Jeon Jungkook era el típico estudiante de secundaria: popular, guapo y un poco arrogante. Sin embargo, su vida cambió drásticamente cuando chocó su bicicleta contra un poste en el camino a la escuela.

Mientras se levantaba del suelo, dolorido y con la ropa desgarrada, vio a un chico rubio y de ojos verdes que lo miraba con una expresión de preocupación.

"¿Estás bien?" preguntó el chico.

Jungkook se levantó y se sacudió el polvo. "Sí, estoy bien. Gracias por preguntar."

El chico sonrió y se presentó. "Me llamo Park Jimin. ¿Y tú?"

Jungkook se sorprendió al sentir un escalofrío al escuchar el nombre de Jimin. "Me llamo Jeon Jungkook", respondió, tratando de mantener la calma.

Mientras hablaban, Jungkook no pudo evitar notar lo guapo que era Jimin. Sus ojos verdes brillaban en la luz del sol, y su sonrisa era contagiosa.

De repente, Jungkook se sintió un poco incómodo. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se sentía así?

Jimin, por su parte, parecía completamente ajeno a la confusión de Jungkook. "Bueno, Jungkook, deberías ir a la escuela. No querrás llegar tarde, ¿verdad?"

Jungkook se sacudió la cabeza, tratando de despejar la niebla. "Sí, tienes razón. Gracias por preocuparte, Jimin."

Jimin sonrió y se despidió. "De nada, Jungkook. Que tengas un buen día."

Mientras Jungkook se alejaba, no pudo evitar sentir que su vida acababa de cambiar de manera irreversible.