14- December 24
(Nada que ver la imagen, pero bueno xd)
Era una fría mañana del 24 de diciembre, un manto color blanco adornaba la ciudad, ese escenario tan hermoso era observado por un castaño de ojos color verde esmeralda desde la ventana de su casa, la cual estaba en el quinto piso de un edificio.
Le dio un sorbo a la humeante taza de café que tenía entre sus manos, sintió como el caliente líquido pasaba por su garganta, realmente lo necesitaba. Vio la hora en su despertador, dándose cuenta que ya tenía que comenzar a arreglarse para un arduo día de trabajo. Bebiendo el sorbo final a su taza la dejó en su mesa de noche y con rapidez corrió a su baño.
Salió de su casa y camino hasta la estación de metro, se abrazó a si mismo buscando calor, era una mañana muy fría, obviamente porque estaba nevando y también porque hacía mucho aire. Ahora Ritsu se arrepentía de no llevar unos guantes y una bufanda con él, era seguro que llegaría al editorial hecho una paleta de hielo.
No se equivocó del todo al deducir que llegaría muerto de frío a Marukawa, no se convirtió en una paleta helada pero su cuerpo no tenía calor alguno, el frío le calaba hasta los huesos. Frotó sus manos un par de veces para luego oprimir el botón del ascensor, entró.
Las puertas casi se cerraban, hasta que entró otra persona, él heredero miró fijamente a dicha persona, Santo Cielo, ¿acaso su día no podía ser más mierda?
El editor jefe del equipo doncella mostró una expresión llena de total desagrado al ver a su ex-subordinado allí mismo.
-Buenos días. -saludó el mayor de forma seca-
-Buenos días. -respondió más que nada por cortesía-
El castaño suspiró, menuda forma de arruinarle la mañana a alguien. Solo esperaba que el resto del día fuera un poco mejor. Luego recordó.
Hoy era 24 de diciembre, hoy era él cumpleaños de Takano-san... Giró ligeramente su cabeza, observó por unos momentos al azabache que estaba a un lado suyo, pensó.
¿Debía felicitarlo? Rápidamente quitó ese pensamiento de su cabeza, hacer eso sería algo muy, no, bastante hipócrita de su parte y él no era una persona hipócrita. Quitó el pensamiento de su cabeza.
Escuchó las puertas abrirse, observando como Takano salía, suspiró, por fin estaba solo de nuevo. No pasaron más de cinco minutos cuándo él ya había llegado al departamento de literatura. Salió del elevador y caminó hasta la puerta del departamento. Se sentó en su respectivo lugar y comenzó su trabajo.
-¡Buenos días! -Aikawa recién llegaba, fue recibida por un saludo al unísono parte de sus compañeros de trabajo- Hola Ritsu-kun. -saludó alegre a su nuevo subordinado-
-Ah, hola Aikawa... -dijo un distraído castaño-
-¿Pasa algo? -preguntó curiosa-
-No. -respondió-
-¿Seguro? ¿Usami-sensei no te ha causado problemas?
-Para nada. -sonrió un poco, pero esa sonrisa rápidamente se borró cuando recordó cierta duda que lo carcomía desde que empezó a trabajar con el Best Seller- Hmm, Aikawa...
-Dime.
-Necesito hablar con usted, es acerca de Usami-sensei.
El semblante de la editora cambió repentinamente de uno alegre a uno serio. No estaba segura de que quería hablar el editor, pero tenía el ligero presentimiento que le preguntaría del porque estaba trabajando de nuevo con el de ojos color amatista. Se acercó al castaño y le susurró.
-Te veo a la hora del almuerzo en la cafetería... -dicho esto se fue a su asiento-
*Horas después*
Revisó la hora en su reloj de muñeca, corroborando que ya era la hora del almuerzo, se levantó de su asiento y se estiró un poco, salió de literatura quedándose en la entrada de la sección esperando pacientemente a que Aikawa saliera. Los minutos pasaron de manera lenta, solo observaba como la gente entraba y salía de la editorial.
-¡Ritsu-kun! -la pelirroja apareció detrás suyo- Ya podemos irnos... -calló al instante cuando vio pasar a Misaki junto a su amante, y dicha escena también fue presenciada por el heredero, este bajó si mirada evitando más contacto visual, hizo una nota mental que quería tener muy presente, no se volvería a enamorar de absolutamente nadie, ni hoy, ni mañana ni nunca más, era definitivo que el amor no era lo suyo-
-Eh... Si, vamos... -tomó del brazo a la mujer y la llevó prácticamente a rastas-
Ambos llegaron a la cafetería y se sentaron en la primera mesa disponible.
-Bien, Ritsu-kun... ¿de qué quieres hablar?
-Seré directo... ¿usted fue la editora de Usami-sensei? -preguntó-
-Si. -Respondió- ¿A qué se debe la pregunta?
-¿Por qué dejó de trabajar con él? ¿Y por qué me eligieron a mi como su nuevo editor? -demonios, no pensó que ese día llegaría tan pronto-
-Supongo que llegó la hora de la verdad. -suspiró pesadamente- Conoces a Misaki-kun, ¿cierto? -el castaño asintió levemente- Él engaña a Usami-sensei desde hace ya mucho tiempo, no te puedo decir con exactitud cuánto tiempo, yo... Lo supe cuando lo encontré en una situación comprometedora con el jefe de Emerald, para mi mala suerte él me vio. Literalmente me rogó para que no abriera la boca, acepté. -bebió un poco de su café y continuó- Desde ese entonces ya no puedo ver a Usami-sensei a los ojos, me siento como una vil traidora al no contarle la verdad. Tuve muchas oportunidades de hacerlo, pero, al verlo tan enamorado de ese chico hizo que me echara para atrás, Misaki-kun lo salvó del abismo y él será quién lo vuelva a lanzar si se entera. Ya no pude soportar ver como Misaki-kun le veía la cara de idiota a Usami-sensei. -bajó la mirada- He traicionado la amistad de Usami-sensei...
Ritsu permaneció callado por varios minutos que pasaban de forma muy lenta, toda esa información era difícil de procesar, su duda del por qué Aikawa renunció fue resuelta, pero ahora quedaba otra incógnita igual o más grande que la anterior.
-Pero... ¿por qué me eligieron a mi como su nuevo editor?
-Fue obra de Isaka-san, pues él también se enteró, todo esto empezó cuando pedí mi renuncia, él la aceptó, pero Usami-sensei se quedaría sin editor, pues todos ya estaban ocupados. -sonrió un poco- En eso llegó Yokozawa-san pidiendo un traslado, pero no para él, sino para ti. Entonces Isaka-san recordó que tú ya tenías experiencia con él, por lo que el proceso fue rápido, solo tenía que esperar a que tu incapacidad terminará para completar el traslado. Afortunadamente ese mismo día, él contrató a un nuevo escritor y a un nuevo editor de manga... Además, también fue para que Misaki-kun se pusiera celoso de ti por estar tan cerca de Usami-sensei. -soltó una risa-
Esa última frase le dio a entender que lo estaban utilizando, bueno, así era. Negó con la cabeza y sonrió.
-Cambiando de tema... ¿con quién pasarás Noche Buena?
-¿E-Eh? Con nadie... -no era mentira, iba a estar en su casa completamente solo con su soledad-
-Oh... Que mal, ¿tampoco piensas dar regalos? -siguió preguntando-
-En lo absoluto, no tengo a quién... -a su mente vino la imagen de Yokozawa-san, eso ocasionó que su rostro se tornara tan rojo como el traje de Santa Claus, rápidamente sacudió su cabeza en un intento de borrar dicha imagen de su cabeza, que logró, pero no del todo, pues su rostro estaba coloreado de un tono rosado-
Carajo, ¿por qué ese pensamiento llegó a su cabeza? Esa era una pregunta la cual no tenía respuesta (o al menos aún no la encontraba). Ahora que lo pensaba, Yokozawa-san había hecho muchas cosas por él y simplemente la vida no le sería suficiente para agradecérselo, darle un detalle no era mala idea, pero ¿qué clase de detalle le podría dar? Luego lo vería.
-Ritsu-kun. -Aikawa lo sacó de sus pensamientos-
-¿Sí?
-Es hora de irnos, la salida hoy es más temprano.
-Cierto. -se levantó de su asiento para ir a literatura por sus pertenecias-
*En otro lado*
El oso gruñón de Marukawa Shoten caminaba pacíficamente hasta su hogar y ya le faltaban unos pocos metros para llegar a dicho lugar, pero paró en seco cuando observó alrededor de unas veinte personas fuera de su edificio diciendo un par de cosas que no logró entender, la curiosidad le ganó por mucho por lo que se unió al bullicio, su boca hizo una pequeña letra O al ver lo que estaba en frente de él.
Era un auto color negro, último modelo (no necesitaba ser experto en auto para darse cuenta de aquello) y lo que más le sorprendió es que era nueva.
¿Quién en su sano juicio dejaría un auto de agencia abandonado? Lo observó más a detalle percatándose que había una hoja doblada pegada con cinta en el retrovisor, giró su cuerpo y la gente ya no estaba. Con seguridad tomó dicha hoja y la desdobló, de esta misma salieron unas llaves; las recogió y comenzó a leer la nota.
"Esto es una pequeña muestra de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí. Feliz Navidad, Yokozawa-san.
-Onodera."
Arrugo la hoja entre su mano, esto era una exageración, si, no había palabra que lo describiera mejor. Por nada en el mundo aceptaría tal obsequio.
Se sentía muy exhausto para molestarle, solamente guardó las llaves en su abrigo y entró al edificio.
*Horas después*
9:00 PM.
Desde su habitación pudo escuchar que golpeaban a su puerta, con pereza se levantó de su cómoda cama y caminó hasta su sala, permaneció parado frente a la puerta durante algunos segundos para luego abrir.
¿Eh? ¿Qué hacía Yokozawa-san en su casa? Se preguntó a sí mismo, se hizo a un lado para dejarlo pasar, el mayor entró y dejó a Sorata en el suelo, al parecer lo trajo consigo.
-Hmm... ¿puedo saber qué hace aquí? -interrogó-
-¿Te molesta mi presencia acaso? -preguntó fingiendo molestia-
-¡No, no, no! No quise decir eso... L-Lo siento. -se disculpó haciendo una reverencia, su rostro estaba hirviendo-
El de ventas soltó una risa bajita, quién diría que antes el verle sonrojado le era repugnante, pero ahora lo consideraba algo adorable, vaya ironía.
*Takano*
11:45 PM.
Un bufido salió de sus fosas nasales, era ya casi la media noche y no había señal alguna de Misaki. Volvió a marcar su número, pero solo recibía un "fuera de servicio".
El castaño le había prometido que estaría con él por su cumpleaños, y esperaba que esa promesa fuera cumplida. Pero la paciencia se le estaba acabando. Una vez más marcó al número del estudiante.
Genial, se quedó sin crédito, puso los ojos en blanco y dejó el pequeño aparato sobre una mesa; sacó una caja de cigarros y colocó uno en su boca, lo encendió, le dio una gran bocanada para luego expulsar el humo producido.
Murmuró un par de maldiciones en voz baja y salió de su apartamento, giró a la izquierda, donde estaba el hogar de Onodera. Rodó los ojos, no era la mejor compañía, pero la necesitaba, no podía hablar con Yokozawa pues recientemente du relación no era la mejor. Sin pensárselo dos veces tocó la puerta. No esperó mucho tiempo pues le abrieron de forma rápida, cuál fue su sorpresa a darse cuenta que la persona en frente suyo no era su ex-subordinado si no una chica.
-Buenas noches. -saludó la joven- ¿Se le ofrece algo?
-¿No sabes qué pasó con la persona que vivía aquí antes? -preguntó -
-Solo sé que se mudó, pero no me dio más detalles.
-Gracias. -vio como la puerta se cerró en su cara-
Escuchó campanadas, eso significaba que ya eran las doce de la noche, de nueva cuenta volvió a entrar a su hogar, echándose al sofá tomó su celular, tenía un mensaje, de Misaki. Se apresuró a abrirlo, llevándose una gran desilusión.
Dicho mensaje decía:
"Lo siento, pero no podré ir. Feliz Navidad y Cumpleaños.
Te quiere, Misaki."
Apagó el artefacto, maldita sea, tal y como hace varios años, se encontraba completamente solo.
Continuará...
Bueno! Espero que el capítulo les haya gustado.
Dejar aquí su hate a Takano x2 (?)
El siguiente capítulo será el de 14 de febrero :3 usaré la canción más cursi que conozco hasta ahora xD (Fer, no digas nada ) Ustedes cual creen que sea dicha canción?
Respuestas a las preguntas del otro capítulo:
-Soy mujer, creo que esta pregunta era obvia :v no debí poner mi nombre de Nick
-Soy de México xD viva México p****! Ahre no pues...
-Tengo 18 años, soy legal e.e asdfghk alv (?)
-Y finalmente, soy Uke, mega uke, y no tengo seme (?)
Gracias a LucesitaGomez, Izumi31, KurenaiNee, Yesy_18, Bemuuu, ZulemaEspinoza06, RenRen801, HarukaAlvarado541, Barbara Cardenas, Taylor Kohai, vkooklove1064, Fer Potter por votar y comentar, las amo <3
Ahora si, sin más que decir, me despido
Nos leemos
Bye!!
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