La chica se separó rápidamente del beso, dejando al chico confundido por su reacción.

— ¡Armin! ¿Por qué hiciste eso? — quería lucir calmada pero el sonrojo en sus mejillas era demasiado.

— Quería demostrarle que usted es importante y especial para mí, — se arrepintió al pensar que había hecho algo que no debía. — ¿tiene algo de malo?

— No, pero... no puedes hacerlo así. ¿De dónde sacaste que eso sería buena idea?

— Lo vi ahí. — señaló el televisor. — Hicieron lo mismo por la misma razón; pensé que era normal.

Y aunque ________ quisiera estar enojada no podía; debía admitir que era adorable lo inocente que era como para hacer eso sólo porque lo vio en televisión. Además, no lo había hecho con otras intenciones.

— ¿Sólo estabas imitando lo que viste en televisión? — él asintió, aún algo asustado y lleno de culpa. — Tranquilo, no estoy enojada. Sólo.... no lo vuelvas a hacer, ¿sí? Jamás debes imitar lo que ves en televisión.

— Está bien, lo siento...

— No tienes que disculparte, pero aunque seas de otro mundo... ¿No sabías que sólo las parejas se besan?

— Nunca conocí a una mujer en mi vida, excepto por mi mamá. Y de donde vengo casi siempre saltas al matrimonio; ¿qué es una pareja?

— Es como.... — trató de buscar las palabras adecuadas para que no hubiera confusiones. — una persona a la que amas, tanto que harías cualquier cosa para verla feliz. Es alguien muy especial para ti, te acompaña siempre en cada momento, y de alguna manera te ayudan a ser mejor persona. De hecho, eso lo haces por ti mismo, pero es porque esa persona te inspira.

— ¿Como usted?

— Oh, no. Una pareja también es alguien con quien pasas mucho tiempo y.... sientes la necesidad de darle cariño; tú sabes, sientes deseos de besar y abrazar a esa persona.

— Como usted.

— No, Armin; es que cuando ves y estás con esa persona sientes alegría y paz y.... mariposas en el estómago, se te acelera el corazón. No sé cómo explicarlo pero me acabas de conocer, no te puedes enamorar de mí tan rápido ni tampoco soy tu pareja. Para ser pareja de alguien tienes que preguntarle si quiere primero.

— ¿No quieres?

— ¿Qué?

— Ser mi pareja, ¿quieres?

— ¿Acaso no estás escuchando lo que digo? Acabamos de conocernos, no puedes enamorarte ni ser mi pareja tan rápido.

— Pero— El teléfono de la chica empezó a sonar, interrumpiendo a Armin. — ¿Qué es eso? ¿Tú pequeño espejo mágico también toca música? — _______ sacó su teléfono.

— Es mi tono de llamada, significa que Annie me está llamando.

— ¿Quién es Annie?

— Una amiga mía.

— ¿También es una princesa?

— Si llegas a decirle eso saldrás lastimado; voy a contestar. — presionó la pantalla, pero no lo puso en altavoz y caminó un par de pasos hacia adelante para tener privacidad. — ¿Hola?

— Hola, — se escuchó al otro lado del celular. — ¿cómo te va con el chico que salió del libro? — ______ miró a Armin, quien observaba expectante cada movimiento que hacía.

— Supongo que bien; se está acostumbrando y ya no trata de comerse el control remoto. Pero él....

— ¿Qué tiene?

— Creo que se tomó muy en serio el asunto de creer que soy una princesa, porque me acaba de besar justo antes de que llamaras. O está enamorado o es demasiado inocente.

— Pueden ser ambas.

— Como sea, le tuve que enseñar a no imitar lo que ve en televisión; es como tener a un niño pequeño.

— ¿Y te gustó el beso?

— ¡Annie! — la chica azabache se sonrojó avergonzada.

— Yo pregunto, igual y podrían tener algo.

— Pero- ¿en qué demonios piensas? Lo conocí ayer.

— Es que tú le tienes miedo al éxito.

— ¿Puedo hablar yo también? — interrumpió Armin mientras acercaba el teléfono a él. — ¿Cómo funciona ésto? ¿Sólo hablas? ¡HOLA!

— ________, dile a tu amigo de otra dimensión que no grite; casi me deja sorda.

— Armin, no grites.

— Perdón... hola. — repitió hablándole al teléfono.

— Hola.

— Armin, ¿qué es ese olor? — le preguntó la chica al darse cuenta de que había un ligero aroma a quemado proviniente de la cocina.

— Es la lasaña que puse antes en el mico... microondas.

— ¿Por cuánto tiempo lo pusiste....? — volvió a preguntar sintiéndose lista para escuchar lo peor.

— No sé, sólo presioné las lucecitas brillantes con números.

— Te deseo suerte con eso. — le dijo Annie, quien aún seguía escuchando. — Ahora me queda claro con lo que tienes que lidiar y, no es por nada, pero me alegra haberte dado ese libro a ti. — colgó.

— Dios mío, espero que no haya sido una hora. ¿Cuáles números presionaste?

— Dos, cinco, cuatro y siete.

— ¿Lo pusiste 25 minutos? ¡Bastaba con uno o dos!

— Es que tenía hambre y no sabía cómo usarlo... — bajó la cabeza.

— Bien, sólo espero que después de hacer eso no hayas tratado de tomarlo directamente con tus- y tus manos están rojas.... — lo miró con desaprobación. — trataste de tomar el plato con tus manos, ¿verdad?

— ¿Con qué más lo iba a tomar?

— Normalmente no hace falta, pero después de haber puesto tanto tiempo en el microondas...... era lógico. Aunque claro que tú no lo sabías. — dio un pesado suspiro.

— Lo lamento, desde que estoy aquí siempre le estoy causando problemas. — se sentía genuinamente culpable; tanto que se le formó un nudo en la garganta mientras hablaba. — Usted.... fue tan amable de dejarme estar aquí y yo...... todo lo que hago es hacerla enojar. — no aguantó más y rompió en llanto. Para él era bastante frustrante el no poder hacer nada en un lugar tan desconocido, depender tanto de alguien y como si eso no fuera poco le causaba molestias.

_______ se sintió mal al verlo así; era desesperante y sí causaba desastres, pero nada lo hacía con mala intención. Ella quería ser comprensiva y entender que a él le llevaría tiempo adaptarse a su mundo; por eso siempre insistía en que no estaba enojada. Se acercó y abrazó a Armin, quien inmediatamente se aferró a ella.

— Ya, está bien.... no hace falta que te disculpes. Es normal que te todo te cueste y que no entiendas nada, así que te acostumbrarás con el tiempo. Te prometo que mientras tanto seré paciente y te ayudaré en todo lo que pueda; no estoy enojada ¿sí? Sólo me han pasado muchas cosas en poco tiempo.

📕 Volví, ya terminé mi tarea y tocaba actualizar.

Cuídense y tomen mucha agua.