Parte 2

Incluso hasta los más hermosos recuerdos dañan.

Por algunos inconvenientes, ejem, no pudimos ir a la casa de Thomas ya que ahí estaba la hermanita de él. Y no queríamos por nada del mundo, a que ella nos molestara. Entonces nos fuimos a la mía.

-Entonces si los cromosomas son XX. ¿Que sexo es?-

-Eemm, espera, lo tengo en la punta de la lengua... aaahh... ¡Mujer!- Aserto Thomas, por primera vez.. ya la pasamos aquí como una hora y media y no había respondido ninguna correcta.

-Bien, ¿ como se llaman los cromosomas XX o xy?- Créanme, si no fuera el chico que me gusta y que quiero pasar mi vida entera junto a él, ya le hubiera dado una paliza, la paliza histórica. Pero, la paciencia que estoy utilizando, el tanque de paciencia que uso en estos momentos es ese de emergencia.

- Eem, sooon.... los cromosomas sexuales- Volvió a responder Thomas. Finalmente, y yo quien creía que era tarado.

Este se levanto y medio grito un "si" con un puño hacia arriba.

Yo solo aparte mi mirada de los libros y reí en lo bajo.

-Dime.. ¿ahora te puedo pagar lo que te mereces bb?- Me susurro en mi oído con un tono dominante y seductor. Ugh¿ Porque me hace sentir como si tuviera escalofríos que pasan de mi cuello hacia la otra punta de mi columna? Haciéndome soltar un suave suspiro mientras cierro mis ojos y me arqueo para adelante.

-Thomas... Tom...- Mientras ya empezaban esos sueños húmedos rondar, hacer como si fueran una película porno, en mi cabeza. Dios, ahora me empieza a acariciar el pecho, si continua así, me voy a venir en mis calzones.

Pero justo en ese momento escucho como unas llaves abren la puerta de la entrada y en eso Thomas se separa rápidamente. En ese entonces, mi padre se asoma a la entrada de la cocina y nos mira a los dos en silencio.

- Pues, buenas noches Thomas. ¿Que te trae por aquí?- Dijo cordialmente mi padre quien se apoya contra el marco de la puerta de la cocina, sin apartar la mirada a Thomas.

-Pues..- Empecé a hablar pero mi padre me interrumpe inmediatamente.

-¿Acaso tu te llamas Thomas?- Me preguntó en forma de regaño, siempre es así, nunca le agrado Thomas. Dice que es una "mala" influencia, solo porque fuma. Osea, el ni siquiera sabe que su PROPIO hijo fuma también. Pero obviamente, Thomas y yo no somos adictos como para fumar una caja entera, no. Solo como una por dos semanas o tres.

-N.. no..- Baje la cabeza apenado, mi padre no me cae muy bien. Mi madre me entiende, hasta ella está harta de la ignorancia de mi padre.

-Solo vine para que James me aclarara unas cosas de química, ya que el es el mejor del curso.- Dijo todo serio Thomas cruzando sus brazos. Thomas tampoco le agrada mucho mi padre.

-Yo siempre supe que fuiste un tonto, pero nunca un idiota tarado drogadicto- Ya se paso, y se cruzo de brazo igualmente.

Thomas se le quedó mirando con una mirada fulminante, igualmente mi padre. El silencio era tan incomodo, hasta que mi madre bajo y llego a la cocina.

-Oh, buenas noches Thomas ¿Te quedas a cenar con nosotros?- Dijo sonriente, mi madre adora a Thomas, ya que el es super trabajador y generoso.

-No, gracias señora Konsey, mis padres me deben estar esperando- Dijo este último agarrando su chaqueta negra sin dejar de mirar de manera fulminante a mi padre. La sonrisa de mi madre fue poco a poco desvaneciendo. - Nos vemos mañana James-

-Adiós..- Dije en voz baja. Y se escuchó cerrarse la puerta fuertemente.

Mi padre volteo a mirarme con cara de enojado. Ya se que significa.

Mi padre volteo a mirarme con cara de enojado. Ya se que significa.

-¿Eres tarado.. o imbécil? Eh.. dime ¿Porque lo trajiste? ¿Acaso no te quedo claro?- Dijo este acercándose, apoyándose contra la mesa y mirándome directamente.

-Por favor, Jhon...- Suplicó mi madre.

-¡Respóndeme idiota! ¡¿Eres tarado o imbécil!? ¡¿Las reglas no te quedaron claras o suficientes maldito!?- Grito agarrándome del pelo y sacudiéndose. - ¡Se lo que tienes por ese idiota! ¡Y yo nunca me e sentido tan indignado! ¡De saber! ¡¡Que mi hijo es un maldito marica de mierda lame bolas!!- Y me dio contra la mesa. Yo solo lloraba en silencio.

-¡Jhon! ¡Ya basta!- Mi madre intentó detenerlo pero mi padre no se dejó fácilmente.

-¡Ya basta Marie! ¡Tu sabias lo que estaba pasando y no hacías nada al respecto! ¡Ya deja de ser tan ciega por dios! ¡No podemos dejar que se vuelva un maldito gay que se la pasa chupando la vergota a otros hombres!- Yo solo lloraba mientras miraba a la pared y escuchaba como mis padres peleaban. Odio cuando eso sucede. Siempre se me vienen a la memoria aquellos horribles recuerdos.

Donde mi padre maltrataba a mi madre. Y yo solo quería detenerlo pero a mi me iba peor. Palazos, gritos, insultos, desde muy temprana edad. Yo sufría depresión, tomaba drogas, me cortaba.

Hasta que llegó el... Thomas Mcken. El chico que iluminó aquel día tan oscuro para mi. Tan solo teníamos once años. Este ayudándome a sobresalir de ese estado. Mi único héroe al que le debo todo. Y mi padre lo odiaba solo por ayudarme en esos tiempos.

Thomas fue mi amigo de la infancia. Pasábamos buenos momentos. Hasta que me enamore de él, y me odie tanto a mi mismo por haberlo hecho sabiendo que el era hetero y tenía novia. Soy una porquería. Siempre juntos, destrozando mi propio corazón admitiendo que nunca me iba a amar. ¿Porque aquellos lindos recuerdos no pueden permanecer siempre? ¿Porque esos hermosos recuerdos no pueden envolverme como si estuviese en un sueño?

Yo lo amo.

Y nadie ni nada hará que cambie de decisión. El es mi principe azul. Yo lo digo y yo le decido.

Que mi padre se vaya con sus insultos a otro lado.

Por ahora, lo único que me queda es llorar... llorar por mi madre, por Thomas.. y por mi maldita y miserable vida.


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