13
Thomas Lee Bass solia caracterizarse por ser un chico bueno con malos hábitos.
Llevaba buenas notas, a veces mala reputación con sus profesores, fumaba tanto tabaco como marihuana. Tomaba licor al salir de fiesta con sus amigos, pero guardaba para si mismo un secreto.
Sus amigos sabían de este secreto: su orientación sexual era diferente al de los demás chicos. Rechazaba varias chicas por lo mismo, pero ningún muchacho era digno de su amor. Más que uno en especial.
Cada viernes, se escapaba de casa rápidamente. Teniendo la ventaja de dormir cerca de la escalera para incendios en el departamento donde vivía con sus padres, salía con sus amigos en silencio. Iban siempre al Sunset Strip, y al bar Girls Girls Girls.
En si, después de las doce, había espectáculo para todo género. Bailaban tanto hombres como mujeres.
De tantos hombres que salían bailando en el tubo, uno era especial para el.
Bebiendo de su botella de cerveza, sentado junto sus amigos cerca de la plataforma de baile, sonreia al verlo bailar. Su cabello alocado estilo ochentero, llevaba una tanga con estoperoles, maquillaje muy llamativo para cualquier persona, y estaba depilado de cualquier parte de su cuerpo.
- ¡Con ustedes, Nikki Sixx! -exclamaba el presentador.
Nikki bailaba demasiado sensual, provocando que el aparato reproductor masculino de Tommy comenzará a ponerse duro.
El menor solia darle dinero antes de que alguien le quitará su lugar primero, cosa que el azabache aceptaba con mucha alegría.
Estando en la salas privadas, el castaño aprovechaba demasiado ese momento. La vulnerabilidad y su apetito voraz hacia el azabache, terminaba por cogerselo.
Los gemidos y sonidos que salían de la boca de Nikki eran música para el joven universitario.
-Tommy... joder... más -gemia el azabache, recargado contra la pared del show privado. Suerte que no había cámaras, al igual que casi no pedían al joven Sixx a esa hora.
Era el único que podía follarselo, por lo que Nikki siempre le decía.
Después de haberse corrido en el condón, y sacar su miembro de su cavidad anal, Nikki se sentia tan satisfecho, que comenzó a besarlo con mucho sentimiento.
De tanto deseo y apetito que tenían entre si, sabían que sentían el mismo sentimiento que los unía.
-Recuerdo tu primera vez aquí -hablo el azabache sentado en las piernas del menor sonriendo ampliamente-. Fue la mia aquí en el bar, y también fue el tuyo.
-Me bailaste a mi primero -beso la frente del contrario, olfateando su cabello, su hedor no era más que maquillaje, alcohol y fijador para cabello-. Vámonos.
- ¿A dónde? -interrogó inseguro.
-Vámonos juntos -pedía el castaño sonriendo-. No soy mucho, pero cuando acabe mi carrera, te daré un hogar, comida, todo.
-Tommy, ¿cómo me vas a mantener, si es que quieres irte ahora?
-Yo siempre te voy a cuidar -toco la nariz del azabache y beso sus labios de manera tierna y apasionada-. Tenlo en mente. Sólo tendras una vida mejor que esto. Bailarás sólo para mi.
El azabache sonrió leve. Le parecía muy buena la idea. Beso la mejilla del contrario, y se levantó terminando de ponerse su vestimenta.
-Tengo que trabajar. Espero que cumplas tu palabra.
Lee terminó su bebida, y se terminó de poner sus jeans ajustados.
Años más tarde, los podías ver juntos en un departamento aparte: Thomas era un gran trabajador, cuidando de su novio siempre, quien trabajaba de locutor de radio.
Nikki Sixx era el más orgulloso de los dos. No en su carácter, sino, de estar con el hombre que siempre amo, y mejor aún, cumplió su promesa que cualquier otro con el que estuvo anteriormente.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top