15
Las drogas eran su hogar.
En el mundo del azabache no reinaba más que la oscuridad, el sexo, el alcohol y las drogas. En especial, la heroína.
Siempre se encerraba en su habitación, inyectandose en cada instante, cada hora, antes de un concierto. También, se daba sus toques de cocaína y demás sustancias.
Tras haber revivido y regresado a su habitación de hotel, quería intentarlo de nuevo. Quería más de aquella droga. Quería realmente haber estado en coma. Quería herirse, no pertenecía a aquel mundo.
- ¡Nikki! ¡Abre la puta puerta! -exclamaba Tommy Lee detrás de esta golpeandola.
Nikki hizo caso omiso.
Tomar la inyección con la sustancia líquida color negro, era lo que más anhelaba nuevamente.
Pero sólo sintió como su mejor amigo castaño le arrebataba la jeringa, tirandola al suelo, derramando el líquido oscuro en el suelo.
- ¡¿Qué mierda te pasa?! -exclamó molesto el bajista empujando fuertemente al baterista.
- ¡Más bien, ¿qué te pasa a ti?! -exclamó Tommy agarrandolo por las muñecas.
- ¡Sueltame! -forcejeaba contra la fuerza del rizado.
- ¡no! ¡Tu no estás bien, Nikki!
- ¡No lo entiendes! ¡No pertenezco aquí!
- ¡Si, si perteneces aquí! -espetaba Tommy muy enojado.
- ¡No lo entiendes! ¡No soy de ustedes! ¡Sueltame, baterista de mierda!...
Se escuchó un fuerte golpe. De tanto drama que había hecho el bajista, el baterista terminó cacheteandolo fuertemente.
Nikki se tocó la mejilla ardiendo, y volteó a ver al castaño, con lágrimas en los ojos.
-Nikki, ¿qué cosas dices? Perteneces aquí, imbécil -hablaba un Tommy molesto ante la actitud de su mejor amigo y ex pareja-. ¡Eres un dios y un ídolo para muchos ala afuera! ¿No lo ves? Muchas personas luchan contra eso, pero tu no. Piensas que todos te odian, y más por lo que paso hace dos años en mi boda con Heather, pero no es así. Sólo me enojo tu comportamiento ese día, pero... no tienes porque seguir consumiendo esto.
Nikki se lanzó a los brazos de su mejor amigo, comenzando a llorar envueltos en estos.
-No sólo lo hago por mi dolor a perderte -decía entre sollozos el chico mayor-. Sino, me siento fatal ante el público. Siento que no soy de este mundo, no me necesitan porque rompo muchas leyes; me acuerdo del porque hui de casa, porque trate así a mi madre la última vez que vino a verme. Soy una mierda de persona...
Tommy beso su frente, como soli a hacerlo anteriormente para tranquilizarlo.
-Lo eres, pero no con todos. Todos tenemos ese algo que nos hace especiales para poder seguir en este mundo -el baterista lo tomo por los hombros. Le seco las lágrimas con las yemas de sus pulgares y le sonrió-. Eres alguien curioso y lleno de vida, pero las drogas te ocultaron eso y sólo observas lo negativo a tu vida. ¡Puedes salir de esta, Sixx! ¡Yo creo en ti! ¡Vinnie cree en ti! ¡Mick cree en ti! ¡Tu creaste Mötley Crüe!
-Realmente fuimos los dos -hablo este riendo levemente.
-Bueno, los dos, sin embargo, te dieron una tercera oportunidad. Aprovechala al máximo. Se que lograrás cosas muy grandes.
Nikki abrazo fuertemente al baterista sollozando cada vez más fuerte. Se sentía de nuevo importante, y más al estar al lado de su mejor amigo.
Las drogas ya no las usaria más. Estaba seguro de eso y en lo que provocó que pasará.
Tal vez le daría una nueva oportunidad a la rehabilitación, conocería una nueva chica o algo nuevo.
Se daría alas para rehacer una nueva vida, vería a aquella persona que no pudo tener por siempre, crecer junto el.
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