El cuerpo entero de Severus esta perlado de sudor su cabello empapado pegandosele a la cara tiene los labios apretado entre sí con ojos medio cerrados completamente desnudo sus caderas sacudiendose violentamente martillazos hacia delante y atrás sobre el trasero de su señor empinado al aire medio cuerpo curvado sobre la cama, montandolo.

El cuerpo de abajo igual de desnudo esta vez gimiendo su placer con cada golpe a su próstata manos en puño y dedos de pies curvados en placer.

Se habían trasladado a la habitación del Lord esta vez usando protección no querían el mismo error que la primera vez. Una vez que quedó claro que Severus lideraría el coito no tuvo problemas en ceder ante su señor. Lo estaba disfrutando no importaba quien era el hombre bajo suyo Severus no mezclaba bien sexo y trabajo.

–¡Cissa que tal!

–Hola amor– la blonda besa la mejilla de su esposo –Todo bien ya le dieron el tratamiento solo queda dejar que descanse.

–Me alegro, que tal a ti campeón te sientes mal todavía corazón– arrulla el dragón, Pólux succiona su chupeta con pereza desde los brazos de mamá. –¿Vienes con papá? – extiende sus brazos, Pólux extiende los suyos más pequeños y Lucius lo atrapa abrazandolo besando su cabecita. Narcisa suspiran

–Iré a ducharme necesito una lo cuidas un momento corazón.

–Claro querida ve– sonríe con calidez. Lucius se lleva a su hijo a su oficina.Polux se queja en sus brazos el dragón palmea su trasero para calmarlo se sienta con el abriendo una carpeta Pólux de duerme lentamente.

Lucius lee en voz baja capturando cada significado del documento cuando la puerta se abre y severus entra luce realmente... Mal en el buen sentido también

–Lucius necesitamos hablar

–Claro dime- pide prestándole atención

Severus se sienta sin permiso alguno vacila antes de hablar

–Acabo de follarme a nuestro señor y no se que hacer a continuación- expresa en voz alta con ojos casi saltones es extraño ver esa expresión en su mejor amigo de toda la vida

–¿Que dijiste? – exclama asombrado de verdad Lucius Malfoy se asombra.

–Dije que me folle a nuestro señor Lucius – gruñe

–¡Guao! Entonces que quieres decir con que no sabes que hacer a continuación explicate– exige

–¿Que debería hacer? Seguramente me matara o me esclavizara. No quiero ningún vínculo con nadie menos con un maniaco– sisea

–Creo que estas exgagerando– dice con calma mucha calma reacomoda la posición de Pólux en su regazo –Es sexo Severus sin compromiso ¿acaso te pidió que fueras su pareja?

–No pero...

–Entonces deja de imaginarte cosas

–¡Lucius el hombre entró en celo! Follamos lo anude la primera vez y sabe cómo es la maldita cosa de reproducción. ¡No quiero un vínculo con nadie menos con el ni ningún moustrito con la mitad de mi sangre en el! – sisea

–Severus calmate– pide más asombrado de nuevo –No necesitas atacar a un feto que ni siquiera sabes si existe. Si tienes dudas habla con el al respecto y si no... Bueno no lo se– el no sabe que decir pero la reacción de Severus es ridícula y muy triste también llamando moustrito a un bebé nonato que ni siquiera podría existir.

-Es mi señor no puedo alejarme, pero mostrare con acciones y gestos que fue solo una vez, una maldita vez.

–¿Por que estas tan exaltado Severus? – pregunta curioso .

Severus gruñe

–He sido un hombre solo por mucho tiempo. No quiero ningún amarre con pareja, menos con mocosos.

–Pero aprecias a Draco y Pólux.

–¡Ellos no son mios! – dice con fervor –Los devuelvo tan pronto como no los soporto. Es la diferencia

Lucius asiente sabiendo que si algo les pasaba Severus nunca se haría cargo de sus hijos. Lo que hacer el trámite de América era toda una aceptación, estar preparados era lo mejor Lucius hizo lo correcto no se podía confiar totalmente en Severus con niños era más que obvio ahora.

Voldemort dejó de oír tras la puerta no era propio de el hacer ese tipo de cosas pero la partida abrupta de Severus lo dejó curioso y cauteloso  las palabras del pocionista quizás causaron un pico de agonía, solo un poco en el. Voldemort siguió su camino suprimiendo el resto de su celo enojado más que decepcionado de saber que el podría causar asco.

Neville tarareo el cepillo de cabello en el rubio del dragón teniendo cuidado con sus orejas la cola de Draco estaba envuelta en una de sus piernas y la colita de Neville no paraba de moverse entre nerviosa y feliz

–Has estado actuando extraño ¿sucede algo?

–Solo preocupación

–¿Por quien? – Neville dejó que su dedo índice de la mano derecha acariciara la mejilla de su futuro esposo.

–Mi familia

–¿Algo malo sucede? – deja de cepillar para sentarse a su lado Neville trata de envolver con su olor a Draco.

–Dumbledore sabe cosas no le importó dejarme con el conocimiento de que lo sabe por qué cree que no valgo la pena, y que a nadie le importara por que somos malfoys.

–Draco ¿que esta pasando? – exige

Draco vacila

–Pólux era antes Harry Potter.

Neville lo mira con la boca abierta sus orejas paradas

–Sigo sin entender

–Siéntate te contaré todo.

Tres meses después

Los amigos de Draco llegaron a su casa para pasar el rato estaban en vacaciones de Navidad el tiempo pasaba volando Pólux estaba bien abrigado jugando o tratando de incluirse en los juegos de los mayores siguiendo a su hermano a todos lados Draco no tenía el corazón para decirle que no podía por que era más pequeño.

Sus padres los vigilaban desde lejos

Neville estaba ahí sentado sin incluirse el estaba tan feliz con una bola de lana enorme y luego de que Pólux se cansó de seguir a los mayores se fue con el ronroneando Neville lo atrapó en un abrazo haciéndole chillar de risas, Neville lo subió a la bola de lana con el rodaron encima de ella

–Bonito

–Gracias polux– Neville se sonroja cuando el bebé le atrapa las orejas sin jalarlas bruscamente –Tu también eres bonito.

Pólux sonríe los dos siguen jugando con la bola de lana los demás están corriendo y haciendo magia en el campo abierto. Neville ahora entiende a Draco, el olor a caramelo de bebé es embriagador no puede evitar olfatear el cuello del bebé pálido y drogarse con el olor Pólux se ríe por que sus orejas caen en su carita.

Su abuela le había dado permiso para estar el día en malfoys, Draco iria otro dia a los Longbotttom.

–¿Has sabido de nuestro señor?

Lucius deja de comer la galleta, son galletas de animalitos son de Pólux el mismo pidió ese tipo de galleta y Lucius se las ha estado comiendo todas

–No, ha pasado tres meses desde que se fue no ha habido señales. Ni siquiera Mulciber lo sabe parece que desapareció.

–¿Que crees que haya sucedió para tal cosa?

Lucius vacila no le ha contado a su esposa aquella conversación con Severus era al privado

–No lo sé- dice al final –Pero creo que quizás este buscando algo, o reclutando gente quien sabe.

–Uhm– Narcisa murmura –¿Y Severus no te ha dicho nada? – inquiere de nuevo

–Quedó de venir este sábado para el almuerzo, ha estado muy ocupado en sus investigaciones – responde atrapa otra galleta es un elefante.

Narcisa mira la bandeja

–Lucius, Pólux estará muy molesto te comiste todas sus galletitas– acusa

Lucius carraspea

–No creo que siquiera las pida.

El esta equivicado

Pólux corre a la mesa subiendo la silla con ayuda de su mamá y chilla mirando la bandeja vacía mira a su mamá esperando una explicación

–Dile a papá– ella dice

Pólux mira a su papá este sonríe

–Papá tenía hambre bebé comió todas las galletas– explicó

Pólux hace un puchero triste sus labios tiemblan y solloza, Lucius suspira abrazandolo y rebotandolo

–Galleta

–Papá lo siente bebé- arrulla Lucius –Puedes comer galletas de las de Draco también son deliciosas.

Pólux niega descontento las galletas de Draco con normales sin figuritas de mantequilla y vainilla a Pólux no le gusta. Quiere sus animalitos.

–¡Ama señora los aurores están aquí!

La pareja se mira entre sí Lucius le pasa a Pólux para ir a ver que sucede

–Buenos días señores

–Lord Malfoy tenemos una orden de arresto contra usted y su esposa

–¿Sobre que trata esto? – pregunta mortalmente serio

–Ha sido acusado de secuestro y usar ilegalmente la adopción de sangre en Harry James Potter Evans.

La mano de Lucius tiembla en su bastón. El único que lo sabía era Severus nadie más podría haberlos delatado.