Aún recordaban ambos su primera vez como pareja.

Nikki de tan ebrio que estaba, provocó varios problemas en el bar en el que se encontraban.

Sin embargo, Tommy lo tomo por los brazos, sacándole a rastras al azabache con dificultad.

De tantos intentos fallidos de escapar al bar de nuevo, el baterista se vio obligado en terminar de llevar al bajista cargandolo como un costal sobre su hombro.

Llegando al hotel, lo tiro rápidamente al sofá, puesto que el azabache pesaba más que el castaño.

- ¡Pesas demasiado!

- ¡No digas que estoy gordo! -ofendido, se levantó con dificultad del sofá caminando hacia el menor.

Estaba por golpearlo, cuando el baterista lo tomo de las mejillas con dificultad.

Se giró bruscamente acorralandolo contra la puerta. Lee estaba molesto por el comportamiento de su pareja, y más cuando en el bar estaba por golpear a su ex novia.

- ¡Calmate! ¡Tranquilizate, aquí estoy! -exclamaba intentando mejorar el comportamiento de su novio.

En si, Sixx sonrió malicioso.

El apetito y el deseo con la lujuria comenzó a nacerle, y más estando ebrio.

De un gesto rápido, el pulgar de Tommy quedó rozando los labios de Nikki, provocando que el mayor comenzará a lamer y succionar dicha parte anatómica de su mano.

-Nikki, ¿qué demonios estás...? -fue interrumpido por un beso rápido de su pareja.

Era un beso muy apasionante, lleno de lujuria. Mordia su labio inferior, metía su lengua para sentir más el calor de su amante.

La lujuria era tan apasionante, que cada vez comenzaba a ponerse duro el pene del castaño.

El bajista no se quedaba atrás. De un momento dado, tocó el bulto de su amante, sonriendo con satisfacción. Se acercó al oído del menor y susurró:

-Esta noche es nuestra. Espero que lo hagas muy bien, así como lo haces con las groupies.

Tommy río ante su comentario.

El único testigo de aquella noche era el alcohol y los cigarrillos, más su lujuria y pasión que ato a ambos en esa situación.