Un Entrenador de tipo Agua en Galar
Dedicado a Alexsv07
Observó con atención el Área Silvestre, no era la primera vez que estaba, eso era cierto, pero cada vez que ponía un pie en ella le hacía sentirse orgulloso de todo lo que se había esforzado desde que salió de su casa en Pueblo Amura para comenzar su viaje acompañado por, en aquel momento, su miedoso inicial Sobble y un huevo, del que tiempo después nacería un amigable Mudkip, regalado como obsequio de su propia madre.
La razón por la que había vuelto volando en su Swanna a aquel lugar no era otra que unos rumores que se estaban extendiendo por Pueblo Ladera sobre un escurridizo Froakie avistado andando solo por el Área Silvestre, por lo que la gente intuía que debía ser salvaje. Ese, junto con el hecho de que a su equipo Pokémon aún le faltaba un último integrante, era el único argumento que necesitaba el peliazul para marchar en su búsqueda.
Como el Froakie, al igual que sus Pokémon, es de tipo Agua, consideró que se sentiría más seguro en un lugar cercano a este elemento. Así que decidió hacer su primera parada en el Ojo de Axew, una pequeña zona rodeada por la parte este del gran Lago Axew, que estaba bastante bien cubierta de entrenadores y Pokémon que no tuvieran los recursos para acceder a ella. Por lo que sería un perfecto lugar para ocultarse. Nada más llegó a la orilla de este, sacó a su veloz Floatzel, con el fin de montar en su lomo hasta la isleta que se encontraba en la superficie del agua.
- ¿? - A medida que se acercaban, se fijó en como un azulado Pokémon con una especie de espumaraje en su cuerpo comía bayas tranquilamente sentado bajo un árbol. Pidió a su Floatzel con un gesto que avanzara en silencio para no alertarle. Sin embargo, no podía contener su sonrisa, había tenido mucha suerte al encontrarlo tan pronto.
Una vez llegó a la orilla, tomó la Pokéball de su Marshtomp, dispuesto a lanzarla hacia el Pokémon para iniciar un combate y así lo hizo.
- ¡Marshtomp, Disparo Lodo! - Exclamó, haciendo que el nombrado arrojara un chorro de barro desde su boca en dirección al otro. El peliazul era plenamente consciente de que ese ataque apenas le haría nada al Froakie, pero su velocidad disminuiría por culpa del lodo, lo que haría que fuera más difícil que escapara.
- ¿Fro? - Preguntó dudosa la rana al escuchar el grito, por pura suerte, logró esquivar el ataque a tiempo. El chico estaba asombrado, aún siendo tan pequeño, era bastante rápido.
- ¡Lucario, Esfera Aural contra Froakie! - Intervino un chico que apareció a su lado de la nada, ordenando a su Pokémon atacar al más pequeño.
- ¡Marshtomp, usa Hidropulso para detener el ataque! - Exclamó.
- ¿Pero qué...? - Musitó desconcertado el desconocido - ¡Eh, tú! ¡¿Quién eres y con qué derecho te atreves a interrumpirme mientras atrapo a ese Froakie?! - Se giró hacia él de forma demandante, como si acabara de notar su presencia.
- A-Alexander, pero puedes llamarme Alex - Contestó con un poco de timidez y asombro ante la repentina reacción del contrario.
- No me importa, ese Froakie es de Axel el mejor entrenador de todo Galar, es decir mío, así que no te interpongas en mi camino, enano - Afirmó mirándole con superioridad.
Alex hizo una mueca de disgusto hacia ese comentario, le desagradaba la gente como él, presumida y arrogante. Creyéndose siempre los mejores, por simplemente no querer ser conscientes de que hay gente con mayores habilidades que ellos.
- ¿Y esa cara? - Cuestionó Axel bufándose de su expresión - Agradece que por esta vez te perdonaré porque tengo cosas más... - Dejó de ver al otro entrenador para volver su vista al lugar en el que debía estar su presa - ¡¿Lucario dónde se ha metido ese Froakie?! - El nombrado, que llevaba todo ese rato mirando fijamente al Marshtomp, se giró hacia en donde se encontraba el otro instantes antes. Axel miró con molestia al peliazul - Por tu culpa he perdido de vista a ese Pokémon. Vuelve a interferir y os mandaré de vuelta a casa con mamá de un solo golpe - Amenazó de forma seria - Nos vamos, tenemos que volver a encontrar a ese renacuajo - Ordenó comenzó a alejarse de allí.
- Marshtomp, tenemos que encontrar al Froakie antes que él - Le dijo totalmente decidido.
- Mars - Asintió este en respuesta.
- No debe haberse ido muy lejos en tan poco tiempo... - Murmuró Alex pensando - ¡Magikarp, sal! - Exclamó sacando a su Pokémon en el agua - Necesito que vayas a revisar la parte oeste del Lago. Si lo encuentras regresa a avisarme - Le pidió y este asintió en respuesta sumergiéndose en las profundidades del agua. Dudaba que siguiera en el Lago Axew, pero por si acaso lo mejor era enviar a un Pokémon común por la zona y que no levantara sospechas par comprobar su teoría.
Tras unos diez minutos después su Pokémon regreso.
- ¿Has encontrado algo?
- Karp... - Negó entristecido ante la idea de poder fallar al chico.
- Está bien, no pasa nada. Lo encontraremos, te lo prometo - Afirmó sonriéndole con amabilidad - Marshtomp, Magikarp, volved - Pidió regresándoles a sus respectivas esferas - ¡Swanna, te necesito! - Exclamó sacando al ave antes de montarse en su lomo y hacerle emprender el vuelo. Desde el aire quizá podría encontrarlo más rápido que por tierra.
Mientras avanzaban con los ojos bien abiertos, encontraron, en la parte norte del Lago Milotic, a Axel atacando con un Rillaboom al Froakie que esquivaba, a duras penas, los golpes.
- ¡Inteleon, Disparo Certero contra Rillaboom! - Sacó a su Pokémon apuntando hacia el suelo mientras descendían entre el Pokémon de Planta y la rana. Chorro de agua golpeó directamente en la cara del, ahora molesto, Pokémon, aunque no parecía haberle hecho demasiado daño.
- ¿Otra vez tú? ¿Qué parte de que no tengo tiempo que perder contra un perdedor, no entiendes? - Le preguntó con voz engreída observándole.
- ¡Swa! ¡Swanna! - Los gritos del ave los hicieron girar hacia el Froakie, de nuevo estaba huyendo.
- Rillaboom - Axel llamó a su Pokémon para que lo subiera a su espalda - ¡Ahora, tíralos al suelo con un gran Terremoto! - Dijo, provocando que el nombrado comenzara a hacer que el suelo temblara con fuerza. Como consecuencia, Alex terminó cayendo al suelo de culo - Pff... Sin duda eres un perdedor - Se burló de él desde su alta posición- ¡Vámonos, ese Froakie nos espera! - Demandó haciendo que su Pokémon echara a correr con él encima.
- ¿E-Estáis bien? - Le preguntó el chico, aún adolorido por el golpe, a sus Pokémon. Ambos asintieron, por suerte Swanna había salido volando nada más comenzó a temblar la tierra y su Intelleon, si bien había recibido el ataque de lleno, parecía aún bastante sano - Ese Axel... No parece que me tome en serio... - Pensó en voz alta aceptando la ayuda de su confiable inicial para ponerse en pie - Quizá... No soy tan fuerte como creía... - Expuso comenzando a dudar de sus capacidades como entrenador. Sí, era cierto que tenía varias Medallas, pero... ¿Y si todo había sido simplemente pura suerte?
De la nada, el resto de sus Pokémon salieron de sus Pokéballs para sonreírle y darle ánimos su idioma. Alex no pudo evitar reír, recuperando parte de su confianza.
- ¡Tenéis razón, no me puedo rendir hasta que consiga la victoria! Además... - Sonrió acariciando la cabeza de los Pokémon a sus lados - Pienso que Froakie no sería feliz con alguien como él ¿Qué opináis? - Todos asintieron con decisión - Vamos, esta vez, sin duda, derrotaremos a Axel - Afirmó antes de comenzar a correr, junto a sus amigos en la misma dirección hacia la que se había ido el chico.
El problema fue que, aún un rato después, ya habían casi llegado al Gorro del Gigante y seguían sin encontrarle, ni si quiera su Swanna, que estaba sobrevolando la zona, había podido localizar a ninguno de los dos ¿Acaso llegaba tarde? ¿Y si ya había capturado al Froakie y se había marchado burlándose de nuevo de él por haber conseguido ganar?
- ¡Swanna! - Su Pokémon comenzó a gritar indicando que los había encontrado, al parecer la suerte volvía a sonreírle. Echó a correr siguiéndole.
- ¡Axel! - Gritó nada más sus ojos localizaron la camisa con estampado del Gimnasio de Ciudad Pistón que el nombrado portaba.
- Lo siento, enano has perdido. Froakie es mío - Le sonrió de forma arrogante antes de girarse hacia el débil Pokémon, Pokéball en mano.
- ¡Espera! ¡Te reto a un combate! - Soltó, haciendo que su atención volviera a centrarse en él - El que gane puede capturar a Froakie.
- ¿Y perder mi valioso tiempo contigo? Además, yo lo debilité, así que es mío.
- Sí... Has sido más rápido que yo... ¡Pero no me creo que él pueda ser feliz contigo, así que combatamos! - Afirmó haciendo que la pequeña y, actualmente, frágil rana abriera los ojos con asombro al escuchar sus palabras.
- Paso - Se negó, volviendo su mirada hacia el Froakie.
- A... Acaso... - Balbuceó, se había quedado sin ideas y su nerviosismo comenzaba a afectarle - ¡¿T-Tienes miedo?! - Expuso en un tono más alto del que quería.
De un momento a otro, la tensión se hizo palpable en esa zona del Área Silvestre.
- ...¿Miedo? - Repitió el chico, observándole con desprecio - ¡¿Por qué debería tener miedo de alguien como tú?! - Se carcajeó - Pero de acuerdo, si eso quieres, te daré una paliza. Así podré demostrarte quién de los dos es el mejor - Alex tragó saliva, su rival daba algo de miedo en ese momento - Un uno contra uno, así no perderé tanto tiempo contigo. Incluso te mostraré lo increíble que soy, dándote ventaja al usar a mi Lucario, en lugar de a Rillaboom contra tus tontos Pokémon de Agua - Explicó sacando a este a combatir.
- En ese caso yo tampoco usaré a mi mejor Pokémon. No me parece justo. Igualmente, Floatzel no te dejará las cosas fáciles - Afirmó, haciendo que este avanzara para estar justo en frente de él.
- ¡Lucario, Esfera Aural!
- ¡Ocúltate en la tierra con Excavar para esquivarlo! - Dijo Alex y su Pokémon cumplió la orden de forma eficiente.
- Tch... No va a servir de nada que te escondas ¡Lucario, detecta su aura y hazlo salir usando Puño Meteoro contra el suelo! - Demandó, haciendo que este cerrara los ojos para intentar localizarlo.
- ¡Floaztel, espera y prepárate! - Exclamó el peliazul con todas sus fuerzas, con la esperanza de que este le escuchara.
- ¡Cario! - Gritó al encontrarte y saltó hacia el lugar a la vez que cargó su puño para golpearlo con fuerza.
- ¡Ahora, Floatzel, usa Aqua Jet apuntando hacia el cielo! - De esta forma, el anaranjado salió con fuerza desde la tierra golpeando al otro con dureza hacia arriba, haciéndole volar por unos instantes.
- ¡Lucario, reponte y golpéalo con Abocajarro desde el aire! - Afirmó, provocando que el Floatzel, que no pudo esquivarlo, se llevara un duro golpe que le le hizo tambalearse. Aunque, no es que su Lucario estuviera en mejor estado - ¿Te das cuenta de nuestra fuerza ya? ¿Quieres rendirte? - Se burló de nuevo - Acabemos esto con un Ataque Óseo.
- ¡Contraataca con Puño Hielo! - Respondió el chico.
Los ataques de ambos Pokémon chocaron provocando una negra nube de humo que cubrió todo el campo de batalla.
- ¡Lucario!/¡Floatzel! - Ambos entrenadores llamaron a sus respectivos compañeros, tratando de localizarlos, pero no hubo respuesta.
No fue hasta minutos después, cuando el gas se disipó que pudieron notar lo que ocurría. Ambos seres se encontraban ahora tumbados en la hierba, totalmente agotados y debilitados, tras el combate.
- ¡Floatzel! - Alex corrió a socorrer a su amigo totalmente preocupado.
- Tch... - Su rival chasqueó la lengua guardando a su Lucario - Como sea ya me he aburrido de esto. Quédate con ese tonto y débil Froakie. Nos vamos - Le ordenó a su Rillaboom antes de comenzar a andar, alejándose de allí a paso molesto.
- Froa... - El nombrado se acercó lentamente, aún estaba bastante malherido, pero había conseguido reponerse un poco tras un descanso. Sin embargo, parecía estar más preocupado por el estado del ser anaranjado que por el suyo.
- Tranquilo - Alex trató de calmarle - Se pondrá bien, es muy fuerte.
- Zel... - Balbuceó el Pokémon con una leve sonrisa.
- ¿Lo ves? Aún estando debilitado, no se rinde - Afirmó orgulloso de su amigo - Ahora lo mejor será que descanse hasta llegar al Centro Pokémon - Explicó devolviéndolo a su Pokémon - Veo que tú también eres bastante fuerte - Le halagó acercando lentamente su mano a su cabeza, cuando notó que no había ninguna señal de hostilidad o miedo hacia él, finalmente le acarició - Te acompañaremos hasta la Enfermera Joy ¿Te parece bien? - El Froakie asintió saltando a sus brazos, para poder descansar más cómodamente - Bien, próxima parada, el Centro Pokémon de Ciudad Artejo - Dijo al resto de su equipo con una sonrisa.
Y así fue como, tras mucho esfuerzo y dedicación, Alex consiguió un nuevo compañero de aventuras. Además de, quizá, un posible rival bastante fuerte que le pondría contra las cuerdas más de una vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top