Paseaba por la fría noche y la calle desolada por completo. ¿Me arrepentía? Si, no sabía lo que eso podía causar. Quizá que tus recuerdos volvieran, quizá un shock muy fuerte, quizá que dejes de querer verme ahora que te había robado un beso o incluso quizá había causado más problemas con tu marido. No lo sabía, pero necesitaba urgentemente un beso de ti, diosa. Aun maldigo y bendigo el día que me partiste la cara al subestimarte, aún bendigo cuando calmaste mis corazones atormentados y mi alma negra. Eres tan única que incluso con cada vida no puedo evitar amarte, todas y cada una de ellas han logrado encantarme y estoy seguro de que las que vienen no serán la diferencia. Desearía tener la fuerza de terminar con esto y vivir como habíamos querido. Claro que tal vez la despedida llegaría pero al menos no tendría miedo de demostrar cariño y verte morir de alguna forma grotesca

Me di media vuelta ya sin poder divisar bien tu casa ni tu silueta pero sabiendo que seguías ahí, observando, sintiendo, llorando.

Un día tuve que recordar el pasado para seguir hacia el futuro.