el beso debido a la falta de aire, los dos tenían el rostro teñido de rojo, solo a uno se le notaba más que al otro, se miraron fijamente a los ojos, en un ambiente silencioso, pero no incómodo, la mano de Yokozawa se posó sobre la mejilla de su acompañante y la acarició con suavidad.

-Ritsu... -lo llamó en voz baja-

-¿Sí?

-Eh, ¿estás seguro de querer hacer esto? -le preguntó con duda, no quería obligarlo a hacer algo que él no quisiera, y si él le pedía que se detuviera lo iba a hacer-

-¡N-No! -Onodera negó rápidamente- Quiero... Quiero que sigas. -afirmó con firmeza-

-E-Está bien... -el mayor sonrió, bajó hasta el cuello del castaño, rozando lentamente su nariz con la cicatriz del editor, provocando que el ojiverde se estremeciera-

Besó su cuello con lentitud, esos besos más tarde que temprano se convirtieron en mordidas, los jadeos y los gemidos debido a las caricias invadían completamente la habitación.

El nivel de excitación de ambos llegó a tal punto que la ropa comenzaba a estorbarles. Poco a poco sus ropas terminaron tiradas en el suelo.

Ahora Ritsu estaba completamente desnudo, ese no era el caso de Yokozawa, que todavía tenía su ropa interior puesta (aunque no faltaba mucho para quitársela).

-¡A-Ahh! Y-Yokozawa-san... -gemía un muy excitado Onodera, sintiendo como el mayor masturbaba su erecto miembro, tenía los ojos cerrados y la espalda arqueada, tomó una almohada y la mordió con fuerza-

-Ritsu... -jadeó su nombre acercándose a él para retirarle la almohada de la boca-

Separó las piernas del menor para colocarse en medio de estas mismas, se acercó de forma peligrosa a su rostro, sus agitadas respiraciones se mezclaron, lo corazones de ambos latían frenéticamente, en ese cuarto ahora reinaba el silencio.

-Hazlo. -soltó de repente el castaño, rompiendo aquella atmósfera silenciosa-

Yokozawa sabía a lo que refería, por lo que no dudo en obedecerle, capturó los labios del castaño en un beso, el cual no tardó en ser aceptado, el peliazul bajó su mano hasta la entrada de Onodera, donde metió un dedo en su interior.

Un gemido escapó de los labios del castaño, eso era música para los oídos para Yokozawa, comenzó a mover su dedo lentamente en movimientos circulares, brindándole placer al menor, bajó su mano libre hacía su entrepierna, pasándola por debajo de su ropa interior, empezó a darse placer a sí mismo; un segundo dedo invadió la entrada de Onodera, los movimientos de sus dedos aumentaron de velocidad, el menor clavó sus uñas en la enorme espalda de Yokozawa.

El ojiverde le mordió el labio inferior con algo de fuerza, al parecer Yokozawa había tocado su punto especial. Sacó los dedos de la entrada del menor, bajó su bóxer, pues este ya le estorbaba, y dejó ver su erecto miembro. Dejó de besar al menor, y luego lo miró directamente a los ojos.

-¿Estás listo? -preguntó el mayor, el editor solo afirmó con la cabeza-

Tafakumi levantó las piernas de Onodera, y con lentitud penetró al castaño. El antes mencionado soltó un gemido ahogado, esperó un poco para que el ojiverde se acostumbrara, Ritsu soltó un par de lágrimas, él ya no estaba acostumbrado a eso, y por lo visto, le había dolido, el de ventas al notar eso, le susurró palabras bonitas al oído para que se relajara, y al parecer, funcionó. Lo besó dulcemente, comenzando a moverse dentro de Onodera.

Las embestidas suaves se hicieron rápidas, provocando que ambos tocaran el cielo, casi al instante.

Yokozawa se corrió en el interior de Onodera, a los segundos, el castaño llegó al orgasmo, el de ventas salió del ojiverde con cuidado para no lastimarlo, se recostó a un lado de él respirando agitadamente. Se acercó a él, besó su mejilla y le susurró.

-Te amo.

*Fin Flashback*

El heredero no se lo creía, ayer se había entregado a Yokozawa-san, y lo que más le sorprendía es que él era consciente de aquello, tenía que hablar con Yokozawa, aunque no se le ocurrió como, estaba tan avergonzado que no sabía cómo mirarlo a la cara, se levantó de la cama con la sabana cubriendo su cuerpo, un dolor de cadera se hizo presente.

-Maldita sea... -murmuró con molestia, buscó su ropa en el suelo y se la colocó-

Salió de su habitación y buscó al de ventas con la mirada, pero al parecer, él ya no estaba, soltó un suspiro entre alivio y tristeza, fue a la cocina y se preparó algo de comer.

Cuando terminó vio el calendario, hoy era sábado así que no tendría que trabajar, por lo que tenía todo día para relajarse y reflexionar acerca de lo que había ocurrido día anterior, justo cuando se sentó en el sofá, su celular vibró, era un mensaje de Yokozawa-san, nervioso lo abrió y leyó.

"Lo siento por irme así, pero hubo un problema en la editorial, ¿te parece si nos vemos en la tarde?"

Ritsu parpadeó, ¿acaso iban a tener una cita? Acercó sus dedos al teclado y escribió.

"Está bien".

Continuará...

... Hola, volví.

*esquiva las chanclas* ¡P-Perdón! TwT yo sé que esperaban esto para antes de terminar del año, pero no puede *llora* Además, Takano me quiso matar...

Takano: A mi no me eches la culpa.

uwu la verdad, perdón por estar ausente, intentaré ser un poco más activa

Gracias a las personas que votaron, comentaron y leyeron, l@s amo ♥

Yo sé que no merezco su perdón pero bue qwq

Espero que les haya gustado, que el lemon este bien, si no pos ya no escribo xd jaja ok no

Les haré una pregunta y espero sean sinceros e.e

Que me levante la mano, los que creyeron que Takano iba a regresar como el perro arrepentido a Onodera antes que Yokozawa se enamorará de Ritsu, ¿nadie?

Pd: Portada nueva~

Pd2: Misaki vendrá más perra y más zorra (?)

Pd3: Esto no es amor, menos para ti, beibi, para ti si lo es :3

Ahora, sin más que decir, me despido

Nos leemos

Bye!